miércoles, 16 de febrero de 2022

Pasticho hormonal. Capítulo 13

 Francisco en su oficina revisaba unos documentos, su celular suena y le avisa que tiene una notificación. <Diego Manrique te está siguiendo>.–Vaya con el señor este, ya me sigue, vamos a ver que tal. -Comienza a ver las fotos dándole like a varias, al rato Diego hace lo mismo y luego le escribe.

–Gracias por los likes-
–De nada, buenas fotos-
–Ahora que estoy viendo, sigo a tu pareja desde hace tiempo-
–Ah mira tú. Mándale saludos a Alberto-
–Seguro, con gusto, tu igual a Teodoro-
–Ya que lo tienes ahí, escríbele-
–Es que nunca he hablado con el-
–Conmigo tampoco y me escribiste-
–Si...bueno, es verdad. Anota mi whatsapp para que lo tengas-
–Ya te agrego-
–Ok-
–Estamos en contacto, gusto en conocerte-
–Igual, si se la pasan en el cine donde nos vimos, nos volveremos a ver pronto-
–Sería buenísimo vernos de nuevo.-

–Este quiere guerra. Espero que no sea como Gonzalo, aunque esa mirada me dice que es un perverso.

Gonzalo le escribe a Guillermo.
–¿Qué haces? Vamos a vernos.
–Marico estoy en mi luna de miel, ¿Puedes entender eso?.
–Coño pero estoy aqui, quiero -Dejó el mensaje sin enviar y lo borró. Volvió a escribir.
–Tienes razón estás en tu luna de miel. No debí venir y luego de lo que me dijiste menos. Ya entendí que no quieres nada conmigo.
–¿Qué coño te pasa? Gonzalo no me montes un drama en estos momentos. Arrecho debería estar yo que me dejaste en los vestidores y mandaste a la mierda.-
–¿Y no sabes porqué te mande a la mierda? Porque yo, Guillermo, estoy enamorado de ti, quiero que seas el hombre de mi vida y yo para ti soy un follamigo, me coges te vas a tu casita y te instalas con tu mujercita.-
–Ya eso lo hemos hablado Gonzalo y sabes en el peo que estamos, que mi suegro sabe todo.
–¿Tú me amas Guillermo? ¿Tú me amas como yo te amo?-
–No creo que sea el momento para hablar de eso.-
–Nunca es el momento para hablar de lo que sientes por mi, tranquilo, cógete a la puta esa.
–Gonzalo te voy a pedir que respetes, una cosa es que te caiga mal Victoria y otra que la insultes, es mi esposa.-
–Fino, suerte con eso-

Guillermo se levantó de la cama y se restregó la cara con las manos, Victoria salía de la ducha.
–Mi amor me hubieras dicho que te ibas a bañar y me meto contigo.
–Te hubieras metido.
–Estaba chateando con Gonzalo cuando escuché la ducha.
–¿Gonzalo? ¿Para qué te escribe?.
–Bueno amor, saber de mi.
–Estamos de Luna de Miel, que no joda.
–Ya, no hablemos de él y hablemos de lo que te voy a hacer en la cama.
Besó a Victoria y le quitó la toalla, le chupó los pezones mientras sus dedos tocaban su vulva. –Me tienes pasando hambre.
–Ya me vas comer enterita. -Guillermo se puso el condón. La penetró. Victoria estaba tensa e incómoda, Guillermo la besaba por el cuello. 
–¿Cuándo me vas a mamar el guebo?
–Sabes que no me gusta.
–Anda vale, ponte perrita, prueba mi lechita. -Guillermo movía su cadera mientras la besaba y seguía insistiendo.
–Mámamelo anda, quiero verte hacerlo, compláceme, se una puta en la cama. -Victoria lo empujó por el pecho.
–¡Ya basta Guillermo, suficiente, te he dicho que no y tu insistes, ya sal de aqui. -Se movió, le dio la espalda y se arropó
–Coño mi amor...no te pongas así, tampoco te pedí algo horrible, coño es una mamadita vale.
–Déjame sola Guillermo.
–Ok, ok, te busco luego para ir a cenar.
–No te molestes, yo como en el cuarto.
–Victoria, es nuestra Luna de Miel, me vas a hacer ir solo al restaurante que reservamos? ¿Te vas a poner así por pedirte que me lo mames?
–Sabes desde el dia uno que no me gusta hacerlo, lo hice una vez y ya pero NO ME GUSTA, pero tú insistes.
–Me hago la paja entonces.
Ve a cogerte a tu amiguito. Tu verás que haces. 
Guillermo se duchó, al salir le escribió a Gonzalo para preguntarle si quería cenar con él. Se fue a vestir.
–Entonces vas a salir.
–Si, la que no quiere salir eres tú, vinimos a disfrutar Cancún. -Victoria  se volvió a voltear.

