miércoles, 3 de mayo de 2017

DE REPENTE TU 4. Capítulo 9


Consejos de motorizado.



Yonaikel tenía la dirección de Pablo y se iba a arriesgar a ir al apartamento para hablar con Jesucristo.

Llegó al edificio.



–Ese mi pana, voy pal apartamento 8C Pablo Villate.

–Nombre y cédula.

Dio sus datos y el vigilante llamó al apartamento.

–No contesta nadie, ah ya va. Buenas tardes, aquí está el señor Yooonaikel Pérez

Jesucristo se impresionó pero dio permiso para el acceso.

–Listo, suba.

–Gracias mi pana, viento.



–¿Qué pasó bichitooooo? ¿cómo está la vaina?

–¿Qué hace usted aquí, cómo consiguió la dirección?

–Mi pana yo resuelvo todo, lo que me pidan lo hago y vine a llevarte a casa de tu madre.

–Yo no me voy a ir de aquí.

–Yo tampoco me iría de este apartaco está calidá, ábreme ahí que vengo a echarte una charla.

–No debería dejarlo entrar, no es mi casa.

–Tranquilo el novio suyo no se va a enterar, yo me voy en un rato.

Se sentaron.



–Papá ¿cuál es tu peo? ¿que a tu mamá se la pegue un carajito o que se la pega tu mejor amigo? Chamo, es preferible un menor, ¿que va a hacer tu mamá con un viejo a estas alturas? Necesita carne fresca papá, un carajito que le de donde es que la ponga a sudá de nuevo en esa cama.

–¿Usted porque tiene que hablar así?, es mi madre.

–Mira menor, el caso es que no le veo el peo a eso.

–Es que usted no entiende, es mi mejor amigo, me traicionó y mi mamá engañó a mi papá, aún no había muerto.

–Papá, todo el mundo monta cachos, yo monto cachos, yo me cojo a una diabla de la oficina de tu mamá, a una cajera del banco que siempre voy porque me agiliza las vainas y me pego a… -Se quedó callado.

–¿A quién más se pega?

–Esto no lo repitas menor. Me cojo al dueño de un supermercado, uf tiene un culo y se mueve.

–¿A usted le gustan los hombres y las mujeres?

–No estamos hablando de mi. A ver tu novio tenía novio y ya estaba contigo ¿no? te empujaba los pelos y se los empujaba a su novio. Aquí la gente no es fiel mi pana y si es tu amigo, bueno mejor así lo tienes controlado. “Mosca como te coges a mi mamá, ni se te ocurra cogértela por el culo, si la pones en 20 uñas te mato, suavecito y romántico” y listo, ¿vas a perder a tu carnal por eso? Dale gracias a Dios que es un conocido y no va a joder a tu mami, además guevón tu amigo está podrío en plata, ¿ qué más quieres?.

–No sé Yonaikel, no puedo ver a mi mamá y amigo con los mismos ojos, los veo y me da rabia.

–Chamo, de pana y todo te lo digo sin que me quede nada por dentro. Tú  mamá está rica ¿oyó? Y que se fije un chamito en ella, no joda, a tu mamá le queda rosca, que se goce ese guevo joven, y tú pendiente de tus estudios y de tu macho, tu mamá ya es grande y está buenota.



–Déjeme pensarlo. Que pena con usted, no le ofrecí nada de tomar, ¿quiere algo?

–Coño panita búscate una fría ahí y algo pa’ meterle al saco, tengo un filo que te cagas, voy a ver que hay.



Yonaikel abrió la nevera y estaba llena de todo.

–Naguevoná, este pana gana rial, esto tá full, voy a comer este quesito y pan.

–Tome la cerveza y no ensucie nada y deje de agarrar cosas de la nevera. Voy  a recoger mis cosas, me ducho y nos vamos.



Yonaikel dio una vuelta por el apartamento, estaba impresionado de lo grande que era y de todo lo que tenía. Fue a la cocina y cogió otra cerveza y más queso. Encendió el televisor de 42 pulgadas.

–¡Bicho, la sala de cine! A ver que están dando. -Empezó a cambiar de canal hasta que llegó al canal de adultos.

