Arévalo tuvo que
colocarse el pene hacia atrás para poder salir del agua y que no se le notara
la erección. Ambos salieron del agua juntos y se fueron al baño. Habían buscado un condón y lubricante.
–Métete ahí.
Entraron en el cubículo
del inodoro, Arévalo le bajó el traje de baño hasta las rodillas y él se bajó
el bermuda.
–Mámalo, ponlo duro.
–Mientras el chico disfrutaba del enorme miembro, el policía abría el empaque
del condón para estirarlo y colocárselo.
–Ya, ya, voltéate. –Se
colocó el preservativo y se echó lubricante, se acercó al cuerpo de Pedro sujetando
su pene justo entre las nalgas. –¿Quieres que te lo meta suave o duro papi?
–Duro, duro.
Arévalo empujó con fuerza
y el chico pegó un grito. El policía le tapó la boca. –Deja el escándalo que
nos van a oir.
Entraba gente al baño.
–No hagas ruido. –Arévalo
lo tenía penetrado, Pedro tenía los ojos cerrados aguantando el dolor. El
policía se movía lentamente, sacaba el pene y lo volvía a meter, Pedro inmóvil.
–Me duele, tengo ganas de
orinar. –Arévalo sin retirar el pene se movió hasta que el chico quedara frente
al inodoro, susurrando le dijo que orinara y lo hizo, el policía le tomó el
pene al chico para que apuntara al agua. El chorro era débil. Arévalo sacó el
pene y comenzó a orinar con fuerza. La gente seguía en el baño, se escuchaban
las duchas.
–Mételo. –Susurraba
Pedro.
–Estoy muy excitado y voy
a acabar, me van a escuchar.
–Tápate la boca.
–No.
–Muévete coño y que nos
escuchen
Dos duchas se escuchaban
y Arévalo comenzó a moverse rápido aguantando al chico por la cabeza, el
golpeteo contra las nalgas producía ruido hasta que Arévalo no pudo aguantar.
–AAAAAAAAH, AAAAAAAAH coñodelamadreee AAAAAAAAAH
Se detuvo el ruido de las
duchas. Arévalo salió primero del cubículo.
–Buenas tardes.
–Buenas. –Dijo uno de los
que se duchaban, que vio hacia el cubículo donde había salido el policía y vio
unas piernas. Arévalo se le acerca al hombre y le habla al oído.
–Es un culito que me
estoy cogiendo, tú no dices nada y todos nos vamos sanitos.
–Tranquilo, eso es peo
tuyo.
Pedro, aún en el inodoro,
se tocaba el ano, lo sentía dilatado e inflamado, sus dedos entraban sin
esfuerzo, se subió el traje de baño y botó el condón en la papelera. Salió de
ahí sin ver a los lados directo a la puerta, Arévalo lo siguió.
–¡Que pena! Nos pillaron.
–Si, pero el carajo pana,
no dijo nada, pero es tu culpa, fuiste tú quien dijo pa tirar ahí.
–¿Yo? Fuiste tú, yo te
dije que sí.
–Bueno, tú quisiste, es
lo mismo.
–Si guevón, échame la
culpa, vamos al agua, me dejaste el culo abierto.
–Unas cuantas cogidas más
y vas a cagar sin darte cuenta jejeje. Déjame revisar mi celular y nos metemos.
–Arévalo cogió su celular
y tenía dos mensajes y una llamada perdida de Diego.
–<<Nené ¿dónde
estas?>>
–<<Papi, en la
playa con un pana>>
–<<¿Un pana que te
coges?, perdón, no quise decir eso, es
que te llamo y no contestas>>
–Voy a hacer una llamada.
–¿El viejo? ¿Diego?
Llámalo, no vaya a ser que se moleste porque estás con tu amante, eso es lo que
yo soy.
–Anda a bañarte con el
agua fría pa que te calmes ¿si? No te me pongas cuaimita
–<<Hola papi, ¿cómo
estás?, te dije que estoy con un pana, no me lo estoy tirando>>
–<<¿Un pana? Un
pana de 21 años. Coño Arévalo no me
creas un guevón, soy un viejo, un carajito te gusta que tiene más aguante.
–<<¿Tú me estás
vigilando?>> -Arévalo comenzó a ver hacia todos lados disimuladamente,
Pedro lo veía.
–<<Tengo que cuidar
lo que es mio nene, coño te voy a dar las llaves de mi apartamento, tengo que
saber con quien estoy>> –Arévalo vio a un tipo, que chateaba y miraba, lo
detalló, era el mismo del baño.
–<<Te dije que es
un pana>>
–<<Te lo tiraste
nene, no me mientas, soy un zorro viejo, no me importa que lo hagas pero no me
mientas, nos vemos en estos días>>
Colgó la llamada, le dio
el celular a Pedro y se fue donde estaba el hombre.
–Tú eres el espía de Diego
Hernandez.
–No sé de que me hablas.
