Viernes 10 de la mañana.
Nelson tenía una pauta fotográfica ya concertada desde hace unas semanas y lo
ayudaría, a regañadientes, Silvia, que, aparte de hablar con ella la noche anterior
sobre su relación, coordinaron lo de las fotografías.
–Que conste que estoy
aquí por trabajo, terminamos y me voy.
–Anoche no me dijiste si
seguimos o terminamos.
–Yo creía que había
quedado claro la otra vez luego de…verte ahí con el tipo este.
–Bueno es que yo…también
quería decirte que…no quiero nada contigo, creo que…estar contigo fue una
pantalla…un beta pa no ver lo que realmente, mierda…lo que me gusta pues.
–Si, que eres marico, no
le des más vuelta, pásame el lente que está en el estuche por fa.
Nelson le latía el
corazón rápidamente y estaba nervioso. –Quiero ser sincero contigo Silvia, me
gustan…los hombres…creo…no sé…nunca había estado con uno, pero ese día…y yo…ya
me gustaba…olvídalo.
–Dilo, ya te abriste
mijo, suelta todo.
–Me gusta Pedro.
–¡Yo sabía, yo sabía
chico, sabía que algo raro había, esa actitud hacia él no era de joda, coño que
bruta y ciega fui LO SABIA LO SABIA.
–Bueno ya, no grites no
tiene porque enterarse todo el mundo. Coño el trípode pequeño se me quedó ¿o
está en tu bolso?
–En mi bolso, agárralo.
Que me engañes con una caraja, bien, o sea, me jode pero bueno se habla, pero
coño, que encima me engañes con un tipo porque en realidad eres gay, coño, sé
sincero y háblalo, sabes que yo soy abierta con ese tema. Y mira que me abrí
para hacer un trío, todo salió terrible pero bueno…salió tu verdadera
sexualidad. Vamos a montar el trabajo y salir de esto.
Terminaron de hacer las
fotos, coordinaron con los clientes y recogieron el equipo.
–¿Te llevo a tu casa?
–No, llévate mi bolso y
luego lo llevas a la casa cuando yo no esté, quiero estar sola.
–Perdóname.
–Debiste pensarlo antes,
hablarlo, ahora no pidas perdón.
–Está bien, la cagué, la
cagué mal.
–Te voy a joder, te voy a
rayar en las redes, todo el mundo va a saber que eres marico, me voy a encargar
de que todos lo sepan.
–No serás capaz. No hagas
eso por favor.
–Jódete, chao.
Nelson quedó ahí con los
dos bolsos viendo como se iba Silvia caminando hacia la línea de taxis.
Viernes seis de la tarde.
Diego padre pasaba por su apartamento donde ahora vive Arévalo para buscarlo.
Se irían ese mismo día al apartamento de Higuerote. El policía ya se había
traído ropa y con eso hizo un pequeño bolso para la playa.
–Mira como tienes el
apartamento de sucio y apenas llevas 24 horas aquí. –Le dijo Diego.
–Papi, nunca he vivido
solo, yo no hago oficio.
–Te mandaré a una señora
de servicio, esto no puede estar así.
–Si papi pero yo no tengo
plata para pagar eso.
–Yo te dije que yo me
encargo de los gastos y de ti.
Arévalo le dio un beso en
la boca, se separó unos centímetros. –Tócame la verga, mira como me pusiste.
-Pero ahora no podemos
hacer nada quiero irme ya. ¿manejas tú?
–Claro bebé, yo te manejo
la camionetota.
Por el camino iban
escuchando música, entre clásica, bossa nova y jazz, conversaban, pero Arévalo
estaba cansado de escuchar eso, quería poner Reggeaton o salsa.
–Vamos a llegar y
tendremos un mercado listo en casa, ya cuadré eso.
–¿Pediste cervezas?
–Cerveza y vino y unas
exquisiteces
–Que bien papá, vamos a
comer fino este fin, bueno sexo y comida no pienso dejarte descansar, vas a
llevar palo parejo.
–Soy un viejo nene, no
puedo estar todo el día en eso, me canso.
–Lo siento viejito, a mi
me gusta echar por lo menos tres, por lo menos.
–¿Tú de verdad quieres
algo serio conmigo?
–Coooooño, ya este viejose me puso intenso ¿Cómo serio?
–Vivir conmigo, viajar
conmigo, tener una relación.
