Huevos revueltos. 293

 

Raúl y Cristina regresaban al apartamento a las cinco de la mañana. Ambos estaban borrachos, entraron riéndose y mutuamente se decían que no hicieran ruido. Se reían aún más.

–Como nos gozamos esa fiesta, tu papá es espléndido.

–Un pajúo es lo que es, pero que bueno que se gastó esos reales, me robé dos cajas de whisky y una de vino, se las llevó una amiga.

–Coñoooo con razón te desapareciste. Marica voy al cuarto a que me coja mi marido, hoy me voy a Berlin.

–¿Y tú no me vas a coger, no vas a consumar este matrimonio? Aaaay es verdad que tienes cuca jajajajajaja mi marido tiene totona. ¿Quién me va a coger a mi?

–En el cuarto tienes un par de cucas, me a comertelas mi amor jajajajajajja. Vamos a llegar desnudos al cuarto para que nos follen de una vez. -Los recien casados se desnudaron en la sala dejando la ropa en el piso. Se dieron un beso en la boca. 

–Feliz viaje esposo, mucho éxito.

–Gracias esposa mía.

Raúl entró a la habitación, Mauricio estaba desnudo durmiendo boca arriba, el chico se acercó lentamente y se puso a un lado de la cama para comenzar a hacerle sexo oral al flácido pene. Raúl lo succionaba y Mauricio se movía hasta que abrió los ojos.

–¿Qué haces?

–Rezando el rosario. -Se le acercó a darle un beso.

–Estás borracho.

–Coño claro, vengo de la megarumba que nos montó mi suegro. -Regresó a seguir mamando y el pene iba creciendo. Miraba a Mauricio, que aún estaba con sueño. –Cógeme mi amor, hoy me voy del país y quiero irme cogido por ti.

–Móntate, todavía tengo sueño. -El chico se puso de cuclillas mientras ubicaba el pene y lo metía en su vagina.

–Aaaaay...que rico ni amor....aaaay, ay. -El pene entraba completo, Raúl comenzó a moverse hacia adelante y hacia atrás, se aferraba al pecho de Mauricio y seguía moviéndose.

–Me vas a hacer acabar.

–¿Ya?

–Si, si. -Raúl se bajó, tómó el pene y comenzó a mamarlo hasta sentir el semen en su boca, lo retuvo ahí y besó a Mauricio pasándole el semen. Siguieron besándose.

–El aliento te huele a basurero.

–Igual me besaste mi amor. -Raúl apoyó la cabeza en el pecho de Mauricio y ambos se durmieron.

Cuatro horas después Raúl se iba a casa de Miguel para de ahí irse al aeropuerto.

Dos horas antes de irse al aeropuerto, Miguel le dice a Raúl que lo espere en el apartamento, revise todo, que no se quede nada. –Tengo que resolver un asunto antes de irnos, te recojo con el taxi y nos vamos al aeropuerto, ¿Vale?

–Ok.

Miguel tocó el timbre en el apartamento de Mauricio.

–Pasa. 

–Gracias por aceptar hablar conmigo.

–Bueno, sigue sin gustarme la idea que te vayas con mi pareja a Berlín.

–Tranquilo, ¿Me puedes dar tu número de pasaporte es para un tema de reservaciones ya que tambien estarás con nosotros.

–Ya lo traigo. -Mauricio se fue a la habitación y Miguel fue detrás de él. Cuando vio que tenía el pasaporte en sus manos entró.

–¿Qué haces aquí?

–Para decirte algo. -Miguel le dio un fuerte golpe en la cara, cuando Mauricio aun non reaccionaba al golpe, Miguel le dio otro y otro y otro más, hasta verlo sangrar, para luego ennel piso darle patadas. Lo alzó del piso por el cuello y lo lanzó a la cama dándole más golpes. Mauricio quedó tendido sin moverse. Miguel cogió el pasaporte, se lo metió ennel bolsillo y se fue a lavar las manos.

–Ya voy a buscarte, ten las maletas en la puerta que subo a ayudarte.-

Ya  bajando al aeropuerto Raúl ve las manos de Miguel.

–¿Que te pasó en las manos, en los nudillos?

–Estaba moviendo unas cosas y cargando y me hice daño. Ya nos vamos a una nueva aventura.

Luego de chequear las maletas y cruzar inmigración, se sentaron a esperar.

–Voy al baño. -Dijo Raúl. Miguel comenzó a revisar el bolso y consiguió el celular del chico, le quitó la batería, el chip y botó todo a la papelera que estaba en la siguiente puerta. Regresó corriendo.

Raúl se sentó y Mivuel fue al baño.

–Miguel no consigo mi celular y estoy seguro que lo traje. ¿No lo tienes tu?

–¿Revisaste bien? Mira adentro. Saca todo.

–No, no está, mierda estoy seguro que lo metí, tengo el cargador aquí, ya ni me acuerdo. Voy al apartamento.

–¿Qué? Joder, como vas a ir al apartamento, no hay chance.

