David se encontraba trabajando en la oficina cuando recibe un mensaje de una amiga, excompañera del colegio
–<<Hola David como estás? Que es de tu vida?>>
–<<Todo bien vale, trabajando full>>
–<<Que bueno, mira ¿tú estás saliendo con alguien? ¿Estás soltero?>>
–<<Si soltero>>
–<<Ok, trabajo con un amigo también soltero y bueno quiere conocer gente…le doy tu messenger?>>
–<<Si vale, no hay problema>>.
Se agregaron, comenzaron a chatear un rato para conocerse.
Alejandro Marcano, diseñador gráfico, 34 años, afroamericano, oscuro como la noche, era lo que veía por la foto que tenía puesta.
Alejandro Marcano, diseñador gráfico, 34 años, afroamericano, oscuro como la noche, era lo que veía por la foto que tenía puesta.
Hablaron
de todo, hasta coquetearon un poco con el sexo. Se reían, hacían bromas
hasta que cuadraron para verse el sábado en la mañana para desayunar,
apenas era lunes así que siguierontoda la semana chateando.
Llegó el sábado,
David estaba primero en el lugar a pesar que Alejandro vive a dos cuadras,
esperó unos 20 minutos pues no estaba listo –mal comienzo–, era el primer día…así que se relajó.
Se encontraron, se saludaron y ahora sí, David lo escaneó de arriba a abajo. Efectivamente
era negrísimo, sonriendo se veía donde estaba la cara, usaba dos piercing
en las orejas, calvo y unas nalgas paradas y redondas. El mal comienzo que tuvo
por la tardanza se disipó al ver ese metro setenta de pura
afroamericanidad frente a él.
David
tiene debilidad por la gente de color y estaba nervioso en esa primera
cita
Pidieron desayuno, se sentaron, charlaron de todo, Alejandro le contó donde trabajaba, que vivía con su ex, tiene dos hermanas, la familia es de Colombia.
Pidieron desayuno, se sentaron, charlaron de todo, Alejandro le contó donde trabajaba, que vivía con su ex, tiene dos hermanas, la familia es de Colombia.
A David le resultó extraño lo de vivir con el ex pero es el dueño del apartamento. Es mucho mayor que Alejandro y bueno quedaron de muy buenos amigos y por eso siguen viviendo juntos.
Alejandro
estaba angustiado porque David se movía mucho en la mesa, cambiaba
de posición a cada rato, subía una pierna a la silla, la bajaba y le
preguntó si estaba nervioso que parecía que estaba haciendo yoga ahí. Le dijo que no, que él es así, inquieto.
La pasaron bien, entre risas y cuentos estuvieron casi tres horas juntos. Alejandro tenía que irse pues tenía trabajo en casa y David tenía un compromiso.
Quedaron
en verse nuevamente un día de estos, ya tenían cada uno el número del
otro. Se despidieron con un abrazo, David no podía con esa humanidad
oscura tan cerca.
David se iba a encontrar con Diego para almorzar. Esa sería la última vez que se iban a ver por lo menos para un encuentro sexual.
David se iba a encontrar con Diego para almorzar. Esa sería la última vez que se iban a ver por lo menos para un encuentro sexual.
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