lunes, 7 de junio de 2021

Huevos revueltos. Capítulo 143

 


Berta terminaba de recoger los platos del desayuno. Sus hijos pequeños iban rumbo al colegio, David a la Universidad y José David se había ido muy temprano, como ya era costumbre desde que duerme en el sofá, al taller. Ya no desayunaba con sus hijos, ni su esposa, los veía en la tarde.


Berta luego de limpiar la cocina, se sentó en la computadora a revisar su correo, estaba algo cansada, la barriga ya le pesaba aunque no era, aún, grande.
Leyendo algunos correos le llamó la atención uno. Era publicidad.
<Te buscamos a ti mujer, si estás embarazada y tus ganas de sexo siguen intactas, este trabajo es para ti. Si tienes entre 25 y 45 años y estás entre el 5to y 8vo mes de embarazo acércate a nuestras oficinas para un casting y participar en videos sexuales. Tendrás la oportunidad de tener sexo con dos o más hombres. Cada sesión se grabará para ser subida a nuestro OnlyFans. Atrévete y recibe un buen dinero, no podrás creer cuánto. Llámanos o escribe y pide tu cita.>

Berta escribió al WhatsApp, a los veinte minutos le contestaron. Para decirle que a las dos de la tarde era su casting. Le enviaron la dirección. –Una hora antes de su cita se le enviará un código que entregará en la entrada para darle acceso. De momento llene la planilla digital que le enviamos para abrir su expediente. Muchas gracias por contactarnos–
Antes de recibir a los niños se duchó, se puso su mejor vestido, al llegar sus hijos los dejó con la vecina que normalmente los cuida. Recibió el código y los 15 minutos tomó un taxi rumbo a la dirección que le habían dado.

Una calle ciega y varios edificios pequeños que no pasaban de los tres pisos, llenaban la calle, pasaban desapercibidos. Uno de ellos con una santamaría algo descuidada parecía que no hubiese nadie. El timbre que estaba  al lado de la puerta de la santamaría, lo tocó. Un hombre salió, solicitó el código y la hizo pasar.

Llega a un salón escoltada por el hombre. –Siéntese aquí y ahora la llaman. -En el salón habían otras mujeres embarazadas, delgadas, gordas, blancas, rubias, negras, morenas, algunas mujeres, a su parecer, poco agraciadas. Berta pensaba que tendría chance de ser aceptada. –Tengo mejor cuerpo que estas mujeres, me voy a quedar con este casting.

10 minutos más tarde.
–Berta y Yolanda, entren a casting. -Berta la vio y se sorprendió, era hermosa y una barriga casi perfecta. –Esta perra no me va a quitar el protagonismo, yo me voy a quedar y ella no.

