sábado, 27 de mayo de 2017

FINAL DE TEMPORADA. De RepenteTú 5


Doble celebración.



­­–<Hola nené, ¿cómo estás? ¿estás en clases?>

–<Hola novio, entro en unos minutos>

–<Oye esta noche te quedas en mi casa, vamos a celebrar por partida doble>

–<¿Cómo así?>

–<Hoy lo más seguro que tengamos un nuevo cliente en la agencia y grande, Caruao y eso hay que celebrarlo y lo segundo es que ese cuerpito andino va a ser mío esta noche>

–<Ay novio, no me diga eso a esta hora que me emociono y estoy en la calle. Esta noche claro que me quedo con usted, besos>

–<Un beso, cuídate>





–10 años sin venir a Caracas, ¿no te parece rarísimo? Siento que voy a conocer un nuevo país.

–Créeme que es nuevo, esto no es lo mismo desde la última vez que vinimos.

–Mi amor quiero regresar al barrio, sé que ha pasado tiempo pero quiero reencontrarme con mi gente.

–¿Estás seguro malandrito?

–Segurísimo sifrinito. ¿Sabes algo? Te sigo amando mucho.

–¿En serio? ¿Después de casi 20 años sigues enamorado de mi?

–Si, ¿tú no?

–Mmmmm estoy algo aburrido de ver el mismo cuerpo desnudo todas la noches, pero sí, sigo enamorado de ti mi malandro.

–Pendejo, ni que tengas canas en la cabeza se te quita la inmadurez.

–¡Ahora soy inmaduro!

–Un viejito inmaduro jajajaja, tengo que pensar que voy a hacer para tu medio cupón, que bolas 50 años.





Ya en la agencia todos reunidos esperando la decisión.

–Me gusta la campaña, es dinámica, juvenil y me gusta que involucran las redes sociales. Considero que hay que hacer algunos ajustes pero creo que Antonio puede decirles con más precisión lo que queremos, pero en líneas generales está muy muy bien. Felicidades.

Pablo se sonrió y vio a los ojos al Director General de empresas Caruao Panamá, Jose Arturo Larrazabal.

¡Este tipo está buenísimo. Los 50 años le sientan bien y esas canas, Dios!.

–Ese carajito aparte de inteligente es guapísimo y esa barba, ¿estará soltero? No creo.

–Pero mira como este par se ve. Saltan las chispas. Eres un sinvergüenza sifrinito, si supieras que sé la montadera de cachos en Panamá jejeje. Aquí ni se te ocurra acostarte con este.



Luego que los redactores, diseñadores y creativos se fueron a su puesto y solo quedaron los directores de la Agencia, Pablo se acercó al dueño de Caruao.



–José Arturo, primero que nada darte la bienvenida a tu país y a esta agencia, espero que trabajemos juntos por unos cuantos años.

–Yo también espero, pero no creo que las siguientes reuniones pueda venir, vendrá el director de mercadeo de Panamá o el de Venezuela.

–Qué lástima, es probable que no nos veamos más entonces.

­–Estaré en Caracas unas cuantas semanas resolviendo asuntos personales y laborales, así que podemos cuadrar.

–Buenas tardes, mucho gusto Keiny Chacón, soy el esposo de José Arturo.

–Mucho gusto Pablo Villate, encantado.

–Sifrinito, ¿nos vamos? Tenemos que pasar por Caruao a buscar unos documentos y pasar por casa de tu mamá.

–Si, si ya nos vamos. Bueno Pablo aquí tienes mis números por cualquier cosa.

–Si ya los tengo en la ficha de Caruao, gracias. Buenas tardes y bueno, disfruten la ciudad.



Ambos salieron de la sala de reunión pero se distrajeron con otras personas. Keiny aprovechó y se regresó al ver que Pablo se quedó recogiendo unos papeles.

–¿Esta bueno José Arturo verdad?

–¿Perdón?

–No te hagas el bolsa, sé que te gustó. Aparte de ser mi esposo, ese carajo es mi hermano, imagínate lo atado a mi que está. Entonces bueno, vamos a dejar que la relación laboral sea lo único que los junte. -Dos palmadas en la mejilla y se salió de la sala.



–¿Que le dijiste a Pablo? ¿Por qué esa palmada en la cara?

–Nada mi amor, aclarando unos puntos, nada más. Vámonos.



