Huevos revueltos. 280

 

Como todas las mañanas y desde hace varios días, Ignacio tenía sexo con Carmen.

El muchacho sobre ella, da el último movimiento antes de acabar dentro de la mujer. Se tumba a un lado de ella.

–¿Qué tienes, otra vez la taquicardia?

–Si...yo creo que son las pastillas, me están haciendo daño.

–Tenemos que ir al médico, tú te estás tomando esas pastillas sin que nadie te dijera, sineso te va a  hacer daño, usaremos otras cosas para disfrutar en la cama. -Carmen besó a Ignacio en la boca. –Cada día lo haces mejor mi amor, ya pronto nos caseremos.

–Voy a ducharme para ir al trabajo.

–Quiero ir contigo, conocer tu negocio.

–Es aburrido.

–Quiero conocer todo lo que hace mi futuro esposo.

Ignacio entró a la ducha. –Tengo que buscarme un carajo para tirar, quiero un culonde hombre, esta mujer me está afixiando pero es la que tiene la plata.

Carmen abre la cortina del baño. –Esta cortina horrorosa vamos a quitarla y poner puertas de vidrio. ¿Por que te tapas?, soy tu mujer y ya te he visto desnudo.

–Me dio frío. -Carmen entró a la ducha.

–Te voy a decir dos cosas, sé que tienes tus necesidades homosexuales, quieres estar con hombres, yo lo entiendo y no voy a prohibirte eso, pero a esta cass no los vas a traer, haces tus cosas por fuera y por supuesto me cumples a mi. Lo segundo es que no te preocupes más con tu relación con el banco, yo voy a solucionar eso y esa mujer ya no te va a molestar más.

Alicia llegaba a la torre principal del banco donde trabaja. Estacionó su carro, al salir un hombre la toma por atrás y le pone un trapo en la nariz mientras se acercan otros dos hombres para cargarla y meterla en otra camioneta.

–Ya sabe lo que tiene hacer, cuando finalice su trabajo nos llama para terminar de hacer el trabajo. -Le dio una paca de dinero al hombre. –Cuando finalice el trabajo recibe la otra parte. No queremos errores o su familia muere.

–Carmen ¿Tú me estás hablando en serio?

–Claro mi amor. -Carmen le enjabonaba el pene a Ignacio. –Tus problemas connese banco y esa mujer se acabaron.

–No...bueno, eso me da un alivio, oero me refiero a lo otro, lo de estar con hombres.

–Si mi amor, puede estar con hombres, eso si, protegiéndote, no quiero que me pegues una enfermedad. Yo te puedo conseguir unos tipos, están sanos.

–Tampoco así, no voy a tener un desfile de hombres.

–Tú me dices como lo quieres y lo busco. Si quieres un Mister lo buscamos.

–No puede ser que yo me coja a alguien y al rato enloquezca, Dios mio que maldición me echaron encima.

Llegaron al centro comercial y Carmen ayudó a Ignacio a abrir el negocio. –Ellos dos trabajan conmigo, estoy en busca de una tercera persona para cuando yo no esté. 

–Es grande este negocio, mucho gusto chicos, soy Carmen Suarez , la futura esposa de este señor, ya me verán más a menudo por aqui. Tranquilo mi amor, yo te consigo la persona perfecta para trabajar aqui. ¿Dónde me queda la oficina de Administración del centro comercial?

–En el último nivel de arriba, ¿Eso para qué?

–Estoy averiguando precios de locales para comprar uno, quiero saber los precios de aqui.

–Te acompaño. -Carmen lo besó en la boca frente a los empleados, un beso que se prolongó por varios segundos.

–Tranquilo mi amor, quédate en el negocio, lo mio es rápido.

–¿De verdad te vas a casar con esa vieja?

–Si, ¿Algún problema?

–No, para nada, pero está claro que estás con ella por sus reales.

–Si yo estoy, ustedes también van a estar bien, ¿Ok? No quiero más comentarios. Esta tipa tiene más dinero de lo que aparenta tener, es millonaria seguro.

