Victor apagaba con dificultad la alarma del celular, ya
tenía que levantarse, se sienta en la cama, sentía un presión en el bóxer, era
su pene que estaba erecto, se pone de pie y siente un mareo.
–Wao, ¿qué me pasa? Que mareo.
Çamina hacia el baño para orinar, saca el pene forzándolo
hacia abajo para apuntar al agua de la poceta.
–Mierda que debilidad. –Se sostiene de la pared y cierra los
ojos, detiene la micción, comienza a sudar frío y se sienta en la poceta para
seguir orinando.
Cuando termina de orinar su celular suena, se levanta y siente un cansancio en el cuerpo. Atiende.
–<Hola papá, te acuerdas que hoy salgo de la cárcel>.
–Mierda es hoy no me
acordaba de esa vaina Sí, sí, ¿a quee hora te firman la boleta de salida?>
–<A las 11 salgo>
Victor miró la hora, eran las cinco y cuarto de la mañana.
–<Ok, yo te busco>
Volvía a sudar frío, pero no tenía fiebre, seguía con
debilidad, respiro hondo y decidió sacarse un perfil completo antes de irse al
trabajo. Aprovechando que ya hacía un año que no se realizaba un chequeo,
comenzó con el examen de sangre.
__________
Teodoro cuadró con Lucas para no ir al colegio e irse al
centro comercial, el muchacho tenía una cita.
–Que bolas tienes marico, ¿cómo te vas a hacer un tatuaje?
¿Y cuándo lo vea tu papá y te forme un peo?
–Gran vaina, se arrechará pero ya lo hice, no me va a caer a
coñazos, eso se lo hace a Rebeca. ¿Te quieres hacer uno? Yo te lo regalo.
–Noooo, ¿estás loco? Mi papá si me mata.
–Te lo haces en la nalga marico.
–Yo a veces me baño con mi papá
Teodoro levantó una ceja. –¿Ah sí? ¿Y que tal tiene el guevo
tu papá? ¿Te lo buceas?
–¿Qué te pasa? ¿estás enfermo?
–Ay si, me vas a
decir que no le ves la paloma y morboseas.
–No…ni me fijo en eso. ¿Tú si? ¿Ves a tu papá desnudo y
quieres coger con él?
–Si supieras que me dan más ganas es con Francisco, tiene un
machete.
–Ay Teo, no digas esas vainas.
–Estoy jodiendo. –Era verdad, Teodoro si imaginaba ser
penetrado por Francisco Cáceres, su verdadero padre.
–Mira, aquí es el local. -Tocaron la puerta. –Epa Antonio
¿qué más?
–Epa bichito, ¿vienes pal asunto?
–Si.
–Cierren la puerta hay que hacerlo rápido antes que abra el
negocio. ¿Tú también quieres un tatuaje?
–No se decide.
–No papá, suficiente contigo, dos menores no y menos hoy,
podemos cuadrar otro día.
–Este no se va a hacer nada, es un cagón.
Lucas vio a Teodoro y lo empujó.
–Esta bueno Antonio
¿verdad? Pero es hetero, casado y dos chamitos, pero yo le mamo el guevo caga’o
de la risa. -Le dijo Teodoro al oído mientras el tatuador traía los utensilios.
Lucas se puso rojo al ver regresar a Antonio.
–Trajiste lo que vas a hacerte.
–Si, Lucas voltea porque no puedes ver el tatuaje, quédate
afuera. Toma.
Antonio recibió el papel con la frase y abrió los ojos
sorprendido.
–Vaya, ¿te vas a tatuar esta vaina? ¿estás seguro?
–Si, desde hace cinco años estoy seguro de eso.
Antonio vio a Teodoro a la cara, no podía creer lo que le
decía el muchacho. –Escoge una tipografía de estas.
–Esta, perfecta, me gusta.
–Ok, chamo luego no quiero arrepentiemiento y no quiero que
le digas a nadie que te hiciste esta mierda aquí ¿ok?
–Esta bien, otro cagón vale.
Se quitó la franela y le dijo viéndose al espejo, donde
quería el tatuaje. Antonio marcó el lugar y se disponía a hacer la plantilla.
–Mira, ¿te dejarías mamar el guevo por un tipo?
Antonio levantó la mirada y volvió a ver a Teodoro.
–¿Qué? ¿te arrechaste?
Antonio se rió y siguió con la plantilla. –Eso me lo
hicieron cuando tenía tu edad.
–Mi amigo Lucas quiere mamártelo, dice que estás buenísimo.
–¿Ah sí? ¿Y tú quien
eres su vocero?.
