sábado, 10 de abril de 2021

Huevos revueltos. Capítulo 90

 


Luego de casi nueve horas de camino, Sala'o y los chicos llegaron a la población de Morrocoy. Sala'o conocía a un matrimonio que tenía una posada y se quedarían ahí hasta conseguir casa.

-¿El dueño no es un pervertido que le gustan los carajitos y se los morbosea? -Le preguntaba José a Sala'o. 
-Lo que hace Sala'o contigo más o menos. -Soltó Lorenzo mientras se veían por el retrovisor.
-José y Lorenzo, tranquilos que esto es un matrimonio de la tercera edad, tienen 60 años, tienen tres hijos, el menor trabaja con ellos. Tiene 24 años. -Miró a Lorenzo.
-Si yo veo algo raro me voy de una vez de aquí, les advierto. -Dijo Lorenzo que se bajaba del carro. Era de noche. José también se bajó del carro y cargó con los bolsos que los llevó a la posada. Sala'o y Lorenzo se quedaron solos.
-Yo no tengo la culpa que José se haya enamorado de mi, me sienta mal esta vaina.
-¿Por qué? ¿Te sienta mal porque también te enamoraste de él?
-Simplemente pasó chamo y te entiendo cómo te sientes, pero yo no quiero que ustedes se peleen o se separen por esto o se alejen de mi, yo los quiero a mi lado.
-A mi no me molesta que José esté contigo porque se que eres buena persona, eres alguien bueno para él, pero igual me da arrechera, no lo puedo evitar. Sala'o lo abrazó y el chico se puso a llorar.
-Entremos para que conozcan a los dueños, son buena gente, españoles.

-Bienvenidos, Sala'o me dijo con muy poco tiempo que venían para acá, no pude prepararles la habitación, pero la tienen, hay dos camas, mañana la ponemos en orden  y ya no le podemos ofrecer cena pero hay pan y embutidos.
-Tranquila Carmen lo que tengan estará bien por hoy, gracias Manolo y a ti por dejarnos quedar aquí, espero sea por poco tiempo.
-El tiempo que necesiten hombre, además nos sienta bien que estés aquí así nos ayudas con algunos arreglos.
-Será mi manera de pagarles el hospedaje.
-¿Ellos son tus sobrinos?
-Digamos que si, una historia larga.
-Nosotros también podemos trabajar y ayudar. En la pesca, limpieza, paseos en lancha.
-Pero estos chicos son muy colaboradores, que bueno, ya veremos, ya veremos, acomoden sus cosas y vienen a cenar.

Entraron a la pequeña cabaña habían dos camas.
-Ustedes duermen en la cama grande y yo duermo aquí.
-Me voy a duchar. -Dijo Lorenzo.

Salieron al comedor al aire libre para cenar.
-Les presento a nuestro hijo Manuel, ya tu lo conoces Sala'o.
-Buenas noches, bienvenidos. -Les dio la mano a cada uno y cuando se la dio a Lorenzo se la apretó con fuerza mirándolo a los ojos. El chico se quedó inmóvil y un escalofrío le recorrió la espalda. Manuel sonrió, Lorenzo hizo lo mismo. Se soltaron las manos. El chico quedó por unos instantes despistado, Sala'o lo vio, se le acercó al oído.
-Sabía que te iba a gustar este chamo. Cuando lo conocí de 18 ya era guapo, ahora está buenísimo, deja que lo veas sin camisa.
-Ya, deja, que coño...no, yo...tú...voy al baño.

Lorenzo entró a la cabaña y se fue al baño, orinó y se lavó la cara, se sentía extraño. Abrió la puerta del baño y se encontró con Manuel. Dio un brinco del susto y se echó para atrás.
-Hey, deja los nervios. Vine a traer las toallas y jabones.
-Gracias.
-Eres muy lindo chamito.
-Gracias.
-¿Por qué estás nervioso? No voy a hacerte nada, tranquilo. -Le despeinó el cabello. -Vamos, ve a cenar, mira que es tarde y mañana quiero llevarlos a pasear.
-Gracias.
-Estás demasiado agradecido ja ja ja.
-Estoy como estúpido, este tipo me pone nervioso, que bueno está. Disculpa, es el cansancio, ya no sé lo que digo.
-Salgamos.

