Huevos revueltos. Capítulo 12

 

Luego de 72 horas detenido, Leonardo el papá de Lorenzo, llega a su casa luego de pagar una fianza a la espera de juicio. Tanto el hombre como el niño descubiertos teniendo sexo se le hicieron los exámenes correspondientes. Hubo penetración pero no son padre e hijo. El menor se prostituye para conseguir dinero.

-Tu hijo sigue de reposo, no entiendo por qué lo golpeaste.

-Julieta si no quieres recibir una golpiza tú, cállate.

-Casi lo matas.

-Lorenzo va a ese parque donde los hombres tienen sexo y esos dos carajitos andaban ahí. ¿Por qué se escapó de casa sin decir nada?

-Son amigos.

-ESE CARAJITO NO VA A VER A MI HIJO MAS.

-Estudian juntos Leonardo.

-Pues lo sacamos del colegio. No quiero hijos maricones en mi casa.

-Lorenzo escuchaba escondido en el pasillo.

José estaba en clases y ya desde temprano los alumnos más grandes se metían con él.

En el primer recreo lo rodearon.

-¿Y tu novio? ¿Ya no tienes quien te de besitos? Ja ja ja.

-Vamos a llevarlo al baño, ya que no está el novio nos lo cogemos nosotros.

-No, no, no, déjenme, suéltenme. -Lo alzaron y justo cuando llegaban al baño sonó el timbre para entrar a clases. En el salón José se sentó al fondo del salón recostándose en el pupitre. El profesor al verlo le reclamó y el chico fingió un fuerte dolor de barriga. Lo enviaron a la dirección donde llamaron a su madre que llegó media hora después.

-Ya en el carro, la mamá le hablaba a José. -Por tu culpa tuve que pagar un taxi para venirte a buscar rápido.

-No pagaste mamá, es el vecino y tu novio.

-Tranquilo carajito que yo le voy a cobrar igual, se volteó mordiéndose el labio y ella le golpeó en el hombro.

-¿Por que te duele la barriga?

-No me duele, no quería estar en el colegio, lo odio.

-Pero si ahí está tu amigo Lorenzo.

-¿Lorenzo es con el que te caes a besos?

-¡Robertooo!

-Los del colegio me molestan todo el día, los de 4to y 5to año, hoy me querían meter al baño y...

-¿Te hacen bullying? Ay papá estás jodido. Tu hijo es blandito mi reina, hay que hacerlo un hombre que sepa defenderse, mosca y te sale maricón Claudia.

-No hables pendejadas.

-¿Y tu amiguito no estaba en el colegio para defenderte?

-Está de reposo, su papá lo cayó a coñazos el día del parque.

-Eso te hace falta a ti, unos buenos coñazos, si yo viviera con ustedes irías derechito, yo si te pego.

-Claro, cómo le pegas a mi mamá.

Roberto se volteó y le dio un manotón y Claudia le gritó al hombre. -Que no me hable así que yo si le doy y duro. No joda, que se habrá creído este carajito.

-Gracias por traernos.

-Voy a subir, quiero orinar y aprovecho y te cobro.

Jose sabía que eso era tener sexo con su madre.

Llegaron al apartamento. -Si tienes hambre hazte un sándwich. -Le dijo la madre mientras se encerraban en la habitación. José se acercó y escuchaba risas, hubo un silencio, se escuchó un suspiro. -Sigue mamando.

Otro silencio y de repente un grito y luego quejidos seguidos.

-¿No querías llevar güevo, perra? Aguanta. -Se escucharon cachetadas, José se imaginó que podían ser nalgadas, se rió y se alejó de la puerta. Mientras se preparaba un sándwich sonó el teléfono de la casa y el chico atendió.

-Aló

-¿José?

-¡Lorenzo! He pensado en ti, mucho, ¿cómo sigues? Hoy me fui del colegio, casi me violan.

-Mierda, ya estoy mejor, mira no puedo hablar mucho pero escucha se me ocurrió una idea muy loca. Vamos a escaparnos a Oriente a la costa, tú y yo, a vivir una aventura, sin nadie que nos moleste, sin familia, solo nosotros.

-José miró hacia la puerta del cuarto de su mamá que se escuchaba gritos.

-Eso es muy loco, ¿Y como nos vamos? ¿Con que plata? Somos menores de edad.

-Escuchame, nos vamos en 30 días, en todo ese mes tenemos que recolectar la mayor cantidad de dinero. Yo le voy a ir quitando dólares a mi papá que tiene en casa y a lo último me transfiero dinero a mi cuenta que me abrió, haz lo mismo. El novio de tu mamá es taxista, debe tener dólares, róbale billetes, un mes mi amor, un mes y seremos libres.

