miércoles, 24 de enero de 2018

INQUEBRANTABLE Temporada seis. Capítulo 3


François volvió a besarlo, poniéndole una mano en le cuello. Teodoro lo abrazó, luego lo soltó y comenzó a desabrocharse el pantalón.



–¿Qué haces?

–Quitándome la ropa, ¿no vamos a tirar?.

–No…yo no he dicho eso.

–Me acabas de decir que eres pedófilo, te atraen los niños, los menores de edad. Estoy dispuesto a que me cojas no tengo peo.

–Si, me encanta un carajito, no hay nada en el mundo que me excite más que un niño, pero no te dije que lo íbamos a hacer hoy.

–¿Y para eso me hiciste venir hasta acá? No joda vale.

François se separó del chico riéndose viéndolo subirse el pantalón.

–Relájate Teodoro,  puedes quedarte en interiores. ¿Quieres comer algo? ¿tomar algo?

–Me quiero ir.

–Deja el berrinche muchachito, la vida no es solo sexo. Cálmate.



Teodoro se subió el cierre del pantalón mirando a François a los ojos, se quedó de pie viéndolo.

–¿Tú me estás vacilando?

–¿Tengo edad para esas niñerías? Ponte cómodo mientras te traigo algo de beber, ¿que quieres?

–Cerveza.

–No voy a darte una charla porque eres menor de edad y no debes beber alcohol.

–Sería el colmo que lo hicieras. Te coges carajitos pero no les das alcohol porque son menores.

–Una cosa no tiene que ver con la otra.

–Ajá, dame una cerveza.

–Uy el niño está molesto porque el viejo no se lo va a coger.

Teodoro le lanzó un cojín a la cabeza mientras François buscaba las cervezas. El chico le hizo caso y se quedó en interiores sentándose en el amplio sofá.



Verga este viejo si es arrecho, me pone quesúo y luego me deja con el guevo para y lubricando y encima me cagué, pensé que me iba a hacer algo, matarme o amararrme y violarme y luego matarme, pero este tipo me da mucho morbo. Me tiene que coger este mamaguevo.

–Toma tu cerveza te la bebes a pico. A ver cuéntame de ti. ¿qué vas a estudiar cuando salgas del colegio?

–Nada, no pienso estudiar, trabajaré en uno de los locales de mi papá y vivir de eso, mi papá está podrido en plata.

–No piensas esforzarte, buscar tu dinero con tus propios medios, ganarte cada centavo.

–¿Para qué? Ya eso está ahí.

–Que decepción chico, ¿cómo voy a tener algo contigo pensando así? Te creía más ambicioso, emprendedor, no sé.

–Y lo soy, voy a trabajar en lo de mi papá y aportaré nuevas ideas, meter los negocios en las redes, hacer vainas desde ahí, concursos, delívery, aplicaciones.

François se sonrió y le puso la mano en la mejilla. Teodoro se le avalanzó para besarlo. El hombre respondió al beso.

–Marico mira como me tienes. –Le puso la mano sobre el interior para que notara la erección.

–Para tener 15 años estás bien armado y tienes el interior húmedo.

–Vamos a tirar.

–¿Qué tienes en la espalda? ¿Un tatuaje?

Teodoro subió los ojos al cielo un poco molesto. –Si, me lo hice hace poco.
–Pero tú no estás en edad para hacerte un ta…

–Verga que tostón ¿en serio? ¿Tú también me vas a echar la charla? Me lo hizo un tatuador que es pana.

François se sonreía al ver las contestaciones del chico. –A ver que dice.

<<Mi mamá es una puta>>



–Si me vas a decir algo del tatuaje, me voy.

–Es tu cuerpo, puedes hacer con él lo que quieras, pero, ¿te sientes orgulloso de eso?

–¿Del tatuaje o de que mi mamá sea puta?

–Rebeca puede ser lo que sea Teodoro puta, asesina, ladrona, narco, pero es tu mamá.

–Desde que estaba en la barriga ya me odiaba, ¿tengo que respetarla?

Hubo un silencio.

–Ok, esta bien, es una venganza, ¿te sientes mejor después de haber hecho eso? ¿Mejoró algo tu vida?.

Teodoro se le quedó viendo a los ojos al hombre y sus ojos comenzaron a brillar, una lágrima se escapó y corrió por su mejilla.

–Es una maldita mujer que me odia desde antes de nacer, ¿por qué debo quererla/ ¿por qué me parió?.

–Nadie te obliga a quererla, pero no guardes dentro de ti ese sentimiento tan feo. Déjalo ir y que el tiempo se encargue de que tu madre reciba lo que merece.

–Intentó matarme cuando apenas tenía 5 años, me ha dejado solo en el centro comercial, no me ha buscado en el colegio, nunca me amamantó.

–¿Te acuerdas de eso? Era muy pequeñito.

–Me acuerdo de cada palabra que me dijo desde que estaba en su puta barriga.

François lo abrazó y Teodoro no aguantó las ganas de llorar.



El hombre se le hizo un nudo en la garganta. –No me puedo imaginar lo que sientes porque no lo viví en mi familia, pero creo que te hacía falta que soltaras eso que tenías en el pecho. Coño, tienes apenas 15 años, ¿que será de ti dentro de 20 años? Serás un mounstruo insensible.

–Ya lo soy…hace unos años maté un chamo mayor que yo, me acosaba en el colegio y en la primera oportunidad que tuve lo ahorqué hasta verlo inmóvil, sentí placer al verlo morir, no me arrepiento.

François lo escuchaba atentamente y no podía evitar de acordarse de su esposo que fue un sicario.



–Es muy grave lo que me estás contando Teodoro, me cuentas eso y dejaste de llorar y te pusite serio, tu rostro cambió.

