domingo, 28 de enero de 2018

INQUEBRANTABLE 6. Capítulo 7


Teodoro abría los ojos luego que se activara la alarma de su celular. La apagó y dio media vuelta, pero su pene estirando el bóxer no lo dejaba dormir.

–¡Coño! –Se quitó el bóxer  y comenzó a masturbarse, cerró los ojos y se imaginaba a su padrino, luego Julio, se le vino a la mente Lucas haciéndole sexo oral. Se estaba masturbando a todo velocidad mientras su cuerpo temblaba, tensó las piernas, estiró los pies y eyaculó bañando sus muslos y pene. Quedó agitado y volvió a quedare dormido.



Ricardo se acercó a la habitación de su hijo al ver que no estaba en la cocina, tocó la puerta y no recibió respuesta. La abrió y encendió la luz.

–Vamos campeón a levantarse que hay que ir al colegio. ¡Coño, no joda carajito te echaste un pajazo mañanero ¿no?

–¡Papá, Verga, toca antes de entrar! –Todoro se levantó de la cama mientras corría por sus piernas el líquido que aún no se secaba.

–Toqué la puerta pero te quedaste dormido luego de pajearte jejeje, ve a ducharte que te espero en la cocina para decirte algo. –Cerró la puerta y bajó.

–¿Y ahora que querrá Ricardo? Que caligueva marico, no quiero ir a clases.

Luego de bañarse y vestirse, bajó a la cocina, le dio un beso a su papá y saludó a Rebeca. –Epa.

–Hola.

–Buenos días muchachas. –Saludó a las mujeres de servicio y se sentó al lado de su papá.

–Mira campeón, ¿cuándo te vas a quitar lo que tienes en la espalda?

–¿Para eso fuiste a despertarme a mi cuarto? ¿vas a seguir con la vaina? No me voy a quitar un coño vale, si no les gusta no lo vean.

–Ya, ya, deja la formadera de peo, era solo por joderte, es otra cosa que te quiero decir.

–¿Era solo jodedera? O sea que no vas a obligarlo a que se quite esa basura que tiene en la espalda.

–Tú mejor no opines, porque me pongo la frase en la frente y pongo tu nombre.

Las muchachas de servicio se miraban a la cara sorprendidas ante la contestación del chico a su madre.

–No comiencen a pelear por favor, íbamos bien desde hace semanas.

–Dime que es lo que me querías decir Ricardo.

–Papá campeón, dime papá.

Teodoro miró a Rebeca y le dio una ligera patada por debajo del mesón para que levantara la mirada.

–¿Le digo Papá a Ricardo?

Rebeca se le quedó viendo a los ojos con odio. –Déjame en paz Teo.

–¿Se puede saber que les pasa a ustedes?

–Que te cuente ella. Papá dime que es lo que me quieres decir.



Ricaro se metió la mano en el bolsillo y sacó unas llaves.

–Toma, las llaves de tu primer carro.

Teodoro abrió los ojos sorprendido y las tomó. –Maaarico mi carro, coño, coño, gracias papá.

–¿Ves que bonito suena eso de papá?

–Yo me voy no puedo soportar  tanta alcahuetería.

–Chao Rebeca, déjanos solos. –Le dijo Teodoro mientras abrazaba a su papá.

–Pero eso no termina aquí hay algo más. –Sacó su billetera y buscó tres tarjetas. La licencia, el certificado médico y una cédula donde dice que tienes 18 años. –Toma.

–Maaaarico, ¿que es esto? ¿Ya tengo licencia?.

–Me costó sacar esas vainas y ponerte como mayor de edad, mosca con lo que haces, porque te quito todo a la primera falta.

–¿Entonces ya puedo manejar de una?

–No, no, no, primero a recibir clases de manejo.

Las mujeres volvieron a verse la cara impresionadas con el regalo de Ricardo.

–¿Y cuándo veo el carro?

–Ahora mismo, está allá afuera.

No terminó de hablar y ya el chico había salido al estacionamiento a ver su carro. Un toyota corolla del año color azul metalizado.

–No ha salido al mercado todavía, eres la primera persona que lo tiene en este país.

–Verga Ricardo te pasaste. Si no fueras mi papá te mamara el guevo ahora mismo maaarico.

Ricardo le dio un golpe en la cabeza. –Déjate de mariqueras, no hables asei.

No eres mi papá y en cualquier momento te lo mamo cabrón  -Pensaba Teodoro mientras abría las puertas y respiraba el olor a nuevo y le quitaba los plásticos.

–Quiero manejarlo.

–Pero un momentico dentro del estacionamiento, lo sacas, le das la vuelta a la redomita y lo estacionas, ¿lo puedes hacer?

–Uf de bolas, tá fácil.

Teodoro entró al carro, lo encendió e hizo lo que le dijo su papá y vovió a estacionar el carro.

