DE REPENTE TU 4. Capítulo 10

Quítate tú pa ponerme yo.

Emilio ya empezaba a dar clases nuevamente en los colegios y las clases de Francés en el Instituto.

Su primo Fernando se consiguió con él cerca del instituto Francés para almorzar juntos, aunque ya había pasado la hora del almuerzo hace rato.

–Primo, ¿tú has tomado? ¿Diste clases borracho?

–Bebí un poco al salir del colegio.

–¿Pero cómo que bebiste? ¡Estás trabajando!

–Bueno Fernando ya, viniste a comer y tengo hambre, vamos a un restaurante aquí cerca, pero paga tú yo estoy mamando.

Llegaron al restaurante y lo primero que pidio Emilio fue una cerveza.

–No deberías seguir...

–Shhhh, un par de birras y ya, tómate una, tú no tienes jefe.

Pidieron los platos.

–Ya supe que te tiraste a Yonaikel.

–¿Quién es ese?

–Ah pues, el motorizado que te di el número para que te ayudara en tus diligencias, no para que te lo tiraras.

–AAAAh él, coño, tira divino pero tiene un guevo enorme, esa vaina da miedo guevón.

–Ese carajo me gusta mucho, yo te voy a pedir que no vuelvas a estar con él.

­–¿Pero de qué coño hablas? Ese pana que te aporta, si es un malandrito, que te coja y ya, no pretenderás empatarte con él.

–Tiene mujer y 2 chamos.

–Mira, te vas a meter en ese paquete, gózatelo y ya.

–Pero es que me gusta.

–A mi también me gustó pero hasta ahí.

–Lo quiero ayudar.

–Aaaaaay no seas pendejo que lo que va a hacer es chulearte.

Se pusieron a comer y Emilio ya iba por su tercera cerveza.

–Primo, no te veo bien, cuéntame.

–Estoy bien, tranquilo. Cuéntame tú, ¿cómo estan los automercados?

–Emilio, habla.

Emilio se puso a llorar.

–Mi vida es un desastre primo, mi mujer se suicida por mi culpa estando embarazada, todo por confesarle la mierda de que soy gay, lo hice para estar libre y poder rehacer mi vida con el chamo que amo y Cristo no me quiere, está empatado con otro. Por estar de puta y borracho me desmantelan el apartamento, luego me roban los cauchos del carro, se me jode y estoy en la ruina.

–Busca ayuda, Emilio, estas alcoholizado, gastas el dinero en eso.

–Soy drogadicto, me meto coca desde hace meses.

–Tienes que buscar ayuda primo, no te puedes quedar así.

–Necesito dinero para saldar mis deudas.

–Yo te puedo dar el dinero, no tengo problema, pero eso va a empeorar las cosas porque lo vas a gastar en alcohol y drogas.

Emilio apoyó los brazos en la mesa y puso la cabeza sobre sus manos.

Fernando le pasó la mano por el hombro.

–Debo 4 meses de condominio y 3 meses del crédito de la casa.

–Vas a llegar a tu casa y me vas a dar las números de cuenta de todo eso y tus tarjetas de crédito para ayudarte en algo, pero prométeme que vas a buscar ayuda, la necesitas.

–Eres el único de la familia que me habla, nadie me llama ni me visita, un coño.

–Tranquilo, sabes que cuentas conmigo, mándame todo eso y los montos para transferirlo.

–Me voy caminando al Instituto, ¿si? Quiero despejarme, gracias por el almuerzo.

–Tómate el café que te va a sentar bien.

Emilio se fue y Fernando pidió un postre y la cuenta. Encendió el Grindr.

<<Cerca de ti>>

Había 4 personas en los alrededores, le escribió al que estaba más cerca.

-El duro- En su foto de perfil cargaba unos lentes había otras de su pene.

–No es el guevo de Yonaikel pero no está mal.

–<Dónde estás?>

–<Frente al restaurante Mamma Nostra>

–<Yo estoy dentro del restaurante>

–<Fino, doy la vuelta y estaciono>

–¿Estaciono? ¿Viene en carro y estaba al frente? Que raro…

–<Estoy al fondo del restaurante, tengo chemise verde>

Fernando sacó un gel para las manos y se colocó enjuague bucal en spray y esperó. Cuando vio llegar al hombre se quedó inmóvil.

–No puedo creer esto.

–Epa mi pana, hola. -Se sentó. –Me llamo Díxon.

–Hola, Fernando.

–Je ¿como que no te gustó lo que viste?

–Si, si, me gusta, de hecho te ves bien, olvídalo, estás aquí para tirar no empatarte conmigo.

–Tamos claros entonces. ¿Tienes sitio? No tengo mucho tiempo, trabajo en una línea mototaxi y me toca turno ahora.

–Vamos a un hotel, conozco uno cerca.

–Si va.

–¿Eres activo? Eso dice tu perfil.

–Lo que sea papá, lo que me provoque, pero contigo lo que provoca es partirte ese culo.

–Pago y nos vamos.

–Voy al baño.