Ya en enero, Alejandro y David estaban planificando un viaje a Margarita, había que cuadrar fechas, dinero y hospedaje.
Peter
se fue por una semana a Barquisimeto pues tenía pendiente montar una
exposición con piezas de allá más las que el tenía en su apartamento,
que eran bastantes.
David
aprovechó y se mudó con Alejandro. Los días de convivencia fueron
buenos pero habían cosas que a David no le parecían como el hecho de
recoger todo y acomodar todo en el momento si Peter no estaba. David le
decía que se relajara que tomara las cosas con calma y Alejandro que no y
que no, llegó un momento que David desistió, pensó –Bueno esta no es tu
casa, haz las cosas como son–. Todo bien, siguieron los días en sana
paz y disfrutando esa honey moon.
Cuando iban por la calle a Alejandro le daba mucho morbo cuando David se acomodaba el interior por detrás:
–Vuelves a hacer eso y te cojo aquí mismo–. No lo hizo pero se metieron en un callejón y le dio un beso.
Una
noche, estando en el apartamento se pusieron a conversar y Alejandro le
dijo a David que quería que lo penetrara…David abrió los ojos como si
le hubieran dicho “acuéstate con esta mujer”.
–Negro,
yo te dije desde el principio que yo era pasivo, me dijiste que eras
versátil y de pinga pero yo no te voy a complacer en eso, yo te lo
aclaré.
–Coño pero que te cuesta, vamos a intentarlo, tú eres mi pareja y estamos para compenetrarnos en todo, ¿por qué no lo intentas?
La discusión siguió por unos minutos y no llegaba a ningún lado, esa noche no se hablaron.
Al
día siguiente en la tarde, conversaron y aclararon todo y terminaron su
conversa teniendo sexo en el sofá de la sala que tiene un puesto, que le
consiguieron utilidad en todos los rincones del mueble, el pene de silicón estaba incluído.
Cuando
se fueron a acostar al cuarto, a los pocos minutos suena el celular de
David, cuando ve en la pantalla quien llamaba: Gonzalo Brewer, abogado,
David en dos oportunidades tuvo sexo con él, le extrañó que llamara, normalmente es David quien le escribe o Gonzalo, por esa razón atendió la llamada.
–<Alo>
–<Hola David ¿cómo estás? ¿Qué haces?
–<Aquí en casa>
–<Tengo ganas de cogerte, ¿quieres venir a mi casa?>
–<No, estoy con mi pareja>
–<No sabía que tenías pareja, bueno cuadramos otro día y te cojo>
–<No se va a poder y por fa no me llames más, gracias>.
Alejandro ya tenía cara de pocos amigos, David le explicó quien era.
–¿Pero por
qué coño te llama y para tirar?–Hubo otro momento tenso pero aclararon
todo. De todas maneras así David quisiera o pudiera no repetiría con
ese tipo, ambas oportunidades fueron un mal polvo, aparte de eyaculador
precoz en potencia y la destreza en la cama era casi nula.
Alejandro
estaba algo molesto, se levantó y fue a la computadora a trabajar un
poco. David se quedó acostado en la cama y dándole vueltas a la cabeza y pensando
hasta cuando se repetiría estas situaciones incómodas que le iban a
costar la relación.
Y continuaron…
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