sábado, 27 de enero de 2018

INQUEBRANTABLE 6. Capítulo 6


Teodoro salía de clases con Lucas, este le hacía cosquillas a su amigo mientras caminaban

–¡Deja marico, que fastido, ráscate las bolas!

–¿Cómo, así? – Teodoro se rascó encima del bluyín.

Siguieron su camino riéndose. De repente, de la nada aparecieron unos reporteros, fotógrafos y dos camarógrafos.

–Teodoro, queríamos comentarte algo. Han salido unas fotografías y un video donde apareces besando un un hombre, ¿qué nos puedes deicr al respecto? ¿Eres gay? ¿El candidato a la gobernación tiene un hijo gay?

–Tú eres de megavisión y tú del otro canal y ustedes ¿qué periódico? ¿saben que los puedo denunciar pues tengo 15 años? Puedo hacer que les cierren el canal por violar mi derecho como menor de edad.

–Tranquilo, lo sabemos, pero ya que estamos aquí cuéntanos.

Teodoro se mordió el labio y agarró a la periodista por el cuello, Lucas intentó separarlo.

–Te vas de aquí maldita puta, ve a preguntar mariqueras a otro lado o te mato. –se le fueron los colegas a Teodoro encima.

–¡Déjenlo, déjenlo, no le hagan nada que nos vamos a meter en un peo!



–¡Te vas a repentir carajito!

–¡Ay si gran guevonada! Mosca y te quedas sin trabajo.

–Ya Teodoro, deja a esa gente.

–Marico, ya saben que soy gay, me tomaron fotos, estos son capaces de montar eso en las redes.

–No serán capaces, eres menor.

–Vamos a meternos para que veas.

Entraron a twitter y ya estaban en las redes las fotos del centro comercial besándose con Lucas y el video y la foto en el carro con el chofer.

–Mierda, mi papá me va a matar si me reconoce.

–Y Ricardo me va a quitar lo que me da, me va a joder.

–¿Eso es lo que te preocupa? ¿Y si te bota de la casa?

–No me preocupa que sepa que soy gay sino las consecuencias de eso. Que arrechera, ¿será que ahora me tengo que venir con el chofer? Coño que mi papá me compre el carro de una vez.

–¿Le pediste un carro?

–Si, le voy a decir a mi padrino que me enseñe a manejar.

Lucas se quedó pensativo y luego habló. –Mira yo me voy que tengo que hacer unas vainas en mi casa, nos vemos en la tarde.

–Si va, yo me voy a casa termino el trabajo que hay que entregar, que me debes tu parte por cierto y hablo con mi papá del carro y de lo que pasó.

–Esta tarde te paso eso por correo.



Lucas  se desvió del camino y tomó un taxi en otra dirección.



–Buenas tardes señorita, vengo a ver al señor Victor Landaeta.

–¿De parte? Lucas Gutierrez.

La secretaria lo vio con extrañeza. –Tienes cita con él.

–No, soy compañero de clases de su ahijado, Teodoro Sucre, hijo de Ricardo Sucre.

La secretaria abrió los ojos y llamó de inmediato a Victor.

–<Doctor, aquí afuera hay un muchacho que quiere verlo, se llama ¿Lucas?...

–<Gutierrez, si, sí que pase, gracias>

–Pasa, te está esperando.

–Gracias muy amable.





–¿Y esa sorpresa? ¿Qué haces aquí Lucas? ¿Pasó algo con Teo? ¿Cómo está tu papá?

–Mi papá bien. Bueno, de pasar, pasar algo con Teo no, pero es que está muy raro, se comporta muy extraño. Desde que ocurrió lo del colegio, el chamo…el que murió, es otra persona. No se conmueve con nada, todo le es indiferente, hace las cosas sin pensar, quiere tirar siempre y con quien sea, odia a su madre y creo que odia a su familia. Creo que solo lo quiere a usted… porque  ni a mi me quiere…

–Claro que te quiere, eres su mejor amigo, él te adora, eso no lo dudes.

–Bueno, no me supe expresar, él no me ama, yo estoy enamorado de él.

–Vaya, bueno, en esas cosas no se manda, Teo no es de enamorarse de la gente ni de las cosas tiene poco apego a eso, tú lo sabes más que nadie, en cuanto a lo otro si, Teo ha cambiado a raíz de lo sucedido, no creo que lo haya traumatizado pero si le cambió su manera de ver las cosas.

–Él me confesó que realmente…mató al chamo este a Raúl, yo todavía tengo pesadillas.

