jueves, 22 de octubre de 2020

FIEBRE 6. Capítulo 4


Gerónimo se levantaba de la cama, estaba desnudo mientras Carlota tomaba la sábana y se arropaba.

-Ve vistiéndote para llevarte.
-Ay ya va. -Gerónimo salió de la habitación con una toalla en su cintura.

-Jefe la niña está en el edificio de su tio-.
-Sácala de ahí y te la traes, esa carajita no atiende el celular-

Gerónimo puso hacer café en el momento que sonaba el timbre de su casa.
-¿Quién será? -Vio por el ojo mágico.
-¿Qué hace esta aquí? -Abrió
-Hola cuñado, disculpa que venga sin avisarte. -Entró al apartamento mientras Gerónimo se ponía nervioso. -Carlota se fue de la casa y no sé dónde está, la llamo al celular y no atiende.
-Tranquila, a lo mejor está con una amiga.
-Tio no hay jabón dame uno. -Carlota salía de la habitación desnuda, su madre se levanta del sofá impresionada viendo a su cuñado.
-Puedo explicarte.
-Aquí nadie explica nada. -Willy hace un movimiento y deja desmayada a Carlota y le apunta con el arma a Gerónimo. -No te muevas viejo. Tú vístete que te vienes conmigo. Willy le quitó la toalla a Gerónimo y le dio un fuerte golpe que lo tumbó al piso.

Cargó a Carlota mientras la chica salía del apartamento.
-¿A dónde me llevas?
-¿Tú qué crees mocosa?
-¿Que le van a hacer a mi mamá?
-Cállate y móntate en el carro 

Se montaron. -Ponle esto en la cabeza a tu mamá y amárrale las manos por detrás
Llegaron a la casa de Manuel, sacó del carro a la chica y dos hombres se llevaron a Carlota para encerrarla.
Entraron y en la sala estaba Manuel, dos hombres y Federico.
-Hermanita.
-¿Qué haces aquí?
-No te hagas la tonta yo trabajo aquí.
-Y tu hermanita trabaja para mí también, es una de mis perritas. ¿Sabías que tu hermana también se tira a tu tío? No eres el único.
-Federico estaba tenso, sentía rabia, no sabía si por saber que su hermana se acostaba con Manuel o con su tío.
-Yo sí puedo decir que me tiré a mamá y a sus cachorritos. Por cierto Federico, tu mamá está aquí, la traje a mi casa. ¿Quieren verla?

Manuel fue a ver a Carlota que seguía amarrada pero sin la capucha, el cuarto estaba oscuro. Cerró la puerta, Carlota se asustó preguntando quién estaba ahí. Manuel se acercó hablándole al oído y la besó en la boca. Le arrancó la ropa.
-No me haga daño por favor.
-¿Ya no te acuerdas de mí Carlota? ¿Te olvidaste?
-¿Quién es? -Carlota temblaba y sudaba, el calor en la habitación era insoportable.
-Ernesto. -La besó en la boca mientras le metía los dedos en la vagina. Encendió la luz.
Carlota comenzó a llorar. -No me hagas daño.
-¿Crees que te haré daño? Tranquila, estás aquí para que veas a tus hijos. Vístete.
La desamarró.
-¿Mis hijos? -¡No le hagas nada a mis hijos! Si algo les pasa te mato.
Manuel le dio una bofetada con el dorso de la mano.
-¡Que bajen los carajitos! -No te atrevas a contarle a alguien lo que ha pasado aquí. Ni a tu exmarido Gerardo porque mató a tus hijos. Tengo negocios con tu ex aunque él no lo sabe. Quiero que me entregues los dólares que tienes, que sé que tienes muchos. Yo me comunico contigo. Mi garantía son tus hijos. Hablas o no me das el dinero los mato y de la peor manera.
Llegaron Federico y Carlota. La chica estaba más impresionada que Federico. La madre se acercó y los abrazó.
-Este hombre los va a matar, nos va a matar. -Susurraba al oído de sus hijos.
-Ay mamá, tranquila, ya te vas a ir a casa con la gafa esta.
-Carlota. -Manuel le hablaba desde la puerta. -Tus hijos se portan muy bien en la cama igual que tú, salieron a ti.
Carlota vio a sus hijos y siguió llorando.
-Mamá...yo...
-Sácame de aquí Federico.
-Hazle caso a tu madre. Llévate la camioneta y lleva a tus mujeres a su casa.

Federico manejaba, Su hermana al lado de él, su madre en el asiento de atrás viendo por la ventana con la mirada perdida.

Llegaron al apartamento.
-¿Cómo pudieron acostarse con ese hombre?
-Tú también te acostaste con él.
-Ernesto es un monstruo.
-No se llama Ernesto, se llama Manuel Rendón. -Dijo Carlota, Federico le dio un golpe en la cara tumbándola al suelo, le puso unas esposas. Carlota intentó ayudar a su hija pero Federico le apuntó con el arma.
-No te atreverás a matar a tu madre.
-Soy capaz de todo. - Le puso un pañuelo en la boca a su hermana. Apuntó a su madre de nuevo. Mete en este bolso los dólares que tienes en la caja fuerte.
-No serás capáz de robarle a tu madre.
-Tú robaste ese dinero, es negro, corrupto.
-No te voy a dar nada.
Le dio un disparo a su hermana en el brazo que solo le rozó. Comenzó a gritar -El próximo tiro va directo en la frente ¿Quieres que la mate? Abre la caja fuerte y mete el dinero ahí.
Carlota fue hacia la caja fuerte y Federico iba detrás de ella.
-¿Qué te hicieron hijo, qué te hice? Te pido perdón si te hice daño.
-¡Abre la puta caja! Si hablas con la policía o con mi papá nos van a matar.

Carlota abrió la caja, dentro había torres de dinero, fue sacándolo todo.
-Mete todo, no se te ocurra dejar nada.
Metió todo el dinero y empujó la bolsa.
-Después de esto no me interesa si me matan, esto que estoy viviendo es lo peor que le puede pasar a una madre.
Federico la vio a los ojos y le disparó. La bala atravesó el hombro derecho. Se fue.

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