5 AMORES, 5 HISTORIAS. Alejandro & David 5

Venía un fin de semana en el que Peter  volvía a irse de viaje,, más bien sería un fin de semana largo pues el jueves ya no estaría.

Decidieron verse ese día un rato pero David se iba a su casa a buscar ropa para el viernes.

Ese jueves en la tarde se consiguieron en el edificio, ya eran pasadas las seis de la tarde, a esa hora ya esta muy tranquilo el edificio, se montaron en el ascensor y Alejandro le dice a David –Mámamelo aquí mismo–, detuvo el ascensor y se sacó el pene, David enseguida hizo hacer lo que le correspondía. Fue rápido pero emocionante. Llegaron al apartamento, se ducharon y empezaron a preparar algo para cenar.

Luego de la cena descansaron un rato, luego hubo la respectiva sesión de sexo. Más tarde David fue a la computadora a revisar su Facebook mientras Alejandro lavaba los platos. Ambos terminaron lo que estaban haciendo y se fueron al cuarto a ver televisión. David recogió sus cosas y se fue a su casa, al día siguiente se quedaba en el apartamento.

El viernes fueron al cine, llegaron al apartamento, tuvieron sexo, se pusieron a ver televisión y se durmieron. Luego en la mañana repitieron,  desayunaron y se pusieron a hacer cosas, cada uno por su lado en el  apartamento.

En una pausa, Alejandro llama a David a la sala

–Tengo que hablar contigo, por fa y quiero que seas sincero conmigo.

David se puso pálido y nervioso pues no se imaginaba que sería y menos con esa seriedad con la que lo dijo.

–¿Tú me estás montando cachos?.

–¡No! ¿Por qué dices eso?.

–El jueves después que usaste la computadora y te fuiste a tu casa yo me metí  en Facebook  y se había quedado tu sesión abierta y vi mensajes en el chat  cuadrando con varios carajos para tirar.

David se puso más pálido de lo que ya estaba y empezó a sudar copiosamente.

–Yo sé que no debí meterme y revisar pero ya estaba abierto y vi. ¿Por qué coño estas haciéndome eso? ¿Por qué no me hablas claro?.

–Ale, no te he montado cacho te lo juro –Todo esto se lo decía mientras lloraba– Es gente con la que chateo y me la vacilo más nada, no ha pasado de ahí, purocalentón .

–¿Y para qué, no es suficiente conmigo? ¿Tienes que buscar más gente? ¿Tienes algún problema, necesitas ayuda? A lo mejor es una obsesión por el sexo que no controlas, ¿te has visto con esa gente?.

Para no complicar más las cosas David le dijo que no, pero en realidad con un par de ellos si se había visto pero mucho antes que él apareciera, de resto a los otros no los conocía sólo era un vacile virtual.

David le juró que no había pasado nada con esa gente desde que estaban juntos. Sólo eran esos mensajes y ya. Alejandro, dejó el tema hasta ahí, le creyó, pero algo quedó clavado en su mente. Ahora le tocaba a David arreglar esa situación. Lo primero que hizo fue borrar a toda esa gente. El día transcurrió en tensa calma. David pensaba en algo que le llamó la atención: –Este carajo primero me coge y luego me arma el peo…. Que loco…” pero bueno– Todo quedó ahí, en la tarde se fueron al cine y luego a comer.

Este tropiezo le seguiría jugando malos momentos a David, sin quererlo ocurrían situaciones embarazosas.