–Faltan cuatro horas, si me da chance, dame las llaves del apartamento.

–Yo te compro un celular allá.

–Noooo, para que yo quiero un celular. Yo quiero el mio, ahi tengo todo, connél trabajo. Dame las llaves.

–Te compro uno aquí mismo.

–Que noooo Miguel, me voy a buscarlo

–Yo te acompaño. 

–No, ¿Para qué? Voy y vengo, agarro el celular y me vengo.

Raúl se fue del aeropuerto y tomó un taxi.

Llegó al apartamento casi una hora después. Revisó el apartamento, llamó a su celular y estaba apagado. Llamó a Miguel.

–Hola, no hay nada aquí...mierda estoy seguro que lo metí en el bolso, Miguel, revisa tu.-

–Yo reviso, pero vente ya.-

Raúl, antes de salir llamó a Mauricio para contarle pero su celular repicaba y no contestaba, llamó a la casa,. A su consultorio y le dijeron que no había ido. Llamó a Cristina y las tres se habían ido a la playa. El corazón se le aceleró y decidió ir al apartamento antes de bajar al aeropuerto. Tomó un mototaxi para llegar rápido. Abrió con sus llaves y gritó.

–MAURIIII, ¿ESTÁS? -Va a la habitación y consigue a Mauricio tendido en la cama y lleno de sangre.

–Ay, ay, ay, Mauri, mauri, mauriiiii. -llama al 911, ve alrededor y no ve nada extraño, llama a la policía.

Una hora después, Mauricio estaba en la clinica ya en una habitación, la policía ya había hecho un registro del apartamento.

Raúl estaba al lado de Mauricio que iba recuperándose.

–¡Coño! Tengo que llamar a Miguel y contarle. -Cuando se disponía a llamarlo,, Mauricio lo toma del brazo con fuerza.

–Fue...él...fue...Miguel...me...golpeó. -Raúl se puso pálido y comenzó a sudar frio.

–Igual voy a llamarlo.

–Hola...ya voy bajando al aeropuerto, espérame.

–¡TE QUEDA MENOS DE UNA HORA JODER! ¿QUE CARAJO HICISTE?.

–Ya voy a llegar. –Le avisó a la policía para que detuvieran a Miguel.

–Ya está detenido, te van a tomar declaración pero el médico dio la orden para esperar 24 horas, así que mañana londenuncias formalmente.

–Gracias...gracias por...todo Raúl.

–Dale las gracias al asesino de Miguel, que me quitó el celular y yo de necio me devilví a buscarlo en el apartamento y me dio por llamarte. Creo que si me hubiera ido a Alemania yo sería el siguiente muerto. Te va a quedar una nariz hermosa.

–Me duele...todo.

–No pareces médico mijo, aprieta aquí y se te quita el dolor. ¿Será que no me convenía Berlín?

–Claro...que te conviene...pero irás...conmigo...yo te llevo pronto.

–Tengo que llamar a esa gente, escribirles y contarles lo que pasó.

Tocaron la puerta y Raúl pidió que pasara.

–Buenas tardes, Soy el Jefe de la policia, el Coronel Ernesto Salvatierra. -Le dio la.mano a Raúl que de le quedó mirando. Mauricio levantó la mano saludando.

–¿Cómo está Coronel?, ya veo que muy bien.

–Le traje su pasaporte, estaba en las pertenncias del detenido.

–Vaya, tenía todo calculado el animal ese.

–Aunque el hombre confesó todo, mañana cuando usted se siente con ánimos le tomamos su declaración, no hay prisa, si mañana puede, nos avisa. 

–Muchas gracias Coronel, ha sido muy amable en todo este proceso.

–Es mi trabajo y mi deber, con permiso y que se recupere pronto.

–Voy a hablar con el coronel.

–Raúl...espera...te conozco...deja tranquilo a ese hombre.

–Relájate, quiero preguntarle del estatus de Miguel, si se queda aqui o se lo llevan a España.

Salió de la habitación. –Disculpe Coronel, quería preguntarle algo.

–Dime Ernesto.

–Ok, Ernesto, ¿Miguel va a cumplir condena aqui o en España?

–Aquí, el delito fue aqui. Una vez que tu padre rinda declaración comienza el juicio.

–No es mi padre, es mi pareja.

–Ah disculpa.

–Tranquilo, tenemos una relación abierta.

–Mmm ok...¿Tú eres el chico que tiene vagina? Te sigo en OnlyFans.

–Si, soy yo, el loquito que se quitó el pipí y se puso totona. Vaya tu tan serio que te ves y revisas Only Fans.

–Sigona pocos pero tu trabako me gusta, es muy elegante, no es grotesco y...-El pene se le estaba moviendo dentro del pantalón. –...me gustan tus videos de sexo. No deberia estar hablando de esto estando en servicio.

–Tranquilo Ernesto, toma mi número y cuando no estés de servicio me escribes y nos vemos con calma.

–Estoy casado.

–Coronel, dije hablar, no se me adelante. Gracias por todo, hasta luego.