miércoles, 9 de febrero de 2022

Pasticho hormonal. Capítulo 8

 


Raúl le acomodaba la almohada a Mauricio en la cama. Luego de estar varios días en la clínica por la golpiza que le dio Miguel, ya se estaba recuperando en su casa.

–Deberías estar en casa con tu mujer.
–No seas pendejo Mauri, tú eres mi pareja. Cristina es un parapeto y lo sabes, lo sabe ella y toda su familia.
–Igual, tu suegro puede saber que no estás con tu esposa.
–Deja la necedad. ¿Quieres que me vaya y te deje solo?
–No.
–Bueno, en realidad si te voy a dejar solo, tengo varias cosas que hacer.
–¿Dónde vas?
–Me tengo que reunir con Ernesto, el policía. Quiero agradecerle por todo lo que hizo.
–Raúl es su trabajo, es policía. Dime que te lo vas a tirar y punto, no me vengas con esas pendejadas.
–Lo voy a invitar a almorzar Mauricio. Coño pero estás de a toque
–Te conozco que es distinto.
–En fin, tengo que llamar a mi papá para cuadrar lo de Berlín, ir a la productora a ver fechas para eso y tenemos reunión todo el equipo.
–¿Y eso? ¿Nuevos proyectos?
–Si y no...Parece que van a vender la productora.
–Coño...¿estará quebrada?
–No...no creo...en realidad es un socio nuevo que va a poner una buena cantidad de dinero y será el accionista mayoritario, quedando Tadeo y el fiscal ese idiota que se tiró David con el resto de acciones.
–Pero ya te sabes toda la historia, ¿Qué les van a contar de nuevo?
–No sé Mauri, a lo mejor nos van a presentar al dueño nuevo.
–Conociéndote, si te gusta vas a intentar que te coja.
–Mauricio...si te da tanta arrechera que sea una puta y trabaje en la productora, ¿Por qué sigues conmigo?
–Esa pregunta me la hago yo también... -Raúl se acercó y le dio un beso en la boca.
–¿Antes de irte no me lo quieres mamar?
–La verdas es que quiero montarme encima y metérmelo.
–Sabes que todavía no puedo.
–Lo sé. -Le sacó el pene por la abertura del bóxer, ya estaba casi erecto y pasó la lengua por el glande, lo mojó para luego introducirlo en su boca. Bajaba hasta la base y lo sacaba colgando hilos de saliva, volvía metérselo y movía su lengua enfocándose en el frenillo del pene, Mauricio movía las caderas mientras apretaba las sábanas. Bajaba a los testículos y los chupaba metiéndoselos en la boca mientras lo masturbaba. Volvía a introducirse el pene en la boca ahora con más velocidad. –Voy a acabar, aaaah, aaaah, voy, voy, ahí voy, AAAAAAAH. -El semen se derramaba en la boca del chico que iba tragando mientras veía a Mauricio que echaba su cabeza hacia atrás y cerraba los ojos mientras contraía los músculos. Se relajó.
–Que rica mamada.
–Estabas cargadito de leche, estaba divina, espesita. Ahora si me voy.
–No te tires al policía.
–Deja la angustia.
–Ya va, antes que te vayas.
–Apúrate me tengo que cepillar los dientes.
–¿Qué pasó con el cura? Renato, el que los iba a casar y salió de la iglesia desnudo.
–Marico, no se sabe absolutamente nada, el pana desapareció.
–¿Pero nadie lo detuvo? ¿Salió desnudo y se fue, así, sin más?.
–Toda la iglesia quedó petrificada, nadie entendía nada.
–Que vaina tan rara.
–Bueno, me voy, luego te cuento lo de la productora.
–¿Y no me vas a contar lo del policía?
–¿Quieres que te cuente con lujo de detalles como me coge? Si quieres grabo un video.
–Raúl, respétame por favor.
–Ay amor, tranquilo, con Ernesto voy a hablar. -Le dio otro beso en la boca.

