miércoles, 16 de junio de 2021

Huevos revueltos. Capítulo 152

 


David había vuelto a salir de casa para verse con su profesor Jacinto. José David esperaba a Berta que llegara. No había vuelto al taller.

Dos horas después llegó Berta.
–Hola
–Tuve que buscar a nuestros hijos al colegio porque se te olvidó esperarlos en planta baja.
–Tienen un padre también. Estoy agotada, el trabajo ha sido extenuante.
–Hoy tengo ganas de hacer el amor contigo.
–José David, justo hoy que estoy cansada, tú quieres tener intimidad cuando llevas semanas ignorándome y durmiendo en la sala.
–Me imagino que estás agotada de tanto trabajo...es lo que tiene follar con dos tipos a la vez. Pero con la felicidad de que te verán millones de personas en el mundo como dos tipos lo hacen con una mujer embarazada. -Berta le dio una cachetada y José David la tómo de los brazos con fuerza.
–¿Me estás vigilando? Yo no te tengo que dar explicaciones, técnicamente estamos separados.
–Mientras yo no sepa si el bebé que esperas es mío, tú serás mi mujer y me debes respeto.
–Yo estoy trabajando José David, eso no es irrespetar a nadie, más bien estoy siendo productiva. -Por primera vez desde que están casados José David le dio una cachetada a Berta y esta se fue a su habitación. 
El hombre se sentó en la silla y comenzó a llorar. Se fue a la habitación, entró y se fue al baño. Berta se cambiaba.
–Me levantaste la mano José David.
–Perdóname, no debí hacerlo, te pido perdón.
–Estoy trabajando haciendo videos pornos y me pagan bien, necesito independizarme si es que me vas a dejar.
–Te ví, mi hijo y yo te vimos como dos hombres te cogían.
–Esto fue lo que me pagaron por esa escena, mira, más de lo que me pagas tú en el taller por trabajar más y muy aburrido por cierto.
José David no tenía que hacer esfuerzo para que las lágrimas le corrieran.
–Yo te pago el doble si quieres y además te cojo yo, si ese es el problema.
–Ni tú, ni tu pene, ni tu dinero me complacen. Ahora estoy en otra etapa que estoy disfrutando.
–Voy a hacer todo lo que esté a mi alcance para quitarte la custodia de mis hijos, no quiero que vivan contigo.
–Me dedicaré a nuestro bebé que viene en camino.
–Si ese bebé es mío, también te lo voy a quitar Berta. No eres una buena influencia para nuestros hijos.
–Tú si, que te tiras a la sirvienta en el taller y piensas en el pene de hombres. Tú si eres una buena influencia. Tú lo que eres es un maricón reprimido. Yo con maricones no quiero nada, yo necesito un verdadero hombre en mi vida.
–No sé cómo sigo enamorado de ti.
–Porque soy la única hembra que sabe hacerte el amor como es, no las golfas con las que te acuestas.
–No sé porqué quieres hacerme más daño, yo no sé qué te he hecho para que ahora me trates así.
–Ser mujeriego y ahora con pensamientos homosexuales. Me das pena.
–Jose David cogió sus llaves y salió del apartamento rumbo al taller, se fue caminando mientras lloraba.

Al llegar vio a Yadira y le dijo que entrara a la oficina.
–Dime, ¿decidiste tener sexo conmigo? -José David se desabrochó el pantalón dejándolo caer, Yadira se agachó y le bajó el interior. Tomó el pene flácido y se lo metió en la boca.
Luego de algunos minutos, Yadira seguía mamando el aún flácido pene mientras José David seguía llorando sin esfuerzo.
–Ay ¿Sabes qué? Yo no voy a seguir en esto, ya me duele la boca y tú estás no sé dónde, me voy a trabajar.

