viernes, 16 de octubre de 2020

Fiebre 5 Final de Temporada. Parte 2


 Vamos entra, bienvenido.

-Gracias. -Román le dio un beso en la boca a Gerardo mientras este le apretaba una nalga. 

-Así que el güevón este ya vive con mi papá.
-¿Qué piensas hacer? ¿Quieres quebrarlo? Si quieres me quedo y lo hago yo.
-No, eso es muy rápido, quiero que sufra un poco, vamos a dejar que se instale, disfrute, se lo cojan bastante y luego lo jodemos bien feo.
-Como quieras. Tenemos otras cosas pendientes con Manu.
-Sacarlo del negocio y montarnos nosotros, pero me dijiste que tenemos que ir con cuidado.
-Claro bicho, pero mientras eso sucede vamos a un sitio para darte machete.

Para llegar al apartamento de Gerardo tuvo que sortear unas cuantas alcabalas, aunque había una cierta flexibilización tuvo que decirle a uno de los guardias que buscaba gasolina, mostrando la aguja casi en la E.
-Tranquilo que yo le digo a Luis que te llene el tanque full.
-Pero está muy cara.
-Nené, usted es mi responsabilidad ahora, no te preocupes por eso.
-Siento que te estoy chuleando, todos lo que saben que estoy contigo me dicen que eres mi Sugar Daddy.
-Mi amor, esa es la verdad, deja la angustia y disfrute de su Sugar Daddy, eso sí, usted solito va a arreglar su ropero.
Román llevó las maletas al cuarto y vio el clóset dispuesto para él.
-¿Ahí tenía la ropa tu esposa?
-Siiiii...ahora todo eso es tuyo y no vuelvas a nombrarla en esta casa. -Gerardo detrás del chico le desabrocha el cinturón y el pantalón, le quitó la franela.
-¿Tus hijos saben que voy a vivir contigo?
-Concéntrate en nosotros dos por favor. -Le metió la mano entre las nalgas mientras su pene lubricaba rozando la piel de Román que ya comenzaba a excitarse.
El chico se volteó y se agachó para atajar el líquido transparente que colgaba del glande. Le chupaba el prepucio disfrutando del líquido preseminal que seguía saliendo.
-Cada vez que me lo mamás lo haces mejor. ¿Estás practicando con tus amiguitos?
-Estamos en cuarentena. -Dijo Román y se introdujo todo el pene en la boca mientras Gerardo sentía como seguía lubricando.
Román se levantó y le dio un beso a Gerardo que disfrutó con el sabor del líquido en la boca del chico.
Ahora se agachaba Gerardo para hacerle sexo oral al muchacho.
Gerardo se tragaba todo el pene de Román, aunque no tenía las dimensiones del suyo, no era un pene pequeño pero lo tenía todo en su boca, el chico se estremecía, le tocaba la cabeza a Gerardo pero este le quitaba la mano, lo aferró hacia él abrazándolo por sus caderas. Gerardo le succionaba el pene mientras apretaba sus nalgas. El chico volvía a poner sus manos en la cabeza de Gerardo.
Este se levanta intempestivamente. -¡Coño no me toques la cabeza nené! No soy un chamito que le das cariñitos.
-Tú me acaricias.
-Eres un nené...a ti si te puedo hacer cariñitos. Pélame el culito que quiero cogerte.
Román estaba un poco desconcertado y algo molesto pero se montó en la cama arrodillado, con su cabeza en el colchón y sus manos abriendo sus nalgas.
Gerardo se mordió el labio y se acercó bañando su pene de lubricante. Echó para atrás el prepucio. Acercó el pene y empujó acostando al chico en la cama, una vez tumbado el pene terminó de entrar provocando un grito de Román. Gerardo levantaba su cadera y volvía a bajar sintiendo como su pene entraba dentro del culo caliente del chico. Se le acercó al oído.
-Ahora me pertences nené, eres mío y más nadie te va a tocar o coger, solo yo. -Siguió moviéndose, el chico apretaba la sábana con su mano mientras hacía lo mismo con los dientes.
-No necesitas otra verga, la mía es bien grande y gorda y soy el que te mantiene nené, no lo olvides.
-No....no...mételo. -Gerardo empujó con fuerza y seguía moviéndose. Retiró el pene y le vio el culo dilatado y lo excitó, volteó al chico, lo tomó del cabello masturbándose cerca de su boca.
-Abre la boca, abre la boca. -Román la abrió, Gerardo apretó su mano sujetando con fuerza el cabello del chico y derramó el semen dentro de la boca. Sacó las últimas gotas exprimiendo el prepucio. Le dio dos palmadas en la mejilla y lo besó probando su propio semen.
Román comenzó a masturbarse mientras Gerardo le metía los dedos en el culo. Logró que acabará enseguida.
Se acostaron ambos boca arriba uno al lado del otro.
-Eres un poco violento en el sexo viejo.
-¿No te gusta?
-Si...pero, coño...parece que te metieras una vaina, a veces me gusta tener sexo más calmado.
-Lo tendrás también. Pero tirar tan apendejeado me aburre, quiero verte chillar.
Hubo un silencio.

