jueves, 29 de abril de 2021

Huevos revueltos. Capítulo 104

 


Se reanuda el juicio contra el padre Ramón por el caso de pedofilia. Entre las personas que están en el tribunal se encuentra José David, Berta y su hijo David. También vecinos y nuevos testigos.


-Este fin de semana viene el señor Castro a casa para conocerte mejor.
-¿Y cómo lo convenciste.?
-La restauración de la iglesia. El problema es que viene con su novio, pero ya se me ocurrirá algo.
-¿Algo? -Deja de estar inventando Berta.
-Te gustan mis inventos en la cama.
-Ay no, se van a poner a hablar de sus aventuras sexuales me voy.
-Ya comienza, mira ahí va el padre. Pobre, se ve triste, flacucho, lo debe estar pasando mal.
-¿En serio Berta? Ahora te da lástima luego que fuiste tú la que terminó de hundirlo.
-Soy creyente de Dios y el perdón es de cristianos, yo lo perdoné.
-Mi mamá está loca. Mira papá esta gente vive por la calle pero nunca habían venido.
-Yo los convencí de que vinieran a testificar contra el cura.
-¿Quién te entiende Berta? Perdonaste al sádico y mandas más testigos para que lo terminen de hundir.
-Ya va, hice un trato con el fiscal. -Hablaba en voz baja. -Yo le traía testigos verdaderos y falsos para condenar a Ramón y me entregaría 1.000 dólares.
-¿Solo mil dólares por el riesgo que implica eso Berta? ¿Pero tú estás loca? ¿Tú sabes en el peo que nos vas a meter?
-Tengo todo bajo control.
-¿Y los dólares?
-Hoy los cobro, a lo mejor no llego temprano a casa.
-¿Qué coño estás diciendo?
-SILENCIO POR FAVOR, BUENOS DIAS, EL ESTADO CONTRA EL SEÑOR RAMON SANOJA. PUEDE SENTARSE.

-Este tribunal condena al acusado a 12 años de cárcel por el delito de pedofilia, abuso sexual en flagrancia y violencia infantil. -Luego de cuatro horas de juicio, Ramón se levantaba con la cabeza agachada escuchando toda clase de groserías. El juez ordenó el desalojo de la sala.
-¿12 años? Ese enfermo debería caerle cadena perpetua.

-Voy a hablar con el fiscal, ustedes vayan al taller y nos vemos luego en casa.
-No Berta, yo voy a hablar con él también .
-No José, déjame arreglar esto a mi, no quiero que se ponga bruto. Yo luego te explico todo.
-¿Luego, a qué hora es luego porque dijiste que no llegabas temprano a casa?
-Estoy negociando José David, cuando llegue a casa te explico.
-Vámonos papá. -José David se fue desconcertado, en el carro manejaba mirando al frente sin decir palabra.
-¿Te puedo decir algo papá? Espero no te molestes.
-Dime.
-Yo creo que mi mamá se va a tirar con el fiscal.
-No me digas esa vaina...¿Tú también crees eso?
-De bolas, mi mamá está enloquecida, se tiró al cura, lo metió preso, ahora te ve y se te lanza como pantera en celo, compró pantaletas nuevas.
-Soy el cabrón del barrio. ¿Tú mamá se habrá acostado con alguien más?
-No sé papá, pero no lo descartes, que rudo debe ser para ti eso.
-El peo no es que se acueste con otros, bueno si...es un peo, coño, es mi esposa, es que...verga, tu mamá se volvió una puta en la cama, disculpa que hable así de tu madre, pero es que es verdad...se le cruzaron los cables y ahora no joda, no hay quien detenga ese tren....y yo...yo no quiero perder eso...llegue otro tipo que se la coja mejor y me deje...o peor...¿Tú te imaginas que le vea la verga a Castro que según tú es descomunal? Me jodí, se lo tira, porque se lo va a tirar y me pide el divorcio y yo me muero.
-Ay papá eso no va a pasar, mi mamá no va a tirar con Castro, no te va a dejar.
-Eso espero, porque me mato, yo no puedo vivir sin tu madre.
-Que dramático... Cualquiera dirá.
-Tú no sabes cómo tira tu madre David, no sabes lo que es eso, si supieras lo entenderías.
-No me interesa tener esa información.