Pero este carajo la atrapa en el aire, no se le escapa nada. El tipo esta bueno pero tampoco es que me lo voy a tirar. El esposo también está chévere. Coño y dijo que eran hermanos, hermanos, ¡qué bolas! Y se casaron.

Pablo salió de la sala y se reunió con su equipo.



–Muchachos son las 4:30 de la tarde, recojan sus cosas, ya se pueden ir. Hoy es para celebrar a nuestro nuevo cliente. Muchas gracias por todo el apoyo, disculpen todo lo malo, las peleas, las trasnochadas y el mal humor, pero valió pena, peeeero, esto no termina aquí ahora es que empieza lo bueno, así que mañana los quiero activos. Váyanse. Que yo también me voy para estar con mi nené.



–Llegó a su casa con varias velas, sushi y vino. Acomodó la mesa, puso las velas y metió el sushi en la nevera. Colocó el resto de velas en la habitación estratégicamente y se fue a duchar.



–Mucho gusto José Arturo Larrazábal.

–Encantado, Pablo Villate, ya hemos chateado varias veces.

–Si, eres muy guapo, lástima que estoy casado porque me acostaría contigo.

–Yo tengo pareja también, pero, no sé, algo se puede hacer, una escapada un rato tú y yo solos.

–Eso podemos cuadrarlo. Me tienes loco con tu barba, no sé si me pueda concentrar en la reunión viéndote.

–La reunión aún no empieza y aquí hay un baño fuera de la oficina donde podemos concentrarnos en otra cosa.



Suena el celular de Jesucristo que lo despierta de golpe.

–<Hola nené, ¿ya estás listo? Voy saliendo a buscarte>

–<Si novio, esta bien, te espero>

Qué pesadilla, ¿quién será ese José Arturo Larrazábal? Que no se atreva a acostarse con ese tipo. –Esta vez cuando se levantó no apareció ningún hilo rojo, Jesucristo le recorrío un escalofrio por todo el lado derecho de su cuerpo.



­–Buenas noches nené, ¿cómo estás, cómo pasaste el día?

–Bien, la universidad full, no pense que desde el comienzo ya tendríamos prácticas y evaluaciones y laboratorio, ha sido agotador.

–Que bueno, eso estás bien que te mantengas activo. ¿Te pasa algo? Estás serio y no me has abrazado.

–¿Quién es José Arturo Larrazabal?

Pablo puso cara de extrañesa y volteó a verlo. –¿cómo sabes tú el nombre de esa persona? Es el dueño de Caruao, bueno uno de los dueños, nos reunimos hoy con él, agarramos la cuenta de Caruao para la agencia.

–A usted le gusta ese tipo ¿verdad?

–Si, es guapo, muy guapo, se ve muy bien para tener 50 años y manejar la empresa que tiene.

–Ah y me lo dice así, tan tranquilo. ¿Usted no tendrá intenciones de acostarse con él? Mire que en un baño eso lo pueden hacer rapidito.

–Nené de que carrizo estás hablando? ¿Que te dio? Jejeje ¿tienes fiebre?

–No me ha respondido.

–Cristo, yo no me voy a acostar con Larrazábal, es un cliente potencial para al empresa yo no me acuesto con gente del trabajo y mucho menos teniéndote a ti. ¿De donde sacas eso?

–Yo los vi, estaban conversando de lo más animado.

Pablo volvió a sorprenderse pero en ese momento los detuvo la policía para revisar el carro.

 Se bajaron del carro y un policía revisaba el interior mientras el otro le pedía los documentos a ambos.

–¿Cómo es eso que nos viste hablando?

–Olvídelo novio, hoy es un día especial y quiero estar contento a su lado.

–Tiene el certificado médico vencido, de hecho se venció hoy.

–Ah caramba oficial, bueno mañana mismo lo saco.

–Lo perdono porque está en la raya.

Tome circulen y disculpen la molestia.



Llegaron al apartamento. La luz de las velas iluminaba la mesa del comedor el resto estaba en penumbras.

–Siéntate en la mesa que yo te sirvo.

Le colocó una variedad de rolls y wakame.

–¿Esto es sushi? Nunca he comido.

–Pruébalo. -Sirvió el vino.

–Esto es tá muy rico, pero esta crudo ¿no?

