jueves, 3 de diciembre de 2020

Fiebre 9. Capítulo 4

 


Victor en pocas semanas ya estaba empapado de todo lo relacionado con la firma de alta costura con la que iba a trabajar; imagen corporativa, productos, uniformes, ubicación de las prendas en el local, como colocarlas y doblarlas e iluminación.


Tomás estaba en el probador en interiores esperando que Victor le trajera uno de los uniformes que debía usar en la tienda, en el otro probador estaba una chica.
-Susana toma el uniforme cuando te lo pongas sal para verte.
-Ok
Victor no se quedó para verla sino que se fue al probador de Tomás y entró. -Ponte este a ver qué tal.
Mientras Tomás colgaba el gancho, Victor veía el cuerpo del muchacho, se fijó en su entrepierna, Tomás se acomodó el pene y cogió la camisa.
-Tienes buen cuerpo, eso está muy bien para este trabajo, buen culo y se te marca un bulto.
Susana en el probador de al lado escuchaba asombrada los comentarios de su jefe. Terminaba de ajustarse el uniforme.
-Señor Victor, lista.
-Ok, sal para verte. -Ya vengo. -Le susurró a Tomás guiñándole el ojo.

-A ver, ponte de frente. -La miró en el espejo. -La falda te quedó perfecta...¿Me permites? ¿Puedo?
-¿Me va a meter la mano?
-Susana soy gay, tranquila. -Metió sus manos en los pechos de la chica le levantándolos y ajustando el sostén. -Así, que se vean erguidos, firmes, te voy a dar la dirección de una tienda para que te compres unos sostenes acordes a tu cuerpo ¿Ok?
-¿Pero lo tengo que pagar yo?
-No chica, eso lo paga la empresa, tú vas, pides, te pruebas y te los llevas.
-¿Ya me puedo cambiar?
-Si. -La chica entró nuevamente al probador.

-A ver Tomás sal. 
Tomás salió, había algo extraño en el pantalón.
-Es raro este pantalón. Me aplana aquí.
-Si y tú tienes un buen paquete. -Tomas lo vio con vergüenza sabiendo que al lado estaba la chica que se sonrió y movió la cabeza, un movimiento que denotaba desaprobación y incredulidad.
-Señor Victor listo, el uniforme está colgado. ¿Será que puedo ir hoy a la tienda de ropa interior?
-Déjame llamar para que te atiendan ya que con la cuarentena no están abriendo al público normalmente. Te aviso ahora mismo.

La chica se fue y Víctor se colocó detrás de Tomás ajustándole el pantalón. -Voy a meter la mano un momento. -Tocó el interior y metió la mano hasta sentir el pene. -Aauu.
-Disculpa. -Movió el pene y testículos hacia arriba, sacó la mano y movió con sus manos el bulto para que la tela hiciera que se notará. - Aaaasí, mira ¿Ves? Hay un relieve, pero aquí atrás hay que dar una puntada para que se te note el culo levantado. También vas a comprarte un interior con push up en ambos lados para que el pantalón caiga bien.
Mira como se te ve ahora, está perfecto.
-Es que se me paró un pelo el güevo.
Victor tragó saliva. -Disculpa por tocarte. Quítatelo.
Tomás entró al probador, se quitó el uniforme. Se vió el interior y estaba humedecido por un lado, se lo bajó para arreglarse. Entró Victor.
-¿Todo bien? -Victor le vio el pene, lubricaba.
-Si, si me estaba acomodando.
-Sal que te tengo que decir algo.
-Este pana tiene una cara de que quiere llevar palo, no disimula, yo me lo cojo si eso beneficiará mi trabajo no tengo peo.
Tomás salió. -Dígame.
-Tutéame Tomás, no hay problema. Mira, no quiero que te lo tomes a mal, acepté que trabajaras aquí porque Román me lo pidió pero estaba buscando otro perfil.
-Pero me dijiste que estaba bien, que tenía el cuerpo para trabajar aquí.
-Si, si, a ver, estás perfecto, eres guapo, buen cuerpo y un buen paquete. Buscaba a un chico, que no me escuchen los radicales de la comunidad LGBTQI, a un chico amanerado, loquita, femenino, eso gusta entre las mujeres, que los atienda una loca fuerte y además guapo como tú, mucho mejor.
-Eso quiere decir...
-Quiero que en lo posible actúes así.
-¿Que me ponga a mariquerar en la tienda atendiendo a los clientes?
-Clientas, a los hombres que serán pocos los atiendes seriecito a menos que veas que es gay.
-Noooo mi pana, esa vaina no, yo hago lo que sea, ponme a limpiar, barrer, subir y bajar cajas pero esa vaina no.
-A ti y a Susana les voy a pagar 15 millones más comisión del 0.5% de las ventas que haga cada uno y trimestralmente productos de la tienda de regalo.
-Si, ya me lo dijiste.
-Voy a contratar a otro chico.
-Coño entonces búscalo loca fuerte y a mí me dejas tranquilo.
-Estaba pensando algo mucho mejor. No lo contrato, te doy el sueldo del tercero, comisión del 1% y más obsequios. Con una condición.
-Ya me parecía todo muy chévere.
-No es nada del otro mundo, no le digas nada a Susana.
Tomás se quedó pensando viendo al espejo, cerró la puerta para vestirse y luego salió.
-Acepto.
-Excelente, tampoco es tan grave chico. Otra cosa, es probable que yo me quede trabajando hasta tarde aquí, por lo menos las primeras semanas, por si me quieres ayudar.
-Eso va incluído en mi nuevo paquete laboral.
-No es obligado pero ya sabes dónde estaré en la noches, solo.
-Dicen que dónde se come no se caga.
-Puedes venir a cagar aquí cuando quieras y no comes, es tu decisión trabajar aquí o no.
-Tu lo que quieres es que te coja.
-Yo lo que quiero es tener personal competente, luego se verá lo otro.
-¿Te vas a coger a Susana también?
-Te acompaño a qué te compres los interiores y salimos de eso.
Victor recogió unas cosas y Tomás lo ayudó a mover unas cajas, apagó las luces y se disponían a salir, Victor abre la puerta.
-¡Señor Víctor caramba, ¿cómo está usted?
Víctor se puso pálido, y se agarró del borde la puerta, Tomás también lo sostuvo sin entender nada.

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