martes, 22 de febrero de 2022

Pasticho hormonal. Capítulo 17

 


Franciso y Teodoro estaban aún en la cama. Teodoro le hacía sexo oral a su esposo mientras este revisaba el celular. El pene estaba totalmente erecto, el hombre lo disfrutaba metiéndoselo todo en la boca.

Recibe un mensaje de Diego.
–Hola, buenos días-
–Buenos días, caramba, que agradable sorpresa este buenos días tan temprano-
–¿Estás ocupado?-
–Mi esposo me está mamando el guevo, anda fajao, creo que quiere llevar palo hoy.-
–Jajaja que rico! Bueno hablamos más tarde-
–¿Qué pasó? Te dije que me están mamando el guevo, no que estoy ocupado-
–¿Y te lo mama igual, viéndote chatear?-
–Si, eso le da morbo-
–Ah ok, a mi también y eso que no estoy ahí-
–Trios no le gustan, jajajajajaja
–Jajajajajaja. Te iba a preguntar algo ¿Te gusta ver trabajos de temática gay?
–Coño, soy gay...si ¿Por qué la pregunta?
–Me gusta la ilustración y tengo unos trabajos digitalizados, quería mostrártelos a ver que te parecen.-
–Amor, móntate encima del guevo y métetelo, pero dame la espalda. -Francisco se acomodaba en la cama para que Teodoro se sentara sobre él.
–Mándalos a ver que tal.- Teodoro comenzaba a moverse, levantándose y bajando sientiendo como el grueso pene de su esposo entraba y salía. Diego le envió tres archivos. Eran dos hombres teniendo sexo, una imagen era como la posición en la que estaban ellos ahora, la otra era misionero y la siguiente de pie pegados a una pared. Dejó el celular en la mano y se sentó.
–¿Quieres tomar café? Voy a montar la cafetera, bájate.
–Ya vaaaa...¿Me vas a dejar asi?
–Coño ahora seguimos, quiero tomar café. -Se levantó de la cama y cogió el teléfono. Teodoro molesto, buscó el control remoto y buscó una serie en Netflix.

–Coño, del tiro me salí del cuarto, casi acabo pero tenía que ver esto en otro sitio.-
–¿Te gustaron?-
–Coño, que jode, están del carajo. ¿Estas vainas las vendes?-
–Bueno, si y no. Las vendo pero no es que vivo de esto.-
–¿Tienes más? Te las puedo comprar  y las monto en uno de mis trabajos y a lo mejor a alguien le interesa-
–Déjame cuadrar, sacar precios y te digo. Tengo más, como 20 pero son viejas, nuevas tengo seis.-
–Mándame las que tengas digitalizadas para verlas, me pusiste quesúo, no se me ha bajado el guevo, ahora voy a regresar a cogerme a Teodoro.
–Que pena, yo chateando contigo y tú en pleno sexo.-
–Tranquilo, ya estoy aburrido del culo de él, pero culo es culo y quiero coger, me tomo el café y terminó lo que empecé.-
–Ok, saco cuentas, te aviso el precio y cuadramos.
–Perfecto. Otra cosa, ¿Esas posturas que ilustras las has hecho?
–Me han puesto en esas posiciones, soy pasivo. ¿Y tu?
–Me encanta experimentar en el sexo. Yo soy versatil, lo que venga, aunque soy más activo. Ya me dejaste encendido. Te dejo, hablamos luego.

–¿Ya tomaste café?
–Ya, ahora vengo a cogerte.
–Ya no tengo ganas.
–¿Te vas a perder de esta verga tiesa?
–Estoy viendo una serie.
–Netflix siempre va a estar ahí, este guevo no, aprovecha que aún se me para.
–Estabas hablando con un culo ¿Verdad?
Francisco se le acercó tomándole la cabeza por detrás y acercándola a su pene para que mamara.
–Deja los celos papi, tenemos 20 años juntos ¿y te vas a poner con eso ahora? Disfrutemos en la cama, mama que ahora te voy a coger rico.

–Hola, buenas tardes.
–Hola Agustín.
–¿Está mi papá y Oto?
–Si, están los dos
–Ok, voy a hablar con Oto primero y luego con mi papá.
–Ya le aviso, pasa.

Agustín y Oto se abrazaron, tenían tiempo que no se veían, se dieron un beso en la boca y se sentaron en la sala de reuniones.
–Marico Jaime y yo volvimos y ahora en el sexo va buenísimo.
–Ah coño, pero eso está bien, ¿Piensan casarse de nuevo?
–No sé, hace unos días arreglé con tu papá el peo del apartamento y la casa en Miami, ya están a su nombre de nuevo, con lo del divorcio había salido ese tema aunque eso no entraba en litigio. Pero no queremos casarnos, el tema está es que Jaime funciona con tercero. Se le para me coge a mi, el otro se lo coge y Jaime tambien, ambos me cogen a mi y asi vamos, con un tercero en la cama.
–Marico, si esa vaina les resulta bienvenido ese pana, preséntamelo.
–Tin, a ver, es un tercero, no es que tenemos una relacion de tres. El tercero cambia cada vez que tenemos sexo, viene uno distinto, a veces repetimos.
–Maaaarico, que fuerte. ¿Y tú como te sientes?
–Me siento más puta que esposo de Jaime.
–Ja ja ja ja ja ja ¿Pero te gusta eso, te sientes bien así?.
–Si, si, me gusta. El tema es el sexo con Jaime, lo demás nos llevamos bien, compartimos, salimos, perfecto, en la cama hay que meter a otro y ese otro duerme con nosotros ese día, a menos que venga durante el día.
–¿No han tenido sexo ustedes dos solos?
–Desde hace tres meses no, estamos en esta dinámica.
–Si a ustedes le sirve, sigan asi, ¿Cuál es el peo? Le voy a proponer eso a Castro.
–¿Ya te arreglaste con Castro? ¿Y el policía?
–No, de hecho vine a hablar con mi papá para ver como podemos sacar a Castro de la carcel. Terminé con Ernesto, más bien, dejamos de vernos porque no era una relación de pareja.
–¿Le vas a decir a Castro probar con un tercero?
–Ya lo estamos haciendo pero cada quien por su lado y ha sido un desastre.
–¿Y la carajita preñada de Castro?
–En un correcional de menores. Otro peo más, el bebé que viene en camino.