–¿Ya tiraste con tu mujer y ahora quieres culo?
–Coño Gonzalo, acompáñame a cenar, tuve una discusión absurda con Victoria.-
–Ni pretendas que voy a tirar contigo.-
–Te estoy invitando a cenar.-

Se encontraron en el lobby y se fueron a cenar.
–Se arrechó conmigo porque le pedí que me lo mamara.
–Que pajúa ¿ Tú estás seguro que no le gusta?.
–No te estoy diciendo que se molestó.
–Ella tiene pinta de que le gusta.
–¿Las mujeres tienen cara de mamadoras de guevo?
–No sé pero Victoria oculta algo.
–Ay Gonzalo, pareces un carajito de colegio.
–Yo solo digo.
–¿Qué sabes? -Gonzalo se bebió el vino que tenía en la copa y se sirvió más.
–Nada, nada, le tengo tanta arrechera que quisiera que fuera una golfa que se acuesta con otros hombres.
–¿Cuando te vas de Cancún?
–¿Me estás botando?
–No pretenderás quedarte aqui toda mi Luna de Miel.
–¿Y que te importa si no vamos a tirar más?
-Comieron el postre y se bebieron otra botella. Pidieron otra, Guillermo pagó la cuenta y se fueron con la botella de vino abierta para beber mientras caminaban.
–¿Sabes que mi suegro quiere cogerme?
–¿Ah si? Te lo vas a tirar.
–Me chantajea con eso.
–¿Que haces si descubres a Victoria con otro hombre? ¿La dejas? -Guillermo besó a Gonzalo.
–Deja de hablar de mi mujer y vamos a tirar. 

Llegaron al pasillo de la habitación y junto a la puerta comenzaron a besarse.
–Hay cámaras, nos están grabando.
–¿Te preocupa? -Guillermo lo besaba mientras le metía la mano en el culo.
–Te debería preocupar...a ti...eres el casado.
–Abre la puta puerta entonces, que quiero cogerte.
Entraron y comenzaron a desvestirse. Gonzalo se sentó en la cama y le cogió el pene a Guillermo que estaba de pie. Se lo metía todo en la boca. Guillermo escuchaba gemidos al lado.
–Se están cogiendo a una allá al lado, le están dando duro.
Si, esa es tu mujercita. -Gonzalo seguía mamando y se esmeraba poniendo a Guillermo mas excitado.
–Quiero ponerte a chillar así. - Gonzalo se montó en la cama se puso en cuatro y Guillermo comenzó a mamarle el culo. Le metía la lengua, mordía y escupía, le metió los dedos. Gonzalo se masturbaba igual que Cuillermo que dejó caer saliva en su pene para penetrar a su amigo.
Poco a poco lo fue introduciendo. Una vez adentro comenzó a moverse rápido sosteniendo a Gonzalo por las caderas. Lo empujó y se montó en la cama flexionando las rodillas y siguió moviéndose. Su amigo gritaba.

–Tu marido está cogiéndose a su amigo.
–Me tengo que ir..
–Ya vaaaa, no me has ordeñado, toma, bebe perrita y ponte a mamar.

–Cabalga. -Le dice Guillermo a Gonzalo que ya está acostado boca arriba esperando que se montara sobre él. –Pero dame la espalda, quiero ver como entra mi guevo.
Gonzalo se sienta y de una vez introduce todo el pene y comienza gemir. Brincaba y Guillermo veía como su pene entraba y salía. –Ponte de lado. -Guillermo le sostenía la pierna mientras su pene se deslizaba dentro del culo de su amigo. 
–Voy a acabar, voy a acabar.
–Vente pues, quiero ver la leche. -Gonzalo se masturbaba y de pronto eyaculó sobre su abdómen, Guillermo retiró el pene y comenzó a expulsar con fuerza el semen que llegó a la cara de su amigo, su pecho y pene.
Se quedaron dormidos. A las seis de la mañana Guillermo se depierta ve el reloj y se levanta, tiene un fuerte dolor de cabeza, solo atina a ponerse el pantalón y sale. Al cerrar la puerta de la otra habitación sale Gustavo.
–¿Qué coño haces tú aquí? Mierda que dolor de cabeza.
–Coño hermanito y tú que haces a esta hora despierto ¿Adonde vas?
–A mi habitación, ¿Que haces en Cancún?
–Vacaciones
–¿Todos decidieron venir de vacaiones a Cancun donde yo estoy con mi mujer?
–¿Y quién más vino? -Guillermo cayó en cuenta y trató de cambiar el tema.
–Voy a dormir.
–¿Con quien estabas en esta habitación si no es la tuya?
–¿Te tengo que explicar?
–Maaaarico,  móntandole cachos a Victoria en plena Luna de Miel. Eres mi héroe.
–Coño Gustavo...a ver...te voy a contar una vaina y me largo. Ayer discutimos porque...a ella no le gusta mamar guevo y yo le insistí y se arrechó.
–¿Qué? ¿No le gusta? ¡No joda Guille!.
–¿Qué? ¿Te lo mama a ti?  Marico pero hablas con una propiedad.
–Es que no me imagino dándole asco mamar guevo. Que zorra es la Viky. Ve a dormir que tienes una cara.
–No me dijiste que haces aqui.
–Me aproveché de tu luna de miel y conseguí un oferton por tres pasajes, los tuyos y el mio.
–Ay marico, después me cuentas, chao.

Llegó a la habitación y le escribió a Gonzalo.
–Gonzo, no me preguntes que pasó pero en el cuarto de al lado esta mi hermano, mosca cuando salgas, pide cambio de habitación. -Gonzalo responde.
–Si ya se...
–Ya sé, ¿Cómo que ya sabes? Mierda se vieron!! Ay me voy a acostar que me duele la cabeza luego averiguo.
Victoria roncaba y Guillermo se acerca.
–Coño, esta también bebió, que peste.





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