–Pero si tú estás casado
¿qué vas a hacer con Beatriz?
–¿Cómo sabes que mi
esposa se llama Beatriz? No te lo he dicho.
–Verga. Yo también te investigué papá, tenía que saber de ti.
Diego se sonrió y le tocó
la cabeza para luego llevar su mano a la entrepierna de el policía. –No me voy
a divorciar.
–Ah y pretendes tener una
relación seria conmigo, que fino, el amante.
–Cruza a la derecha y la
siguiente a la izquierda. Podemos llevar las cosas así, ¿no crees?
–Me voy a poner dramático a ver si le gusta. Yo no quiero
compartirte con nadie, quiero que seas mio, no tenerte de a ratos cuando tú
puedas, eso no es vida.
–¿Cómo hago? Yo tengo un
estilo de vida y un status que mantener, no puedo divorciarme y se enteren que
soy gay.
–¿Y yo? En la sombra.
Tenemos que hablar de eso y solucionarlo, pero este fin no.
–¿Que solución? La mato y
terminamos con todo.
–Conozco unos bichitos
que por dos paquetes de cigarros asesinan gente.
–¿Que estás hablando por
Dios? Era un decir. Llegamos, este es el edificio.
Arévalo se asomó por el
parabrisas. –Naguevonada tremendo edifico papá
Subieron al apartamento,
estaba todo perfectamente acomodado y limpio, todo moderno, pocas cosas pero
estaba bien para ser un apartamento de playa. Se asoma a la ventana y ve la
piscina y frente a él el mar, Diego lo abraza por detrás.
–Esto también lo
disfrutaremos con frecuencia nene, no te estreses por Beatriz.
Le dio un beso a Diego y
se fue a la nevera a buscar dos cervezas, las abrió, brindaron y se la
bebió de un tirón.
–Vamos al cuarto a
cogerte, tengo ganas.
–No nené, hoy no, estoy
agotado, tuve un día terrible dejando todo listo, para no tener que ir el
sábado a la oficina. Mañana lo que quieras.
Arévalo se quitó la ropa
y se quedó en interiores. –Mira como me dejas, con el guevo tieso y babeando,
después no te quejes que te duele o estás cansado porque te voy a dar duro.
–Vamos a cenar algo, yo
lo preparo y nos acostamos a ver televisión, tenemos dos días para sexo mi
amor, mastúrbate.
–Claro, me voy a
masturbar mientras duermes y te echo la leche encima.
–Loquito.
Sábado ocho de la mañana.
Diego iba rumbo a buscar a Orlando a su casa.
–Mamá ya me voy.
¿Y me vas a dejar sola
con la enfermera hasta el domingo hasta quien sabe a que hora?
–Mamá ya la conoces y es
de la clínica de papá.
-Todo lo que venga de esa
clínica no pude ser bueno.
–Mamá baja a voz te va a
oir.
–QUE ME OIGA, QUE ME
OIGA.
–Cállate…el domingo en la
tarde estoy aquí.
–No te da verguenza
acostarte con el hombre que fue novio de tu hermana?
–No me he acostado con él
mamá.
–Pero a eso vas, ¿o es
que van a dormir en camas separadas? Estoy enferma Orlando, débil y me dejas,
la quimioterapia me está matando y me dejas.
–Ya vas a terminar la
quimio y no te estoy dejando, ya llegó Diego, me voy. –Le dio un beso en la
frente y se fue.
–A ESTA CASA NO VUELVAS
SI SALES POR ESA PUERTA.
–Ay no la soporto cuando
se pone en modo novela mexicana. Disculpa lo malo Aura.
–Tranquilo, he lidiado
con pacientes peores, vaya tranquilo.
–¿No estás emocionado que
va a ser nuestro primer viaje corto juntos?
–Estoy nervioso, vamos a
estar tú y yo solos.
Orlando cayó en cuenta
que no, se iban a encontrar con Arévalo y su futuro suegro
–Bueno pero tranquilo, vamos a dejar que las
cosas fluyan.
Nueve de la mañana.
Arévalo no podía seguir durmiendo pues su enorme pene estaba erecto, Diego
roncaba. El policía comenzó a jugar con el culo del hombre mojándose los dedos
e introduciéndolo.
–¿Qué haces?
–¿Tú qué crees? Ya ha
pasado mucho tiempo y quiero cogerte. -Le introducía dos dedos, Diego se movía
y emitía sonidos con la boca cerrada, le metió tres dedos. –Ponte en cuatro que
voy pa dentro.
El hombre se levantó y le
dio un beso a Arévalo. Se arrodilló y puso sus nalgas frente al policía que las
veía y se emocionaba. –Unas nalguitas de viejo pero están ricas. –Separó las
nalgas y vio el culo dilatado. Buscó el preservativo y el lubricante, se lo
colocó y echó una cantidad considerable de gel sobre su pene que restregó entre
las nalgas.
–Ahora si papá, vas a
llevar palo, empezamos hoy y ahora,
aguanta. –Empujó y Diego gritó apretando las sábanas pero ya el pene había
entrado la mitad.
–Llegamos, vamos al
estacionamiento.
Orlando estaba nervioso,
el carro del papá podría estar ahí. En efecto, estaba ahí.
–¿Qué hace mi papá aquí?
MIERDA, ¿NO SE IBA DE VIAJE? ¿a que
vino?
–A lo mejor está con tu
madrastra.
–Noooo, ella se fue a su
tierra.
–A lo mejor no, se
querían escapar.
–No, no, eso no pasa ¿y
si está con un mujer?
Estacionó el carro en un
puesto de visitantes. –¿Pero vamos a subir?
–¡Coño de bolas! Quiero
saber con quién coño está, a que tipa metió. Vamos
Entraon despacio al
apartamento y había ropa tirada en el piso. –Ropa de hombre, debe ser de mi
papá. –Orlando detrás de él cerraba los ojos y se pasaba la mano por la frente.
–AAAAAH ,AAAAH , AAAAAH,
SIGUE, SIGUE –Se escuchaban quejidos y gritos que salían de la habitación
principal, era una voz de hombre.
–Quédate aquí voy a
entrar.
Orlando no le hizo caso y
fue tras él unos pasos más atrás.
–AAAAH, AAAAH, DALE,
DALE, SIGUE PAPI
Diego entró a la
habitación y lo primero que vio fue a su padre gritando, sudaba, mientras
Arévalo lo penetraba con fuerza.
–¡PAPÁ!
Diego se lanzó a un lado
de la cama y Arévalo se puso de pie de un golpe. Diego hijo le vio el enorme
pene al policía y vio a su padre. Arévalo vio a Orlando y le hizo un gesto de
que hacían ahí. Diego se mareó, se apoyó de la pared.
–Hijo, hijo, deja que te
explique, hijo que te pasa.
–DIEGO DIEEEGO.
Arévalo le acercó una
silla a Diego para que se sentara.
–¿Qué coño hacen aquí
marico? te dije que venía para acá con el viejo. -Le susurraba a Orlando.
–No puedo hablar ahora.
–¿QUE ES ESTO PAPA, QUE
COÑO ES ESTO? TU…CON UN TIPO….PERO…MIERDA ¿ENTONCES? ¿QUE ES ESTA VAINA?
-Hijo, hay una
explicación, hablemos, ¿se pueden salir?
–NADIE SALE DE ESTE
CUARTO ¡QUIERO QUE ME EXPLIQUES QUE COÑO ES ESTO.
–Tu papá también es gay
Diego.
Diego volteó a ver a
Orlando con odio, Diego padre también lo veía. –No abras la boca por favor,
todo esto es culpa tuya.
–¿Mía? ¿Mía Diego? ¿Que
tu papá haya ocultado esto es culpa mía?.
–Si, porque si no te
hubieses conocido no te traigo acá.
–¡Bien bello pues! Debe
ser que yo sabía que tu papa era gay y vendría hoy para acá.
–Coño marico, si, si lo
sabía y me enchavaste el fin de semana.
–¿Este no es el tipo que
te ayudó en la morgue? O sea tu sabías de esta vaina y no me dijiste.
–¿Ustedes se conocen?
–preguntó Diego padre. –¿Esto fue una emboscada, vinimos para acá y
aprovechaste para que mi hijo viniera, estaban ambos encompinchados con esto?
-No, no a ver, ya va, tampoco es así, Arévalo lo
conozco. ¿te puedes vestir coño? ¿cómo explico esto?
–Coooño queríamos joder a
tu papá porque los quería separar porque ambos son gais, Diego padre se puso
bruto con el tema y bueno yo le dije a Orlando que lo iba a joder, me lo
conseguí en el sauna, me lo levanté y me lo cogí, pero coño pasaron los días y
bueno, me empezó a gustar el pana y la vaina de joderlo se me olvidó, me gustas
burda, de pana.
