jueves, 9 de agosto de 2018

Y SI ME ENAMORO. Capítulo 49


–Gracias por venir y por la pronta respuesta al igual que hayan venido con sus abogados. Haremos las cosas bien desde el principio.

El abogado de la empresa les dio una carta a ambos abogados donde explicaban los motivos de la indemnización y del futuro del consorcio que lleva el parque de atracciones. Ambos abogados leyeron y le entregaron a sus clientes la carta.
Recibieron un cheque cada uno.
Diego con un monto de 1.000 millones y Orlando padre un cheque de 2000 millones.

–Sabemos que esto no cubrirá todos los gastos ni van a devolverle la vida a las personas que lamentablemente fallecieron en el suceso, pero queremos resarcir los daños. La empresa cierra por motivos de multa y de operatividad, esperamos abrir nuevamente a mediano plazo.

–¿Y a mi quién me devuelve a mi hija y a su futura esposa, quién?
–Ya les dije lamentamos lo sucedido profundamente y este cheque es nuestra humilde manera de pedir perdón a los familiares de los afectados, no hay dinero que pague lo que sucedió. En nombre de la empresa que represento, perdón.
–Muchas gracias, en efecto esto no quita el sufrimiento y el dolor por lo ocurrido, pero acepto esto.
–Este cheque lo voy a donar a una Fundación, no voy  a tocar este dinero, quiero que valga la pena todo esto.

–Bueno, firmen este documento como recibido para finiquitar la indemnización y llevarlo a Tribunales. Es probable que nos citen al Tribunal por mero formalismo, estén atentos.

–Suegro ¿de verdad va a entregar el cheque a una Fundación?
–¡Qué va! Era por joder, la cara de ese abogaducho me enfermaba. Voy a usar el dinero para mi hijo y mi ex, la muy cabrona jode hasta después de divorciada.
–¿Y su esposa, la mamá de Carlota?
–Ella está de acuerdo, no quiere saber nada de ese dinero. ¿Tú que vas a hacer? Lo vas a invertir en tus locales?.
–No sé suegro, a lo mejor viajo, me largo por un mes o no sé.
–¿Sigues con mi hijo? ¿Te ves con él? No creas que se me olvida, pensar que te ibas a casar con mi hija y eres gay…
–No sigo con su hijo pero me veo con él, no tenemos nada más allá de una amistad, yo no soy…-Cerró los ojos y recordó las palabras de Orlando. –Si, soy gay, soy gay, pero amaba a su hija, la quería, me iba a casar con ella.
–Para engañarla tirando con hombres, que ya de por sí engañarla ya me da arrechera, encima montándole cachos con hombres.
–¿Y usted no le montó cachos a su primera esposa? Se casó con su amante aunque volvió con su primera esposa.
Orlando se quedó callado y se montó en su carro. –Pórtate bien, esta vez con mi hijo, pórtate bien gran carajo.

Diego se quedó ahí parado mientras su abogado detrás de él no hablaba.

–Diego, ¿en serio eres gay?
Diego cerró los ojos, sudaba. –Si, te voy a pedir que no lo repitas.
–Conmigo está a salvo tu secreto dentro de mi closet. -Le guiñó el ojo.

______

Noche de amigos. Nicolás, Nelson Pedro y Orlando se reunieron en un local para beber cerveza los cuatro.

Orlando les contó cómo iba con Diego y sobre la reunión que tenía en Valencia por el testamento de Vicente, su novio en vida. Los tres empezaron a echarle broma con lo del testamento que ahora tendrían un amigo millonario, lo empujaban y hasta la iban a invitar las cervezas.
–Si son bobos, no sé ni que van a decir en esa reunión, ¿ustedes sabían que también se heredan las deudas?
–Veeeerga hay que ser bien coñoemadre para que Vicente te joda así más allá de la muerte. –Le dijo Nelson, Nicolás se rió junto a Pedro, Nelson vio a Pedro y se sonrió.

–¿Adivinen a quién me tiré?
–Nelson…-Le dijo Orlando en voz baja.
–¿A que pobre jeva le metiste el diente? –Dijo Nicolás
–Ninguna jeva, a este se lo cogió un tipo.
–PEEEDROOOO. –Dijo Orlando
–¿Whaaat? Ya va, ya va, no entendí. ¿A ti te cogió un tipo? ¿qué es eso? Marico, wait, si, marico ja ja ja ¿te tiraste a un tipo? 
–Si, bueno, hice un trío con Silvia y terminé cogido por mi amigo con el que cuadré, Silvia me dejó.
–Y este se quedó enganchado con el pana y ahora quiere repetir.
–¿Estás gozando verdad? Pues sí, pero eso no era lo que iba a contar. Me cogió el novio de este, el tal Arévalo.
–Verga si hablas guevonadas Nelson, deja la mariquera con Arévalo.
–¿Te acuerdas que lo llamaste para preguntarle donde estaba y te dijo que estaba tirando? Era conmigo, luego te dijo que estaba en una comisión, estaba cogiéndome mientras hablaba contigo.
–Nelson por favor, ya. –Le volvió a decir Orlando.
Pedro se tomó lo que le quedaba en la botella, se levantó y se fue al baño visiblemente molesto.
–¿Había necesidad de esto chamo? Coño estamos compartiendo los cuatro que no nos veíamos juntos y vienes a cagarla así.
–Coño Nelson, verdad, te pasaste pero mal. -Le dijo Nicolás que aún no salía de su asombro con la confesión de Nelson. –Chamo pero no supero lo que acabo de oir.
–Voy al baño a hablar con Pedro.
-No, no, no. Voy yo, deja que yo hable con él y me disculpe.

