miércoles, 17 de mayo de 2017

DE REPENTE TU 5ta Temporada. Capítulo 3


Equivocaciones.



Gilberto había decidido quedarse algunos días en casa de Emilio en la semana para ir consolidando la relación. Se llevaba su laptop para trabajar allá. Lo que no sabía es que el tema de alcoholismo era grave y su adicción a la cocaína también hasta que encontró botellas y droga escondidos por la casa, pero no quiso profundizar de momento en el tema.



Una mañana mientras preparaba el desayuno para ambos y Emilio se duchaba, fue a buscar su celular al cuarto y vio el de Emilio al lado. lo agarró y revisó varios mensajes.



–<Coño bájale el precio, no tengo tanta plata>

–<Tranquilo mi pana, te lo anoto en la deuda que tienes, te llevas tu talquito y vas pagando>

–<Igual ponla meas barata, yo siempre te compro>

–<Negativo papá. Usted va a pagar lo que vale sea hoy o mañana, pero paga>

Otros.

–<Mi amor por qué no contestas mis mensajes>

–<Hoy me masturbé pensando en ti, mira como quedé, estaba cargado, pensando en ti>

–<Mi amor por qué no respondes? Quiero verte, ¿puedes hoy?>

–<Cristo tengo días que no se de ti, te escribo y nada, ando borracho y periqueao y con ganas de tenerte en mi cama>

–<Profe, por favor no siga escribiendome que me va a meter en problemas, no puede estar así bebiendo y drogándose, busque ayuda>

–<El único que me puede ayudar eres tú, ven a mi casa estoy solo>

–<¿¿¿Coño Cristo hasta cuando te tengo que jalar bolas para que vengas????>



Otro mensaje.

–<Tu primo se me arrechó papá porque te cogí. El pana cree que yo soy de él nojoda, yo tengo mi jeva y mis chamos>

–<Está enamorado de ti>.

–<Que se le quite la mariquera yo no me empato con hombres. ¿cuándo te cojo?>

–<Te aviso esta semana, ando saliendo con un chamo>

–<Dile y me los cojo a los dos, ando quesúo la jeva sangra y no me da ni culo ni cuca>

Giberto dejó el celular en la mesita.



Emilio salió de la ducha y s se iba a afeitar pero antes se agachó y buscó una botella de ron que tenia escondida y se bebió un buen trago. Lo guardó, se cepilló los dientes y se afeitó.

Salió del baño.

–Epa ¿qué haces ahí?

–Emilio, ¿tú para que quieres estar conmigo?

–¿Perdón? ¿ de qué hablas?

–Responde, para que me pediste venir a vivir contigo.

–Bueno porque tenemos una relación y quiero formalizar esto.

–¿Formalizar? Escribiéndole al carajito este a ver si te para y te lo coges, comprando droga y botando el dinero, tirando con un malandro que me quiere coger a mi también, ¿así quieres formalizar esto?.

A Emilio le entró de repente una furia descontrolada y se le fue encima a Gilberto.

–¿Quién coño eres tú para revisar mi celular nojoda? ¿AH AH? -Un golpe y otro golpe y otro.

–¡Ya vaaa para, para Emilio me haces daño!

Emilio se levantó del suelo respirando fuerte, buscó la botella y bebió. Gilberto estaba sangrando por la nariz.

–¿Te volviste loco? ¡Me partiste la nariz!.

Emilio reaccionó y su cara cambió. Se acercó a Gilberto.

–¡Chamo, chamo, chamo perdón, perdón, perdón. No sé que me pasó disculpa por favor, yo no soy así!, perdón.

–Casi me matas Emilio, estás mal, estás enfermo.

Emilio buscó unas gasas y alcohol  y una pomada para curar al muchacho.



Unos minutos después cuando ambos se calmaron, se sentaron a desayunar.



–Discúlpame Gilberto, yo no soy violento, no sé que me pasó.

–Yo sí sé, estás borracho.

–¿Por que revisaste mi celular?

–Ahora soy yo que te pido disculpas por eso, lo vi y me entró la curiosidad de ver a quien le escribes. Me molesté, no puedo creer que sigas obsesionado con ese chamo y lo peor, comprando drogas, aparte del mal que te estás haciendo te estás quedando sin dinero, ¿Qué vas a hacer cuando no tengas plata? ¿Vendes el carro? ¿Robas?.

–Es más fuerte que yo.

–No me cabe la menor duda, necesitas ayuda, pero tienes que buscarla tú, yo no voy a obligarte.

–Yo voy a salir de esto, te lo prometo. En cuanto a lo otro, eso me pasa cuando estoy borracho, busco sexo y le escribo a Cristo. –Se puso a llorar.

–¿Y yo que soy en tu vida? ¿un comodín?

–No, no, tú eres…mi balance, mi calma.

–Yo no quiero ser eso, yo no soy una medicina, quiero ser tu compañero de viajes, de cama, de encuentros, de sexo en cualquier sitio, de desayunos, de cenas, de aventuras, de logros mutuos. Eso quisiera contigo. No lo logré en mi relación anterior que duró 5 años.

Hubo un silencio.

–¿Cómo vas a dar clases así? Tomado, te van a terminar botando como te aparezcas con una pea. Emilio, sal de ese hueco por favor.

Emilio se le acercó a Gilberto y le dio un beso en la boca y terminaron ambos en el piso, comiéndose a besos.

Se quitaron los bóxers y Gilberto bajó a hacerle sexo oral a Emilio. El olor alcohol en el aliento de Emilio lo excitaba, algo que odiaba y le reprochaba, a la vez le daba morbo.

Emilio se sentó y cogió por las cadera a Gilberto y lo puso boca abajo. Le escupió el culo varias veces y lo penetró.



Era tanta la excitación de ambos que Emilio se corrió de inmediato y seguidamente su novio.

Volvieron a ducharse.



Emilio se fue a su segunda clase. Gilberto se quedó trabajando.



En la tarde cuando ya sabía a que hora vendría Emilio, Gilberto comenzó a beberse una botella y buscó en internet como inhalar cocaína.

Quería que Emilio lo viera en el estado en que él se ve cuando está borracho y drogado. Bebió media botella y preparó unas rayas de droga. Aspiró una y llegó a él una sensación de libertad, ansiedad y euforia.

Estaba acelerado, no sabía que hacer y encendió el televisor luego puso la radio. Buscó por internet una página de videos porno y se puso a verla. Buscó otra botella.



Fue al balcón y gritó, con fuerza y comenzó a reir. Unos minutos más tarde bajaba los efectos de la droga y quería más. Su cuerpo quería más. Gilberto ya no pensaba. Inhaló otra raya y luego la mitad de otra.



Emilio, llegaba alcoholizado, manejando iba bebiendo de una carterita licorera.

Entró al apartamento.

–MI AMOOOR LLEGUEEE COÑO, POR FIN LLEGUÉ ¿dónde estás?

Llegó a la sala y vio a Gilberto tirado en el piso convulsionando. Corrió a cargarlo y llevarlo al carro directo a una clínica.

No hay comentarios:

Publicar un comentario