viernes, 16 de octubre de 2020

Fiebre 5 Final de Temporada. Parte 1


La camioneta se estaciona justo en la entrada del edificio, el conductor baja la ventana y le hace una seña para que se acerque.

-Vamos Carlota, ya llegó, ¡deja el celular por un momento por favor!

-Buenos días señor Guevara.
-Buenos días señora, disculpe el retraso, ya sabe cómo está la ciudad, no hay nadie pero las alcabalas fastidian.
-Tranquilo, me traigo a mi hija, ella es Carlota. ¿No hay problema?
Manuel se quita los lentes y voltea hacia atrás y le da la mano a Carlota que se pone nerviosa. -Mucho gusto, hermosa como la madre. -Se acomoda en su puesto y se pone los lentes. -No hay problema, si pasamos por alguna alcabala que se agache.

Mientras Carlota hablaba de los locales a visitar y comentarle asuntos técnicos, Manuel miraba por el retrovisor a Carlota hija.
-Para que tengas una idea Carlota, disculpa que te tutee.
-No se preocupe.
-Mis jefes me pidieron un local para venta de ropa, creo que es de una marca, pero es para eso, claro ahora que veamos los locales le voy diciendo en el sitio lo que queremos.
-Perfecto, mucho mejor, así nos vamos entendiendo. -Carlota se le quedó viendo el enorme brazo, se dio cuenta que estaba tatuado, su hija veía a la madre.
-Le gustan los tatuajes.
-Jaja si, tengo en ambos brazos en el pecho y en otras partes que no se pueden decir.
-A mi hija le encantan pero aún es un niña para tenerlos.
-Tengo 16 años mamá, no soy una niña. -Manuel la vio por el retrovisor. -Cuando seas mayor de edad podrás hacerte un tatuaje y hacer otras cosas.
-¡Ay no por favor! No le diga esas cosas que esta niña ya quiere hacer de todo y su hermano que...- se detuvo.
-¿Ah tiene dos hijos?
Carlota hija se sonrió.
-Llegamos al primero. Si quiere estaciona aquí, aquí mismo si.

Carlota tenía las llaves del local y entraron. Estaba completamente vacío y algo oscuro, las ventanas tenían bolsas negras. Encendió las luces.
-Esperen aquí que hablo con el encargado para entrar y ver el espacio.

-Señor Guevara entonces. -Le dijo la chica a Manuel.
Manuel le pasó la mano por la nuca y la trajo hacia él dándole un beso en la boca, le metió la lengua mientras su mano le apretaba la nuca. La soltó.
-Te quieres acostar con mi mamá. Todo esto es pura paja para acostarte con ella.
-Si, me la voy a coger. Pero lo del local es cierto, voy a montar una tienda.

Carlota regresó y los llamó para que terminaran de entrar y ver el  local. Mientras Carlota hablaba, Manuel le metía mano a la chica.
-Este está bien, me gustaría más grande aunque haciendo unos cambios creo que funcionaría.
-No te precipites que vamos a ver tres más. ¿Qué haces?
Manuel se quitaba la camisa, tenía una franela por debajo. -Para que tu hija vea los tatuajes. -Carlota no le quitaba la mirada de encima.
-Es hermoso este, wow. ¿Dónde tienes otro?
-Aquí, señaló su entrepierna y en un glúteo, en la espalda también pero esos no se los mostraré ja ja ja.
-No, no por favor, aquí no...bueno ni aquí ni en ningún lado ja ja ja. Carlota cálmate.
-¿Vamos al otro local? Ya va, vamos al patio. -Manuel se ponía la camisa y camina delante de ellas, ambas le miraban el trasero.

Se montaron en el carro y fueron al otro local.
-¿Te puedo decir algo? Espero no te molestes.
Carlota se emocionó pero trato de que no se notará. -Este hombre me tiene nerviosa. Si, dime.
-Viendo a tu hija, tiene el perfil para ser modelo, tiene el porte.
Carlota se le fue la sonrisa, vio a su hija y volvió a ver a Manuel, se sonrió. -Ay gracias, si, es delgadita y con curvas.
-Mi socia tiene una agencia de modelos, claro ahora está todo parado pero te puedo dar el número y que haga un casting, unas fotos no sé cómo es el mecanismo.
-Ah buenísimo, ¿que tal Carlota, te gustaría?
-De gustarme me gusta pero yo no tomo decisiones, tienes que decidir tú y mi papá.
-Yo, yo te doy permiso, no molestemos a tu papá con eso.
-Ahora que lleguemos busco la tarjeta y te la doy
-¡Ay gracias! -Carlota tocó el hombro de Manuel y sintió una piedra, bajó la mirada y vio la entrepierna, un enorme bulto sobresalía. Desvió la mirada hacia la ventana. Manuel se sonrió y vio a la chica.

