lunes, 1 de noviembre de 2021

Huevos revueltos. 277

 


Policía cíentífica, médicos forenses, un fiscal. Francia, Castro y Agustín. Todos en la clínica mientras a Naya la examinaban.

–Efectivamente la chica está embarazada, tiene como cuatro, seis semanas de gestación. -Castro se pasó las manos por la cara mientras caminaba en círculo entre Agustín y Francia que comenzó a llorar. –Le di un sedante suave porque está en conmoción, ella nos contó que...-hizo silencio unos segundos. –Fue abusada por cinco personas.
–No por Dios, no por Dios, mi hija no. -Agustín aguantando el llanto abrazó a Francia mientras Castro estaba nervioso.
–¿Cómo va el embarazo? Tiene poco tiempo pero...
–Hay que monitorearla. Contrajo clamidia y eso embarazada es riesgoso para el feto, hay que esperar para la prueba de VIH. Los cinco hombres tuvieron sexo sin protección. -Francia vomitó  e inmediatamente se desamayó, Castro la cargó y la montaron en una camilla. El médico los dejó diciéndole que en un rato podían ir a ver a Naya.

–Voy a ser papá y es probable que no lo sea porque puede perderlo. Esto ha sido todo una mierda.
–Amor...no te pongas así.
–Flaco, quiera o no, tuve sexo con esa niña...sin saberlo, como sea pero lo hubo y van y se la violan cinco malandros, le pegan quien sabe cuantas enfermedades. Un bebe mío y es pribable que no nazca.
–Amor, recuerda que esa niña intentó enviarte a la cárcel. No puede ser que todo eso se te olvidó porque te va a dar un hijo. -Castro se levantó de la silla, no miró a Agustín y se fue a ver a Francia en emergencia.

–¿Ya estás mejor?
–No, no puedo estar mejor Castro...mi hija te acusó sabiendo que eras inocente, yo intenté hundirte...me involucré contigo... Yo no tengo cara para hablar contigo...y ahora...ahira mi hija...
–Mientras pasan este bache quiero que las dos se queden en casa, quiero que tu hija salga de todo esto.
–No puedo aceptar.
–Es que no te estoy preguntando. Se vienen y punto.

La policia le habia dicho a Francia que darían 72 horas a Naya para rendir declaración pero la chica no quiso esperar y puso la denuncia ese mismo día, dos boras después  de hacer todos los exámenes. Entre responder preguntas, ver fotografías de sospechosos y hacer reyratos hablados con el dibujante, pasaro casi tres horas.

–Tú definitivamente te volviste loco. ¿Cómo se te ocurre traerte a estas dos a tu casa de nuevo? ¿No te bastó con lo que te hicieron?
–Hace unas horas estabas abrazadona Francia casi llorando con ella.
–El momento era muy duro Castro pero hasta ahí. Lo que estás haciendo es de un absurdo que da miedo.
–Esta es mi casa y aqui entra quien yo quiera.
–Ah...otra vez es TU casa...cuando yo no estoy de acuerdo con algo que tiene que ver con nosotros, es tu casa, si estamos bien es nuestra casa. Bien, bien Castro, entonces yo me voy a vivir a mi apartamento que ya está listo y tú te quedas en el tuyo, cada quien donde tiene que estar.
–Flaco, no malinterpretes mis palabras, sabes a que me refiero.
–A que yo no tengo voz ni voto de lo que pase en esta casa, todo lo decides tú, lo entendí bien.
–No vuelvas a irte flaco, no me dejes de nuevo, coño tengo este peo con la carajita, el trabajo, mi eyaculación precoz, la boda y ahora te quieres ir...¿Otra vez tus dudas de casarnos, esto es otra excusa para no casarte conmigo?
–Yo no he dicho eso Castro, nos vamos a casar, pero hasta que eso ocurra yo viviré en mi apartamento. Espero que después de casarnos estas dos se hayan ido de tu vida.
–¿Y si te quiero coger que hago?  Yo aquí y tú allá.
–Creo que para ti eso no es problema. Te recuerdo que no has ido al urólogo.
–¿No md vas a dejar cogerte hasta que vaya al médico? Ya sería el colmo.
–Voy a recoger mis cosas para irme.
–No te vayas flaco, por favor, no te vayas.
–No voy a vivir con esas dos aquí.
–Creo que tengo una responsabilidad con esa chama.
–¿PERO POR QUÉ COÑO TIENES QUE TRAERLAS AQUÍ? atiéndelas a distancia carajo, una transferencia y listo.
–Cuando seas padre entenderás.
–No creo que sea padre, no.
–Te dejo para que recojas tus cosas y te vayas, yo voy a buscar a Francia y a Naya.

Castro fue a buscar a Francia y a su hija cuando ya estaban mistas con sus cosas, llegaron al apartamento.
–¿Y tu amigo?
–Mi esposo se fue a su apartamento para que ustedes estén más cómodas.
–Pero, yo no quiero, no queremos incomodar.
–Tranquilas, lo importante es que estén bien.
Luego de una hora, Castro se preparaba un café, se acerca Francia a la cocina.
–Tu pareja se fue porque no quiere que estemos aqui ¿Verdad?.
–¿Quieres café?
–Sigo enamorada de ti
–No hagas que me arrepienta de haberlas traído.
Ay mamá, pareces nueva, a este hombre hay que trabajarlo lentamente, meterse por debajo, yo voy a tener un hijo de él.

Gabriel estaba en la cocina preparándose un sandwich cuando escucha el timbre.
–¿Quién será? -Abre la puerta. –Caramba...ja, ¿Y esa sorpresa? Me agarras aquí de casualidad.
–Llamé a tu consultorio y me dijeron que no ibas.
–¿Qué haces aquí?
–Estaba solo en mi apartamento y no me soporté en esas cuatro paredes. ¿Puedo entrar? -Gabriel se queda unos segundos viéndolo y abre la reja.

–Volviste a pelear con tu novio y vienes a acostarte conmigo para matar el despecho.
–¿Se me nota que jode?
–Ya estás aqui, esta vez no te me escapas.



No hay comentarios:

Publicar un comentario