martes, 19 de enero de 2021

Huevos revueltos. Capítulo 9

 


Renato apenas abría los ojos viendo el sol como entraba en la habitación, vio a su lado a Agustín desnudo, sus nalgas las tenía frente a él, las acarició y luego buscó lubricante. Se echó en la mano y la metió entre las nalgas, luego embadurnó su pene y se lo recostó. Lentamente fue penetrándolo, Agustín comenzaba a moverse y se abrió una nalga. Renato terminó de penetrarlo. -Buenos días mi amor.

-Ay, buenos días, que rica esta despertada. -Renato le levantó la pierna y, ambos de lado, comenzó a moverse, Agustín empezó a gemir, estiró más su pierna y se echaba hacia atrás para que el pene le entrara completo.  Se movía más aprisa, el pene entraba completo y salía del culo también.
-Ay Tín me vas a hacer acabar no aprietes. -Agustín apretaba más el pene y Renato lo abrazó con fuerza descargándose dentro de él. Empujó una vez más y retiró el pene. El semen salía del culo.
-Quisiera amanecer así todos los días. -Dijo Agustín volteándose y dándole un beso en la boca a su novio.
-De eso te quería hablar Tín, he estado pensando y quiero que vengas a mi casa los viernes y te quedes hasta el lunes. -Agustín abrió los ojos y se sentó en la cama sin creer lo que había escuchado.
-¿En serio?
-Vamos a ir probando, como nos va. -Agustín volvió a besar a Renato que volvió a tener una erección. -Vamos a ducharnos que son las nueve de la mañana.
-¿Me vas a coger de nuevo?
-¿Quieres? Mira que yo puedo estar todo el día cogiéndote.
Entraron a la ducha y Renato volvió a penetrarlo, de pie y pegados contra la pared. Agustín gemía con fuerza mientras Renato empujaba y le mordía la oreja.
-Bien, te voy a cargar, dale. -Agustín se trepó en Renato y pasó sus brazos por la nuca de Renato, que, haciendo fuerza los sostenía. Los músculos de sus brazos están hinchados, tomó su pene y lo puso en la entrada del culo y lo metió, otro grito de Agustín. Renato levantaba y bajaba a su novio mientras este gritaba.
-Deja los gritos coño, nos van a oír.
-Coño es que me duele.
-¿Te lo saco?
-No, ¿Estás loco?
-Que putica, me gusta cuando te pones perra. -Movió a Agustín y su pene entró completo en el culo.
Bajó a Agustín y se puso a mamarle el pene, Renato le acariciaba la cabeza, mientras lo veía. Agustín levantó la mirada viendo a su novio.
-Verga mamas divino.
-Coño es que este vergón provoca mamarlo, es enorme.
Volvió a metérselo en la boca y jugaba con el prepucio. Renato le sacó el pene y comenzó a masturbarse. -¿Quieres la leche en la boca?
Agustín abrió la boca sacando la lengua esperando el semen. Renato le puso la mano en la frente mientras iba soltando los chorros en la boca y labios de Agustín. Este comenzó a masturbarse una vez que se levantó y Renato le metía los dedos en el culo hasta verlo acabar. Se ducharon y salieron para secarse.

-¿Usaste condón con el tipo ese del sauna?
-¿Vas a seguir atormentándote con eso?
-Responde.
-Si Agustín, sabes que si, coño acabamos de disfrutar del sexo y me sales con estas vainas, que manera de arruinar todo.
-Disculpa amor, verga es que...olvídalo, tienes razón. ¿Me llevas a casa para buscar mi carro?
-Yo te llevo al super, luego te busco y te dejo en casa.
-¿Seguro?
-Si vale.

Mientras iban en el carro Renato le bajó el volumen a la radio y habló.
-Lo de Oto e Ignacio como que se termina.
-Si, que cagada y tienen un año.
-A Oto se lo está cogiendo otro tipo, le da paja terminar con Ignacio.
-No vale ¿Tu crees?
-Debe ser alguien del bufete, me corto una bola si no es.
-Coño pero las personas que son de su edad es una mujer y otro tipo casado.
-¿Y los abogados viejetes? A Oto le han gustado siempre gente mayor que él, tú me lo has dicho.
-No me ha querido decir nada, es raro, me cuenta todo.
-Ya te contará, me da vaina con Ignacio, voy a invitarlo a unas birras cuando salga de reposo.
-¿Te lo quieres tirar?
Renato frenó el carro y apretó el volante cerrando los ojos. -Otro comentario como ese y te juro que te lanzo un coñazo.
-Pero si un día me dijiste que Ignacio estaba cogible cuando empezaban su relación.
-Chao, te busco en la tarde.

-No sería mala idea cogerme a Ignacio y recordar viejos tiempos, Oto no se lo coge y él tiene ganas de llevar güevo. Si se lo cuento a Tín seguro se arrecha, porque él es así, se arrecha si le cuento y si no le cuento tambíen se arrecha. Ja ja ja le digo que tuvimos algo hace 10 años y me mata.
Le tocó corneta a Agustín cuando entró al supermercado y él se fue a la torre del banco.

Renato entró a su oficina encendió la computadora y marcó el número de Ignacio.
-Epa chamo, ¿Cómo sigues?
-Epa Renato, un poco aturdido y mareado pero bien.
-Coño que bueno, se te extrañó anoche.
-Si, ya me contó Oto que le caiste a coñazo a un tipo, marico contrólate.
-Ah pendejadas, un guevón boca floja, mira te llamaba a ver si la semana que viene nos tomábamos unas birras, tú y yo.
-¿Tú y yo? ¿Sin los novios?
-Exacto, pa hablar de nuestras vainas y me eches los cuentos de lo que pasa con Oto.
-Dale, bueno, cuadramos para el viernes que ya debo estar mejor y nos vemos.
-Ok y bueno quien quita y...-Se detuvo antes de terminar la frase. -Nos comunicamos la semana que viene, cuídate. -Coño ya le ibas a decir a ver si tiraban.

Ignacio le extrañó la llamada aunque son amigos, no se esperaba una llamada de Renato.
-Despues de las birras viene sexo, seguro, Renato jala cerveza como un desgraciado. Pero le diré que no. Coño quiero recuperar la relación y no voy a joderla justo ahora.

Ignacio se levantó de la cama y fue a buscar unas pastillas en la mesita de noche de Oto. Moviendo las cosas vio un cartoncito, lo sacó, tenía un escrito. < Estos chocolates son para alegrarte el día y quites esa cara arrugada, Te amo, H >

Ignacio le recorrió un escalofrío por la espalda, arrugó el papel y aquella H le hacía ruido en la cabeza.


1 comentario: