miércoles, 8 de agosto de 2018

Y SI ME ENAMORO. Captíulo 48


Diego se agachó. –Solo te lo voy a mamar, aquí no podemos tirar.
–Dame culo.
–No. –Se introdujo el pene abriendo lo más que podía la boca. Arévalo lo agarró por detrás de la cabeza haciendo presión.
–Trágatelo todo. –Diego alzó la mirada viendo al policía y con los ojos le dijo que no podía, Arévalo le empujó la cabeza hacia él metiéndole el pene completamente en la boca, Diego sintió como le bajaba por la garganta y tuvo una arcada lo que hizo que se separara del policía. Al alejarse soltó una gran cantidad de saliva, sus ojos inundados y su respiración entrecortada hicieron que se sentara en el piso y le hiciera un gesto a Arévalo de reclamo.
–Coño nene, no me hagas eso, casi me ahogo y vomito.
–Anda sigue, le doy despacio, mira, arrodíllate como estabas pero te alzas un poco para que veas como la verga te va a entrar completica y no te va a molestar.

Diego lo hizo, en la posición que estaba el pene se deslizó dentro de su boca llegando de nuevo a la garganta, ya no molestaba, volvía a ver a los ojos a Arévalo que se mordía el labio junto con la lengua mientras su mano sostenía con fuerza la cabeza del hombre.
–¿Te quieres tragar la lechita?
–Si. Se sacó el pene para hablar, seguía salivando. ­Pero no grites por favor, tápate la boca.

Siguió mamando mientras Arévalo se preparaba para descargarse dentro de la boca de su amante que se tragaría todo el semen de manera inmediata.
Tuvo que concentrarse, cerrar los ojos y apretar los labios para no gritar. Se puso rojo, mientras que cada movimiento significaba un chorro que recibía Diego dentro de su boca.
Volvió a sentarse en el piso, adolorido, sus piernas las tenía dormidas.
–Coño, nunca había disfrutado una mamada así…tiene un pene hermoso y grande…y carga bastante leche.
–Toda tuya papá ¿te gustó? Ven párate. -Le dio la mano y lo ayudó a levantarse, Diego estaba algo mareado.
–Claro que me gustó, mucho ¿Cuándo te mudas al apartamento? Necesito que estés ahí para hacer el amor contigo.

Ambos de pie, Arévalo se acercó la cara de Diego, pegó la frente a la suya.
–Como yo me entere que me volviste a poner un detective, no me vuelves  a ver ¿oíste?
–Si mi amor.
–Me mudo la semana que viene, tengo que hablar con mi vieja y los hermanos. Y la jeva.
–¿La jeva?
–Si, un culito que tengo. Pa’ decirle que se acabó la guevonada.
–Eso no me lo dijo el detective.
–Una mierda de investigador. Me voy.
–Chao nené, el apartamento tiene todo, hice un buen mercado, no te va a faltar nada.

Arévalo se fue de la oficina para regresar a su trabajo.
Coño este viejo está empepa’o, no puede ser que me dio las llaves de su apartamento para que viva ahí y apenas nos conocemos, que arrecho, es burda de pana, coño, no debería portarme mal con él, ay Pedro…que vaina contigo…

_______

–<Buenos días señor Hernández, le habla el representante legal del parque de diversiones donde ocurrió el siniestro, me llamo Claudio Torcatt>.
–<Buenos días, dígame>.
–<Lo llamo para decirle que a partir de hoy puede pasar por mi despacho recogiendo un cheque por concepto de la indemnización con motivo del siniestro>.

–<Ah caramba, ya se habían tardado con ese asunto. Déjeme decirle que ni con todo el dinero el mundo van a revivir a mi hija, pero sí, ese cheque voy a buscarlo para usarlo en obras benéficas, de alguna manera tienen que pagar por el daño que le hicieron a tres familias>. -Hablaba Orlando Vásquez el padre de Carlota y Orlando que también contactaron para entregarles un cheque.

–<Ahí estaré con mi abogado para recibir la indemnización. Muchas gracias por contactarme>. -Diego, colgó la llamada y no pudo evitar llorar al recordar aquel fatídico día. Orlando hizo lo mismo al colgar la llamada, comenzó a llorar. Llamó a Diego.