–Disculpa la tardanza, estaba atendiendo a Mauricio.
–Tranquilo, llegué hace 10 minutos. -Ernesto había pedido agua.
–¿Por qué no pediste un vino o cerveza?
–Este restaurante es prohibitivo para mi chamo.
–Yo te dije que te invitaba el almuerzo. ¿Vas a querer carme, pescado o pasta?
–Soy más de carne.
–Mesonero traiga un merlot por favor. Yo no debería comer carne, hoy grabo.
–¿Grabas? ¿Eres actor?
–No, bueno, tanto como aaactor, no, hago películas porno, creo que te había comentado.
–Si, creo, no te hice mucho caso, es verdad, bueno te sigo en onlyfans, cierto. Estoy con la cabeza revuelta disculpa.
–Si, te veo disperso. -El mesonero llegó con la botella, Raúl probó el vino, lo aprobó y sirvió en ambas copas.
–Conoces de vino, a mi me gusta pero no se distinguirlos.
–Me ha tocado en los últimos meses, con tantas reuniones y salidas, revisa el menú para pedir.
Pidieron sus platos y volvieron  a quedar solos.
–¿Qué te tiene así con esa cara?
–El trabajo, últimamente han habido secuestros, asesinatos, robos...no sé que pasa en esta ciudad, está violenta.
–Muy violenta, pero eres un policía veterano  y tu cara y actitud no se debe a eso.
–Hace unos días terminé con un chamo...la verdad no sé que relación teníamos, tuvimos sexo todos los dias por un poco más de un mes, pero el carajito sigue enamorado de su ex.
–Aléjate, esas vainas no te convienen y estás casado, con los hombres úsalos de servilleta, te los tiras y los descartas.
–Me enamoré de ese carajito.
–Yo puedo ser tu servilleta, pero de tela, me puedes reusar. -Ernesto soltó una carcajada. –¿Ves? Así me gustas más, tienes una sonrisa muy bonita.
–Gracias y gracias por hacerme reir. Chamo ahora que estamos hablando, coño tu tienes vagina.
–Si, no soy trans, no era mujer y ahora hago la conversión, nací hombre, sigo siendo hombre, pero me puse vagina.
–Tu eres un loco, ¿Cómo haces eso?
–Te confieso que tenía un rolo e guevo, para un pasivo era un regalo, pero yo soy pasivo y esa cosa no se me paraba y lo que hacía era estorbarme, decidí ponerme vagina y ahora tengo dos huecos para disfrutar más. - Ernesto volvió a reir.
–Estás demente...esa vaina que hiciste es de loco, una cirugia de esas.
–Te voy a mostrar una foto para que veas como era, no te vayas a reir, o sí, ríete si quieres.-Le pasó el celular, mientras veía la foto, Raúl pidió otra botella. Ernesto abrió los ojos.
–Pero eras una niña...ya va, coño...-Levantó la mirada para ver a Raúl. -Chamo pero tienes barba y en el pecho eres velludo.
–La cuca también la tengo peludita. -Raúl se sonrió.
–Déjame decirte que ahora estás mucho mejor.
–Me meti un viaje de hormonas para tener más vello corporal.
Pidieron postre, café y otra botella de vino, siguieron hablando, de lo que iban a discutir, les tomó 10 minutos y era para decirle que Miguel ya estaba sentenciado y cumpliendo condena en el país.
–¿Te puedo pedir algo?
–Lo que quieras papito, hoy soy todo tuyo.
–No me digas eso que hoy estoy facilongo.
–Mejor, te tengo unas ganas.
–Ahora que pagues ¿podemos ir al baño y me muestras tu vagina?
–Cuca, dile cuca, yo te la muestro y si quieres te la coges, es tuya oficial, métala presa. -Dijo eso y ambos rieron. Se fueron al baño.
Al entrar, salía un hombre y Raúl cerró con llave. Se bajó pantalón y se subió la camisa, Ernesto se puso en cuclillas para verla de cerca.
–Mierda, es una vagina, exacta, perfecta.
–Mi marido es un artista, él la hizo.
–¿Puedo...tocarla?
–Puedes hacer lo quieras con ella y conmigo. -Ernesto se levantó y miró a Raúl a los ojos, apoyó la mano en la vulva y comenzó a frotarla, cerró los ojos, Raúl hizo lo mismo, introdujo dos dedos suavemente abriendo los labios. –Me estás excitando policía. -El hombre metió por completo los dedos provocando los gemidos del chico, sacó los dedos y se los llevó a la boca.
–A mi no me vas a dejar así excitado, te lo quiero mamar. -Le desabrochó el pantalón, sacó el pene y comenzó a mamarlo. Era más grande que el de su novio pero no más que el de su padre o su antiguo miembro pero se lo estaba disfrutando. Ernesto lo levantó y lo cargó.
–Lo siento, pero voy a cogerte.
–El que lo va a sentir soy yo. Clávame. -Lo sentó en el mesón de los lavamanos y lo penetró por la vagina provocando otro gemido. Abrazó al chico pegándolo al espejo mientras su cadera se movía con rapidez. No pudo aguantar y se vino dentro del chico soltando un fuerte grito.
–¡Coño de la madre, mierda!...que vaina más buena, perdón...te acabé adentro.
–Uuuuf, tranquilo, aquí nadie va a quedar embarazdo, allá adentro hay una próstata, no hay matriz. -Ernesto se volvió a reir, retiró el pene y se separó de Raúl.
–Me vine muy rápido, pero es que estaba excitadísimo.
–No te preocupes, esto estuvo delicioso, estoy seguro que la próxima cogida te vas a lucir aún más. Vamos a salir que la gente de estar pensando lo peor.

Con la borrachera que cargaban se fueron al carro de Raúl. –¿Estás seguro que puedes manejar?
–Segurísimo. Si me paran, estoy contigo, chapeas, ja ja ja.
–No chico, esas cosas no se hacen.
–Lo que hicimos en el baño del restaurante tampoco y no te vi con esa cara de angustia que tienes ahora. ¿Dónde te llevo?
–A la sede de la policia técnica.
–Uy, ¿ahí todos son como tú? Si es asi, me bajo y que todo ese cuerpo me coja ja ja ja.
–Eres muy puta.
–Demasiado puta chamo, no sé como mi novio me aguanta y ahorita tengo grabación, mierda, me cogerán sin yo moverme, seré un muñeco inflable.

Llegaron a la comisaría y antes de bajarse Ernesto le dio un beso en la boca a Raúl.
–Gracias por el almuerzo, por la conversa, la compañía...
–Y la rica cogida en ese baño, marico, te voy a llevar a una cama, debes ser un animal.
–¿Quieres repetir?
–Quiero ser tu amante marico. Bájate porque te lo voy a mamar de nuevo si me sigues mirando así. 
-Ernesto se bajó del carro, dio la vuelta y fue a la ventanilla del piloto.

–Pongo a tu disposición este cuerpo, no para que te los cojas, si no por si necesitas algo, hasta si quieres un escolta.
–Gracias Coronel, es muy amable. De momento lo que quiero es meterte en mi cama.
–Ve con tu novio y hagan el amor.
–Ay mariquito, ve con tu mujer y móntale una barriga pues.
–Es en serio lo que te dije. Lo que necesites, me avisas.
–Tranquilo Coronel, yo le aviso.







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