–Así es. Levanta tu copa y brindemos. Porque esta relación que hoy comienza perdure en el tiempo y más allá, que nada ni nadie nos separe.

–Salud, novio, hoy si le puedo decir novio con propiedad.

–Salud.

Hablaron del trabajo y la Universidad, no se volvió a tocar el tema de José Arturo Larrazábal.



–Ven, levántate. –Pablo le quitó la camisa y él se quitó la suya, Jesucristo le puso la mano en el pecho sintiendo como los vellos se enredeban en sus dedos.

Tomó un sushi y se lo dio en la boca al muchacho para luego besarlo. Jesucristo le acariciaba la barba mientras seguían besándose.

Pablo se desabrochó el pantalón y lo dejó caer y Jesucristo le bajó el interior dejando libre el pene que ya estaba erecto y el glande, lubricado, se asomaba por el prepucio.

–No probaste el wakame, ¿quieres hacerlo?

–Si.

Tomó los palillos y cogió una generosa  cantidad y la puso a lo largo de su pene.

–Come.

Jesucristo se sentó en la silla y comenzó a tomar las algas con su boca para luego meterse el pene, sus dientes rozaban la piel, su inexperiencia en esas lides Pablo la sentía pero no le molestaba, lo disfrutaba.

Jesucristo echó hacia atras el prepucio descubriendo todo el glande para seguir disfrutando de todo eso hasta que Pablo lo levantó y le desabrochó el pantalón.



–Hágalo despacio novio, yo no sé como es eso, pero usted lo tiene muy grueso.

–Tranquilo nené, solo relájate, lo haré con cuidado para que lo disfrutes. Voltéate.

Jesucristo se volteó y Pablo se agachó para darle el primer beso negro.

Su lengua se movía experta por todo el ano y la metía, sus dientes y boca mordían con suavidad la zona, se aventuraba a introducir un dedo mientras se abría paso también con la lengua y poder dilatarlo bien.

Volteó al muchacho de nuevo, se quitó el pantalón y los zapatos al igual que a él. Lo cargó hasta la habitación.



De nuevo la penumbra y a luz tenue estaba presente. Velas en cada rincón de la habitación hacían el mejor ambiente para la entrega.

Lo acostó en la cama y se acostó sobre él.

–Voy a ser suyo.

–No, no eres mio nené. Voy a estar dentro de ti, vas a disfrutar igual que yo, pero no nos pertenecemos, simplemente nos amamos  viviremos juntos para siempre.

Levantó sus piernas, su pene rozó la piel del muchacho lo que hizo que se estremeciera, se colocó bastante lubricante en su pene y se limpió en el ano de Jesucristo.



Poco a poco fue introduciendo el pene. El muchacho cerraba los ojos y apretaba los labios.

–Relaja el cuerpo nené, no te tenses, voy entrando, así mi amor, así, mira como entra. -Pablo penetró por completo a Jesucristo y lo besó en la boca.

Jesucristo lo rodeo con sus manos por la cabeza y respondió al beso.

–Lo amo mi amor, lo amo, justo así fue como me lo imaginé, está dentro de mi.

–Estás llorando nené, disfruta el momento. –Pablo iba moviendo lentamente sus caderas y poco a poco iba moviéndose más rápido. Jesucristo estaba excitadísimo y su pene lubricaba sin parar.

Mientras Pablo seguía moviéndose, Jesucristo se erizaba, su piel se enrrojecía, los vellos de punta brillaban por el sudor. Se paralizó, gimió y de repente sin hacer más nada solo disfrutar el sexo que recibía, eyaculó sin tocarse.

Pablo tomó en sus manos la cara del muchacho y lo beso mientras ahora, más rápido que antes, se movía para correrse dentro de él.



Se quedó sobre Jesucristo retomando el aliento, luego se echó a un lado y se tomaron de la mano.

–Novio, esto ha sido lo más bonito que me ha pasado. Yo no sé si estuvo bueno o malo, no tengo manera de comparar, solo le puedo decir que ha sido maravilloso.

–Eso es lo importante, yo también disfruté estar dentro de ti.

–Quiero repetir.

–Me esperas que me reponga.

–Si pero no se tarde, quiero estar toda la noche haciéndolo.

–Jajajaja te dolerá el culo.

–Ya me duele, ¿qué importa?



Jesucristo se volteó y besó a su novio que no tardó nada en excitarse y tener su pene nuevamente erecto.

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