miércoles, 10 de noviembre de 2021

Huevos revueltos. 284

 


Era de madrugada, Jorge dormía en el sofácama de la pequeña sala. Estaba en interiores. Al apartamento llegaba Terry con un compañero de la productora.

–¿Estás seguro que nos va a coger?
–No sé...se lo mamas y vemos que pasa.
–Nos hubieramos ido con Antonio.
–Este no tiene el guevo de Antonio pero tiene un buen bicho. -Terry y su amigo hablaban susurrando. –Acércate, le bajas el interior y se lo agarras, lo demás ya sabes hacerlo.
Nicolás se acerca a Jorge y se sienta justo a su lado, estaba destapado, le bajó el interior.
–Es grande pero lo tiene dormido.
–Coño, mámalo y se lo pones duro, pareces nuevo.
El chico levantó la liga del interior, lo bajó y sacó el pene. –Es gordote.
–Mámalo. -Nicolás se lo metió en la boca y comenzó a mojar el pene con su lengua, cuando comenzó a metérselo en la boca, Jorge abre los ojos y se mueve.
–¿Qué pasó? Que...
–Tranquilo, es un pana que quería mamarte el guevo y a ver si nos quieres coger. -Jorge se sienta.
–¿Quién eres tú? -Enciende la lamparita y con un ojo cerrado y el otro abierto, se estira.
–Nicolás, soy amigo de Terry. -Ve a su amigo y vuelve a ver a Jorge. –Disculpa, yo...lo hice porque...
–Tranquilo. -Jorge levanta la cadera y se quita el interior. –Sigue mamando.
–Voy a buscar condones y lubricante.
Nicolás mamaba el pene y se lo introducía todo en la boca. –¿Me los voy a coger a los dos? -El chico se saca el pene y le responde.
–Si, ¿Quieres?
–Marico, son las tres de la mañana ¿Dónde estaban ustedes?
–Salimos tarde de la productora y nos fuimos a tomar unas birras.
–Toma. -Terry le lanzó un condón a Nicolas. –Pónselo. -Se acercó a Jorge y le dio un beso en la boca mientras se desnudaba. El otro chico le ponía el condón.
Se sentó en el pene y comenzó a metérselo.–Uy, tienes esa verga gruesa.
–No te hagas la sufrida que te ha cogido Antonio, este guevo es un paseo.
–Coño, gracias.
–No chico, tienes un buen machete, pero es que Antonio tiene un extintor.
Nicolás brincaba y comenzaba a gemir.
–Coño, no grites. -Nicolás brincaba, se agachó para besar a Jorge y se puso a mover las caderas.
El chico besaba a Jorge, Terry miraba como le entraba el pene a su amigo y se masturbaba
–Bájate, pónganse en cuatro los dos que me los voy a coger.
Ambos se acomodaron en la cama con sus culos expuestos hacia Jorge, que se acomodó el condón. Se puso de pie en el sofácama y flexionó las piernas hata quedar a la altura de las nalgas de Terry y comenzó a penetrarlo. El pene entraba poco a poco , Terry cerraba los ojos, Nicolás lo miraba. –¿Y esa cara?, a ti también te ha cogido Antonio y estás aguantando la pela.
–Cállate. -Jorge le dio cuatro empujones y lo sacó para penetrar al otro chico. Se lo introdujo a Nicolás, este besaba a Terry mientras recibía los embestidas de Jorge, le sacó el pene y volvió a penetrar a Terry.
Un par de veces alternando para luego acostarse en la cama, se quitó el condón.
–Mámenlo los dos y me sacan la leche.
Cada chico se puso al lado de Jorge, ambos recorrían el pene con su lengua, cuando llegaban al glande se besaban y seguían mamando, primero uno se metía el pene en la boca y el otro lamía los testículos y se turnaban. Luego sus bocas chupaban el pene, Jorge estaba a punto.
–Ahí viene la leche. -Los chicos seguían recorriendo el pene con sus bocas cuando de repente comenzó a salir el semen cayendo en sus caras y chorreando el miembro de Jorge, los chicos lamían y se besaban intercambiando el semen de sus bocas. Jorge apretaba los dientes y cerraba los ojos al sentir aún las bocas rozando su pene.
–Ya, ahora déjenme dormir.
Nicolás salió de la cama limpiándose la boca.
–¿No quieres cogernos de manera profesional?
–¿Qué es eso? ¿No te gustó la cogida?
–Si vale, digo si quieres grabar porno con nosotros en la productora. Siempre buscan gente nueva. ¿Eres versatil?
–Si...pero...
–Te agarran de una. Anímate y le dices a Terry que te lleve.

Gabriel penetraba a Agustín, estaba uno frente al otro, Agustín con su piernas abiertas y Gabriel penetrándolo viéndolo a los ojos.
–Aaaah me vengo, coño, coño AAAAAAH. -Se vino dentro del muchacho pero con el condón puesto, se echó a un lado. Agustín se masturbó y acabó en su abdomen.
Hubo unos minutos de silencio.

–Mi primera vez contigo no me la imaginé así.
–¿Te gustó? -Otro silencio.
–No...creo que estabas más pendiente de tu novio que de disfrutar del sexo.
–¿Me puedo lavar?
–Si...ahí está el baño, hay toalla, dúchate si quieres.
Luego de 10 minutos, Gabriel estaba en bóxer preparando café. Agustín, ya vestido se acercó.
–Creo que me voy a ir.
–Son las cuatro de la mañana, ¿Por qué no esperas a que amanezca?
–Prefiero irme Gabriel.
–Tómate un café. -Le sirvió en una taza y se la dio.
–Gracias.
–Pronto hay que hacerte todos los exámenes para ver como estás.
–Si, ya voy a cuadrar eso, estamos con el peo de la boda.
–¿Entonces si se van a casar?
–Si claro, yo me caso con Castro, estás invitado a la boda.
–Ya...Agustín te voy a agradecer que nuestra relación se mantenga en lo estrictamente médico. No me llames ni me busques para tener sexo contigo. Lo de hoy fue una pérdida de tiempo y fue innecesario.
–Disculpa.
–Tranquilo, te acompaño abajo para abrirte.

En planta baja se quedaron hablando al lado del carro.
–Castro metió en el apartamento a la mujer que casi lo mete preso y a la carajita que supuestamente violó y al final se supo todo...me dio arrecherra eso y me fui de ahí, estoy en mi apartamento.
–¿No estás viviendo con él?
–Mientras estén esas mujeres ahí no.
–Que vaina...
–¿Puedo darte un abrazo? -Gabriel extendió sus brazos y recibió a Agustín. El médico cerró los ojos, mientras duró el abrazo. Se separaron.
–Gracias.
–Agustín, tú me gustas mucho pero no quiero ser tu comodín mientras estás molesto con el novio. Yo quiero algo serio con alguien y ese no eres tú. -Agustín bajó la mirada y Gabriel con su dedo índice le levantó la barbilla dándole un beso en la boca.
–Ve y resuelve el problema con tu futuro esposo y no le jodas la vida a los demás.
–Disculpa lo malo Gabriel.
–Tranquilo. Cuídate y no te olvides del chequeo. -Se dio la vuelta y caminó, se detuvo y volvió a ver a Agustín.
–Si no supiera que tienes peos con Castro, pensaría que eres mala cama. Que tirada tan mala chamo. -Agustín se sonrió, Gabriel también y le guiñó el ojo.
Agustín entró al carro y se puso a llorar apoyado del volante.


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