–Decidí hace mucho tiempo que la persona que me haga daño recibirá de mi algo peor.

–Me preocupa que pienses así, me hace pensar que algo le puedas hacer a tu madre.

–Es mi mamá, no la puedo matar.



Volvió a abrazar al chico. –Quiero que me prometas algo.

–¿Algo? ¿Prometerte? Apenas te conozco y me vas a pedir eso.

–Querías acostarte conmigo y apenas nos conocemos.

–Quiero, todavía quiero. ¿Que quieres que te prometa?

–En algún momento de tu vida, no ahora, pero que suceda, te quites ese tatuaje o al menos le coloques uno encima.

Teodoro vio a François a los ojos, su rostro cambió ya hora estaba serio.

–Voy por una cerveza, ¿quieres otra? El chico se levantó y se fue directo a la nevera, se paró frente a ella viendo el interior y así se quedó unos segundos. Fraçois lo veía desde el sofá.



Teodoro cogió dos cervezas y volteó a ver a François. –¿Sabes qué? Lo haré, me lo voy a quitar, pero cuando la perra esa muera, sé que va a morir pronto e iré contigo a borrarlo.

–Bueno, no es lo que quería escuchar pero es algo, te lo quitarás.

Se acercó a François y le dió la cerveza.

–Quiero verte el guevo, aunque sea eso, quiero verlo y mamarlo, anda.

François volvió a verlo a los ojos, se levantó del sofá y sentó a Teodoro, bebió un sorbo de cerveza y la dejó en la mesa.

Bajó el cierre, se desabrochó el cinturón y el botón del pantalón y lo dejó caer. Un interior blanco sostenía un enorme pene. Teodoro no apartaba la vista del bulto blanco frente a él.

–¿Tengo que hacer todo yo? Sácalo tú y disfrútalo.

Teodoro le bajó el interior y el pene le pegó en la cara al salir de la tela, lo agarró y se lo iba a meter de una vez en la boca.

–Espera, espera, deja las ansias, tócalo, observalo, juega con él, con tus manos y tus ojos, siéntelo, luego disfrútalo en tu boca.



Teodoro comenzó a tocarlo, su mano recorría todo el pene hasta la base y bajaba a los testículos, volviá a subir y acercaba su nariz para oler el aroma que desprendía, con sus dedos apretaba para que saliera el líquido preseminal y recogerlo con su lengua. François cerraba los ojos y echaba su cabeza hacia atrás.

El chico comenzó a lamer el glande y poco a poco iba introduciendo el pene en su boca que iba humedeciendo a medida que entraba, bajó al piso y se introdujo todo el pene en su boca que bajaba a su garganta mientras miraba a François a los ojos. Este le levantanba las cejas y sonreía.

–¿Quieres que acabe o quieres seguir?

Teodoro movió la cabeza diciendo sí.

–¿Acabo?

Volvió a mover la cabeza. François respiró hondo contrajó el esfínter y comenzó a eyacular en la boca del muchacho que iba tragando mientras emitía sonidos de satisfacción.

Retiró el pene de la boca, le dolía la mandíbula.

–Marico, ¿cómo hiiciste esa vaina?

–¿Qué?

–Eso de acabar cuando lo quieras hacer, me cagas marico. Yo quiero hacer eso.

–Técnicas que se aprenden, saber respirar, controlar músculos, concentración.

–Enséñame.

–En nuestros próximos encuentros.

–Estas claro que me vas a coger ¿que rol eres?

–¿Todavía se preguntan esas cosas? La cama es para representar cualquier rol, no hay que encasillarse.

–Yo también soy versatil.

–¿Y no quieres cogerme?

–No, los mayores me gusta que me cojan

–Te encasillas y te cierras, ábrete al sexo, hay muchas cosas que hacer que no solo es penetración.

–Pero mira, yo sigo con la verga parada, yo no me puedo quedar así.

–¿Quieres acabar?

–Si claro.

–Siéntate y échate para atrás, vas a experimentar el mejor orgasmo de tu vida, va a ser rápido pero intenso.



François le agarró el pene con la mano derecha moviéndola rápidamente y prentando, mientras la otra mano en el perineo apretando firmemente y masajeando los testículos.

Teodoro comenzó a temblar y gemir, su piel se erizó. –AAAAAAH, AAAAAAH, AAAAH. –La cantidad de semen que salió de su pene fue enorme, cuatro chorros salieron disparados llegando hasta su cabeza, su pecho bañado en semen y el chico respirando agitadamente. Estaba mareado.

–¿Que coño hiciste? Verga…quiero otra vez, marico, que vaina más buena.

–Eso me lo guardo para mi. Cada vez que quieras revivir el momento, me llamas.



Teodoro se fue a duchar, era una ducha amplia, encerrada en tres paredes de vidrio transparente, ahí estuvo varios minutos disfrutando de la cascada que le caía.



–Gracias por la invitación, me agradó estar contigo.

–¿Ves que no necesitamos llegar a la penetración? Tuvimos buena conversación y un buen sexo, quédate con eso y vuelve cuando quieras.



–Te voy a decir algo, un secreto.

–Dime.

–Eres la segunda persona con la que me siento a gusto conversando un buen rato.

–Que bien, gracias, ¿quién es el afortunado que no me permite estar de primero?

–Jajaja mi padrino.

–Mmm Victor Landaeta, buen tipo, no pudieron escoger mejor padrino. ¿Y tu amigo Lucas?

–Lo quiero mucho, es mi mejor amigo, pero es queee, es demasiado débil, frágil, asustadizo. Lo adoro y lo cuidaré de todo el que se atreva a hacerle daño, pero con él es otra cosa.



–Te llevo a tu casa, agarra tu celular y nos vamos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario