jueves, 18 de noviembre de 2021

Huevos revueltos. 290


 –Siiii, yo tengo a tu hija, pero no te voy a decir dónde está.

–Sabes que podemos rastrearte y te conseguimos.-El policía le hizo señas a Castro que se callara.
–La niña no está conmigo, está en un lugar oculto.
–Maldita, como le hagas algo a mi hija la mato a las dos.
–Hazlo y el que va ir preso eres tú. -Francia colgó la llamada.
–¿USTED SE VOLVIÓ LOCO, PARA QUE LE DICE ESO? VA A JODER TODO.
–ES MI HIJA LA QUE ESTÁ EN PELIGRO, HARÉ LO QUE SEA PARA RECUPERARLA.
–Como lo está haciendo no va a funcionar, está entorpeciendo el proceso. -Castro le lanzó un puñetazo al jefe de la policia que esta al mando de la operación, los otros funcionarios sacaronnsus armas para apuntarlo. Agustin, sentado en una silla se cubrió la cabeza con sus brazos. –Este hombre es un bruto coño, Dios, ¿Por que nonse quedará quieto?.
Esposaron a Castro y lo sacaron de su apartamento montándolo ennuna patrulla.

–Coronel, le pido disculpas por el comportamiento de Castro. Él no entiende de razones, es impulsivo. No lo vaya a detener.
–Nonse preocupe, me toca lidoar diariamente conngente así, si le digo cuantos golpes me han dado. -Se tocó la mejilla. –Pero tu amigo pega duro.
–¿No le ha visto el tamaño que tiene? Es asi siempre, violento.
–¿Lo ha golpeado? No se quede callado, denuncie, es el momento de hacerlo, las cosas pasan porque la gente no denuncia.
–No coronel, para nada, Castro no me ha puesto una mano encima. El día que lo haga lo dejo.
–Vamos a tutearnos, ya tenemos un par de días viéndonos. Dime Ernesto. ¿No entendí, lo dejas?
–Si, somos pareja, nos vamos a casar pronto.
–Ah ok, vaya, entonces no lo puedo dejar detenido. Aunque pensándolo bien podría dejarlo 72 horas por ahresión a un funcionario y aprovecho para...invitarte a unas cervezas. ¿Doy la orden? -Tomó la radio, Agustín lo vio a los ojos.
–Es broma, lo suelto ahora, vamos a esperar que se calme. Pero lo de las cervezas no era broma.
–Coronel...Ernesto...tú...¿Eres gay?
–Bisexual, ven acá, hablemos aquí...estoy casado y con dos hijos.
–¿Tu esposa lo sabe?
–Lamentablemente o afortunadamente si, se enteró de la manera más cliché, por el celular.
–Vaya. Tú siendo policía con la experiencia que tienes y te atrapan por el celular, disculpa el atrevimiento.
–Tranquilo, tienes razón, en casa de herrero cuchillo de palo.
–¿Y siguen juntos?
–Si, me perdonó, asumió que siendo policia, todo el dia en la calle, las tentaciones son diarias. "Lo que me reconforta es que siempre llegas a casa, con tu familia" palabras textuales.
–Que fuerte. ¿Tienes novio?
–No...es complicado, ya es complicado con mi mujer e hijos que los veo poco, imagínate una relación por fuera, sea hombre o mujer. Tengo mis escapadas cuando el trabajo me lo permite.
Esta noche podría hacer algo. Si te animas nos tomamos unas cervezas.
–Ernesto, imagínate si Castro se entera que me voy a tomar una birras contigo. Te mata y se imaginará que despues de las birras viene el sexo.
–Yo solo dije unas cervezas.
–Castro no va a entender eso.
–Ven aca, ven. -Entraron a una de las habitaciones, Ernesto cerró la puerta, tomó connsus manos la cara de Agustín y lo besó metiéndole la lengua. El muchacho sentía como su pene crecía en el interior.
Agustín se separa.
–Ernesto, Ernesto, no, no...no sigas, no sigamos.
–Uuuuff -Ernesto se acomodó el pene sobre el uniforme. -Disculpa, fue un impulso.
A Agustín le latía el corazón a toda velocidad. 
–Estás demasiado rico carajito. Yo no debería hacer esto, estoy trabajando.
–Salgamos que esto se va a poner peor. -Ernesto le cerró el paso atravesándose en la puerta. –Una mamada, solo pido eso, una mamada.
–Ernesto, te deben estar buscando, y Castro.
–Castro está esposado en la unidad. Se desabrochó el pantalón y sacó el pene. Era grueso con un prepucio largo que colgaba un hilo de liquido preseminal. –Mámalo por fa, un ratico.
–Ernesto...coño. -Agustín se agachó, con sus dedos echó para atrás el prepucio, el glande era rosado y brillaba por la lubricación. Agustín se acercó y su lengua quitó el exceso de líquido para luego introducirlo en su boca.
–JEFE, JEFE, TENEMOS LA UBICACIÓN.Aá–
Ernesto se acomodó el pantalón, Agustin se limpiaba la boca.
–Perdona, que locura chamo. -Sacó un boligrafo y un papel y anotó su número. Le entregó el papel al muchacho. –Escríbeme cuando puedas. El policía salió de la habitación. Agustín se quedó de pie con la mirada perdida, metió el papel en el bolsillo, olió su mano, su boca también olía a sexo y fue al baño a limpiarse.