–Es que él es muy pajúo, le da pena.
–Tú estás claro que son menores de edad, que ya esto que
estoy haciendo es ilegal y tener sexo con un menor peor todavía, puedo ir preso
unos cuantos años.
–Ah marico pero si quieres recibir un mamerto. Aquí nadie te
va a denunciar. Le decimos que entre y mientras me tatúas él te lo mama.
Antonio volvió a reirse. –Vamos a tatuarte.
–Deja que salga un momento pa’ que Lucas no esté ladilado.
Teodoro salió del cuartico y fue a la pequeña sala de
espera.
–Ya cuadré con este pana, se lo vas a mamar.
–¿Qué te pasa Teo? Yo no quiero hacer eso…¿pero tú en qué
estás pensando marico?.
–¿Bueno pero no te gusta el pana? Dijiste que estaba bueno.
–Eso lo dijiste tú, dijiste que se lo mamarías cagado de la
risa, mámale el guevo mientras te tatúa.
–No, eso lo vas a hacer tú. Se lo mamas y me tatúa.
–TEEEEOOOO, ENTRA.
_________
Victor salía de sacarse la sangre. –¿en 48 horas está listo?
–Si señor, igual recibirá un sms notificándole, si quiere lo
puede recibir en su correo.
–Perfecto, mejor, ustedes lo tienen, gracias.
Se fue a desayunar. Sentado se puso a revisar el correo y
resolver cosas de la oficina desde la tablet. Recibe un mensaje de texto.
–<Hola cariño, soy Yolanda, mañana ya salgo de esta
pocilga, llamé a mi hija y me colgó, será que me buscas o mandas a tu chofer
con mi carro? Necesito urgente ir a la
clínica a reconstruirme la barriga, esta cicatriz horrorosa que me dejaron no
la puedo tener, coordina todo eso para que
mi seguro lo pague. Gracias, serás recompensado.>
–Bueno, ¿pero esta vieja que se cree? Ni que yo fuera el
asistente, bueno, soy el abogado de su yerno. Coño, esta tipa ya tiene 60 años,
todavía es joven. Esta mujer está chiflada, a ver que hará ahora que salga.
Terminó de hacer varias cosas, desconectó la tablet y salió
a buscar su carro, al salir del local se tropieza con un persona.
–Ay Disculpe. –Victor levanta la mirada y ve al hombre y se
queda frio al ver quien era.
–Hola Victor, caramba, nos volvemos a ver, sabía que esto sucedería algún día.
–Cristóbal…¿Cuándo saliste? Estás…delgado, bastante delgado.
–Si, estoy jodido, bastante jodido, pero ahí vamos, de taxista.
Salí hace 2 años de la cárcel.
Victor aún sorprendido por el cambio físico de Cristóbal,
forzó una sonrisa.
–Tranquilo, todo está bien, no te guardo rencor hijo de
puta. –Se rió. –La vida se encargará de cobrarte. Que estes bien. Estás muy
guapo.
Victor le recorrió un escalofrío por el cuerpo, metió la
llave en la cerradura y abrió la puerta
del carro. Se fue.
________
–Te hago unos retoques aquí en los bordes y está listo esto,
chamo esta vaina te va a traer peos, estás pasao.
–¿A que es la primera vez que haces un tatuaje así?
–Aquí ha venido gente loca pidiendo unas vainas…pero esto es
muy heavy.
Antonio le puso el espejo para que Teodoro viera el
resultado. Lo vió y una enorme sonrisa se le dibujó en la cara.
–Excelente, te quedó perfecto. Marico, que fino, voy a pagar
con gusto el sobreprecio.
Mira le digo a Lucas que entre y te lo mame.
–Chamo deja la mariquera, eso no va a suceder.
–Sucederá, no sé si será Lucas, pero sucederá. LUCAAAAS
ENTRA PARA QUE VEAS.
Lucas dejó la revista de tatuajes y salió corriendo a ver el
tatuaje de su amigo.
–A ver.
Teodoro se dio la vuelta en la silla y dejo frente a Lucas
el tatuaje.
El muchacho se tapó la boca con la mano.
–Maaaarico, te pasaste, te fuiste de palo. Te volviste loco
pana. ¿Esa vaina no se puede tapar con otro tatuaje?
–Claro que sí, estoy de acuerdo contigo chamín.
–Par de guevones ustedes dos, esa vaina se queda así como
está, quedó arrechísimo.
–A ver, voltéate otra vez para verlo.
Lucas todavía impresionado, volvió a leer: <<Mi mamá
es una puta>>
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