miércoles, 2 de junio de 2021

Huevos revueltos. Capítulo 138

 


Berta firmaba el documento de compra de un apartamento con la venta del apartamento que le había puesto a su nombre Rubén , el fiscal. 

-Que disfrute su nuevo apartamento.
-Gracias. -Recibió las llaves y se fue con el chofer a una tienda de muebles económicos. Estuvo una hora escogiendo los muebles para su nuevo hogar.
-Son 2.000 dólares más 200 por el transporte y la subida de los muebles al apartamento.
-Gracias pero también necesito que me armen los muebles que vienen en caja.
-No hay problema. Eso va incluído en el precio del traslado, cualquier propina para los empleados se lo agradecerán.
-Por supuesto que van a recibir una buena propina ¿Cuando llevan los muebles?
-En 48 horas, antes de salir se le avisará para que esté pendiente.
-Muchas gracias. ¿Cuántos chicos van?
-Cuatro.
-Dios mío no voy a poder con tantos a la vez.
-¿Perdón?
-Yo me entiendo.
-Una de las personas seré yo. -Berta lo vio de arriba abajo, sus ojos se clavaron en la entrepierna.
-¿Y todos son como tú?
-¿Cómo, no entiendo?
-Guapo.
-El muchacho se ruborizó. -Bueno no lo sé...no sé qué tiene que ver.
-Mucho, dependiendo, si me gustan, la propina es generosa.
-Hacemos, y así nos han entrenado para eso, un buen trabajo.
-Ya veremos. Gracias.

Berta se montó en el carro del chofer.
-Señora Berta, si mi jefe se entera que la llevo a sitios que él no sabe me va a despedir y se sabe lo que hizo con el apartamento y yo la apoyé...peor.
-No arranques. -Berta se quitó el vestido y se quedó en ropa interior negra. -Si te vienes al asiento de atrás a disfrutar de todo esto, vas a salir bien librado. -El chofer la miró por el retrovisor y luego volteó para verla. -Ven a quitarme esto.
El chofer salió del carro para entrar al asiento de atrás.
-Señora esto no debería pasar. -Berta se le acercó y le dio un beso en la boca poniéndole la mano en el pene, con la otra mano llevó la del chofer a su entrepierna.
-Tócala, siente lo húmeda que está. -El hombre con su mano temblorosa metió sus dedos sintiendo como se mojaban, su pene crecía. Ella le desabrochó el pantalón, él la ayudó quitándose también el interior.
-Señora, yo estoy...casado. -Una cachetada recibió de Berta, se desabrochó el sotén.
-¿Vas a perderte el tocarlas, penetrarme? -El hombre la tumbó en el asiento, le abrió las piernas y se puso sobre ella penetrándola.

Con la respiración entrecortada y, ambos sudando copiosamente, el hombre se levanta sobre ella esperando que se le pasara la sofocación. Cómo pudo se vistió y se montó en el asiento delantero encendiendo el carro y el aire.

Mientras conducía sentía rabia, estaba concentrado en la vía. Por encima del hombro Berta dejó caer tres billetes de 100 dólares. Acabas de hacerle el amor a una mujer embarazada. -El chofer cerró los ojos. -A lo mejor el padre de mi bebé sea tu jefe, el cura, dos muchachos que trabajan en el taller de mi marido o simplemente de mi marido. ¿Quieres ser el padrino de mi hijo?
-Esta mujer está loca, puta y loca. -No sé señora, eso no es asunto mio.
-Sabes que dejaste el semen dentro de mi, puedo ir a la policía y decir que me violaste.
-Señora por favor, ¿Pero que le he hecho yo para que quiera joderme la vida, ya tuve sexo, ¿Qué más quiere?
-Quiero que seas el padrino de mi hijo y tu jefe.
-Pero si usted no sabe de quién es.
-Él tampoco por eso le voy a decir que es de él.
-Cuando nazca ese bebé le harán las pruebas y sabrán que no es de él.
-Ya das por sentado que no es de tu jefe. Ahí entras tú y me consigues una prueba de ADN falsa si resulta que no es de él.
-¿Cómo voy a hacer eso señora?
-¿Quieres ir a la cárcel por violador? Te voy a pagar bien por ese trabajo.

Llegaron a casa de Rubén. Apenas entró Berta él la abrazó y la besó. -Quiero hacerte el amor. -Le quitó el vestido y la prenda íntima, la empujó a la pared y la penetró.

Rubén le daba empujones mientras besaba su cuello y manoseaba los pechos de Berta. La mordió en el hombro cuando sintió que acababa dentro de ella.

Se separó de ella y Berta se fue a su cartera mientras él se tumba en el sofá. -Toma. -Le dio un sobre.
-¿Que es esto?
-Estoy embarazada y es tuyo.
Rubén se incorporó. -¿Qué...pero...qué?
-Pues si, tengo meses que mi marido no me toca y he estado contigo solamente.
-Ya va...Berta...pero yo no quiero hijos...yo te pago el aborto pero no lo tengas. -Berta se acercó y le dio una fuerte cachetada.
-¿COMO SE TE OCURRE SIQUIERA PLANTEARME ESO? ¡ES PECADO, ES IR EN CONTRA DE DIOS, ERES UN ASESINO!
-Bueno mujer, ya el aborto es legal.
-¿Legal? Legal por las leyes del hombre. Las leyes de Dios son bien claras. Y ni sueñes que te voy a devolver las propiedades que me diste, ya que no quieres este bebé, este será tu pago.
-¿Y cómo se yo que es mío?
-Eres un bestia, cuando nazca le haremos la prueba y te tragarás tus palabras. Me voy.
Voy a usar a tu chófer para que me lleve.

Ignacio estaba en su local entregando celulares reparados y cobrando cuando le sonó el celular. Vio la pantalla <Juan Pablo llamando> -Coño que ladilla, otra vez. -Dejó que cayera la contestadora. Volvió a llamar.
-Por fa, atiende al cliente mientras contesto está llamada.

-¿Que quieres Juan Pablo?-
-Hola vale por fin me atiendes, te he escrito por todos lados.-
-No quiero saber de ti. ¿Dime que quieres?
-Hablar contigo, disculparme y ver si podemos...
-No podemos nada, chao.
-NO CUELGUES, NO CUELGUES POR FA...Ignacio...contigo fue mi primera vez y fue un desastre total y me siento muy muy apenado y coño...contigo pase a otro nivel, con nadie había llegado tan lejos, la gente se burla de mi y tú no lo hiciste y yo la cagué-
-Literalmete, cagaste el colchón las sábanas y el piso.
-Perdóname, quiero verte y hablar, merezco otra oportunidad.
Hubo un silencio de varios segundos y Juan Pablo volvió a hablar. -¿Me puedes dar el número de tu amigo, Renato, quiero llevarle el nuevo colchón que compré. -Ignacio se lo dio. -Gracias, espero pueda verte algún día.
-Chamo...yo te aviso y cuadramos ¿Ok? No me llames, no me escribas, yo te llamo.-
-Ok, gracias y de nuevo perdóname.
-Si, si, ya, chao.

-¿Será que le doy otra oportunidad? Coño se echó una cagada no es que te pegó una enfermedad venérea.

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