Terminaron de cenar y Sala'o se quedó hablando con Manolo de algunas cosas que quería hacer en la posada, los chicos se fueron a la cabaña.
-Nos toca dormir juntos.
-¿No quieres? -Le preguntó Lorenzo.
-Disfruto dormir contigo abrazado, siempre quiero.
-Pero te gustaría dormir con Sala'o. No me importa, lo pueden hacer.
-Bobo, duerme conmigo.
Se acostaron, se colocaron de lado y Lorenzo abrazaba a José detrás de él y así se quedaron dormidos.

Ya el sol de la mañana inundaba el cuarto, el sonido de los pájaros despertó a Lorenzo, se estiró en la cama, se dio cuenta que no estaba José, vio la otra cama y tampoco estaba Sala'o.

-Se fueron a la playa a tener sexo sin ti mi amor.
-¿Papá?
-Si, ¿pensaste que nunca te iba a conseguir?
-Tú mataste a mamá y luego te pegaste un tiro.
-¿Tú me viste pegándole el tiro? No seas tonto Lorenzo
-¿Por qué la mataste?
-Por tu culpa, me parió un marico y como tú te escapaste de casa dejándonos vine a buscarte para terminar lo que tenía que hacer hace tiempo. -Leonardo sacó el arma y apuntó a Lorenzo.
Se despertó sobresaltado sentándose en la cama sudando. Estaba solo en el cuarto, apenas entraban los primeros rayos de sol.
Se puso la franela y entró al baño a lavarse los dientes.

Salió y fue al comedor descubierto y ahí estaban José y Sala'o, los acompañaba Carmen y su hijo Manuel.
-Llegaste justo a tiempo para desayunar e irnos. -Dijo Manuel.
-¿Por qué no me despertaste?
-Lo hice pero ni te moviste y te dejé dormir.
-Tuve una pesadilla horrible...soñé con mi papá, quería matarme. -José lo vio a los ojos y se abrazó a él que no pudo evitar llorar.

Manuel se acercó. -Tranquilo, Sala'o me contó, vámonos de paseo para que saques esos malos recuerdos de tu mente. Vamos a ir a una playa pequeña y no va gente. ¿Listos?

Traje de baño, toalla, algo para comer y beber y todos montados en el peñero rumbo a aquella playa desierta.
Llegaron y el pescador los dejó cuadrando para buscarlos a las tres de la tarde.

Los cuatro estaban metidos en el agua. José y Sala'o jugaban, el chico se montaba en los hombros de Sala'o y este lo tumbaba.

-Ellos se ven muy unidos.
-Si...José y yo...éramos novios desde el colegio pero...conocimos a Sala'o y....
-José se entusiasmó. Un chamito para Sala'o.
-Un gran tipo...pero bueh, mi José está feliz y eso me hace feliz.
-Vente, vamos al agua a de nuevo. -Manuel lo tomó de la mano y corrieron al agua.

Manuel y Lorenzo se quedaron en el mar mientras los otros dos salieron a tomar algo.
-¿Ustedes qué piensan hacer en un futuro?
-De momento dinero, hemos ganado algo de dinero y en algo queremos invertirlo.
-Pero son menores...está complicado.
-Ya veremos, en esta nueva etapa a lo mejor ustedes pueden ayudarnos.
-En lo que podamos lo haremos. -Manuel miró a los ojos al chico.
-Me pones nervioso. -Manuel le dio un beso rápido en la boca.
-Tus amigos se fueron a pasear, no están, vamos a tomar algo.

-¿Quieres cerveza o ron o estás muy chiquito para eso? Ja ja ja.
-Aaah gafo, cerveza.
Mientras Manuel se servía el trago, Lorenzo caminó hacia la zona boscosa a buscar a José. Se acercó a un árbol y a unos metros los vió. Sala'o estaba sobre José, se movía sosteniendo las piernas del chico, se escuchaba a José gemir. Sala'o se movía con suavidad y besaba a José. El corazón de Lorenzo latía con rapidez y tuvo una erección.

-¿Por qué te torturas viéndolos? Tú también puedes estar así, si lo deseas.
Lorenzo se volteó y vio a los ojos a Manuel. Lo besó en la boca.
-No Manuel, no, ahorita no...yo...
-Tranquilo nené, no te estoy presionando. Sabes que lo que está haciendo Sala'o y lo que me encantaría hacer contigo es un delito. Solo haré algo contigo si tú quieres. Yo quiero pero la última palabra la dices tú.

-Gracias...



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