sábado, 30 de enero de 2021

Huevos revueltos. Capítulo 20

 


Renato llegaba temprano a la oficina, encendió la computadora. Recibió en su celular una notificación.

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Renato sonrió pero a su mente llegó la imagen de Octavio. Se sentó en la computadora y abrió Facebook, recordó que tenía que hacer una llamada.
Buscó el número de Ignacio.
-Epa bicho ¿Que más?
-Epa, fino, aquí en el local.
-Mira, ¿hoy te puedes escapar al mediodía? Te invito a almorzar y luego nos caemos a birras.
-Coño...¿o sea que nos vemos al mediodía y no regresamos a nuestros trabajos?
-¿Puedes?
-Bueno, si...de poder puedo, tengo que cuadrar unas cosas aquí y listo.
-Yo te busco por el centro comercial y ahí vemos donde comemos.
-Dale, mándale saludos a Agustín.
-Seguro, de tu parte, nos vemos.

Entró en Facebook y buscó entre la gente que tiene bloqueada a Octavio. Lo desbloqueó. Una vez lo hizo comenzaron a aparecer mensajes.
<QEPD>
<Vuela alto amigo>
<Aún no puedo creer que estás muerto>
<Te nos fuiste muy rápido>
<No era la manera de solucionar las cosas, pero fue tu decisión, descansa en paz> -Hubo un mensaje que lo perturbó.

<La persona o las personas que te empujaron a hacer esto no merecen la vida y pronto les llegará el día, no se vale lo que te pasó. El rechazo y el bullying debe ser erradicado> -Cerró Facebook y se puso a trabajar.
-Pero yo lo ví en el gimnasio, y en el facebook habla de la muerte dos días antes. Aquí debe haber un error. -Renato no se concentraba en el trabajo.
Sonó su celular, era su novio, Agustín.
-Hola amor-
-Hola Tín ¿Cómo estás?
-Bien, ya en el súper, mira, ya te envié el pedido. 
-Gracias amor. Ya cancelo.
-¿Hoy nos vemos?
-No creo Tín, salgo después de las cinco pero me voy a ver con Nacho, quiere hablar conmigo.
-Seguro va hablar paja de Oto.
-Coño Oto hablará de lo malo de Nacho. Quiere desahogarse.
-Bueno, en fin, mándale saludos.
-Nacho no es malo Tín, al igual que Oto. Es tu mejor amigo y tiene cosas buenas y malas, al igual que Nacho.
-¿Tu conoces a Nacho también desde hace años?
-Desde hace 10 años más o menos.
-¿Cómo se conocieron?
-Tín estoy trabajando ¿En serio vamos a hablar de eso? 
-Ok, ok.
-Bastó que te enteraras de lo que pasó con Octavio y se te encendieron las alarmas, y mira que hablamos de ese acuerdo pero en fin.
-Te tiraste a Nacho.
Renato apagó el celular.
-Mierda a veces quisiera mandarlo al carajo. Sabía que esta supuesta relación abierta no iba a funcionar.
-Llamó a Agustín por el fijo de la oficina.
-Hola, disculpa que te cerré la llamada, no quería decirte una barbaridad.
-Tranquilo, discúlpame tú, a veces me pongo necio, te dejo, llegó gente, besos, te amo.
-Besos

12 del mediodía, Renato llamó a Ignacio para buscarlo. En el camino decidió comer en el centro comercial y le avisó a Ignacio que lo buscaría por la tienda.
Llegó al local, estaban los dos empleados e Ignacio que salió de la tienda al ver que llegaba Renato. Se abrazaron.
-Coño mijo deja el gym ya, te vas a poner enorme, ¿Cómo estás?.
-Bien vale, tú estás igualito que hace 10 años.
-¿Eso me lo dices de manera positiva o me dices que tengo el mismo cuerpo matado de hace 10 años comparado con el tuyo? Ja ja ja.
-Pendejo, ahora soy culpable de trabajar mi cuerpo.
-Ay si, trabajo mi cuerpo. ¿Dónde comemos?
-Vamos al restaurante que está aquí, que tengo tiempo que no voy.
-Marico vamos a un sitio más económico, yo ando seco.
-Guevón yo te llamé para invitarte, deja el drama. Vamos.

