Teodoro abría los ojos luego que se
activara la alarma de su celular. La apagó y dio media vuelta, pero su pene
estirando el bóxer no lo dejaba dormir.
–¡Coño! –Se quitó el bóxer y comenzó a masturbarse, cerró los ojos y se
imaginaba a su padrino, luego Julio, se le vino a la mente Lucas haciéndole
sexo oral. Se estaba masturbando a todo velocidad mientras su cuerpo temblaba,
tensó las piernas, estiró los pies y eyaculó bañando sus muslos y pene. Quedó
agitado y volvió a quedare dormido.
Ricardo se acercó a la habitación de su
hijo al ver que no estaba en la cocina, tocó la puerta y no recibió respuesta.
La abrió y encendió la luz.
–Vamos campeón a levantarse que hay que ir
al colegio. ¡Coño, no joda carajito te echaste un pajazo mañanero ¿no?
–¡Papá, Verga, toca antes de entrar!
–Todoro se levantó de la cama mientras corría por sus piernas el líquido que
aún no se secaba.
–Toqué la puerta pero te quedaste dormido
luego de pajearte jejeje, ve a ducharte que te espero en la cocina para decirte
algo. –Cerró la puerta y bajó.
–¿Y ahora que querrá Ricardo? Que caligueva
marico, no quiero ir a clases.
Luego de bañarse y vestirse, bajó a la
cocina, le dio un beso a su papá y saludó a Rebeca. –Epa.
–Hola.
–Buenos días muchachas. –Saludó a las
mujeres de servicio y se sentó al lado de su papá.
–Mira campeón, ¿cuándo te vas a quitar lo
que tienes en la espalda?
–¿Para eso fuiste a despertarme a mi
cuarto? ¿vas a seguir con la vaina? No me voy a quitar un coño vale, si no les
gusta no lo vean.
–Ya, ya, deja la formadera de peo, era solo
por joderte, es otra cosa que te quiero decir.
–¿Era solo jodedera? O sea que no vas a
obligarlo a que se quite esa basura que tiene en la espalda.
–Tú mejor no opines, porque me pongo la frase
en la frente y pongo tu nombre.
Las muchachas de servicio se miraban a la
cara sorprendidas ante la contestación del chico a su madre.
–No comiencen a pelear por favor, íbamos
bien desde hace semanas.
–Dime que es lo que me querías decir
Ricardo.
–Papá campeón, dime papá.
Teodoro miró a Rebeca y le dio una ligera
patada por debajo del mesón para que levantara la mirada.
–¿Le digo Papá a Ricardo?
Rebeca se le quedó viendo a los ojos con
odio. –Déjame en paz Teo.
–¿Se puede saber que les pasa a ustedes?
–Que te cuente ella. Papá dime que es lo
que me quieres decir.
Ricaro se metió la mano en el bolsillo y
sacó unas llaves.
–Toma, las llaves de tu primer carro.
Teodoro abrió los ojos sorprendido y las
tomó. –Maaarico mi carro, coño, coño, gracias papá.
–¿Ves que bonito suena eso de papá?
–Yo me voy no puedo soportar tanta alcahuetería.
–Chao Rebeca, déjanos solos. –Le dijo
Teodoro mientras abrazaba a su papá.
–Pero eso no termina aquí hay algo más.
–Sacó su billetera y buscó tres tarjetas. La licencia, el certificado médico y
una cédula donde dice que tienes 18 años. –Toma.
–Maaaarico, ¿que es esto? ¿Ya tengo
licencia?.
–Me costó sacar esas vainas y ponerte como
mayor de edad, mosca con lo que haces, porque te quito todo a la primera falta.
–¿Entonces ya puedo manejar de una?
–No, no, no, primero a recibir clases de
manejo.
Las mujeres volvieron a verse la cara
impresionadas con el regalo de Ricardo.
–¿Y cuándo veo el carro?
–Ahora mismo, está allá afuera.
No terminó de hablar y ya el chico había
salido al estacionamiento a ver su carro. Un toyota corolla del año color azul
metalizado.
–No ha salido al mercado todavía, eres la
primera persona que lo tiene en este país.
–Verga Ricardo te pasaste. Si no fueras mi
papá te mamara el guevo ahora mismo maaarico.
Ricardo le dio un golpe en la cabeza.
–Déjate de mariqueras, no hables asei.
–No
eres mi papá y en cualquier momento te lo mamo cabrón -Pensaba Teodoro mientras abría las puertas y
respiraba el olor a nuevo y le quitaba los plásticos.
–Quiero manejarlo.
–Pero un momentico dentro del
estacionamiento, lo sacas, le das la vuelta a la redomita y lo estacionas, ¿lo
puedes hacer?
–Uf de bolas, tá fácil.
Teodoro entró al carro, lo encendió e hizo
lo que le dijo su papá y vovió a estacionar el carro.
Ricardo estaba sorprendido, no tuvo que
dirigirlo en ningún momento.
