martes, 15 de diciembre de 2020

Fiebre. TEMPORADA FINAL. Capítulo 2

 


Federico estaba boca abajo en la cama y sobre Willy mirando a los pies del chico penetrándolo. Federico gemía mientras Willy subía y baja sus caderas viendo entrar su grueso pene negro. El chico apretaba el esfínter y Willy le encantaba la sensación, Federico apretaba las sábanas aguantando el dolor y lo disfrutaba.

Sin sacarlo, Willy gira hasta colocarse en la misma posición de Federico, le abre las nalgas y empuja metiendo todo su pene.
-¿Ves como lo sientes? Mira como arrugas la cara, disfruta coño. -Dio otro empujón, se pusieron de lado y Willy le levantó una pierna y esta vez comenzó a moverse más rápido. Se movió despacio mientras masturbaba al chico. -Me voy a venir.
-Espera, espera que yo estoy a punto. -Willy le soltó el pene y sacó el suyo del culo, ambos se masturbaron. Willy acabó entre las nalgas de Federico y este en su abdomen.

Luego de recuperar el aliento, Willy le habló.
-¿A que disfrutaste más la tirada sin meterte nada? Sentiste mi güevo, en tu cara se notaba.
-Si pero me hace falta la coca, la emoción.
-¿Qué emoción? Con la mierda esa lo que estás es eufórico, con el culo dilatado y estás agitado, no sientes lo que sentiste ahora.
Federico sin responder busca en la gaveta un sobre de coca y agarra con los dedos y lo inhala. Se queda parado sintiendo como la coca surte el efecto deseado en su cuerpo y se lanza en la cama.
-Ahora si, que maravilla está vaina.
-Una basura.
-Esto es culpa tuya negro, tu empezaste a darme coca y bueno, me gustó la vaina.
Willy quería haber hablado con Federico sin drogarse pero no le dio chance, igual lo hizo.
-Fue una total estupidez secuestrar al pendejo ese y tenerlo aquí, no había necesidad. Lo matabas y ya y mira lo que pasó, Manuel consiguió tu casa facilito, ahora hay que blindar está vaina.
-Deja la quejadera negro, yo tenía que traerme al bolsa ese, me lo cogí y bueno, mala leche, nos descubrieron, pero lo que hicimos en el barrio fue lo mejor, matamos a esos becerros alzaítos.
-Lo bueno de esa vaina es que tenemos más aliados y ahora tienes todo el poder.
-Tenemos negro, tenemos, tú y yo estamos en esto, tú y yo juntos pa lo que haya que hacer, que se arrodillen frente a nosotros todo este barrio, negro. Marico te amo, en serio, yo estoy así drogado pero es verdad, te amo.
Willy se sorprendió con la confesión y le dio un beso apasionado, le metió la lengua y duraron varios segundos. -Yo también te amo carajito y estaremos juntos en nuestro barrio hasta que nos maten, pero estaremos juntos.

Manuel dejaba a Victor en la tienda para por fin abrirla al público con los dos empleados y el mayordomo. -Todo tuyo esto y deja de hacer estupideces-, la próxima vez te dejo morir, me voy al cementerio.

Manuel dejó a la bebé al cuidado de Tomás mientras él iba al cementerio. Estaban Diego Irma, Román, Pablo y Gerardo. Román aún adolorido se apoyaba a Pablo.
-Esto es insólito, este carajo en el funeral de tu madre después de lo que hizo.
-Pagó todo esto y creo yo, la culpa le hizo darle un dinero a mi papá, es impresionante lo que le ha cambiado su hija.
-Ahora viene para acá.
-Pablo.
-Manu, voy a buscar café.
-Hola carajito, toma. -Le lanzó un sobre. -Tenías razón. -Román abrió el sobre, era el examen de ADN donde decía que la bebé y él tienen compatibilidad de un 99,99%.
-No sé si decirte felicidades, esa pobre niña cayó en las peores manos.
-Reza porque no caiga en manos de tu amigo Federico.
-¿Cómo se llama la bebé?
-Aún no lo hemos decidido.
-¿Hemos?
-Tomás y yo.
Román le hizo gracia el comentario, se rió y le dolió a un costado. ¿Van a ser los padres de la niña? ¿Vas a meter a Tomás en tus negocios sucios?
-Tomás será el padre de mi niña. 
-¿Qué? - Llegó Pablo con tres cafés y los repartió.
-Gracias Pablo, voy a hablar con tu marido. ¿Te traes a tu amante al funeral de tu madre?
-Pendejo.

-Tú te fuiste de la clínica para venir acá, tú eres arrecho, con lo enfermo que estás, el virus por el planeta y tú aquí, eres candidato a morir.
-Si no me mata el cáncer o el Covid, me matan mis enemigos.
-Estamos igual.  Pablo se está cogiendo a tu novio. ¿No te importa?
-Eso está arreglado, yo propicié esa unión, aunque todo fue más rápido de lo que pensé.
-Coño ¿no le has visto el cuerpazo que se gasta Pablo? y tiene 20 años menos que tú.
-¿Por qué crees que pensé en él? Pero igual el carajito no lo pensó dos veces. Amo a ese niño, con locura.
-Por eso los desastres que has hecho. Dejaste que tu hijo te montará la pata.
-Tú vas por el mismo camino.
-Yo monté negocio fuera de este país. Papá me abrió el camino para muchas cosas. 
-Federico te va a matar antes.
-Riesgos de este negocio.
-Gracias por rescatar a Román.
-Esto no es de gratis Gerardo, de alguna manera te lo cobro.
-Cosas que te voy a pedir para dejar todo listo y legal.
-Cuando quieras.

-Tomás estaba en la casa de Manuel al lado de la cuna viendo a la bebé dormir, le tocaba la mejilla. Te voy a cuidar, te voy a bañar, dar de comer, no voy a dejar que nada te pase.
-¿Ya sabes el nombre que le vas a poner?
Tomás pegó un brincó del susto y volteó para ver a Manuel.
-Coño me asustaste. -Manuel se acercó y le dio un beso. Lo cogió del cabello con fuerza. -Espero que lo que dijiste sea verdad, porque cuando muera si no cumples te jalo los pies. -Se volvieron a besar.
-Se va a llamar Berenice como mi abuela materna.
-Esta semana sacamos los documentos para que seas el padre legítimo de esta hermosura.
-¿Pero por qué voy a ser el padre? Si tú eres su padre.
-Porque yo estoy condenado a muerte coño y no quiero dejar a mi hija desprotegida o en manos de quién sabe quién. ¿Ya le dijiste a tu madre que es abuela?
-No, la voy a matar de la alegría cuando le diga que es abuela.
-Deja un momento tu lado paternal y vamos a tirar.




No hay comentarios:

Publicar un comentario