-¿Cómo van las cosas con Agustín? -Ignacio preguntó luego de haber pedido la comida.
-¿Nos tomamos un vino?
-Coño Renato a mí no me preguntes, el que invitó fuiste tú.
-Dale, yo pido una botella. Con Agustín bien, a veces con nuestros peos pero últimamente está celoso desde que se enteró que tiré con un carajo en el sauna.
-Coño no es para menos ¿Que esperabas?
-Eso fue un acuerdo que tuvimos hace un par de años y que nos contaríamos cuando sucediera pero yo en esta oportunidad no le conté, se enteró porque me conseguí al tipo ese en una reunión ya el resto te sabes el cuento. Entonces ahora cree que me he cogido a media ciudad. Hoy me preguntó que si iba a tirar contigo.
-Ignacio abrió los ojos y se encogió de hombros.
-Esta con ese peo y bueno con Oto parece que es papá Dios, que es bueno, que no hace nada, es el mejor hombre del mundo.
-Oto no es mala gente, pero...
-¿Qué pasó? ¿Lo descubriste en algo?
-Ya hace unos meses veníamos mal, ya no tirábamos, apenas unas mamadas, yo con ganas que me coja y el negado. Y hace unos días le descubrí una tarjeta con una nota, yo sospechaba algo por cosas que han pasado y al final me lo confirmó y lo mandé pal carajo.
-Que vaina vale...Oto no es mala gente, pero bueno, cosas que pasan. ¿Y cuándo tiró con el carajo?
-¡Marico, tienen una relación desde hace seis meses! Estaba conmigo y con el tipo.
-Que bolas...la vaina es sería. ¿Estás bien?
-No.
-Bebe.
Mientras comían hablaban de banalidades, de cuando tuvieron sexo hace 10 años, de los hombres, el trabajo.
-Te tengo que contar una vaina insólita. Hablando del tipo este con el que tiré, resulta que luego de la golpiza que le di, el tipo se suicidó... Si, yo también puse esa cara, el tipo como que siempre lo rechazaban los hombres, sufría de buillyng, el pana es medio obsesivo, me imagino por ese mismo tema, entonces yo le paré bola y luego le saqué el culo.
-Mierda chamo...que fuerte.
-Eso no es lo peor. -Le contó el evento en el gimnasio. -¡Marico le volví a caer a coñazos y resulta que ya estaba muerto! 
-¿No será que lo soñaste?
-Carajo, fui al gimnasio, tengo la tarjeta que registra mi ingreso. Ese día fui al gimnasio.
-Si pendejo pero a lo mejor lo soñaste antes o después de ir.
-No, no, ¿Qué coño de sueño?
Pidieron otra botella de vino y pidieron postre, seguían hablando, volvieron a reír, al sentarse uno al lado del otro Renato le acariciaba la cabeza por la nunca y le guiñaba el ojo.

Cuando se terminaron la segunda botella pidieron café.
-Renato yo te tengo que contar una vaina, pero por favor esto tiene que quedar entre tú y yo.
-Marico, no me asustes. ¿Te pasó algo?
-No...bueno a mi, a mi directamente no pero me toca de retruque.
-Coño dime...
-Marico el vino se me subió a la cabeza.
-Ahora nos vamos a caer a cervezas en mi casa.
-¿Me quieres rascar?
-Te quiero coger.
-Coño, ¿te tienes que rascar para cogerme? Peeeerdooon por no tener tu cuerpo.
-No marico, te quiero coger rascao o sobrio, pendejo. No te desvíes, habla.
-El tipo con quién tiene una relación aparte que es un viejo, no te imaginas quien es.
-¿Quién?
-Hector...su jefe, el papá de su mejor amigo.
-¿Quéééé?
-Si...nada más y nada menos.
-Verga, pero mírame al Oto, el que menos puja se tira a su segundo papá, porque Héctor ha sido como un papá para Oto. ¿Y te quedaste tan tranquilo?
-Si, marico yo no voy a ser coñoemadre con eso, Oto en algún momento tendrá que hablar, eso es problema suyo.
-No joda, le voy a decir a Agustín para que se le caiga el velo que tiene con su amiguito.
-¡No Renato! ¡Por favor, no hagas eso!
-No Nacho, te tenían engañado por seis meses.
-Vámonos a tirar para que se te quiten esas ideas.
Renato sabía que sobrio Ignacio no iba tirar con él, y él tomado también se desinhibiría para no sentirse tan culpable. Se levantó para pagar la cuenta.
-Coño esta tirada me salió cara ja ja ja. Pero vale la pena ese culito. -Llegó a la mesa. -Vámonos, pasamos por la licorería que está aquí adentro y buscamos el carro.