–No te estoy preguntando
guevón. Deja de espiarme y lárgate de aquí si no quieres que te cosa a tiros.
–¿Quieres que le diga al
viejo que no eres Guardia Nacional o eso me lo cayo también?
Arévalo se dio media vuelta
y regresó a su toldo.
–El viejo me puso un
detective marico, nos pilló tirando.
–¡Te lo dije! Coño ¿y
ahora?
–Ahora nada, le voy a
decir la verdad al viejo, no puedo perderlo.
–<<Epa papi, sí,
tienes razón me cogí al chamo, lo que pasa es que le hice un favor y me lo pagó
con sexo>>
–<,¿Qué favor?>>
–<<Unas vainas en
aduana que se las dejaran pasar, y hablé con unos panas del puerto y le
resolví, sabes como es>>
–<<¿Y el favor
incluía la playa?>>
–<,Pues si, yo quería
ir y el quería también y aproveché y me lo cogí aquí, eso es todo papi>>
–<,Ya te dije que no
me importa si te coges a otros, lo que no quiero es que me mientas, porque no
me estás mintiendo más, no? ¿no tienes nada con ese chamo?
–<<No papi, he
salido unos días con él, pero por el tema del favor pero eso muere hoy>>
–<<Te creo, esta
semana hablamos lo de tu mudanza al apartamento, avísame cuando llegues a
Caracas, besos>>
–<<Besos
papi>> ¿Este pana dónde estará que me habla con esa naturalidad.?
–Listo.
–¿Y si ahora ese viejo me
amenaza o me busca y me manda a matar?
–Vergaaaaa, chamo deja de
ver películas de suspenso, relájate. Vámonos que ando con el carro de tu papá y
no quiero irme de noche.
–Tengo miedo que ese
viejo me haga algo.
–Ya chamo, deja el cague,
yo estoy aquí para protegerte, no te va a pasar nada.
–Si, debe ser que estás
conmigo 24/7.
–No va a pasar nada, yo
le echo una buena cogida al viejo y se le pasan los celos.
–Gracias por la
información.
–No te pongas así chamín,
yo estoy contigo, con el viejo es por los reales.
_________
–<<Usted ha
realizado un pago de Bs. 10.000.000 con la tarjeta de crédito número
5440453320323800 Si usted desconoce esta operación, llame al (0212) 501 22 22>>
Diego se quedó
impresionado al ver el monto y se puso a pensar, revisó su billetera y no tenía
la tarjeta con la que habían hecho el gasto. –Mi tío, mierda ¿pero en que gastó
ese dineral?
–<<Usted ha
realizado un pago de Bs. 1.115.483. con la tarjeta de crédito número
5440453320323800 Si usted desconoce esta operación, llame al (0212) 501 22 22>>
–¿Otro? Coño de la madre.
–Llamó a su tío.
–<Hola sobrino ya
estoy en el apartamento>.
–<¿En que gastaste 11
millones?>
–<Diego, me diste la
tarjeta para que me fuera a un hotel>.
–<¿cinco estrellas? ¿Tú
te volviste loco? Ahora en la tarde voy al apartamento y hablamos>.
Tocan la puerta de su
despacho y abren. –Diego, recuerda que mañana temprano nos vamos a Puerto La Cruz
para ver lo del local nuevo y nos vemos con el arquitecto.
–Coño verdad, menos mal
que me acordaste esa vaina. ¿Vamos tú y yo?
–Si, estos dos se quedan
chequeando aquí, después del peo con los empleados, es mejor que alguien
supervise, sabes que esos gerentes son igual de plastas que los empleados.
–Si…-Se pasó las manos
por la cara.
–¿Te pasa algo?
–No…bueno, sí, un peo con
mi tío…¿te acuerdas que te dije que apareció y está viviendo conmigo?
–Si.
–Bueno, le di mi tarjeta
de crédito para que se quedara en un hotel mientras yo estaba…-se detuvo, nadie
sabe que es gay o al menos lo que él no quiere ser y no iba a contar lo de
Orlando. –…estaba con una caraja con la que me quería quedar en el apartamento
solos, coño y no se le ocurrió otra cosa que meterse en un hotel cinco
estrellas, supongo, por el precio.
–Verga chamo…resuelve ese
peo, no es por ponerte cabezón pero ese tipo aunque sea tu tío, te está
chuleando. ¿No te coge aunque sea para compensar? JAJAJAJAJAJA.
–¡Deja la mariquera vale!
¿qué me va a estar cogiendo?
–Bueno, bueno, era
jodiendo pues, coño, tas de a toque, bueno, pilas, mañana temprano, te vienes a
las cinco aquí y salimos con el taxi que
nos lleva al aeropuerto.
Diego llegaba al
apartamento.
–Tioooo, tiooo ¿dónde
estás?
–Epa Diego ¿cómo estás?
–Explícame lo de la
tarjeta de crédito.