–¿Tu no habrás agarrdo clases con alguien?
Demasiado bien hiciste esto y sin ponerte nervioso.
–Para nada papá, le iba a decir a mi
padrino que me enseñara pero no ha podido. Manejar es fácil.
–No, no lo es, hay que tener práctica y ya
saldremos para que vayas cogiendo calle.
–Ooookey. Tas como loco, yo voy a sacar este carro en la primer oportunidad
¿Me vas a llevar al colegio?
–Si, ¿te llevo en tu carro? Jejeje
–No, no me lo estés sacando la mierda, yo
lo manejaré.
–Ok, campeón, busca tu bolso y ve al carro.
Luego de clases Teodoro se despidió de
Lucas y esperó a Victor para ir a consulta con el infectólogo que vería sus exámenes
y tomarían una decisión.
Llegaron al consultorio y se anotaron.
–Nosotros vamos al cafetín, nos dará chance
de comer algo mientras llega el doctor.
–Si vale, el doctor llega en una hora y
tiene a dos pacientes por delante, vayan tranquilos.
–No le has dicho a Lucas nada sobre este
peo, ¿cuándo piensas hablar con él?
–Le diré esta noche cuando hablemos con el
médico y le cuento ya con todo a la mano.
–Por favor habla con ese muchacho.
–Bueno pero ¿qué te pasa? ¿Ahora te entró
una angustia por Lucas? ¿Te gusta?
–Teodoro, deja de decir estupideces, para
unas vainas eres muy centrado y maduro y para otras lo que eres un guevón de 15
añitos.
–15 añitos pero aguanto machete parejo. Y
no, no son carajitadas, Lucas es mi amigo y no quiero que se ilusione contigo.
–Jajaja ¿estás celoso?
–¿Yo? ¿Por qué? Tú y yo somos ahijado y
padrino que nos cogemos, más nada, no hay relación.
–¿Y con Lucas, que hay?
–Es mi hermano, mi pana del alma.
–Que también te lo coges. Ese carjito está
enamorado de ti.
–Marico tu hablaste con él, marico te
caiste con los kilos, ¿qué haces hablando con Lucas guevón?
–¿Y
este como sabe?, este carajito es candela. Él fue a
mi oficina a hablar sobre eso.
–Bueno ¿y este pajúo para que tiene que ir
a tu oficina a hablar qué?
–No me estés alzando la voz carajito,
tampoco es que pasó algo grave o algo impensable, solo fue a mi oficina a
compartir una inquietud. Mejor ni le digo
lo que me dijo de mi jajaja. Voy a pagar.
Teodoro aprovechó y llamó a Lucas.
–<Marico ¿tú para qué tienes que ir a la
oficina de mi padrino, a hablar qué? Pajúo, tú y yo vamos a hablar pendejo.
Chao>.
–Coño ¿y el señor Landaeta para que le
dice? Ahora me van a formar un peo sin necesidad.
Luego de abrir cada uno la historia médica,
el doctor evaluó los exámenes, ambos le contaron como había sido la
transmisión. El doctor estaba sorprendido por la edad de Teodoro y lo
despreocupado que estaba, cosa distinta a Victor que estaba nervioso.
–Debería aprender de su ahijado, está muy
tranquilo, demasiado tranquilo, pero eso es bueno. Así que tú te iniciaste
sexualmente hace dos años, muchachito ¿por qué no te cuidaste siempre?
–Teodoro vio a Victor. –¿Le cuento al
doctor el porqué no me cuidé?
Victor lo vio, cerró los ojos y movió la
cabeza afirmando.
–Yo tiré con mi padrino, o sea con él y
bueno, obvio lo que pasó.
El doctor se masajeó la sien y luego la
frente, estaba impactado con la historia pero debía guardar la compostura y
hablarle seriamente de lo que a partir de ese momento había que hacer.
–Victor tus exámenes arrojan cifras
importantes por no decir preocupantes, tu infección debió haber sido hace 3 o 5
años, tu carga viral está alta y tus CD4 aunque no estan en niveles críticos,
debes comenzar el tratamiento ya. ¿Saben que pueden recibir los medicamentos de
mannera gratuita a través del estado?
–Si, lo sabemos pero yo prefiero comprarlos
y evitar exponerme y exponer al muchacho, recuerde de quien es hijo y su papá
no sabe nada.
–Son costosos los medicamentos, es una
renta mensual que pocos pueden darse el lujo.
–Lo asumiremos doctor, no se preocupe.
–En cuanto a ti Teo, tus resultados no
pueden ser mejores, tu carga indetectable y tus CD4 estan dentro del rango
normal pero no óptimo. Vamos a darte un tratamiento de choque por un mes para
ver como reaccionas.
–Doctor, una pregunta, mi mejor amigo me lo
cogí varias veces luego de estar con mi padrino, ¿usted cree que el debe
hacerse la prueba a ver si también tene vih.
El doctor se restregó los ojos con los
dedos índice y pulgar y soltó un suspiro.