Llegaron al apartamento de Renato y este le lanza una lata de cerveza a Ignacio, toma una para él y las otras las mete en la nevera.
-¿No te da paja traer a alguien aquí para tirar?
Renato se le acercó y le dio un beso en la boca.
-¿Y eso me lo dices tú?
-¿Ya vives con Agustín? -Renato abrazó a Ignacio.
-Ay Nacho esa es otra, yo no quiero que nadie viva conmigo, pero Agustín insiste así que se viene los viernes en la tarde y se va el lunes en la mañana.
-Tu eres complicado Renato, eres muy jodido.
-Quítate la ropa anda, vamos a quedarnos en interiores.
Se desnudaron y se sentaron casi acostados en el sofá uno sobre otro.
-¿Nosotros porque no repetimos?
-La verdad no sé, porque tienes un culo divino y te mueves bien y lo mamas, uuuf coño, ahora debes ser un experto.
-¿Agustín es mala cama?
-No voy a responderte eso.
-No te gusta como tira pendejo ja ja ja.
-Marico estamos aquí tú y yo, deja a Agustín fuera de esto.
-Yo no me acuerdo como tira Oto, le voy a preguntar al papá de Agustín ja ja ja.
Renato se bajó el interior y su pene colgó de su pierna.
-Mámamelo. -Ignacio se acomodó para mamarle el pene poniéndose en cuclillas pero el mareo que tenía le hizo perder el equilibrio .
-Ja ja ja, ¿Estás rascao? Coño, no te me pongas torpe. -Renato se agarró el pene y lo sacudió, iba ganando erección.
-No me acordaba lo enorme que era tu trozo.
-¿Te da miedo ahora que estás más viejo? Mámalo.
Ignacio comenzó a mamarlo y el pene perdió erección.
-¿Marico tienes anestesia en la saliva? Me bajaste el palo ja ja ja. Te quiero coger, déjame buscar un condón.
-¿Me vas a coger con condón?
-De bolas marico, yo no sé con quién has tirado y te cogió el que te drogó.
Renato iba caminando no muy derecho, entró a su habitación, buscó el condón y el lubricante. Regresó a la sala.
-¿Me pones el condón?
-Verga...-Ignacio rompió el empaque y sacó el látex, lo estiró y comenzó a ponérselo. Lo estiraba, ponía el pene derecho halaba el condón. -Lo puse al revés. -Lo jaló para sacarlo.
-Verga pareces nuevo, ya se me bajó, dame que yo lo pongo. -Comenzó a masturbarse y se colocó el condón halándolo bien, ajustándolo y poniendo el lubricante. -Mira como quedó parece una salchicha alemana.
-Salchichón.
-Pélame esas nalgas pues, pa' meterte el salchichón.
Ignacio se abrió las nalgas y Renato comenzó a penetrarlo. -Marico, relaja el culo, parece una pared, no tengo un taladro.
-Es que me duele. -Renato volvió a intentarlo pero se mareaba.
-Verga que mareo. Coño de la madre se bajó ja ja ja. ¿Marico no te voy a poder coger? Vamos a la cama.
Renato se acostó y le dijo a Ignacio que se sentara. -Cabalga Nacho pero pónmelo duro primero. -Ignacio le mamó el pene con el condón y luego lo masturbó. Recuperó la erección.
-Ahí voy. Ignacio en cuclillas miraba por debajo para ver el pene y saber dónde colocarlo, con la cabeza agachada, el mareo lo hizo irse de lado y cayó. -Ja ja ja ja, verga ese vino estaba piche o son estas cervezas. No puede ser que no me pueda meter un guevo. -Volvió a intentarlo pero el pene perdía rigidez.
Renato se levantó puso a Ignacio en cuatro para penetrarlo. Se agarró el pene y lo ubicó para empujar. Volvió a perder erección.
-Coñodesumadre. Me cansé...-Se echó a un lado de Ignacio, este se volteó y ambos quedaron boca arriba mirando al techo.
-Tienes el culo maldito, por eso nadie te coge...ja ja ja.
-No joda Renato...tú rascao como pretendes bombear tanta sangre pa ese vergón.
-Ahora soy culpable de tener un verga grande, los maricos son inconformes...

Ambos se quedaron dormidos.






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