viernes, 25 de febrero de 2022

Pasticho hormonal. Capítulo 20

 


Francisco estaba desayunando con Teodoro en la cocina. Tenía la tablet revisando las noticias y su whatsapp.

–¿No puedes dejar la tablet mientras desayunamos y compartimos? Te vas a la oficina y llegas en la noche.
–No puedo Teodoro. Tengo negocios que atender y estar pendiente de todo.
–De todo menos de mi. -Francisco dejó la tablet, se acercó a Teodoro y le dio un beso en la boca.
–Esta noche te cojo.
–Ah caramba, gracias.
–Coño guevón te digo para tirar y te pones así.
–Prácticamente estamos recién casados.
–Recién casados está mi hija y el marico de Guillermo. Tengo que llamarlo para cuadrar. -Pensaba. –Tenemos 20 años de relación. Coño.
–¿Tú te estás tirando a gente por fuera verdad?
–No me vengas con estas pendejadas Teo, tú no eres un santo. -Teodoro se levantó de la mesa.
–Voy a ducharme.
–No me gastes el agua caliente.

Llamó a su yerno para recordarle que tenían algo pendiente. Guillermo le dio varias excusas pero Francisco volvió a amenazarlo. Cuadraron para verse en un hotel. Le escribió a Diego para pedirle más ilustraciones.
–Me ponen quesúo esas imágenes, manda más-
–Me alegro que te gusten. Si quieres una en físico y a un tamaño específico me avisas.
–Perfecto, veo el espacio y te digo para que me des precio.
–Para ti será regalo pero me promocionas en las redes.-
–No me parece, es tu trabajo.-
–Me apetece regalártela.-
–Ok, ok. Mira ¿y esas posiciones las has hecho?
–No todas, tengo materia pendiente.-
–¿Y el novio no te las hace?-
–Algunas, él es muy clásico-
–Bonita manera de decir aburrido, habrá que hacer que pases la materia pendiente-
–¿Ah si?-
–Claro, incentiva a Alberto, morbosealo-
–Ja ja ja ja. Lo intentaré.
–Te dejo que mi marido salió del baño y voy a ducharme. No te olvides de las fotos.-
–Seguro, que tengas un buen dia.-
–Igual-

Teodoro se secaba en la habitación cuando entró Francisco. 
–Espera un poco para ducharte, gasté la caliente intentando relajarme. -Francisco se sentó en la cama y le hizo señas a Teodoro para que se sentara al lado.
–Disculpa, sabes que a veces soy un bruto diciendo las vainas. -Le dio un beso. –Esta noche cenamos juntos en un restaurante y hacemos el amor, escoge tú el sitio.
–Ok...-Teodoro soltó un suspiro. ¿Te estás viendo con otro verdad? ¿Algún carajito?
–Teodoro, tenemos 20 años juntos ¿pero quién duerme contigo todas las noches?  Yo. Deja la angustia, eres mi esposo, eso es lo que importa.
–Lo que me dices no me tranquiliza. -Francisco le dio unas palmadas en la nuca y le volvió a dar otro beso. 
–Busca un restaurante, el que te gusta y haz querido ir y cenamos, bebemos y al regreso disfrutamos esta cama. Me voy.

Francisco pasó por su oficina y luego fue a la productora de películas para adultos a chequear los libros y verificar que los cambios que prometió empezaran a concretarse.
Tadeo lo recibió con dos hombres con batas blancas, uno de ellos era alto, cuerpo de gimnasio, de piel blanca, cabello y barba castaños claros. Francisco lo veía a los ojos, el hombre hacía lo mismo.
–Francisco ellos son los encargados de los animales, supervisarán que no sean maltratados durante las grabaciones. Gastón es veterinario. -Gastón le dio la mano a Francisco apretando con fuerza. –Y él es Gregory experto en comportamiento animal. -Francisco le dio la mano pero sin prestarle mucha atención. Gregory se dio cuenta de las miradas entre el veterinario y Francisco. 
–Yo no estoy  de acuerdo con esto. Utilizar los animales para peliculas porno...
–Zoofilia Gregory, debes saber que esto existe.
–Ya, ya...inaceptable.
–¿Que hace falta para que se quede? Lo que le ofreció Tadeo, dóblelo, pero quédese porque si usted está aqui es que es el mejor en su área. Gastón tu también recibirás el doble ¿Están de acuerdo? -Gastón dijo que si y Gregory preguntó donde había que firmar.

Fueron a la oficina firmaron los contratos. Gregory se ofreció darle la cola a Gastón al taller para buscar su carro, pero Francisco le dijo que él iba por esa zona, que lo acercaba.

–Me han hablado de este taller ¿Es bueno? 
–Si, yo he traído el carro para acá un par de veces y unos amigos también.
–Voy a venir a hablar con esta gente. Bueno, Gastón, seré tu jefe, espero que nos llevemos muy bien, no creo que pueda decir lo mismo de Gregory.
–Es un excelente profes...-Francisco le plantó un beso en la boca mientras le ponía la mano en el cuello, su lengua buscaba la de él. Gastón respondió al beso. 
–Coño...¿Y ese beso?
–Lo estabas esperando desde que nos vimos en la productora y yo estaba deseando besarte. Ya me pusiste duro.
–Vaya...habrá que cuadrar para bajar a este amigo. -Gastón le tocó el pene sobre el pantalón.
–¿Lo quieres mamar?
–¿Aquí?
–Si, estaciono allá, los vidrios son negros, no se ve nada. Francisco se bajó el pantalón dejando el pene al descubierto, Gastón se agachó y comenzó a mamar torpemente.
Coño tan wapo y no sabe mamar, que peo.
Sonó el celular y Francisco iba a atender. –Sigue mamando que tengo que atender esta llamada.
–Si Guillermo, ya voy para allá, estoy resolviendo un asunto y nos vemos. Chao, chao- Papito, papito ya, déjalo así, voy a pajearme.
–¿Me masturbo yo?
–Es tu peo, no manches el asiento. -Comenzaron a masturbarse y varios segundos después, Gastón acababa en su mano. Francisco aún seguía. –Yo tardo papá.
–¿Te lo mamo?
–Nooo, ni de vaina, sal del carro. -Gastón sacudió su mano por la ventana y se limpió con una toallita húmeda. Salió del carro. Francisco dejó de masturbarse y se acomodó el pantalón. Se fue.

–Espero que mi yerno sea bien puta en la cama porque esto que acaba de pasar me bajó el guevo.



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