jueves, 2 de agosto de 2018

Y SI ME ENAMORO. Capítulo 44


Alonso convenció a Diego de que no lo echara de casa por lo menos esa noche, pero igual tuvieron que ir a un hospital para que lo chequearan y poner la denuncia.

–De acuerdo a su descripción tenemos varios sospechosos en nuestros archivos, por favor sabemos que aún está aturdido por la droga pero quiero que vea estas cinco fotos y nos diga si uno de estos es con quien estuvo en el apartamento.

Alonso puso las fotos en la mesa una al lado de la otra, pasaba su mano por la frente. Diego estaba ansioso.
–Yo necesito cambiar las cerraduras de la casa, será que te apuras tío.
–Tranquilo joven, esto es importante, esos sospechosos están en búsqueda y captura, vamos a esperar que su tío recuerde algo.
–Es este, este, este, estoy seguro, seguro, tiene el cabello corto ahora pero es este.
–¿Qué porcentaje de seguridad?
–100% seguro oficial, es él.
–¿Puedo tomarle una foto a la foto? –le dijo Diego al policía. Lo miró al joven.
–Sí, puede hacerlo.
–¿Ya nos podemos ir oficial?, no me siento bien.
–Si, pero en cualquier momento lo llamaremos si necesitamos más datos, se van con dos agentes para revisar el apartamento.
–No hay problema.

–Ve recogiendo tus cosas porque hoy si te vas de aquí.
–Pero me voy cuando se vaya la policía, a lo mejor quieren saber algo.
–Pero hoy te vas, no quiero verte.
–Sobrino…¿y lo de darme trabajo? Necesito trabajar y buscar donde vivir.
–Si trabajas conmigo será de gratis por un año para que me pagues lo que me debes que ahora es bastante y ni con eso me pagarías todo.
–Diego, te pido mil perdones, fui un tonto, abusé de tu confianza, pero necesito dinero.
–¿Tienes el descaro de pedirme dinero?
–Estoy enamorado de ti Diego, regresé por ti, no quiero perderte de nuevo pero metí la pata hasta el fondo. Soy la única familia viva por parte de tu mamá, no me abandones.

Diego lo miró a los ojos. –Recoge tus cosas, te llevo a un hotel modesto y ahí te vas a quedar 15 días, tendrás trabajo, te pagaré lo que cubra el hotel, el resto es tu pago por lo que me debes, comerás en el restaurante.
–Gracias. -Alonso lo abrazó. –No te olvides que te amo sobrino, te amo. Diego cerró los ojos y corrieron las lágrimas por sus mejillas.

Terminó de recoger sus cosas, esperaron que la policía realizara las pesquisas y fueron a buscar cerraduras y colocarlas. Luego Diego dejó a su tío en el hotel.

________

­–<Epa chamo ¿cómo estás? Coño hablar contigo es más difícil que el coño>
–<Papá, trabajo, yo trabajo con el celular, por ahí coordino todo, no tengo computadora, ¿qué pasó bicho?
–<Mira…eeeh…quería ver si podemos repetir>
–<Claro, con la jeva o tú y yo?>
–<No…no, no, tú y yo. Silvia me dejó, se arrechó cuando nos vio tirando y a ella la dejamos por fuera, bueno no sé si fue eso o es que piensa que soy gay porque me dejé coger pero es que yo no lo soy, bueno..no se…yo.
–<chamo, chamo, chamo, al grano que ando full, ¿quieres sexo? Métete en mi página y ve las tarifas, fechas y pagas>
–<Ah pero es que yo pensé que podíamos repetir…>
–<si papá podemos repetir pero hay que pagar, la primera vez fue de panas, pero ya, te dejo que ando full>

Nelson bajó el celular. –Marico ¿qué coño me pasa? Estaba como desesperado por verlo y que me cogiera, ¿qué es esto? –Llamó a Silvia desde un centro de comunicaciones.
–<Hola, soy yo, Nelson, es la única manera de llamarte y que atiendas, necesito hablar contigo>
–<No quiero nada con maricones, no soy homofóbica pero quiero un novio que le gusten las mujeres, chao> –Colgó

Se montó en su carro y apoyó la cabeza en el volante, cerró los ojos y recordó el sexo con Esteban, sacudió la cabeza y llamó a Orlando, el único con el que podría hablar y no se burlaría. Cuadraron para verse después de las seis de la tarde cuando saliera de su trabajo.
Cuando se vieron se abrazaron y se pusieron al día. Orlando le contó sobre Diego y los pequeños avances que habían tenido.
–¿Pero son novios?
-No, lo que hemos tenido no tiene etiqueta, bueno si, amigos, nos hemos besado y tuvimos sexo oral, pero hasta ahí, verga el carajo me gusta pero demasiado enclosetado y enrrollado.
–Deja al pana chamo, no te compliques la vida, como yo…
–¿Cómo tú? ¿qué pasó con Silvia?

Nelson le recordó a Orlando la fantasía que quería hacer y la había hecho realidad con su amigo Esteban y Silvia.

–Marico, me gustó la cogida, disfruté la cogida Orlando, el pana me cogió y lo disfruté.
–No me extraña que Silvia te haya dejado, verte tirando con un tipo y encima te cogían eso debe haber estado heavy.
–Pero yo quiero estar con Silvia, pero es que este pana me dejó mal, quiero repetir pero el mamaguevo cobra, vive de eso. ¿y si me busco a otro? Le digo a Pedro, él es marico.
–Es pasivo, no creo que te coja.
–Me lo cojo, y me meto un guevo de goma, no sé.
–Ya va, pero cálmate chamo andas como acelerado.
–¿Y si me coges tú? ¿le damos?
–¿Qué te pasa guevón? Tú eres un hermanito para mi, yo no te voy a coger, deja la vaina. Nelson, Nelson, aclara tus ideas y piensa que es lo que quieres, a lo mejor eres bisexual, no sabías y tenías eso escondido y ahora que lo descubriste quieres probar más, pero deja el desespero.
­–Marico dile a Esteban que te coja y me entenderás.
–Yo no voy a estar tirando con nadie chamo, estoy saliendo con  Diego.
–Verga marico te pasas de gafo comeflor, no son novios guevón, tira con otros deja la virginidad para otro gafo.
–Yo soy así, no me gusta estar tirando con todos para ser el más arrecho, pero mira le puedo decir a Arévalo, el tipo que sale con Pedro, ese es un bichito y tiene una vaina de este tamaño, un brazo de niño, te puede gustar jajajaja.
–¿Te lo tiraste?
–Nooooo, coño ¿tú no escuchas cuando hablo?

Se tomaron un par de cervezas más y se fueron.
–¿Tú crees que esté enfermo por lo que siento?
–Chamo ¿qué te pasa? Deja la vaina, no estás enfermo, acabas de pasar por una experiencia que te dejó impactado, ya.
–Pero yo no soy gay, a mi no me gustan los hombres pero me gusta como me cogió Esteban, pero no es que me gusta el pana, no sé, verga, coño, pero quiero repetir, marico fue demasiado rico eso, uf, ya entiendo a Pedro, le cuento esto y se va a reir de mi, lo sé y lo va a disfrutar.

Eran las ocho de la noche y Nelson dejó a Orlando en su casa y siguió para la suya, pero se desvió en el camino y se fue a un local gay que sabía donde quedaba aunque nunca había ido.

No hay comentarios:

Publicar un comentario