–Buenos dias, ¿usted es el encargado del alquiler y venta de locales aqui?

–Si, si está intwresada en comprar o alquilar uno local le muestro los que estan disponibles, venga por acá para que los vea en pantalla grande.

–En realidad quiero dos locales, quiero los locas A-24 y A-25. -El hombre levantó la mirada y vio afuera a dos hombres, Carmen volteó. –Son mis escoltas, tranquilo.

–Ya...-el hombre ubicó los locales sabiendo que están ocupados. –Esos locales están alquilados por la misma persona.

–Lo sé, quiero compralos, ahora mismo.

–Están bajo contrato.

–Yo pago la penalidad, dígame cuanto me cuestan y se los pago de una vez.

–40.000 dólares cada uno más 20% de penalidad. -Carme se volteó y le hizo un gesto a uno de los escoltas para que entrara. Abrió el maletín y sacó las pacas de dólares.

–Si quiere cuente los billetes con la máquina y me saca el contrato de compra venta para firmarlo.

–El hombre estaba nervioso. -Pero no podemos, no es política del centro comercila desalojar al inquilino de una vez, ppr lo menos son 72 horas.

–Yo no le estoy pidiendo que se desaloje al inquilino, yo seré la dueña del local y él mi empleado.

El hombre había terminado con Alicia y llamó al hombre que la trajo para informarle. La camioneta de Alicia la llevaron a su apartamento. Sacaron a Alicia.

–¿No necesita ninguna atención?

–No, está sedada, dormirá unas ocho horas necesita reposo y listo, díganle eso y listo.

–Gracias doctor, ha sido muy amable. -Un disparo en la frente dejó tendido al hombre. Se fueron con Alicia.

La acomodaron en su apartamento, la dejaton acostada le rociaron una pequeña cantidad de burundanga y una nota pegada en la pared.

Carnen regresaba luegonde casi una hora reunida.

–¿Que tal los precios?

–Excelente. Compré estos locales, ahora son míos. -Los dos empleados abrieron los ojos sorprendidos, mientras que Ignacio se puso pálido.

–Pero no te pongas así, ustedes quiten esa cara que no se van a quedar sin trabajo, tú no vas a perder este negocio mi amor, esto es tuyo y cuando nos casemos, estos locales los pondré a tu nombre.

–Atiendan a esos tipos por favor.

–Son mi chifer y mi asistente.

–¿Chofer? Pero si te traje yo.

–Ay amor, le dije que me buscara, tengo que hacer cosas.

–Esos tienen pinta de escoltas, esta tipa debe ser una pesada y creo que Nacho no lo sabe...hasta ahora. -hablaban los empleados, entre ellos.

–Carmen, ya va. -Ignacio sentía dolor abdominal. –No entiendo, compraste estos locales y...

–Si mi amor, ya te lo dije y cuando nos casemos que será pronto  pasarán a tu nombre.

–¿Y el documento?

–Lo tiene mi chofer, luego te lo muestro. -Ignacio no aguantó y vomitó, Carme rapidamente lo sentó en una silla, lo limpió a él y el desastre en el piso.

–Vamos a ir al medico, esas pastillas no las tomas más, toma este caramelo, avísame si te sigues sintiendo mal y yo te busco.

–Tranquila...estoy...bien. -Ignacio estaba pálido.

–Te he quitado dos preocupaciones de encima, ya no tienes que oagar credito, esto será tuyo y londe Alicia tampoco te preocupes, ya me ocupé yo. -Carmen salió del local y se fue con los escoltas.

–¿Alicia? ¿Qué pasó con Alicia?

–Chaaaamo, esa vieja es una pesada...marico, dónde conseguiste a esa tipa? -Ignacio se puso de pie.

–Algo pasó con Alicia...algo pasó con Alicia.

–¿Quién es Alicia?

–Mi hijo...tengo que buscar... -A Ignacio se le bajó la tensión y el chico y la chica lo ayudaron a sentarse de nuevo.