Llegaron. -¿Quieren un café o algo? Voy a la cafetería.
-Un marrón.
-Unos cigarros.
-¡Carlota!
-Un jugo de naranja por favor. -Dijo la chica.

 Carlota se adelantó con su hija para abrir el local mientras llegaba Manuel con las bebidas.
-Aquí tienen y la servilleta, toma preciosa el pitillo.
Manuel tomó un trago de café pero estaba caliente y se le derramó en el pecho. -¡Coño! Perdon, quema. Voy a la camioneta por otra camisa.
Regresó al local y se quitó la camisa manchada y la franela. Ambas mujeres se quedaron mirando los pectorales y bíceps de Manuel cuando quedó semidesnudo. Carlota detallaba los tatuajes, veía como cada músculo se movía, soltó un suspiro, miró de nuevo la entrepierna.
-Disculpen el espectáculo ya me visto y vemos el local.
Manuel detallaba cada lugar, cada esquina. -¿Y esta puerta?
-Un depósito
-Quiero verlo.
Carlota fue a buscar las llaves y Manuel metió a Carlota en el baño.
-Desabróchate el pantalón. -Comenzó a besarla mientras se bajaba el pantalón. La cargó y la penetró, la chica gritó y Manuel le tapó la boca con fuerza mientras le metía completo su pene.
-¿Ernesto?
-Voy, voy, estoy en el baño, ya salgo.
-Mamálo un ratico. -Le dijo en voz baja
Se acomodó el pantalón. -Yo salgo, luego sales tú.

-Disculpa, vayamos al depósito.
-¿Y mi hija?
-Creo que salió del local.
Entraron al depósito, estaba oscuro, Carlota se tropezó y Manuel la sostuvo, Carlota se le erizó la piel, se estremeció. -No se me caiga.
-Gracias...eres...eres muy amable.
-Me quedo con este local. -Le dijo Manuel muy cerca de la boca de Carlota.
-Buena elección.
-Salgamos de aquí, la temperatura sube.
Salieron del depósito y ahí estaba Carlota.

-Voy un momento a la camioneta a buscar unos documentos y ya regresó.

Carlota abrazó a su hija y se quedaron viendo a Manuel salir del local.
-¿Viste los brazos de ese tipo?
-Este hombre está buenísimo, lástima que estoy casada. Ay ya no estoy casada Ups.
-¡Mamáááá! 
-Ay Carlota, es broma. ¿Cómo me voy a fijar en un hombre así? -Diooos, este hombre está buenísimo.

Manuel las dejó en el edificio. -Cerramos el negocio, voy a pagar en efectivo y en dólares. 
Cuando cuadremos todo te los doy a ti personalmente. 
-Perfecto no hay problema. Me los traes acá y arreglamos todo.
-No, prefiero que vayas a mi casa, ahí tengo la oficina y arreglamos el papeleo con mi abogado ahí mismo. Todo será seguro. 
-Ok, te aviso cuando tenga todo listo.
-Toma, la tarjeta de la agencia de modelos.
-Gracias Ernesto y encantada de hacer negocios contigo.
-Igualmente y seguiremos haciendo negocios, te llamaré.
Se fueron. En el asiento de atrás se quedó la cartera de Carlota, Manuel la agarró.
-Ay espérame aquí mamá, se me quedó la cartera.
-Ya llamo a Ernesto.

Carlota se acercó por la ventana del copiloto.
-Me dejaste pica'o con la cogida.
-Así que una agencia de modelos.
-Si mi amor, entrarás en un catálogo de perritas quinceañeras. Te vas a forrar de plata conmigo.
-Dame la cartera que mi mamá va a sospechar. Me llamas para repetir.
-Primero me cojo a mamá y luego a ti preciosa, cuídame la mercancía.


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