-¿Has tenido sexo por ahí? ¿Te cogen como te gusta?
Román se puso nervioso y pensó en Braulio, la temperatura comenzó a subirle, Gerardo la sintió al tenerlo cerca.
-¿Quién te cogió?
-Nadie viejo, yo no he estado con más nadie...solo es que...
-¿Te viste con el maricón de tu profesor?
-Si, pero no pasó nada, me ví con él para aclarar las cosas.
-¿Dónde te viste con él?
-En su apartamento. -Gerardo se dio media vuelta poniéndose de lado mirando a Román.
-Yo te voy a creer que no tuviste nada con él, te voy a dar ese beneficio pero como yo me entere que ese tipo, así sea que te da la mano para saludarte, lo despacho y te vas enterar de lo que le hice.
-Viejo ya te dije que aclaré las cosas con él y solo sabré de él por los trabajos del colegio que envía online.
-Más le vale que no te toque un pelo. Si tú quieres ser puta, lo serás conmigo en mi cama.
-Hay algo que no sabes. -Gerardo se sentó en la cama y levantó al muchacho por el brazo.
-Habla de una vez, porque salgo a matar a ese maricón.
-Él...es...ay viejo es que Braulio es hermano del tipo este que tiene a Federico.
Gerardo se levantó de la cama y se pasó las manos por la cabeza desesperado.

Carlota se había puesto un vestido de falda corto, se secó el cabello y se bañó en perfume. Llegó a la dirección indicada.
-Deje estacionado el carro aquí y camine hacia la entrada. -Carlota se puso nerviosa pero caminó hacia la puerta, ahí lo esperaba un hombre que cargaba una radio para comunicarse.
-Debo revisarla y su celular se queda aquí.
-Pero...es mi equipo de trabajo.
-Lo siento, entréguemelo.
Carlota entregó el celular y su cartera para que la revisaran, luego la registró a ella.
-Esto me parece algo innecesario. ¿El señor Guevara sabe de este procedimiento?
-Pase señora, bienvenida.
El hombre avisó por radio y la puerta de entrada se abrió. Apareció Manuel en bóxer y cholas.
-Carlota, bienvenida pasa, disculpa que te reciba así, me iba a duchar pasa.
Carlota lo miraba, tragó saliva y su mirada buscaba un punto focal, ella veía los músculos y los tatuajes, bajó la mirada a la entrepierna, se notaba un bulto enorme que la puso nerviosa.
-No entiendo porqué tanta seguridad, me puso... nerviosa.
-Eso mismo preciosa, seguridad, voy a entregarte dinero y quiero estar seguro que estás limpia, el sucio aquí soy yo. Pasa y sírvete un trago, ¿Me das chance para subir y darme un duchazo rapidito?.
Terminó de entrar y lo vio subir las escaleras.
-Si quieres te sirves un trago y subes a la habitación, tengo una oficina, computadora y televisión.
-No, no tranquilo, te espero aquí en la sala.

Ella entró a la cocina a buscar un vaso y hielo.
Cuando se volteó tenía detrás a Manuel.
-Ay que susto
-Tranquila, estás temblando. -Ella bajó la mirada y lo vio con una toalla muy pequeña en su cadera, apenas le tapaba el trasero y la parte delantera. -Te iba a decir que las botellas están en el mueble negro del comedor, sírvete y me sirves lo que quieras.
-Ok, ok, disculpa, no estoy acostumbrada a estas cosas ja ja ja, estoy nerviosa, me tienes nerviosa, ve... A vestirte por favor.
-Primero voy a ducharme. La habitación es la primera puerta a la derecha al subir las escaleras.

No hay comentarios:

Publicar un comentario