Volvieron a abrazarse y Oto le contó otra cosa antes que saliera.
–Me enteré por Jaime en una de sus llorantinas que le propuso a Hector acostarse con él a ver si se le paraba. Mis dos ex tirando entre ellos.
–Estamos todos un poco mal de la cabeza. Conociendo a mi papá seguro le dijo que si.
–Creo que no ha ocurrido.
–Estoy por pensar que en este planeta nadie es fiel. Tenemos un pasticho hormonal, todo el día las hormonas alborotadas pensando en tirar y tirar con quien se atraviese no importa si estamos casados.
–Vamos a relajarnos, habla con tu papá y me cuentas.

–Hijo ¿Qué haces aqui? No tienes que estar en el supermercado? Por cierto no me llegó el mercado, lo tuve que buscar, tú no estabas en la oficina ese día, revisen ese peo.
–La plataforma que está jodida, ya están trabajando en eso, estamos atendiendo via whatsapp con delivery externo. Me escapé un momento porque quiero hablar contigo de algo.
–Si viniste para acá es que es importante.
–Vine a pedirte un favor inmenso y no quiero que me digas que no y que no se puede. Saca a Castro de la cárcel.
–Sabes que eso implica hablar con mucha gente y engrasar la mano.
–Papá, tu tienes contactos y tienes el dinero, no debe ser dificil.
–Pero tampoco fácil. Tengo a alguien que puede sacarlo mañana mismo, pero eso significa que tengo que retribuir con creces ese favor.
–Yo te ayudo a pagar.
–No se trata de eso hijo. Es algo más delicado y complicado, siéntate. Comenzó a hablar más bajo. –Esto que te voy a decir quiero que lo borres de tu mente luego de decírtelo.
–Papá, no me asustes. Si lo que tienes que hacer es peligroso yo veo como legalmente puedo sacar a Castro.
–Tín, no había dicho nada, pero desde hace dis años trabajo para una mujer muy poderosa, muy poderosa Tin.
–Coño...la Reina Blanca y tal. Tú el más arrecho. -Hector se pone de pie y camina.
–¿En serio estás trabajando para ella? ¿El bufete lo sabe?
–Coño, claro que no, Jaime me descubre y me mata.
–Papá ¿tu sabes el peligro que estás corriendo trabajando con esa gente?.
–Es proporcional al dinero que gano. Es mucha plata hijo, un mamantial de dinero, no se agota.
–No quiero que me hagas ningun favor, déjalo así.
–Mi amor, mañana tienes a Castro en casa, hago una llamada y sale.
Agustín se levantó de la silla resoplando y pasándose las manos por la cabeza. –Papá tu puedes ir preso por lo que estás haciendo y eso sería lo mejor que te puede pasar, porque puedes morir, que te manden a matar, o la vieja esa ordene matarte porque ya no le sirves, ¿Te has puesto a pensar en eso?
–Diariamente hijo. Pero hay algo más.
–Vaya...esto se pone peor.
–Ignacio el ex de Oto, es el hombre más poderoso del narcotráfico en Suramérica.
–¿De qué coño estás hablando papá? ¿Te volviste loco? Ignacio es el ser más necio y torpe de esta vida, tira bien, tiene un buen negocio pero ya, no ha dado pie con bola en lo demás. ¿De dónde sacas esa estupidez?
–Es el esposo de la Reina Blanca.

Agustín cae sentado en la silla y se pone pálido.
–Todo esto que te acabo de contar Tín, no lo repitas, por favor que se quede entre tú y yo. Te lo conté porque eres mi hijo.
–Maldito sea este día papá...lo pensé mil veces en pedirte este favor y al final me decidí y me sales con esta mierda.
–Te voy a poner escoltas. -Agustín vio a su padre con odio antes de salir dando un portazo.

–Tin, epa Tin ¿Todo bien? -Agustin salió del bufete y Oto fue a la oficina de Héctor.
–¿Qué pasó con Agustín? ¿Que le dijiste o que hiciste? ¿No lo vas a ayudar con Castro, es eso?
–Es eso Oto, es eso, déjame solo.
–Pues yo lo voy a ayudar, Jaime y yo lo vamos a sacar de la cárcel.

–Haz lo que te de la gana Oto, sal de mi oficina.



No hay comentarios:

Publicar un comentario