–Buenas tarde señoras, gracias por haber venido. Esta es un productora que se especializa en material para adultos, videos sexuales de todo tipo pero hoy estamos buscando mujeres embarazadas para sexo con hombres muy bien dotados, buen cuerpo y sexys. Si pasan la primera parte del casting podrán conocer a uno de ellos e interactuar para ver cómo es la química en cámara.
A partir de este momento quiero que ambas dejen las inhibiciones afuera. Desnúdense. 
Berta comenzó a quitarse la ropa lentamente y de manera sensual, la otra mujer se quitaba las prendas como si estuviera sola en casa.
–Esta jeva promete y tiene buen cuerpo y un linda piel. -Hablaba una de las productoras con el director, en voz baja.
–Yolanda, Yolanda, tienes quitarte todo, desnuda mi amor.
–¿Ya? ¿Todo?
–Si, todo, como Berta.
–En el correo no decía nada de desnudo. -Berta la escuchó y subió los ojos.
–Mi reina, es un casting para videos pornográficos, tenemos que ver todo. Vamos, levanten los brazos, abran las piernas...ok, bájenlos, abran con sus dedos los labios, de abajo obviamente...Yolanda. -La mujer estaba nerviosa, Berta hacía lo que le pedían. –Tócate, ábre esos labios con tus dedos mi amor, ¿Lo hago yo?
–No, no, voy. 
–Pónganse de perfil y luego de espalda...ok, ahora bajen un poco la espalda, lo que les permita la barriga y abran sus nalgas...ok quédense así unos segundos.
–A ambas hay que blanquearles el culo. La de la derecha está muy bien, más desenvuelta.
–Muy bien. Yolanda ¿quieres agua, quieres caminar? Te notamos tensa.
–Estoy bien, estoy bien.
–Ok, ahora quiero que ambas cierren sus ojos y se olviden que estamos aquí, quiero que se toquen su cuerpo, delicadamente, que lo sientan, disfruten su cuerpo.
Berta recorría con sus manos su cuerpo, tocaba sus pechos, bajó una de sus manos hasta su entrepierna e introducía los dedos para luego llevarlos a su boca. Pellizcaba sus pezones y gemía. Yolanda estaba tensa mientras arrarstraba sus manos por su piel, con timidez se tocaba la vagina.
–Oookey, listo. Chicas ¿hasta donde están dispuestas a llegar por quedarse.?
–Hasta dónde haga falta. -Respondió Berta sin dudar.
–Yolanda ¿Y tú?
–Ya estoy aquí, vamos a seguir.
–Besa en la boca a Berta, como si besaras al macho que te gusta que jode.
–¿Qué? Ya va, aquí no se habló nunca de escenas lésbicas, yo no... -Berta se le acercó y le dio un beso en la boca metiéndole la lengua. Yolanda se apartó y le dio una cachetada.
–Hey, hey vamos a calmarnos. Yolanda. No entendemos tu actitud, pensábamos que estabas clara con todo esto.
–Perdón, perdón Berta, no me esperaba el beso.
–Maldita perra. -Le dijo en voz baja Berta, que la miraba con odio.
–Berta te vemos más desenvuelta, voy a pedirte que hagas algo. Cunilingus.
–¿Que es eso? -Preguntó Yolanda. Berta se puso en cuclillas y se acercó a Yolanda a hacerle sexo oral. La mujer quedó paralizada pero dejó que Berta hiciera lo que le pidieron. Miraba a los ojos a Yolanda mientras está lubricaba, comenzó a excitarse.
–Paren, paren, ok, muy bien Berta, no sigas que nos vamos a excitar todos. -Hubo risas. –Vamos a pasar a otro nivel, Yolanda esta etapa será la que nos diga si sigues con nosotros o te vas de una vez. ANTONIO ENTRA.
Antonio entró al estudio. Un hombre corpulento de un metro noventa de estatura, blanco, velludo y con un enorme pene largo y muy grueso. –El es uno de nuestros talentos en la productora. Sabemos, por la cara de Yolanda que es uno monstruo de pene pero comenzamos con el para que tengan una idea de lo que hay.
–Lo siento, yo no pienso seguir, yo...esa cosa no me la van a meter.
-Allí está la puerta, afuera hay unos baños para que te puedas cambiar y gracias por venir. Llama a Cristina para que acompañe a Berta. Berta, Cristina es una de nuestras seleccionadas hace una mes, hoy está aquí en una sesión de fotos, pero como Yolanda abandonó y tú estás muy dispuesta queremos que el casting lo termines con ella.
–Perfecto ¿Que tengo que hacer con Antonio? ¿Sexo oral? -Terminó la frase y ya estaba agachada intentando introducir el enorme miembro en su boca, Antonio levantó los brazos riéndose.
–Déjala, déjala, graba, Cristina no entres aún. Vamos a ver qué hace. -Berta  con dificultad pero sin que se notará intoducía el pene en su boca, su mano recorría la base, El director de casting le hizo gestos a Antonio para que le acariciara la cabeza a la mujer. Le dijo a Cristina que entrara -Mama con ella.

Ambas se compartían el gran miembro, Antonio las acariciaba. -Berta besa Cristina y luego sigue mamando. Levántate y que Cristina te haga sexo oral a ti. Antonio acaricialas. ¡Coño, coño, coño que bien! No joda. Berta estás a un paso de entrar. Listo.

Antonio besó a las dos en la boca y enviaron a Berta a otra oficina.
–Ya tenemos tus últimos exámenes de sangre que nos enviaste, ahora quiero que me traigas un informe de tu médico que diga que estás en condiciones de tener sexo, que no tienes impedimento. Una vez lo traigas firmas contrato y unas cláusulas especiales ¿Ok?
–Perfecto.
–Toma, esto es por haber venido. -Recibió 100 dólares.

Al salir se consigue a Antonio.
–Hola muñeca, mamas muy bien. Parece que naciste para esto.
–Me encanta el sexo, creo que soy adicta, estoy enferma de sexo.
–Dimelo a mi, que vivo de esto, aparte atiendo a clientes a domicilio, hombres, mujeres, parejas.
–Que bien.
–Tengo que traer un informe, hablar con el médico a ver si puedo hacerme el blanqueamiento anal y...
–Y practicar, vas a comenzar a grabar mucho, antes que des a luz.
–¿Y puedo practicar contigo, que seas mi entrenador sexual?
–Claro mi reina, aprovecha que somos compañeros de trabajo y no te cobro.
–Mañana en la noche vas a mi apartamento y practicamos de una vez, quiero estar lista para cuando ingrese a la productora.
–Con gusto, dame la dirección y ahí estaré.
–Dame tu número para enviarte la dirección.
Eso sí, ten paciencia, mira que estoy embarazada y tú pene es enorme.
–Tambien te puedo dar por el culo.
–Por dónde quieras, pero despacio. 
–Claro tengo que cuidarte, serás talento de aquí y tienes que estar muy bien. Y tú estás demasiado buena.
–Tu tienes pinta que me vas a destrozar toda, pero por disfrutar de esa monstruosidad yo aguanto.
–Eres perrita.
–Soy lo que tú quieras.



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