jueves, 15 de abril de 2021

Huevos revueltos. Capítulo 95


 Lorenzo despertaba a las seis de la mañana al lado de José. Lo abrazó por la espalda y le dio un beso en la nuca.

-Buenos días. -José se volteó y le dio un beso en la boca a Lorenzo.
-Voy a hablar con Manuel a ver si puedo dormir en otra habitación o llevarme la cama de Sala'o y dormir con Manuel.
-¿Por qué quieres hacer eso?
-Para que tú y Sala'o se queden solos, duerman juntos. 
-Pero yo quiero que estemos juntos.
-José, tú ahora estás con Sala'o yo no quiero estorbar, me duele que ya no quieras estar conmigo...
-No seas pendejo Lorenzo, estamos durmiendo juntos.
-Pero no tenemos sexo y yo no voy a dormir en este cuarto viendo cómo duermen abrazados y tiran.
-Pero yo quiero dormir contigo...no me quiero separar de ti
-No lo haremos amor, pero yo no quiero estar entre ustedes, quédense aquí y yo duermo en otro sitio. Por cierto, Sala'o no está.
-Debe estar trabajando a esta hora, sabes cómo es...no puede quedarse quieto.

Ambos chicos salieron a desayunar. El matrimonio había salido a comprar unas cosas, Sala'o acomodaba unas lámparas y Manuel iba a desayunar con los dos.
-Hoy nos vamos con uno de los pescadores a recorrer los cayos para que sepan dónde están y así ustedes más adelante hacen sus recorridos con los turistas. También se pueden quedar en alguno de los cayos y atender al turista, limpiar la arena, acomodar los toldos que tenemos en alguno de los cayos, hay trabajo.
-Sabemos pescar, Sala'o nos enseñó.
-Pues mira, muy bien, una vez a la semana salimos a pescar para tener provisiones en la posada.
Terminaron de desayunar y José fue a ducharse.
-Manuel, quería hablar contigo de una cosa.
-Dime.
-Quiero cambiarme de cuarto, no quiero dormir con Sala'o y José, habrá otro disponible o no sé, si puedo dormir en tu cuarto, mudamos la cama que usa Sala'o.
-Otra habitación no hay, las que están son de los huéspedes y esto casi siempre está lleno. A mi cuarto puedes dormir, no hay problema, es una tentación tenerte cerquita, pero sí, movemos la cama y listo.
-Perfecto.
-No sé que tienes carajito pero desde que te vi no dejo de pensar en ti. Y eres un chamito, te llevo 10 años, pero es que...
-Me pasa lo mismo, me pones nervioso, cuando te tengo cerca me intimidas.
Manuel se quitó la franela y Lorenzo dio un paso hacia atrás sin quitar la mirada a sus pectorales y abdominales marcados, no era musculoso pero su cuerpo había llevado ejercicio. -No irá a cogerme ahora...verga que tipo tan bueno...
-Déjame ponerme otra franela para no estropearla con la mudanza de la cama.
-Ah, menos mal...Dios, se me va a salir el corazón.
-¿Que tienes? Tienes una cara, ¿Estás bien?
-Si, si.
-Vamos, hay que moverla de una vez, luego te hago una espacio para tus cosas.
-Gracias por ayudarme.
-Nada chico, no haces más que darme las gracias. Espero que cuando hagamos... -Manuel se quedó callado.
-¿Hagamos qué?
-Olvídalo, vamos a movernos que se nos hace tarde.

José estaba extasiado dentro de la ducha sintiendo como le caía agua caliente con la ducha de plato. Tenía los ojos cerrados.
-¿Tú piensas quedarte todo el día aquí adentro? -José se asustó abriendo los ojos, Sala'o había entrado a la ducha desnudo, besó al chico y este lo abrazó.
-Lorenzo sacó mi cama de la habitación.
-No quiere dormir con nosotros.
-Bueno, yo quiero dormir contigo, no verte durmiendo con él, sé que se quieren mucho y esta aventura que se lanzaron juntos los ha unido, pero ya tengo unos meses contigo y ya quiero amanecer abrazadito a ti. -Volvieron a besarse.
-¿Sabes que esto puede joderte si la gente se entera que estás con un menor de edad?
-Lo sé, tenemos que ser discretos. Entré porque quiero descargarme, ¿Me lo mamás?.
-José se agachó, tomó el pene de Sala'o y se lo metió a la boca. El agua le caía en la cara hasta que el hombre se movió para que el chico mamara cómodo.
José lo miraba, Sala'o se sonreía y le acariciaba la cara.

-¡Mijo, ya nos vamos pa la pla...ya... -Lorenzo abría de golpe la cortina viendo a José agachado con el pene de Sala'o en su mano. -Bueno...cuando terminen ahí, sal José, que ya nos vamos. -Lorenzo se puso a llorar en la habitación. -Bueno ya, deja la mariquera, no llores, José se merece ser feliz y yo feliz por él, todo está bien, todo va bien, yo estoy bien. -Salió.

-Mierda...que cagada...
-Tranquilo chico.
-No Sala'o es que yo no quería que estas cosas fueran así y encima que nos vea tirando.
-Lorenzo es fuerte, esto lo va a superar, además lo veo entusiasmado con Manuel.
-¿Con Manuel? ¿En serio?
-Hay algo ahí, algo pasa.

-¿Y José?
-Ya viene, se está vistiendo.
-¿Que te pasa? Otra vez esa cara de hace un rato.
-Nada.
-¿Cómo que nada? Dime. No quiero que te estés sintiendo mal, ya pasaron por muchas cosas, llegaron aquí a pasarla bien.
-Los ví en la ducha y estaban...
-Ya...no me digas, entiendo. Vamos a dar un buen paseo hoy a conocer y tendrás chance de hablar con José.
-Será...se me ha revuelto todo Manuel, lo de José, mis papás muertos, mis hermanos...yo huí de todo eso, han abusado de mi, de José.
-Manuel lo abrazó. -Ya, tranquilo, llora, desahogate. Ven acá, aquí, entra.-Entraron a una oficina y Manuel tomó a Lorenzo y le dio un beso, lo abrazó con fuerza, Lorenzo hizo lo mismo, Manuel puso sus manos en las mejillas del chico y se separó apenas unos centímetros. -Estaba loco por besarte, discúlpame.
-No, tranquilo, yo también quería. ¿Será que nos vamos? Ya es tarde.
-Relájate, aquí todo va más despacio, salgamos.



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