miércoles, 9 de junio de 2021

Huevos revueltos. Capítulo 145

 


Oto estaba en la oficina desde donde trabaja Claudia ayudándola con unos expedientes. 

–Para que sea más fácil los casos ya cerrados envíalos directamente al disco duro externo y así liberas espacio. Ya luego si necesitas consultar algo en ellos pues los revisas desde el disco duro.
–Ah buenísimo, de todas maneras todo lo nuevo está en esta carpeta para que sepas por cualquier cosa, lo más más reciente aquí.
–Dale. -Tocan a la puerta, se abre. Era Jaime.
–Oto, ven un momento. -El muchacho se acerca a la puerta, Jaime saluda a Claudia. –Me voy al centro de adopción para las visitas a Yuridia.
–¿Quieres que te acompañe?
–No, hoy no, pero vas a venir para la próxima, de hecho quiero que te quedes porque va a llamar el señor Duque para saber del avance de su caso y quiero que lo pongas al día y que le digas que la próxima audiencia tiene que ir.
–Ok, termino con Claudia y reviso eso y espero la llamada. Que te vaya bien. -Jaime  movió la cabeza para ver a Claudia y estaba concentrada en el monitor. Le dio un beso en la boca a Oto. –Te amo, llego y nos vamos a casa.

Oto se acercó a Claudia nuevamente y va revisando unos documentos.
–Disculpa Oto, no pude evitar escuchar a Jaime...dijo que iba al centro de adopción. ¿Va a adoptar un bebé? -Oto vio a Claudia a los ojos.
–Te voy a pedir discreción sobre eso, por favor. Si, va a adoptar, vamos a adoptar.
–Que lindo eso, me encanta que ya las parejas gais puedan adoptar. Yo quiero tener un bebé y este año es mi meta.
–¿Pero con Diego, tu esposo?
–No chico, con ese hombre solo quiero una bonita amistad. Estoy meeeedio saliendo con el tipo este con el que hicimos el trío. 
–Ya va, ¿Me dijiste que le pagas para tirar con él, o sea, de eso vive el pana.
–Ya tenemos dos encuentros que no me cobra y salimos a tomar un café y bueno, decidí tener un bebé con él.
–¿Y él sabe tus intenciones?
–No, pero se lo diré, igual quiero ser madre soltera, aunque tenemos sexo con protección, dejaré de tomar las pastillas. Yo también te estoy contando secretos pero creo que nos tenemos confianza. Antonio me coge por el culo sin condón, pero él se hace exámenes cada tres meses, así que está sano, quiero hacerlo sin condón y quedar embarazada.
–Habla con él sobre eso, que le quede claro que no quieres un papá. Háblalo, no hagas eso por tu cuenta y menos si quieres algo serio con él.
–De momento estamos apenas saliendo.
–Ten presente que su trabajo es el sexo, tira con hombres, mujeres, no sé qué más hará.
–Las probabilidades de éxito de pareja son casi nulas, pero el hombre más cercano es él, no quiero inventar y mis amigos están casadisimos.

Jaime llegaba al centro, se reunió con la directora y luego entró con una asistente al área donde están los niños. Vio a la niña, se puso en cuclillas y la llamó.
–¡Yuridia, hola! -La niña lo vio y corrió hacia él. Se abrazaron. –Papá. -Dijo la niña y Jaime vio a la auxiliar, que cerró los ojos moviendo la cabeza aprobando. A él le corrió una lágrima, se levantó con la niña en brazos.
–Ella está entusiasmada y lo ve como un protector, pero hay que ir poco a poco. Vamos a ir a una habitación, usted va a estar con la niña y conmigo, también dos amiguitos de ella, no queremos que ella se sienta intimidada estando con usted solamente.

Entraron a la habitación donde habían juguetes y pizarras. Los niños junto a Yuridia corrieron a tomar los juguetes.
Jaime vio a la auxiliar. –Acérquese a ella y le pide jugar con ella. Se sienta en el piso y a jugar. -Jaime se quitó el saco y lo dejó en una silla. Antes de sentarse la auxiliar lo tomó del brazo. –Si se casa con su pareja antes de lo que imagina Yuridia estará viviendo con usted. -La chica le sonrió y Jaime hizo lo mismo sentándose en el piso.
–¿Puedo jugar contigo?