–¿Y piensas que te voy a
creer eso?
–Marico me pusiste un
detective, ¿te dijeron algo malo de mi? no.
–SE ME VAN LOS DOS DEL
APARTAMENTO.
Diego se levantó de la
silla y sacó de la habitación tanto a Orlando como a Arévalo –Se van de aqui,
se van a ver como hacen para irse a Caracas.
–Diego, deja que te
explique.
–Vete Orlando.
Cerró la puerta de la habitación con llave, Diego padre se
puso el bóxer.
–Toda esa palabrería que
me echaste la otra vez que me botaste de casa ¿para qué fue? Porque no
entiendo. Y hoy te veo aquí tirando con un hombre.
–Todo tiene una
explicación.
–Aquí me quedé para
escucharla
Desde hace años Diego
vivía una doble vida pero siempre en la más absoluta clandestinidad, tenía
encuentros con hombres en hoteles o en algún viaje que planeaba, pero el hecho
de saber que su hijo también era gay lo perturbaba, no quería que pasara por
eso también y hacía lo que fuera para evitarlo, tapaba su homosexualidad con
una homofobia absurda, pero conoció a Arévalo y todo le cambió y se atrevió a
más cosas pero igual no quería contarle a nadie y menos a su hijo lo que estaba
viviendo.
–¿Sabes cuántos años
estuve reprimiéndome y aún lo hago para evitar “caer en la homosexualidad” para
que tú no me castigaras, me reprobaras o me botaras como en efecto hiciste?
¿Sabes cuánto he sufrido y sufro por eso?.
–Lo sé.
-NO, NO LO SABES PAPÁ, NO
LO SABES.
–Lo sé porque lo he
vivido. Y sé que sufriste por lo que te hizo tu tío, yo lo sé y callé, por eso
tu madre se suicidó. Yo sabía lo de tu tío.
–Tiraste con él también.
–No, no…eso nunca pasó,
yo me mantuve en silencio con lo mio hasta hoy.
–¿Por qué te juntaste con
Beatriz? ¿para qué?
–Tengo negocios, gente
que me conoce, amistades que si se enteran de lo que soy me dan la espalda y se
caen varios contratos.
–¿Que te hace pensar que
eso va a ocurrir?
–Que tú tampoco has
salido del clóset por miedo y tienes 30 años, otra generación. Pero ahora
conozco a Arévalo y me enamoré, me siento bien con él, es policía medio
malandro pero lo veo y me siento a gusto ¿que quieres que te diga?
–¿Qué vas a hacer con Beatriz?
–Beatriz va a ser mi
esposa siempre.
-Hasta que mueras y te
liberes.
–A ti te pasó, pero no te
liberaste.
–No hables estupideces
papá.
–No son estupideces,
mientras estabas con Carlota vivías tu vida de mentiras, conociste a este
carajito, murió Carlota y despertaron en ti cosas ¿o no?.
–Si…mi cabeza está
revuelta. Hoy quería pasar un fin de semana con él para aclarar todo, pero pasó
esto.
–Perdóname hijo,
perdóname por todo esto, por enterarte así de todo.
–No sé que pensar, no sé
si alegrarme porque tengo a alguien cercano que me comprende u odiarte por lo
que me hiciste…
–¿Qué vamos a hacer con
estos dos que echaste?
–Yo no quiero ver a
Orlando.
–Arévalo me debe
explicaciones.
–¿Lo vas a perdonar?
–¿tú crees que estoy en
edad de para conseguir a alguien que me pare bolas, ningún tipo de más de
55 años se va a empatar conmigo, buscan
jovencitos.
–Como tú.
Diego fue al baño a
orinar y entró su padre.
–¿Te vas a ir?
–No lo sé…¿y si nos quedamos
tú y yo? Un fin de semana padre e hijo.
–Suena bien, no era mi
plan, desde hace días soñaba con este fin de semana.
–Llama al chulo ese y que
se quede, yo me voy.
–No es ningún chulo.
–Papá ¿cuánto puede
ganar un policía? ¿algo más de sueldo mínimo? Aquí el de la plata eres tú.
–Puedo decir lo mismo del
carajito.
MARICO!!! TREMENDO DRAMA...
ResponderEliminar