–Tenemos la ubicación, se pudo haber ido de ahí peronya tenemos agentes en la zona, vamos para allá.
–Yo quiero ir con ustedes, quiero ver a esa mujer.
–Le advierto que se controle. Otro descato y va preso.
–¿Dónde está mi flaco?
–Arriba en el apartamento. -Castro le vio la entrepierna al policía y tenía una mancha oscura. Agustín bajó a planta baja y Castro corrió hacia él.
–Vámonos en mi camioneta, los seguimos. Se montaron en la camioneta y Castro le da un beso a Agustín. –Le mamaste el guevo al policía.
–¿Qué? ¿De qué hablas?
–LE MAMASTE EL GUEVO AL POLICÍA. EL TIENE UNA MANCHA EN EL PANTALÓN Y TU TIENES ENJUAGUE BUCAL.
–¿Pero que clase de analisis es ese Castro? Que coño tiene que ver una cosa con la otra. -Castro comenzó a darle golpes al volante. No se detenía hasta que Agustín le pone la mano en el hombre. Dejó de golpear, respiró, esperó unos segundos y encendió la camioneta.

Llegaron al barrio. Habían cuatro unidades de policía y como 12 agentes. –No me tienes que decir nada Agustín, no me lo me digas.
–Castro.
–Ya, vuelves a hablar y te voy a dar una golpiza que capaz te mate y no quiero hacerlo, así que quédate mudo, vamos a hacer que no pasó. -Se bajaron de la camioneta, Agustín le temblaba todo el cuerpo. 

Francia estaba esposada sentada en un banco, Ernesto estaba con ella intentando que hablara, llegó Castro.
–No quiere hablar, sospechamos que su hija está con la hija de Francia en algun sitio.
–¿DÓNDE ESTÁ MI HIJA?
–Nunca lo sabrás, estaba dispuesta a entregarla pero quisiste involucrar a la policía. -Castro le lanzó un golpe en la cara fracturándole la nariz, cayó desmayada sangrando. Ernesto lo intenta detener pero Castronlo agarra del cuello y lo empuja contra un muro.
–Esta maldita se metió con lo más sagrado que tengo pero tú te metiste con el hombre que yo amo y eso también es sagrado.
–Suélteme señor Castro.
–Te voy a reventar maldito policía. 
–Se mueve y disparo, levante las manos y apartese lentamente del coronel, levante las manos.
Volvieron a detener a Castro y esta vez se lo llevarían a la cárcel.
–Bájese un momento de la unidad agente.
–Castro, usted solito cin su actitud está alejando a su novio de usted.
–Le tocas un pelo a mi marido y te mato imbécil.
–LLÉVENSELO. -La unidad se llevó a Castro.
Ernesto se acerca a Agustín. –¿Tú le contaste a Castro lo que pasó? -Agustín lloraba.
–Castro, Castro tiene un séptimo sentido y capta todo. Te vio el pantalon manchado y mi aliento olía a enjuague bucal, solo eso le bastó para saberlo.
–Tu novio es muy violento Agustín, en cualquier momento puede agredirte a ti con graves consecuencias. ¿Te llevo a tu casa? Yo manejo y pido que me busquen.

Llegaron al edificio.
–Te pido mil disculpas por lo de hoy, soy impulsivo, te vi y me gustaste, y se me volaron los tapones. Te pido que no me escribas, ni me llames, es más, bota el papel que te di. -Agustín se quedó quieto y Ernesto le metió las manos en los bolsillos y le botó el papel. –¡Dame el celular, dámelo! -Se lo quitó y revisó los contactos, buscándose. 
–Ni siquiera Ernesto policía, pusiste policía. Borrar.
–¿Que va a pasar con Castro?
–Tu novio se va a pasar una breve temporada tras las rejas.
–Veo mi matrimonio muy lejos.
–Yo lo pensaría dos veces antes de casarme con un hombre tan violento. Castro necesita terapia, si ante el juez reconoce que tiene un problema con el manejo de la ira, puedes ser un atenuante.

–Y yo que pensaba que terminar con mi expareja había sido el fin de mis problemas y con Castro se multiplicaron, pero resulta que amo a ese bruto, lo amo con locura. -Ernesto se acercó a Agustín y le dio un beso.
–Ve a descansar hoy no ha sido un día fácil.









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