–Uuuf esa cuca así de grande se ve divina, coño la están matando. -Le subió el volumen al televisor y los gemidos de la mujer inundaban el apartamento; el televisor tenía instalado el surround.



Terminó de comerse el queso y tenía en la mano la cerveza, la apoyó en la mesa y se desabrochó el pantalón sacando su pene, que le costó hacerlo por la posición en que estaba y las dimensiones de su miembro.

Comenzó a masturbarse y comenzaba a sudar. Se estaba excitando viendo como a la mujer de la película la penetraban dos hombres a la vez.



Jesucristo apenas se metía a duchar, había estado en el baño primero, no escuchaba el escándalo.

La mujer gritaba, era lo único que se escuchaba, Yonaikel se masturbaba pero el calor se apoderaba de él. Masturbarse era una tarea titánica con semejante miembro.



Mientras más gritaba la mujer más se acercaba el momento de eyacular de Yonaikel, sentía su mano dormida, pero la sensación de correrse se iba cada vez que se detenía para reponer el aliento.



Pablo llegaba al edificio, entró al ascensor. Al estar frente a su puerta escuchaba los gritos y gemidos de la mujer.

–¿Qué coño es eso? -Abrió la reja y luego la puerta. Al empujarla vio a un tipo en su sofá y unos chorros de semen por el aire.

Pablo se fue despacio hacia la cocina y tomó el cuchillo más grande. Yonaikel había caído tendido en el sofá agotado. Ahora sonaba la publicidad.



Pablo se acercó, al verle el pene se sorprendió hasta lo hizo detenerse por segundos. Yonaikel abrió los ojos y Pablo se le fue encima.

–EPA EPA MI PANA ESPERA YA VA, YA VA

–PABLOOOOO, PABLOOOO, ESPEREEE NO SIGA.

Pablo se detuvo al escuchar a Jesucristo. Apenas le había hecho una pequeña herida en el brazo al motorizado cuando se detuvo.

–¿Qué pasa aquí? ¿Quién es este?  ¿A quien coño metiste en mi casa Cristo?



–Ay novio, que pena con usted, él es el motorizado de la oficina de mi mamá, vino a buscarme para llevarme a casa.

Yonaikel se levantó del sofá con la franela colocada por detrás de su cabeza, el abdomen manchado de semen y se estaba acomodando como podía el pene dentro del interior.

–Mi pana préstame el baño pa’ quitarme estos espermatozoides.

Pablo lo miró con la cara arrugada al escuchar lo que dijo. -Ve al cuarto.



–Este tipo es un malandro Cristo, estaba con una cerveza y pajeándose en mi sofá.

­–Yo le di la cerveza y comió algo de queso y pan, disculpe, es que vino a buscarme, habló conmigo y me convenció para irme a casa.



–Listo mi pana, la toalla que usé la puse en el suelo, estaba mojada y usada. Disculpa lo malo, es que vi el televisor prendí esa vaina y bueno, la porno me llamó.

–Bueno, ahora puedes irte, ya comiste, bebiste y te pajeaste.

–Vámonos chamito.

–No, tranquilo, yo lo llevo más tarde a su casa, quiero que te vayas por favor.

–Ta bien, ta bien, pero mi jefa me dijo que lo llevara yo. Disculpa lo malo.



Yonaikel se fue.

Pablo soltó el cuchillo y abrazó a Jesucristo.

–Por un momento pensé que te había pasado algo.

–No, nada novio.

–¿No hiciste nada con ese tipo?

–No, no, no me gusta, es muy buena gente pero no me gusta ni un poquito.

–¿Tú le viste la soberana macana que tiene?

–No, pero a mi la que me gusta es la suya y esa barba me tiene loco novio, usted si es bello.

–No me digas novio que aún no somos nada.

–Pronto seremos.

–¿Tú me dejas cenar algo y luego te llevo a tu casa?

–Yo le dejo hacer lo que quiera. ¿Sabe algo? Usted ha sido respetuoso y no me ha tocado todavía, es decir no hemos hecho el amor. ¿cuándo va a ser eso?

–Pronto lo haremos, vamos a cenar.

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