lunes, 27 de agosto de 2018

Y SI ME ENAMORO. Capítulo 56

Pedro se montaba en el carro de Nelson, él con una sonrisa veía a Pedro.
-¡Nos vamos a tomar y a bailar!
-Estás muy contento.
-Hoy quiero acostarme con un carajo, estoy dispuesto.
Pedro recordaba a su papá dándole los preservativos. -¿Vamos a tirar?
-Bueno, yo no sé tú, pero hoy amanezco con un tipo.
-¿No te da miedo? Digo, hacerlo con un desconocido, es peligroso.
Nelson se rió y le dijo que no iba a acostarse con él y menos si tenía que hacer de activo. -Esta noche quiero que me cojan -Dijo, mientras le comentaba que primero irían a tomarse unas cervezas -En los chinos que son más baratas.

Llegaron al restaurante chino, estaba lleno, la bulla apenas dejaba hablar, consiguieron una mesa para dos y se sentaron. Apenas lo hicieron se acercó una chica.
-Hola ex ¿cómo estás? Hola Pedro ¿ahora salen juntos? ¿ya son novios?  BRUJAAAS ¡aqui está el maricón de mi ex con su novio!
-¿Quieres bajar la voz?
Las amigas se acercaron a la mesa riendo.
-Señores este hombre fue mi novio y ahora es marico, le gustan los hombres.
-¡TE QUIERES CALLAR! -Dijo Nelson que se había levantado de la silla. Silvia estaba algo tomada.
Pedro se levantó y le dió una fuerte cachetada. -Ya escuchaste que te calles Silvia. -Luego de eso Pedro se arrepintió pero ya era tarde las amigas le cayeron encima para golpearlo. Se armó un escándalo, la gente rodeó a los chicos hasta que llegaron los dueños y un par de policías que pasaban por la calle y escucharon el barullo. 
Amtes que la policía intercediera, ya se habían separado las mujeres de Pedro que apenas se levantaba del piso y les dijo que estaba bien que no había pasado nada, solo se había tropezado.
-Marico, ¿cómo se te ocurre darle una cachetada? -Le decía Nelson a Pedro que salían del restaurante chino luego de sacarlos a todos del local. -pareces una loca peluquera.
-Ahora soy una loca peluquera, coño encima que te defiendo de esa loca, me insultas ¡gracias! Déjame en mi casa.
-Ay ya marico, deja el drama, ahora más que nunca quiero ir a la discoteca, Cargo una arrechera por la bruta esa.

Fueron a tomar cervezas en otro restaurante chino y a las 11 de la noche se fueron a la discoteca gay.
- ¿Tu quieres volver con Silvia?
-¡No vale! Bueno...quisiera estar con ella y que los tipos me cojan, pero ella no va a querer ya viste que me lanzó a la calle. Vamos a pedir unos tragos antes que nos de el bajón y nos ponemos a bailar.
LLegaron a la barra y pidieron dos vodka con naranja, se fueron a la pista a bailar.
-Nunca he bailado con un tipo ¿y tú? -Decía Nelson.
-Un par de veces, ven abrazame como si fuera la mujer. -Nelson lo rodeó con el brazo y comenzaron a bailar. Pedro lo veía, Nelson estaba emocionado, tanto qie se bebió el tel vaso en dos tragos.
-¿En serio quieres tirar hoy?
-Si, de aqui salgo a un hotel con alguien.
Pedro se puso serio, bebió un trago y siguió balilando. -Yo puedo cogerte si quieres.
-Nooo vaaaleee, yo quiero un desconocido, eso me da morbo, ojalá lo tenga grande
-Como mi novio que te lo tiraste.
-Si, no te vayas a arrechar ahora marico, eso ya pasó y no va a volver a pasar.
Pedro se detuvo y tomó del brazo a Nelson y lo sacó de la pista.
-¿Qué pasó marico?
- Arévalo está pasando el fin de semana con un viejo, con el suegro de Orlando y yo me estoy muriendo de la arrechera.
-¿QUEEEE? Bueno, no sé por qué te arrechas si sabes que él es así, verga me dejas loco con lo del viejo ese jajajaja maaaarico ese viejo debe sufrir  cada vez que lo clavan.
-Te estoy contando un peo que tengo y a ti te preocupa que al viejo le duela cuando se lo cojan.
Nelson vio a Pedro a los ojos y luego le dio un apasionado beso en la boca apoyando su mano en la nuca de este. Pedro se le erizaron los vellos del cuerpo al sentir la cercanía de su amigo, su lengua recorriendo su boca y que cada vez estaba más pegado a Nelson. 
Se separaron, Pedro quedó inmóvil apenas reaccionando al beso.
-Marico quedaste loco verdad. Asi las dejo cuando beso. Vamos por otro trago. -Pedro cerró los ojos y sintió como su pene lubricaba.

Nelson estaba en la barra y Pedro aún en el rincón donde hablaban.
-Marico ven acá. Coño ¿que te pasó guevón? Te quedaste aguevoniao
-Nunca me habían besado asi.
-Ay vale, no te me vayas a enamorar.

Se llevaron los tragos y fueron a la pista a bailar cada quien por su lado. Nelson bailaba solo y se le acercaba a algún muchacho que le gustara, hablaban se besaban pero no quedaban en nada, Pedro se consiguió a unos conocidos y se puso a hablar, luego fue a la pista a bailar, buscaron más tragos.
Las horas pasaban entre Nelson besándose con cuanto hombre conseguía, ya ambos habían tomado cuatro vodkas. El local estaba totalmente lleno, Nelson sin camisa bailando con dos tipos y Pedro hablaba con un amigo que lo acariciaba y le pasaba la mano por la mejilla pero el chico estaba pendiente de Nelson.


Nueve de la mañana, la pequeña habitación estaba impregnada de un olor entre cigarro y alcohol. Nelson apenas abría los ojos, evitando la luz, se ponía la mano frente a la cara. Se quitó de su costado el brazo de la persona que dormía al lado.
-¿Mierda que es esto, dónde estoy?
Se sentó en la cama y todo le comenzó a darle vueltas, no aguantó y vomitó en el piso al lado de la cama. Se limpió la boca con la sábana.
-¿Quién es este? -Aún con la visión nublada, le da un empujón a la persona que está con él y lo pone boca arriba. Cuando logra enfocar, detalla el rostro.
-Mierda...no puede ser...marico...no

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