-Ya va, ya va Lorenzo, tu lo ves muy fácil marico, Roberto es un animal, me descubre y me mata a coñazos.

-Tu sabes cómo hacerlo, hazlo de a poco. Mientras más dinero nos llevemos mejor nos irá.

-Es muy arriesgado ese plan, irnos así a lo loco sin saber.

-Mi amor, confía en mí, estaremos juntos y juntos todo saldrá bien, chao, te llamo mañana.

José colgó el teléfono, lo que le dijo Lorenzo lo puso nervioso vio en la mesa la cartera de su madre y la billetera de Roberto junto a las llaves. Se acercó a la puerta y escuchaba aún los gritos.

Registró la cartera de su mamá y abrió el monedero habían unos dólares, vio las denominaciones y tomó uno de 20, cerró el monedero y lo metió en la cartera y agarró la billetera de Roberto que estaba abultada.

La abrió. Billetes de un dólar, de cinco y de diez, en el otro espacio había un fajo de billetes de 100, se sorprendió. Tomó uno y dos billetes de cada denominacion, corrió a su cuarto y los escondió, el corazón le brincaba en el pecho, se detuvo, respiró hondo y se calmó. Escuchó la puerta del cuarto de su madre.

-Josééé. -El chico salió. Roberto estaba en la puerta desnudo.

-Tráeme dos birras, rápido.

José fue a la cocina buscó dos botellas, le quitó las tapas y se las llevó.

-Mosca con lo que haces, seguimos aquí. -Cerró la puerta y le pasó el pestillo.

Se quedó pegado a la puerta y volvió a escuchar gemidos, no lo pensó y buscó las llaves de la casa y del taxi y bajó.

Revisó el carro buscando algún billete. Abrió la guantera y había un rollo de billetes con una liga, lo tomó y al intentar quitarla se rompe. -¡Coñodelamadre! Habian billetes de uno y de cinco, cogió cinco billetes de cada uno, revolvió la guantera y en las puertas y vio otra liga, enrrolló bien los billetes y le puso la liga. Cerró el carro y subió. Ya en el ascensor, de nuevo el corazón le latía a gran velocidad. Nunca había robado dinero a nadie y estaba nervioso. Entró al apartamento con cuidado y se fue a su habitación.

Roberto salía de la habitación en interiores, José salía de su cuarto y se le quedó viendo la entrepierna pero enseguida desvió la mirada.

Roberto se ponía los pantalones. -Me tomó otra fría y me largo a trabajar. Tu mamá se quedó dormida, está noqueada.

Se bebió la cerveza de un tirón. Así tienes que dejar a las hembras, agotadas, una buena cogida y las tienes arrastraditas, pero tú eres mariquito, te gustan las vergas. Toma, una propina. -Le dio un dólar.

Se guardó la billetera y cogió las llaves.

-Roberto. -El hombre se volteó.

-Me tengo que ir mariquito ¿Que pasa?

-Tu boxeaste o entrenas para boxeador.

-Ajá.

-Enséñame, enséñame a lanzar coñazos. Quiero defenderme de los malditos de mi colegio.

-¿Que me vas a dar cambio?

-Le hablo a mi mamá bien de ti, le digo que tú eres el hombre que le hace falta, que te deje vivir aquí y....toma, llévate mis llaves le sacas copias y me las traes. Tendrás llave de esta casa.

-Coño...quieres aprender a pelear. Ok, iremos a un gimnasio que está por aquí cerca o también practicamos en mi casa. Y no le digas a tu mamá de esto.

-Tranquilo que mi mamá va a ser la mujer que te lave la ropa. José pensaba en lo que había dicho y le daba vergüenza hablar así.

-Si va mariquito, coño lástima que te gustan los hombres, tengo unas hembritas que te gustarían, te las gozarías, uuuf tiernitas.

-¿Como sabes, quién te dijo que soy gay?

-Ay papá, eso se ve a lo lejos, tu mamá que es gafa y lo niega, pero yo detectó a los maricos a distancia, bastante loca que se monta en el taxi y quieren que me los coja o quieren mamarme el güevo.

¿Y te lo han mamado?

-Si un par de veces dos locas que salían de un bar de maricos, claro un día uno y otro día otro, parece que se comunicaron y bueno.

-¿Te los cogiste?

-No que va chamo, esos culos deben tener cualquier enfermedad, además yo no cojo maricos, a mí me gusta una cuca, unas tetas.

-¿Cuando empezamos?

-Mañana mismo papi. Te aviso.

Se fue Roberto y José a su cuarto a contar los dólares, se había robado 274 dólares más el dólar que le dio Roberto.

Se quedó en su cuarto tumbado en la cama y se durmió.