Equivocaciones.
Gilberto había decidido quedarse algunos
días en casa de Emilio en la semana para ir consolidando la relación. Se llevaba
su laptop para trabajar allá. Lo que no sabía es que el tema de alcoholismo era
grave y su adicción a la cocaína también hasta que encontró botellas y droga
escondidos por la casa, pero no quiso profundizar de momento en el tema.
Una mañana mientras preparaba el desayuno
para ambos y Emilio se duchaba, fue a buscar su celular al cuarto y vio el de
Emilio al lado. lo agarró y revisó varios mensajes.
–<Coño bájale el precio, no tengo tanta
plata>
–<Tranquilo mi pana, te lo anoto en la
deuda que tienes, te llevas tu talquito y vas pagando>
–<Igual ponla meas barata, yo siempre te
compro>
–<Negativo papá. Usted va a pagar lo que
vale sea hoy o mañana, pero paga>
Otros.
–<Mi amor por qué no contestas mis
mensajes>
–<Hoy me masturbé pensando en ti, mira
como quedé, estaba cargado, pensando en ti>
–<Mi amor por qué no respondes? Quiero
verte, ¿puedes hoy?>
–<Cristo tengo días que no se de ti, te
escribo y nada, ando borracho y periqueao y con ganas de tenerte en mi cama>
–<Profe, por favor no siga escribiendome
que me va a meter en problemas, no puede estar así bebiendo y drogándose,
busque ayuda>
–<El único que me puede ayudar eres tú,
ven a mi casa estoy solo>
–<¿¿¿Coño Cristo hasta cuando te tengo
que jalar bolas para que vengas????>
Otro mensaje.
–<Tu primo se me arrechó papá porque te
cogí. El pana cree que yo soy de él nojoda, yo tengo mi jeva y mis chamos>
–<Está enamorado de ti>.
–<Que se le quite la mariquera yo no me
empato con hombres. ¿cuándo te cojo?>
–<Te aviso esta semana, ando saliendo
con un chamo>
–<Dile y me los cojo a los dos, ando
quesúo la jeva sangra y no me da ni culo ni cuca>
Giberto dejó el celular en la mesita.
Emilio salió de la ducha y s se iba a afeitar
pero antes se agachó y buscó una botella de ron que tenia escondida y se bebió
un buen trago. Lo guardó, se cepilló los dientes y se afeitó.
Salió del baño.
–Epa ¿qué haces ahí?
–Emilio, ¿tú para que quieres estar
conmigo?
–¿Perdón? ¿ de qué hablas?
–Responde, para que me pediste venir a
vivir contigo.
–Bueno porque tenemos una relación y quiero
formalizar esto.
–¿Formalizar? Escribiéndole al carajito
este a ver si te para y te lo coges, comprando droga y botando el dinero,
tirando con un malandro que me quiere coger a mi también, ¿así quieres
formalizar esto?.
A Emilio le entró de repente una furia
descontrolada y se le fue encima a Gilberto.
–¿Quién coño eres tú para revisar mi
celular nojoda? ¿AH AH? -Un golpe y otro golpe y otro.
–¡Ya vaaa para, para Emilio me haces daño!
Emilio se levantó del suelo respirando
fuerte, buscó la botella y bebió. Gilberto estaba sangrando por la nariz.
–¿Te volviste loco? ¡Me partiste la nariz!.
Emilio reaccionó y su cara cambió. Se
acercó a Gilberto.
–¡Chamo, chamo, chamo perdón, perdón,
perdón. No sé que me pasó disculpa por favor, yo no soy así!, perdón.
–Casi me matas Emilio, estás mal, estás
enfermo.
Emilio buscó unas gasas y alcohol y una pomada para curar al muchacho.
Unos minutos después cuando ambos se
calmaron, se sentaron a desayunar.
–Discúlpame Gilberto, yo no soy violento,
no sé que me pasó.
–Yo sí sé, estás borracho.
–¿Por que revisaste mi celular?
–Ahora soy yo que te pido disculpas por
eso, lo vi y me entró la curiosidad de ver a quien le escribes. Me molesté, no
puedo creer que sigas obsesionado con ese chamo y lo peor, comprando drogas,
aparte del mal que te estás haciendo te estás quedando sin dinero, ¿Qué vas a hacer
cuando no tengas plata? ¿Vendes el carro? ¿Robas?.
–Es más fuerte que yo.
–No me cabe la menor duda, necesitas ayuda,
pero tienes que buscarla tú, yo no voy a obligarte.
–Yo voy a salir de esto, te lo prometo. En
cuanto a lo otro, eso me pasa cuando estoy borracho, busco sexo y le escribo a
Cristo. –Se puso a llorar.
–¿Y yo que soy en tu vida? ¿un comodín?
–No, no, tú eres…mi balance, mi calma.
–Yo no quiero ser eso, yo no soy una
medicina, quiero ser tu compañero de viajes, de cama, de encuentros, de sexo en
cualquier sitio, de desayunos, de cenas, de aventuras, de logros mutuos. Eso
quisiera contigo. No lo logré en mi relación anterior que duró 5 años.
Hubo un silencio.
–¿Cómo vas a dar clases así? Tomado, te van
a terminar botando como te aparezcas con una pea. Emilio, sal de ese hueco por
favor.
Emilio se le acercó a Gilberto y le dio un
beso en la boca y terminaron ambos en el piso, comiéndose a besos.
Se quitaron los bóxers y Gilberto bajó a
hacerle sexo oral a Emilio. El olor alcohol en el aliento de Emilio lo
excitaba, algo que odiaba y le reprochaba, a la vez le daba morbo.
Emilio se sentó y cogió por las cadera a
Gilberto y lo puso boca abajo. Le escupió el culo varias veces y lo penetró.
Era tanta la excitación de ambos que Emilio
se corrió de inmediato y seguidamente su novio.
Volvieron a ducharse.
Emilio se fue a su segunda clase. Gilberto
se quedó trabajando.
En la tarde cuando ya sabía a que hora
vendría Emilio, Gilberto comenzó a beberse una botella y buscó en internet como
inhalar cocaína.
Quería que Emilio lo viera en el estado en
que él se ve cuando está borracho y drogado. Bebió media botella y preparó unas
rayas de droga. Aspiró una y llegó a él una sensación de libertad, ansiedad y
euforia.
Estaba acelerado, no sabía que hacer y
encendió el televisor luego puso la radio. Buscó por internet una página de
videos porno y se puso a verla. Buscó otra botella.
Fue al balcón y gritó, con fuerza y comenzó
a reir. Unos minutos más tarde bajaba los efectos de la droga y quería más. Su
cuerpo quería más. Gilberto ya no pensaba. Inhaló otra raya y luego la mitad de
otra.
Emilio, llegaba alcoholizado, manejando iba
bebiendo de una carterita licorera.
Entró al apartamento.
–MI AMOOOR LLEGUEEE COÑO, POR FIN LLEGUÉ
¿dónde estás?
Llegó a la sala y vio a Gilberto tirado en
el piso convulsionando. Corrió a cargarlo y llevarlo al carro directo a una
clínica.
No hay comentarios:
Publicar un comentario