Ricardo estaba sorprendido, no tuvo que dirigirlo en ningún momento.

–¿Tu no habrás agarrdo clases con alguien? Demasiado bien hiciste esto y sin ponerte nervioso.

–Para nada papá, le iba a decir a mi padrino que me enseñara pero no ha podido. Manejar es fácil.

–No, no lo es, hay que tener práctica y ya saldremos para que vayas cogiendo calle.

–Ooookey. Tas como loco, yo voy a sacar este carro en la primer oportunidad ¿Me vas a llevar al colegio?

–Si, ¿te llevo en tu carro? Jejeje

–No, no me lo estés sacando la mierda, yo lo manejaré.

–Ok, campeón, busca tu bolso y ve al carro.



Luego de clases Teodoro se despidió de Lucas y esperó a Victor para ir a consulta con el infectólogo que vería sus exámenes y tomarían una decisión.

Llegaron al consultorio y se anotaron.



–Nosotros vamos al cafetín, nos dará chance de comer algo mientras llega el doctor.

–Si vale, el doctor llega en una hora y tiene a dos pacientes por delante, vayan tranquilos.



–No le has dicho a Lucas nada sobre este peo, ¿cuándo piensas hablar con él?

–Le diré esta noche cuando hablemos con el médico y le cuento ya con todo a la mano.

–Por favor habla con ese muchacho.

–Bueno pero ¿qué te pasa? ¿Ahora te entró una angustia por Lucas? ¿Te gusta?

–Teodoro, deja de decir estupideces, para unas vainas eres muy centrado y maduro y para otras lo que eres un guevón de 15 añitos.

–15 añitos pero aguanto machete parejo. Y no, no son carajitadas, Lucas es mi amigo y no quiero que se ilusione contigo.

–Jajaja ¿estás celoso?

–¿Yo? ¿Por qué? Tú y yo somos ahijado y padrino que nos cogemos, más nada, no hay relación.

–¿Y con Lucas, que hay?

–Es mi hermano, mi pana del alma.

–Que también te lo coges. Ese carjito está enamorado de ti.

–Marico tu hablaste con él, marico te caiste con los kilos, ¿qué haces hablando con Lucas guevón?

–¿Y este como sabe?, este carajito es candela. Él fue a mi oficina a hablar sobre eso.

–Bueno ¿y este pajúo para que tiene que ir a tu oficina a hablar qué?

–No me estés alzando la voz carajito, tampoco es que pasó algo grave o algo impensable, solo fue a mi oficina a compartir una inquietud. Mejor ni le digo lo que me dijo de mi jajaja. Voy a pagar.



Teodoro aprovechó y llamó a Lucas.

–<Marico ¿tú para qué tienes que ir a la oficina de mi padrino, a hablar qué? Pajúo, tú y yo vamos a hablar pendejo. Chao>.

–Coño ¿y el señor Landaeta para que le dice? Ahora me van a formar un peo sin necesidad.





Luego de abrir cada uno la historia médica, el doctor evaluó los exámenes, ambos le contaron como había sido la transmisión. El doctor estaba sorprendido por la edad de Teodoro y lo despreocupado que estaba, cosa distinta a Victor que estaba nervioso.



–Debería aprender de su ahijado, está muy tranquilo, demasiado tranquilo, pero eso es bueno. Así que tú te iniciaste sexualmente hace dos años, muchachito ¿por qué no te cuidaste siempre?

–Teodoro vio a Victor. –¿Le cuento al doctor el porqué no me cuidé?

Victor lo vio, cerró los ojos y movió la cabeza afirmando.

–Yo tiré con mi padrino, o sea con él y bueno, obvio lo que pasó.



El doctor se masajeó la sien y luego la frente, estaba impactado con la historia pero debía guardar la compostura y hablarle seriamente de lo que a partir de ese momento había que hacer.



–Victor tus exámenes arrojan cifras importantes por no decir preocupantes, tu infección debió haber sido hace 3 o 5 años, tu carga viral está alta y tus CD4 aunque no estan en niveles críticos, debes comenzar el tratamiento ya. ¿Saben que pueden recibir los medicamentos de mannera gratuita a través del estado?

–Si, lo sabemos pero yo prefiero comprarlos y evitar exponerme y exponer al muchacho, recuerde de quien es hijo y su papá no sabe nada.

–Son costosos los medicamentos, es una renta mensual que pocos pueden darse el lujo.

–Lo asumiremos doctor, no se preocupe.

–En cuanto a ti Teo, tus resultados no pueden ser mejores, tu carga indetectable y tus CD4 estan dentro del rango normal pero no óptimo. Vamos a darte un tratamiento de choque por un mes para ver como reaccionas.

–Doctor, una pregunta, mi mejor amigo me lo cogí varias veces luego de estar con mi padrino, ¿usted cree que el debe hacerse la prueba a ver si también tene vih.



El doctor se restregó los ojos con los dedos índice y pulgar y soltó un suspiro.

–Tan fácil que es ponerse un condón. A ver, dile a tu amigo que se haga la prueba es probable que salga negativo, si tuvieron sexo luego de tu estar con…en tu anterior encuentro, es probable que no tenga nada, igual que se lo repita tres meses después para descartar, pero dudo mucho que sea así, que no se angustie.

–Doctor, ¿le puedo hacer otra pregunta?

–Las que quieran hacerme aprovechen y despejen sus dudas.

–¿Usted tiene hijos?

–Si, un varón y una hembra de 18 y 16 años.

–¿Y su hijo es gay? Es que usted está buenisimo, su hijo debe ser bello.

–TEO, POR FAVOR.



–Jajaja, ay carajito deja la promiscuidad, eso no es bueno, cuando tengas 25 años estarás aburrido de tener sexo. No es gay y si lo fuera no permitiría que estuviera con un menor de edad. -Volteo a ver a Victor que bajó la mirada y su cara enrrojeció. –Está my mal lo que hicieron perdonen que se los diga, apartando lo del vih. Usted un señor profesional y tú un menor que apenas está saliendo a la jungla, 15 añitos carajito. Tu padrino podría ir preso ¿lo sabes?

–Lo que pasa entre los dos se quedará entre los dos, pero eso va a seguir sucediendo, tiraré con mi padrino con condón y con los tipos que vengan.

–TEEEEEEO, BASTA, no le hables así.

–No, es que coño, ahora todo el mundo es moralista y se dan golpes de pecho, seguro son peores que yo.



El doctor se le quedó viendo a Teodoro y se sonrió.

–Teodoro, a mi me encanta el sadomasoquismo y lo practico con mi esposa y también somos swingers, pero llevamos nuestra vida sexual con responsabilidad, respeto y madurez, no estamos teniendo sexo con menores de edad y lo que hacemos con otras parejas es hablado y concertado.

–Ya me dio morbo lo que me dijo. Bueno doctor lo de mi tio y yo fue hablado y concertado, ambos estuvimos de acuerdo en acostarnos.

–Fue un impulso.

–Un impulso que ya se ha repetido varias veces no me vengas con guevonadas, y seguirá pasando porque él quiere y yo quiero.

–Bueno, se acabó la consulta, resuelvan sus problemas de cama en otro sitio, los quiero ver dentro de tres meses, tomen los récipes, a los tres meses se sacan de nuevo los exámenes y vienen a ver que tal.



Salieron del consultorio. Ya en el carro Teodoro habló.

–Marico, no hablaste un coño con el médico, yo ahí habla que habla y tu mudo.

–Pero es que las barbaridades que decías me dejaron mudo de la pena.

–Ay que pajúo eres Victor de verdad, no te la des de santo que me contabas que el escolta te cogía y te ponía el arma en la frente y te orinabas de la excitación.

–A pesar de todo me alegras que tu estés bien, yo estoy jodido, mañana compro los medicamentos y empezamos.

–Tranquilo padrino, todo va a estar bien. Déjame en casa de Lucas que voy a hablar con él.

Luego de varios minutos callados, Teodoro volvió a hablar.

–Marico, al doctor el gusta sadomaso, naguevonada, yo quiero experimentar esa mierda ¿y si le digo? Seguro echa pa’lante.

–Teo, ya, deja la putería, es tu médico.

–Ajá, es un hombre como nosotros con un guevo entre las piernas, no es extraterrestre, ¿si fuera ingeniero si me lo puedo tirar?.

–No te hagas el gafo conmigo, sabes a lo que me refiero, es nuestro médico es una relacion médico/paciente.

–Y en las noches sadico/sumiso uuuf que morbo ya se me paró. Chao, hablamos, beso.

Le dio un beso en la boca.

–Avísame y te busco.

–Coño sí y te cuento una mega noticia chao chao.



–Hola marico, ¿que más?

–Hola…¿cómo estas? –Lucas estaba apenado.

–Tengo que decirte una vaina bichito.

–Discúlpame por ir a hablar con tu padrino pero es que…

–Naah olvídalo, tranquilo, es de otra cosa que vengo a hablarte. Tengo vih.



A Lucas se le tensaron los músculos del cuerpo y su cara palideció, sus ojos se llenaron de lágrimas. Se avalanzó hacia Teodoro y comenzó a golpearlo en el pecho una y otra y otra vez llorando desconsaladamente.

–Ya, ya Lucas, ya no te pongas así.

–Eres un desgraciado, marico me contagiaste, es tu culpa marico, por dejarme coger por ti que eres una puta, coñoemadre por qué por qué por qué.

Teodoro abrazó con todas sus fuerzas a Lucas que no paraba de llorar y por segunda vez de grande, Teodoro lloraba. Cerró sus ojos y un par de lágrimas se deslizaban por sus mejillas.

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