–Tan fácil que es ponerse un condón. A ver,
dile a tu amigo que se haga la prueba es probable que salga negativo, si
tuvieron sexo luego de tu estar con…en tu anterior encuentro, es probable que
no tenga nada, igual que se lo repita tres meses después para descartar, pero
dudo mucho que sea así, que no se angustie.
–Doctor, ¿le puedo hacer otra pregunta?
–Las que quieran hacerme aprovechen y
despejen sus dudas.
–¿Usted tiene hijos?
–Si, un varón y una hembra de 18 y 16 años.
–¿Y su hijo es gay? Es que usted está
buenisimo, su hijo debe ser bello.
–TEO, POR FAVOR.
–Jajaja, ay carajito deja la promiscuidad,
eso no es bueno, cuando tengas 25 años estarás aburrido de tener sexo. No es
gay y si lo fuera no permitiría que estuviera con un menor de edad. -Volteo a
ver a Victor que bajó la mirada y su cara enrrojeció. –Está my mal lo que
hicieron perdonen que se los diga, apartando lo del vih. Usted un señor
profesional y tú un menor que apenas está saliendo a la jungla, 15 añitos
carajito. Tu padrino podría ir preso ¿lo sabes?
–Lo que pasa entre los dos se quedará entre
los dos, pero eso va a seguir sucediendo, tiraré con mi padrino con condón y
con los tipos que vengan.
–TEEEEEEO, BASTA, no le hables así.
–No, es que coño, ahora todo el mundo es
moralista y se dan golpes de pecho, seguro son peores que yo.
El doctor se le quedó viendo a Teodoro y se
sonrió.
–Teodoro, a mi me encanta el sadomasoquismo
y lo practico con mi esposa y también somos swingers, pero llevamos nuestra
vida sexual con responsabilidad, respeto y madurez, no estamos teniendo sexo
con menores de edad y lo que hacemos con otras parejas es hablado y concertado.
–Ya me dio morbo lo que me dijo. Bueno
doctor lo de mi tio y yo fue hablado y concertado, ambos estuvimos de acuerdo
en acostarnos.
–Fue un impulso.
–Un impulso que ya se ha repetido varias
veces no me vengas con guevonadas, y seguirá pasando porque él quiere y yo
quiero.
–Bueno, se acabó la consulta, resuelvan sus
problemas de cama en otro sitio, los quiero ver dentro de tres meses, tomen los
récipes, a los tres meses se sacan de nuevo los exámenes y vienen a ver que
tal.
Salieron del consultorio. Ya en el carro
Teodoro habló.
–Marico, no hablaste un coño con el médico,
yo ahí habla que habla y tu mudo.
–Pero es que las barbaridades que decías me
dejaron mudo de la pena.
–Ay que pajúo eres Victor de verdad, no te
la des de santo que me contabas que el escolta te cogía y te ponía el arma en
la frente y te orinabas de la excitación.
–A pesar de todo me alegras que tu estés
bien, yo estoy jodido, mañana compro los medicamentos y empezamos.
–Tranquilo padrino, todo va a estar bien.
Déjame en casa de Lucas que voy a hablar con él.
Luego de varios minutos callados, Teodoro
volvió a hablar.
–Marico, al doctor el gusta sadomaso,
naguevonada, yo quiero experimentar esa mierda ¿y si le digo? Seguro echa
pa’lante.
–Teo, ya, deja la putería, es tu médico.
–Ajá, es un hombre como nosotros con un
guevo entre las piernas, no es extraterrestre, ¿si fuera ingeniero si me lo
puedo tirar?.
–No te hagas el gafo conmigo, sabes a lo que
me refiero, es nuestro médico es una relacion médico/paciente.
–Y en las noches sadico/sumiso uuuf que
morbo ya se me paró. Chao, hablamos, beso.
Le dio un beso en la boca.
–Avísame y te busco.
–Coño sí y te cuento una mega noticia chao
chao.
–Hola marico, ¿que más?
–Hola…¿cómo estas? –Lucas estaba apenado.
–Tengo que decirte una vaina bichito.
–Discúlpame por ir a hablar con tu padrino
pero es que…
–Naah olvídalo, tranquilo, es de otra cosa
que vengo a hablarte. Tengo vih.
A Lucas se le tensaron los músculos del
cuerpo y su cara palideció, sus ojos se llenaron de lágrimas. Se avalanzó hacia
Teodoro y comenzó a golpearlo en el pecho una y otra y otra vez llorando
desconsaladamente.
–Ya, ya Lucas, ya no te pongas así.
–Eres un desgraciado, marico me
contagiaste, es tu culpa marico, por dejarme coger por ti que eres una puta,
coñoemadre por qué por qué por qué.
Teodoro abrazó con todas sus fuerzas a
Lucas que no paraba de llorar y por segunda vez de grande, Teodoro lloraba.
Cerró sus ojos y un par de lágrimas se deslizaban por sus mejillas.
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