–Dímelo a mi, yo las tengo todos los días.

–¿En serio? Por eso que pasó?

–Bueno, otras cosas, en fin. Si te confesó eso no tengo que decirte más nada, fue un golpe muy duro ese episodio. Creo que nos trastocó a todos menos a él.

–Sabe señor Landaeta, él no le importa repetir eso si es necesario, digo, lo de matar a alguien, lo digo y se me pone la carne de gallina.

–¿Y viniste a decirme eso?

–Vine a decirle que Teodoro está enamorado de usted y yo de Teodoro y eso me da muchos celos.

–¡Hey Lucas! Mírame, tengo casi 50 años, Teo apenas 15, menor,  eso no va a suceder, no saques conclusiones.

–Teo no me lo ha dicho pero yo se que ustedes han tenido relaciones. –Lucas respiró hondo cerrando los ojos. –Disculpe que se lo diga, pero me da rabia porque Teo está loquito por usted pero eso se le va a pasar cuando se aburra en cambio a mi no se me pasa.

–¿Lo amas? Son unos niños por Dios, vivan la vida por etapas, ¿por qué se la complican?

–Usted me gusta, me gusta mucho señor Landaeta.

Victor se pasó la mano por la frente mirando el suelo. –Aaay carajitos. Están corriendo y a penas aprenden a caminar. ¿No me acabas de decir que estás enamorado de Teodoro? “¿qué hago yo hablando así con este imberbe?, parezco uno de ellos” A ver Lucas concentrate en terminar bachillerato.

–Estoy enamorado de Teo pero él no me para así que no tengo nada que buscar.

–¿Y tú crees que yo te voy a parar bolas, que seremos pareja?, tú de 15 y yo de 47.

-Casi 16. ¿Y si hace el amor conmigo y compara?

Victor levantó la mirada y se rió dándole una palmada en la mejilla a Lucas que  puso cara de molesto.

–Lucas, Lucas, Lucas, lo que pasó con Teodoro fue sin pensarlo, sucedió, no es algo de lo que me sienta orgulloso pero pasó.

–¿Le gustó?

–Te gusta torturarte.

–Responda.

–Si, me gustó, lo disfruté pero eso se quedó ahí.

–Hágalo conmigo. -Lucas se le acercó a Victor para bajarle el cierre del pantalón pero se alejó apartando el brazo del muchacho.

–Chamito ven acá, deja el desespero, de buscar el amor en uno y el otro, si este no te para brincas al otro a ver que pasa, no, tranquilo, ya llegará la persona adecuada para ti.

­–Disculpe, no debí venir y contarle estas cosas.

–Nada que disculpar, bonito que expongas lo que sientes y no te lo quedes.

–Otra cosa señor Landaeta, hoy saliendo del colegio se acercaron unos periodistas y fotógrafos y le preguntaron cosas a Teo y le hablaron de unas fotos donde sale besándose con dos personas hombres, una de esas soy yo, el otro es el chofer de su casa, creo y bueno ya eso está en twitter.

–Coño…eso si es grave, gracias por avisarme, eso sale demanda a esa gente.

–Eso le dijo Teo a toda esa gente pero amenazó con matar a una periodista, la agarró del cuello y creo que lo grabaron. Mi papá me va a matar si me ve.

–Tranquilo, ve a tu casa que yo resuelvo esto.

–No le diga a Teo que estuve aquí.

–No le diré. Por cierto, ¿Teo no ha hablado contigo de algo en específico?

–¿De algo? ¿cómo qué? No me ha dicho nada.

–Nada, nada olvídalo. ¿tienes como irte? Que te lleve el chofer.

–Ay gracias señor Landaeta que amable.

–Yo le aviso, él te espera en la entrada.



Lucas se fue y Victor llamó a Teodoro.

–<Tengo que hablar contigo de unas cositas muy importantes carajito>

–<Dale padrino, usted me dice y me presento en su apartamento>

–<Te aviso, pero creo que mañana, hoy ando complicado>

–<Aprovecho y me quedo en tu casa, tiramos y me llevas al colegio al da siguiente>

–<Bueno, eso de tirar no creo, suficiente de esa guachafita.

–< Ah pues, no arruges>

–<Tenemos pendiente lo del médico>

–<Ay si padrino ya que tostón con eso, chao, te quiero>

“Te quiero, te quiero, te quiero” le retumbó varias veces en la cabeza a Victor al escuchar eso de su ahijado que nunca se lo había dicho.

No hay comentarios:

Publicar un comentario