martes, 13 de abril de 2021

Huevos revueltos. Capítulo 93


 Varios padres con sus hijos pequeños y otros adolescentes declararon en contra del padre Ramón.

-Mamá no entiendo que hacemos en el tribunal.
-A dar declaración mi amor, el padre Ramón tiene que pagar por lo que hizo.
-Pero si tú tenías algo con...-Berta le tapó la boca a David.
-Te quedas callado y decimos y hacemos lo que acordamos.

Primero pasó David a dar declaraciones, que había tenido sexo bajo amenaza y que con el tiempo se ganó el cariño del cura -Trata de soltar alguna lágrima, que se te vea afligido- Berta lo adiestró.

Berta entró con un pañuelo tapándose el cabello. Desde antes de entrar ya estaba sollozando, entró a rendir declaración y no paró de llorar.
-El padre me envolvió de una manera que yo me perdí, me dejó sin voluntad y hasta intentó que le pidiera el divorcio...a mi marido. Me amenzaba con quitarse la vida y que yo lo hacía feliz. 
-¡Mentira, mentira! Esta mujer miente, ella vino voluntariamente a mi, trabajaba conmigo y si, tuvimos sexo, pero ni la obligué ni la manipulé. -Berta seguía llorando. - Y ella es la madre de el testigo anterior.
-Porque quisiste que ambos cayeramos, no dijeramos nada y hacer tu voluntad, nos hiciste caer en esto y mentirle a mi esposo.

Ramón enloqueció gritando e insultando a Berta que no paraba de llorar.
Al salir, David le dijo a su madre que se iría al taller. -Yo voy a hablar con el fiscal que lleva el caso, tengo que esperalo.

Llegaba el fiscal y Berta se había quitado el pañuelo de la cabeza, se soltó el cabello y se abrió un botón en el escote.
-¿Usted es la señora Berta?
-Si, fui la última en declarar.
-Es que se ve distinta.
-¿Y eso es bueno o malo?
-No, no...bien, normal, mire, este caso es inédito en este país y yo necesito que este hombre vaya preso y se cree un precedente y yo quiero estar ahí como el fiscal que lo logró.
-Yo puedo ayudarlo a hundir a ese cura.
-Por eso le dije que me esperara para hablar con usted, esas declaraciones que dio me encantaron, quiero que me consiga más víctimas que quieran declarar.
-Le voy a ser sincera, yo tuve una relación con el padre Ramón, pero necesito recuperar a mi marido y el cura me estorba y estas denuncias me cayeron muy bien.
-Ah caramba, bueno, estamos en sintonía entonces.
-Aún no, ¿como se llama usted?
-Claudio.
-Claudio, yo te voy a ayudar en todo lo que necesites.
-Perfecto, vamos a cuadrar bien, tenemos que reunirnos para que me de la información, anotar datos y....
-Ya va, ya va Claudio, vas muy rápido y esta ayuda tiene condiciones.
-Vaya...me va a costar la ayuda. A ver, ¿cuánto quiere?
-1000 dolares, quiero acostarme contigo, te puedo conseguir 10 víctimas más y cuando te tenga los contactos me das otros 1000 dólares.
-Lo de tener sexo...
-Mañana en la mañana en mi casa, ocho de la mañana.
-Muy bien. Me das la dirección , no voy a poder llamarte ni escribirte porque el celular está pinchado. Nos vemos a las ocho en punto en tu casa.
Berta anotó en un papel la dirección y se lo entregó. -Traes los 1000 dólares, me lo das y pasamos al segundo paso.
-Te voy a pedir total discreción con esto. Por mi trabajo y por mi mujer, estoy casado.
-Tú mujer no se enterará, tranquilo.
-Espero que cumplas con la segunda parte del trato.
-Vas a tener un lista de víctimas dentro de dos días, garantizado, ese cura va directo a la cárcel.
-Ok, mañana nos vemos.
-No te vas a arrepentir. Lo que te voy a hacer no te lo ha hecho tu esposa, vas a querer repetir.
-Vaya, me gusta escuchar eso.

En la tarde David y su padre regresaban.
-Ya por fin mañana está listo el carro...tardó más lo del motor que la latonería, ese poco de tiros en el motor jodió todo. ¿Ves lo que pasa cuando haces las vainas escondidas.?
-Ya papá...ya me los has dicho veinte mil veces.
-¿Y tú? Estás saliendo con alguien?
-Nada...no quiero novio todavia.
-Quieres seguir puteando.
-Papáááá.
-Pero tengo razón, putee, tire con cuánto macho vea, eso sí protégete. Mira tu mamá quiere empatarte con la muralla esa, ¿Castro? Ja ja ja, está empeñada que ese hombre te conviene.
-Nooooo papá, ese tipo tiene una macana enorme, es una vaina descomunal.
-Yo tengo que ver ese guevo. No puede ser que sea tan grande.
-Ja ja ja No te veo a ti viéndole el guevo a ese tipo.
-Mira quien viene ahí, tu noviecito.
-Epa Jorge.
-Bichito, ¿Qué más? Hola señor José.
-Hola chamo. Aprovechando que se encontraron porque no se toman unas cervecitas allá y llegas una hora más tarde. Toma, los invito yo.
-¿Y eso papá?
-Tú madre, ya sabes cómo está ahora, que se ha puesto más desenvuelta. Tú me entiendes.
-Dale, nos vemos más tarde.

-¿Tú papá va a tirar?
-Ja ja ja si, mi mamá está enloquecida con el sexo, ahora tiran todos los días.
-Hablando de tirar...
-Te estás tirando al Oto, el abogado.
-Nooooo, nada que ver, vive conmigo pero nada de sexo.
-Mmmmmm si pues...
-Mira, estoy pendiente con otro carajo, para un trío, el tipo está duro, tuvimos un medio peo.
-¿Y eso?
-Es el ex de Oto.
-Verga marico pero tú te consigues unos peos...quieres tirar con el ex de tu roommate.
-Me lo ofreció Oto.
-Que romántico, no quiere contigo y te manda con su ex ja ja ja.
-¿Quieres hacer un trío si o no?
-Claaaaro que quiero. Esos vídeos donde se meten dos guevos a la vez uuuuf, yo quiero eso. -No quise tirar con Castro y me quiero meter dos guevos. Esa vaina me da morbo.
-Cuadro eso y te aviso. ¿Sigues trabajando con tu papá.
-Si, que ladilla, lo bueno es que gano plática y ya no tengo que pedirle.
-Bueno, te aviso cuando haya cuadrado con este tipo.
-Mira, tengo que hacer tiempo. Vamos a tu casa y me coges, no he tenido sexo desde hace rato, puras pajas y quiero llevar güevo.
-Vamos pues. Pide otras dos para llevar.

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