–<Hola suegro, bueno, disculpe, yo sé que ya no somos nada pero así lo siento, sigo sintiendo que somos familia…Dígame.
–Tranquilo Diego, puedes seguir llamándome así, te llamaba porque recibí una llamada del abogado del parque para entregarme un cheque ¿a ti te notificaron?>
–<Si, si…de hecho voy mañana temprano a buscarlo>
–<Puedes ir hoy en la tarde, como a las tres? Así vamos juntos>
–<Mmmmmm, déjeme cuadrar unas cosas y le digo en media hora, creo que sí>

Orlando salía de la universidad para ir a almorzar y reunirse con su tutor para lo de la tesis. En eso suena su celular, ve la pantalla y se detiene. –¿Mi suegra? –Retrocede y se va al pasillo para poder atender con tranquilidad.

–<Hola ¿cómo está? Wao la tengo olvidada, he tenido unas semanas terribles cuénteme ¿qué se le ofrece, en que le puedo ayudar?>
–<Tranquilo mijo, ya nos vamos a ver, lo llamo para decirle que el lunes vamos con el abogado a ver lo del testamento y necesito que usted venga, ¿puede? Es a las 10 de la mañana en su despacho, usted viene a mi casa y de ahí salimos>
–<Wao, si, ya usted me había comentado eso pero no pensé que fuera verdad, ¿yo estoy en el testamento?> -Le recorrió un escalofrío por la espalda.
–<Si, no le puedo dar detalles porque los desconozco, pero el abogado me informó eso>.
–<El lunes temprano iré para allá, iré con un amigo que me dará la cola>
–<¿El mismo de la otra vez?  ese joven no me dio buena espina>
–<No lo sé señora…debo cuadrar eso, pero tranquila que no vamos a molestar>
–<Usted no molesta joven, se puede quedar a dormir en mi casa, en el cuarto de Vicente pero usted solamente, su amigo no, cualquiera con el que venga no se puede quedar aquí>
–<Tranquila, iré ida por vuelta, otro día cuadro para quedarme unos días en su casa>
–<Gracias muchacho, eres un cielo, te espero el lunes>.

En la tarde, antes de salir hacia el despacho del abogado, Diego llama a Orlando para contarle lo de la indemnización, este le comenta que su papá le había dicho. Hubo un silencio por parte de ambos y luego Orlando le comentó lo del lunes para ver si podía darle la cola a Valencia tempranito. –Claro que sí, yo cuadro todo eso mañana y te llevo, no tengo problema.

Al salir de la reunión con su tutor, Orlando se consigue con Arévalo.
–Esta vaina debe ser una señal papá, tú y yo vamos a tirar en algún momento, no puede ser que nos volvamos a encontrar.
–Deja la vaina Arévalo.
–Mira, el viejo me dio las llaves de su apartamento para que me mude, marico el viejo es lo máximo, me trata bien, me complace, bueno yo lo complazco también, le doy machete que le gusta.
–Aaaay Arévalo…mosca, mosca, ya te dije que no le hagas daño a Pedro.
–Me está gustando el viejo para que sepas, mierda, ojo tú no te salvas, yo te voy a poner en cuatro en algún momento, pero coño este viejo me gusta, me trata bien vale. Tengo que hablar con Pedro, por cierto me cogí a tu amiguito Nelson, el pana una mami vale, no aguantó mi verga, pero creo que le gustó.
–Mira Arévalo, no me cuentes tus aventuras sexuales, me parece demasiado asqueroso lo que estás haciendo.
–Ah vainaaaaa, pero si tú querías joder a tu suegro Diego, ahora me dices asqueroso.
-Eso te lo maquinaste tú, ya no quiero hablar de eso. Mira el lunes tengo que ir a Valencia a ver a mi suegra por un tema del testamento de Vicente.
–Yo te llevo, no se hable más, dime la hora y te busco.
–No, le dije a Diego para ver si me llevaba y me dijo que me avisaba pero que sí me daba la cola, pero te lo digo porsia me falla.
–Si te falla aquí estoy yo nené, yo no te fallo, y cuando te coja no vas a querer estar con otro macho, vas a quedar complacido.
–Marico, no voy a tirar contigo.
–Si vas a tirar conmigo, yo lo sé papá, estos 23 centímetros no los vas a pasar de largo, aunque no quieres vas a venir a pedir cacao, en este caso un chorizote. El lunes te busco a las seis de la mañana.
–Te aviso, no seas necio, te dije que Diego me lleva.
–Bueno está bien, pero hoy te llevo a tu casa ¿vas para allá?
–Si.
–Móntate y agárrate, ufff así te voy a decir cuando estemos en la cama “Móntate y agárrate”.

Diego y Orlando padre se encontraron en la planta baja del edificio donde está el despacho del abogado, ambos venían con sus respectivos abogados. Subieron
–Vamos a ver que nos dice esta gente.

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