Eran las tres de la tarde, Oto estaba en su oficina haciendo alguna correcciones al caso del señor Duque luego de haber conversado con él. Claudia tocó la puerta y entró para entregarle unos archivos digitales.
–Y hay unos casos de Héctor que no estan cerrados, no sé qué ha pasado con eso.
–Mañana revisamos eso. Héctor no se va a encargar más así que hay que delegar.
–Mañana me veo con Antonio y le voy a hablar de lo que te comenté.
–¿Antes o después de tirar? Ja ja ja.
–Ja ja ja ja ay chico no había pensado en eso. Bueno te dejo que tengo un trabajón.
Oto le escribió a Jaime a ver dónde estaba.
-Estoy resolviendo algo y te busco, besos-

A las cinco de la tarde Jaime llegó al bufete y buscó a Oto y se fueron al apartamento.
–Me alegro mucho que todo haya marchado bien con Yuridia. -Jaime apenas cerró la puerta del apartamento comenzó a besar por todos lados muy suavemente a Oto.
–Si...todo muy bien, hueles muy rico.
–¿Y te dijeron algo de los avances? -Jaime le desabrochaba el pantalón y lo dejaba caer.
–Bien amor, va todo bien. -Se pasó la lengua por los labios. Se agachó y le bajó el interior a Oto dejando el pene frente a su cara. Comenzó a besarlo, besaba el vello púbico y bajaba a los testículos. El pene iba creciendo.
–¿Te dieron fecha para terminar el proceso? -Jaime comenzó a besarlo por el abdomen e iba subiendo, terminó de quitarle la franela.
–Mejor concéntrate en lo que te hago y luego preguntas, quiero penetrarte. -Se detuvo en la tetilla derecha y la chupó mordiendo la delicadamente. Llegó al rostro del muchacho y lo besó. Flexionó las piernas, cogió las de Oto y lo cargó.
–Estás pesado carajito. -Lo llevó hasta la habitación, se agachó y ambos cuerpos cayeron en la cama. Unos besos apasionados desataron la pasión de Jaime quitándose la ropa. Su pene erecto lubricaba buscando el culo de Oto que levantó las piernas y Jaime entró, suavemente fue penetrándolo. Sus caderas se movían rítmicamente pero suave, Jaime gemía abriendo la boca, Oto  apretaba los brazos de Jaime.
–Te amo carajito. Que divino estás hoy, tu piel, tu culo, tu aliento...-Jaime seguía moviéndose, echó las piernas del chico hacia el pecho de este levantando más el culo, él se incorporó y su pene entraba un poco más recto, Oto apretaba y Jaime ponía los ojos en blanco. Al muchacho se le erizaba la piel.
Jaime lo penetraba profundamente pero no pudo aguantar más, apretó las piernas de Oto mientras eyaculaba dentro del chico.
Se levantó retirando el pene lentamente. Oto comenzó a masturbarse, Jaime le metió los dedos en el culo tocándole la próstata, el chico comenzó a gemir y acabó en su abdomen. Jaime le mamó el pene tomando las últimas gotas de semen.

Jaime se acostó al lado de Oto que recuperaba el aliento luego de acabar.
–Amor, discúlpame, acabé muy rápido, pero me tenías excitado. -Oto le dio un beso en la boca.
–No seas tonto, estuvo maravilloso.
–Quiero que estés feliz y pleno conmigo.
–Amor, lo estoy, estoy feliz contigo, te amo.
–Hoy la auxiliar me dijo que si me caso contigo todo el trámite se acelera. -Se dio la vuelta y buscó su pantalón, sacó una cajita y se la puso frente a él. La abrió. –¿Quieres casarte conmigo? -A Oto se le aceleró el corazón, se puso la.mano en la boca y movió la cabeza afirmando, Jaime le puso el anillo. Se abrazaron y besaron durante varios segundos. Oto se puso a llorar y se fueron a duchar.

Mientras le caía el agua caliente en la cabeza a Jaime, Oto le enjabonaba el pene. –Pedirme que me case contigo es por cumplir tu deseo de ser padre nuevamente o porque realmente quieres casarte conmigo. -Jaime sacó la cabeza del agua.
–Coño carajito, si a estas alturas me haces esa pregunta es que aún dudas de esta relación. Mi gran deseo es adoptar a Yuridia pero te pedí matrimonio porque te amo y quiero estar contigo hasta el final de mis días. -Oto lo besó  y ambos quedaron bajo la ducha.
–Te amo Jaime, te amo, te amo, te amo y quiero casarme contigo y ser padres y tener una familia y un perro y envejecer juntos.
–Yo primero que tú. 
Volvieron a besarse.




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