–Coño sobrino voy de
salida a una reunión. Me quedé en Paseo Las Mercedes y desayuné, no me iba a
meter en un hotel tiradero. Tranquilo que yo te voy a pagar.
–Claro que me lo vas a
pagar, vas a trabajar en mi oficina, eso lo resolvemos, luego, otra cosa, dame
la tarjeta.
El tío sacó su billetera
y le entregó la tarjeta. –Disculpa sobrino, no pensé que te ibas a molestar.
–Coño…lo que menos pensé
es que ibas a dormir en un hotelazo, podías buscar uno más modesto, era una
noche. Mañana me voy a Puerto La Cruz y regreso en dos o tres días, te voy a
agradecer que no hagas desastres, mosca con meter gente aquí.
–Tranquilo, todo va a
estar bien, pero de aquí a que comience a trabajar no tendré dinero.
–Toma esta tarjeta de
débito, quedan cinco millones, resuelve con eso, ahora te doy la clave.
–Voy a salir ahora,
dámela de una vez.
Le dio la clave y la
tarjeta y se fue a hacer el bolso que se llevaría. Cuando su tío se fue, metió
varias cosas de valor en la caja fuerte que tenía oculta en el clóset.
Cuatro y media de la
mañana, Diego entra a la habitación de su tío, dormía desnudo.
–Tío, tío, ya me voy.
–Ah? Ah, ah, ok ok. ¿cúando vienes?
–En tres días, mosca, te
quedas solo pero no inventes.
–Tranquilo sobrino, dale
una mamadita antes de irte, que lo tengo parado.
–Voy tarde, chao.
Diego se fue y Alonso se
levantó y encendió el Grindr, se fue a desayunar a esa hora mientras esperaba
que alguien estuviera cerca.
Una hora después
aparecían dos personas, una cerca de la zona donde estaba, la otra más lejos.
–<Me puedo acercar
papá, no tengo rollo> -Le dijo la persona que estaba más lejos, le dijo que
le diera una hora para acomodarse y se acercaba. Alonso se duchó, se puso un
bermuda y una franelilla para esperarlo.
Siete y diez de la
mañana, el muchacho de 27 años que había contactado, llegaba en un carro viejo.
Alonso bajó a abrirle.
–El viene conmigo, viene
a hacer unas reparaciones en casa.
–Tiene que anotarse en el
libro de visitas. -Dijo el vigilante, el muchacho sacó su billetera y comenzó a
buscar su cédula, revisó cada compartimiento hasta que la sacó.
–Tome.
Subieron al apartamento.
–Bienvenido a mi casa.
–Guao que bonito lo
tienes pana.
–Bueno, a lo que vinimos.
–¿Quieres que te de un
masaje para relajarte?
–Mmmm la verdad es que no
ando estresado, pero sí, dale, un masajito y luego te cojo.
______
Diego y su socio habían
cuadrado todo con el arquitecto y dieron luz verde para comenzar con las obras
del nuevo local en Puerto La Cruz, al
tercer día regresaron a Caracas. El joven empresario buscó su carro en la
oficina y se fue para su apartamento.
–Hola buenas tardes,
¿cómo está todo? ¿Alguna novedad en mi apartamento? -Le preguntaba al
vigilante.
–No jefe, todo tranquilo,
de hecho no he visto al señor Alonso, yo creo que no está en el edificio.
–Ah ok, ¿lo vio salir o
entrar con alguien?
–No, estuve estos días
pero en el libro debe haber algo si es que vino alguien.
–¿Puedo ver el libro?
–Ay jefe es que ya estaba
lleno, este es nuevo. El otro lo debe tener el presidente del condominio.
–Ok, bueno subo a casa y
voy a pedírselo.
Subió al apartamento por
el ascensor privado, sintió algo extraño, miró a todos lados y había algo que
no le cuadraba.
Faltaban cosas, se puso
nervioso. –TIOOO, TIOOO, ALONSOOO. –Corrió a la habitación, en la suya no
estaba la computadora ni el televisor, su tío estaba tirado en la cama de su
cuarto, desnudo, lo intentó despertar pero no lo lograba. Respiraba, volvió a
intentarlo y se movió.
Salió y vio que faltaban
dos laptop, el televisor, electrodomésticos, ropa y comida. Alonso se movía en
la cama, llevaba tres días inconsciente.
–¿QUE PASÓ AQUÍ? ¿QUÉ HICISTE
TIO COÑO?
–Ay Diego, no me
acuerdo…yo…estaba en la sala…con un amigo…y yo…me dijo, que dolor de cabeza…me
dijo para un masaje y…no me acuerdo…coño.
–¿NO TE ACUERDAS, NO TE
ACUERDAS? ¡NOS ROBARON! ¿A QUIEN METISTE?
¿QUIÉN COÑO ESTUVO AQUI?
–NO SÉ, NO SÉ, NO ME
ACUERDO
–TE VAS DE MI CASA, TE
VAS DE MI CASA YA.
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