-Hola, ¿Pensaba irse y dejarme a mi entendiendo? Le recuerdo que este juicio lo ganó gracias a mi. Quiero mi dinero.
-Señora Berta, que pena con usted.
-Berta, tutéame que en un rato estaremos en una cama.
-Yo el dinero se lo voy a dar pero es que...
-Pero es que...es que si no me das el dinero ahora yo hablo y se con quien tengo que hablar y te hundo la carrera. Quedamos en mil dólares y los quiero ahora.
-Vamos a mi oficina aquí en la torre.
-¿Vamos a tener sexo aquí? Que bien.
-No, voy a pagarte.

Subieron a la oficina, El fiscal abrió una pequeña caja fuerte y sacó cinco billetes.
-Toma, 500 dólares.
-Faltan 500.
Esos te los doy en mi casa. Allá hacemos lo otro.
Berta le apretó el pene por encima del pantalón. -¿Y tú mujer? Nos puede ver.
El fiscal se mordió el labio inferior. Ella es aeromoza, llega en dos días a casa, vamos a estar solos.
-Espero que no me engañes. Quiero el dinero primero y luego me coges.
-Así será.
-Bueno vámonos de una vez.
-Pero ve por tu cuenta, no quiero que me vean contigo y sospechen.
-Entonces págame el taxi a tu casa. Llama uno desde aquí, dame la dirección.

El fiscal llamó a una línea de taxi y le dio 15 dólares. Berta lo besó. -Hoy te vas a enterar cómo tira una hembra de verdad.

Ya en el apartamento. El fiscal le dijo que la esperara en la sala mientras buscaba el dinero.
-No, yo voy contigo, quiero ver qué haces. -Entraron a la habitación y tenía en el closet una caja fuerte parecida a la de la oficina.
Dentro habían documentos, pasaportes y torres de dólares.
-¿Con tanto dinero y solo me vas a dar 1.000 dólares?
-Se te están abriendo las agallas.
-Se me van a abrir las piernas en unos instantes. -Le entregó los 500 restantes.
-Ya veremos después si te doy más.
-Me los darás. -Berta se quitó la ropa, estaba en ropa interior de encaje rojo y unos ligueros. El fiscal tuvo una erección inmediatamente y se quitó la ropa.
-Quítamela y pasa tu lengua por aquí. -Berta se frotó la vulva con su mano.
El hombre se arrodilló y comenzó a lamerle la vagina, Berta se quitó el sostén. El fiscal la veía a los ojos.
-¿Cómo te llamas?
-Ruben -Siguió chupando.
-¿Ruben qué?
-Garza.
-¿Y eres capaz de cogerte a esta hembra?
-Capaz de todo. -Siguió mamando y Berta le dio una cachetada.
-Llévame a la cama a ver de lo que eres capaz.
El hombre se puso de pie, su pene largo y delgado lubricaba en exceso. Se tumbó en la cama. -Ahora mámalo tú.
Berta se arrodilló en la cama y se introdujo el pene en la boca, su mano derecha frotaba su vulva y con la otra masturbaba a Rubén.
-Aaaaay que rico mamás, tienes la boca caliente.
Berta se detuvo y se tumbó en la cama boca arriba levantando las piernas. -Cógeme.-El hombre la veía y se masturbaban.
-¡COGEME!
Ruben se puso sobre ella y comenzó a penetrarla. Le tocaba los pechos.
-¡Termina de meterlo!
-Ya lo tienes todo adentro.
-Entonces muévete maricón, ¿Qué esperas? -Ruben sentía como su pene lubricaba, comenzó a moverse lentamente.
-Que cuca más rica, la tienes apretadita y caliente.
El hombre continuó moviéndose y Berta estaba concentrada en otra cosa.
-Yo creo que me da chance de llegar a casa y cenar con mi familia y que mi marido me coja porque este me está dando sueño.
-Que apretadita la tienes.
-¿Quieres sentir apretadito? -Berta contrajo los músculos de la vagina y apretó el pene de Rubén que lo hizo acabar.
-Wow...coñoooo...me hiciste acabar.
-Si...ya era hora que acabaras.
-Mierda que divino, disculpa que te acabé adentro.
-No importa, si quedo preñada pues te toca reconocer al niño y pagar por él.
-Jajaja Dios no quiera eso.
-Si Dios quiere, sucederá.
-Eres una mujer muy fogosa en la cama.
-¿Te gustó?
-Me encantó, quiero repetir otra vez.
-Si me quieres en tu cama tienes que pagar.
-Yo pago, es más hoy te voy a dar otros mil. Y cuando vengas te doy más...quiero que seas mi putita.
-No cariño, seré la hembra que te cojas porque solo se te parará conmigo.
Ruben se separó y le recorrió un escalofrío.
-Te llamo pronto para que estés en mi cama.


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