Nelson llegó al baño y Pedro estaba llorando apoyado en el lavamanos.
–Coño mariquito no te pongas así, verga ya sabes de que es capaz ese novio tuyo.
–CALLATE MAMAGUEVO, ME LO HABIAS DICHO Y PENSE QUE ERA JODIENDO PERO LO HICISTE, COÑO DE TU MADRE. –Pedro comenzó a golperalo en el pecho pero Nelson lo detuvo y lo abrazó.
–Ya, ya, ya, cálmate. –Se le acercó a la cara, muy cerca ambas bocas.
–No te das cuenta que me gustas que jode guevón. –Le dio un beso en la boca a Pedro que no dudó en responder al beso y así permanecieron varios segundos hasta que escucharon la puerta y se separaron limpiándose las bocas. Pedro salió de inmediato.

Llegó a a mesa.
–¿Todo bien?
–Si…todo bien, pidamos otra ronda.
–¿Y Nelson?
–En el baño se quedó, estaba meando.
–¿Qué te dijo?
–Nada, no me dijo nada ¿podemos cambiar de tema? -Llegó Pedro.
–¿Tomamos otra?

Nicolás hablaba con Pedro. Orlando con Nelson.
–¿Qué le dijiste a Pedro?
–Estaba arrecho le dije que ya sabía cómo era su novio, me insultó y me golpeó, lo abracé y lo besé
–¿Qué?
–Marico lo vi tan molesto y a la vez tan indefenso y llorando que lo besé y le dije que me gustaba que jode.
–¿Qué, pero te volviste loco, cómo le dices eso?
–Es lo que siento, verga Orlando me gusta Pedro desde hace un coñazo de tiempo pero no quería aceptar la vaina, me cogieron y fue como si me destaparan mis sentimientos más gais, suena loco pero es así, por eso es que me metía tanto con él y lo empujaba a que saliera del closet.
–Chaaaamo pero que manera de hacerlo.

–A mi me gusta Nelson de hace tiempo.
–¿Pero a ti no te gustaba Orlando?
–Si, sabía que era gay y era más fácil poder estar con él pero tenía novio, me gustaba Nelson pero como tenía novia y era muy hetero el guevón.
–Ya va, ¿y el policía qué?
–Tira divino, tiene un guevote chamo que no sabes, me gusta pero no es una vaina así de que estoy enamoradísimo.
–Chamo pero a ti te gustan todos los hombres que conoces, ¿te gusto yo?
–Ay deja la joda Nico…coño, es en serio, me dio ese beso y coño…no sé, seguro que ahora no me para bolas y me ignorará, sabes cómo es él.
–Hablen y aclaren las cosas, sobre todo tú.

Una hora más en el local y se fueron, Nelson los dejaría a todos en sus casa pero dejó de último a Pedro a pesar que tenía que desviarse.

–¿Es en serio lo que me dijiste?
–Muy en serio.
–¿Y qué quieres que yo haga con eso?
–Yo te gusto también no te hagas el guevón Pedro.
–Yo tengo novio.
–Ese carajo se tira a un viejo y está contigo, ¿quieres eso?
–No sé…pero tampoco sé si quiero algo contigo.
Nelson se le acercó y le dio otro beso en la boca. –Te quiero coger
–Coño ¿ves? Todo el mundo me quiere para cogerme, pero nadie me dice que está enamorado de mi.
Otro beso, esta vez más apasionado y profundo. –Coño que me gustas que jode Pedro, entiende, termina con ese tipo.
–Te cogió y te gustó ¿cómo vivo con eso?
–Que jeva eres marico, ese tipo no vale la pena.
–¿Tú si?
–Yo soy una mierda, pero me conoces desde hace años, a este apenas unas semanas, un mes y medio como mucho.
–Que peo contigo, que peo yo, que no sé lo que quiero, estoy confundido.
–Ve a tu casa, a tu cama, duerme y piensa en todo este peo, yo voy a estar esperando.
–Chao…no creo que pueda dormir hoy, me dejaste frío con ese beso en el baño. Tú también me gustas de hace tiempo. Me voy porque me voy a poner a llorar.
–Que gafo eres Pedro, bájate, deja el drama, como te gusta una novela mexicana marico, ve, chao, chao chao.

Encendió el carro y se sonrió, manejaba con una sonrisa que no se le iba de la cara. Se le apareció en la mente Silvia, su sonrisa se borró y en ese momemto decidió que tenía que hablar con ella.

2 comentarios:

  1. Ya va... cap 49? y los anteriores? que pasó aquí? no he querido leer...

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  2. Muchísimas gracias, sigue disfrutando.

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