Ignacio tenía varios días publicando en sus redes sociales que buscaba una apartamento o anexo para alquilar.
Oto estaba llamando al Centro de Adopción para cuadra la nueva visita, está vez ambos.
–Recuerden traer actualizadas las cartas de trabajo y los balances financieros para el expediente.-
–Seguro, muchas gracias, allá nos vemos. -Entró en Instagram y vio la historia de Ignacio. Lo llamó.
–Hola-
–Epa ¿Y ese milagro? ¿Estás solo y puedes llamar o te escapaste para llamarme? Mosca y te descubren.-
–Deja la estupidez Nacho, te estoy llamando por lo que pusiste en el Instagram. ¿Sigues buscando?
–Si, pero ha estado jodido, muy caro y no me dan los números, el negocio va bien pero coño...ya va, dame un chance que me entra otra llamada. -Vio en la pantalla. <Juan Pablo llamando> –Coño que ladilla.
–¿Qué pasó?-
–Nada, un carajo que me cogí y ahora no sé cómo quitárselo de encima, un albino malparido.
–¿Albino?-
–Si, un cuento largo, cuando Jaime te deje salir solo, te lo cuento.
–Marico.
–Ja ja ja ja el caso es que hace unos días se me tío en mi cuarto del hotel, lo saqué de ahí y la muy loca se cortó las venas, lo tuve que llevar al hospital.
–Rolo e loco ¿Pero tú sigues embochinchado estando con Jorge?
–¿Que Jorge? Ese me maleteó, no sé dónde anda.
–Bueno, te llamo porque Tín está alquilando el apartamento de sus papás y la mamá se fue del país, puedo hablar con él que te dé buen precio.
–Oto...tu querido Tín no quiere verme ni en pintura, ese no me va a alquilar el apartamento.-
–Coño, yo hablo con él, Tín sabe que eres responsable y vas a pagar, eso sí, no hagas desastres en esa casa.
–Pero me va a cobrar una pelota de plata marico. Me va a tocar subarrendar un cuarto.
–Te dije que hablo con él y te de un buen  precio, igual conversas y cuadras si puedes subarrendar.
–A lo mejor me lo cojo y se pone mansito. -Hubo un silencio. –Es jodiendo Oto, deja la mariquera.
–Por esa actitud es que las vainas te salen mal.
–A ti te va todo super bien.
–No súper bien pero las cosas van fluyendo armónicamente, hasta voy a ser papá.
–¿Qué? ¿En serio? ¿Cómo es eso?
–Bieno voy a hablar con Tín y te aviso. Luego te cuento que ando full en el bufete.

–¿Papá? ¿Será que alquilaron un vientre? ¿O van a adoptar?. -Ignacio se quedó pensando unos instantes imaginando que pudo haber sido él quien junto a Oto adoptarán a un niño o niña, sacudió la cabeza y un nudo en la garganta hizo que se le aguaran los ojos.

Tres días después...

Agustín se comunicó con Ignacio para hablar del alquiler. Había accedido.
–Estoy haciendo un excepción porque eres tú, pero lo hago por Oto. Me brinqué a la administradora y hago el negocio directamente contigo pero a ellos les vas a pagar. El primer problema que haya en el apartamento te vas.
–Coño Tín, ya va, vamos a hacer las cosas bien, por escrito.
–Te voy a pedir que no me llames Tín, y por supuesto que vamos a firmar un contrato con cláusulas que está redactando mi abogado.
–Tu amiguito Oto. Me van a joder lo sé
–Aqui no te va a joder nadie, será algo que convenga a ambas partes.
–Se lo comenté a Oto pero te lo digo a ti por el tema del contrato ¿Puedo subarrendar?
–No es la idea, te di un buen precio, pero, pero si lo haces, primero me tienes que dar referencias de la persona, carta de trabajo, referencias bancarias y personales.
–Listo.
–Mañana vas al bufete a firmar, ahí estaremos Oto, Jaime, La administrador y yo.
–Una encerró a con mi ex, su nuevo marido y el amigo que me odia. Y encima tu papá para poner la guinda. Vaya día el de mañana.
–Asi son las cosas chamo. Lo tomas o lo dejas.
–Lo tomo, un apartamento como ese, en esa zona y a ese precio no lo voy a conseguir en la vida.
–Nacho, te pido por favor, que ese apartamento lo cuides como si fuera tuyo. Ahi nací y crecí con mis padres.
–Hasta que vino tu querido Oto a joder a la familia feliz. -Agustín cerró los ojos se mordió el labio inferior, apretando el puño.
–Disculpa Agustín, lo dije desde la rabia que aún siento, perdón, olvida lo que dije

–Mañana a las nueve en punto Nacho. 






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