jueves, 10 de junio de 2021

Huevos revueltos. Capítulo 146


 10 de la mañana, Claudia llamaba a Antonio para confirmar su encuentro.

-Te espero a las seis de la tarde en mi apartamento-
-Seguro preciosa-
-¿Esto es parte de tu trabajo o una cita?- Un silencio incómodo de segundos y luego habló Antonio.
-Preciosa, no voy a cobrarte pero esta noche quiero hablar contigo, ¿Ok?
-Seguro, nos vemos, un beso-

Diego estaba en el apartamento trabajando en la computadora, estaba inquieto y ansioso.
Tomó su teléfono y envió un mensaje.
-¿Entonces vas a venir a la 1 pm?-
-Coño si, te te dije que voy mi pana, pero todavia no me transfieres el dinero.-
-Hazme un descuento vale, me tienes seco-
-Vete al sauna y que te cojan cuatro carajos, yo vivo de esto, no voy a regalar mi trabajo. Avísame y cuadro otro cliente.-
-Ya te transfiero-
-Ok, ya no me escribas más-

Diego se puso a trabajar pero no sé concentraba. Le vino a la mente lo que le dijo Antonio: "Vete al sauna y que te cojan cuatro carajos". Entró en Google y colocó saunas gay  y agregó su ciudad. Aparecieron tres, anotó las direcciones y los buscó en Instagram. Vio el reloj. 11:30 de la mañana. Se fue al baño a hacerse el lavado. Buscó el enema y comenzó.
–Necesito conseguir amigos, salir, esta vida que ahora tengo me está agobiando. -Se sentaba en la poceta expulsando el agua de su culo.
Luego de media hora se estaba duchando, se afeitó los testículos, se rebajo el vello púbico y también se afeitó el área anal.
Se enjabonó por completo, se pasó por todo el cuerpo la esponja. Al salir de la ducha, se secó y se bañó en perfume antes de vestirse.
Buscó su mejor interior, se colocó una camisa blanca y un jean azul. Se peinó usando un poco de gel.

12:45 pm, Diego estaba en el sofá revisando el celular, viendo los comentarios positivos y negativos de los saunas que buscó, miraba el reloj a cada rato. Llegó  la hora y la ansiedad de Diego aumentaba, las manos le sudaban, no entendía porqué estaba tan nervioso si ya había estado con Antonio.
1:10 pm sonó el timbre, Diego brincó del susto, respiró profundo y fue a abrir la puerta.

–Hola.
–Disculpa el retraso tuve un inconveniente con el...-Diego se le abalanzó y le dio un beso en la boca, pero Antonio lo empujó. –¿Qué te pasa? Yo no vine a visitar a mi novio, vine a trabajar y mi trabajo es tener sexo contigo que eres cliente. Te vuelves a equivocar y te doy un coñazo. 
–Coño es un beso pana, tampoco te tienes que poner así. 
–Yo no beso a los clientes. ¿Vamos a lo que vine? -Diego lo dejó pasar hacia el cuarto. –Creo que ya la cagué este no quiere nada más allá de cogerme y cobrar. -Comenzó a desvestirse, Antonio igual.
–Mámalo para ponerlo duro. -Diego se puso en cuclillas, tomó el enorme pene entre su mano que se veía diminuta. Abrió su boca y lentamente fue introduciéndolo, moviendo la lengua.
Este marico mamá como si se lo hiciera al marido.  Párate, ¿Cómo quieres que te coja?
–Como quieras, tú eres el experto.
–Ponte en cuatro en la cama. -Mientras Diego se ponía en posición Antonio estiraba el condón para ponérselo.
–Ponme lubricante y lo haces despacio.
–Si...-Le derramó gel en el culo, se montó en la cama colocándose detrás de Diego, flexionó las piernas, tomó su pene y lo fue empujando en el culo.
–Despacio por fa. -Antonio le dio una fuerte nalgada a la vez que le introducía el pene con fuerza, Diego se movió hacia adelante golpeando la cabeza en la pared. Antonio lo tomó de los hombros empujando con rabia. Diego gritó y no paró de hacerlo. Antonio se echó hacia adelante y le tapó la boca, moviéndose ferozmente. Diego tenía la cara roja. 
Antonio hizo un giro en la cama quedando ambos boca arriba, Diego sobre él. Le toma las piernas a Diego y comienza a mover las caderas sacando y metiendo el enorme miembro en el culo.
No paraba de moverse, Diego gritaba. –Para, para, ya va. -Antonio no le hizo caso y volvió a moverse poniéndose de lado y siguió moviéndose. 
–Ya, ya...ya va...me duele. -Antonio sacó el pene molesto. –Agarra aire yo voy a buscar algo de tomar, ¿tienes cerveza?
– aaaah....aaaah...siii...

–Que maravilla que salimos antes, así me baño relajada, como algo light y espero al hombre. -Se detuvo en un semáforo en rojo y revisó el celular. Un mensaje del grupo del trabajo. <Debido a la fumigación de hoy, mañana no se labora en el bufete pero cada quien en su casa estará atento para adelantar trabajo a distancia, muchas gracias>
–Uy maravilloso, otra excusa para decirle que se quede a dormir.

Antonio salió de la habitación desnudo con el pene erecto en busca de una cerveza. Abre la nevera, saca una lata y la abre. Toma un sorbo, eructa, cierra la puerta y se queda bebiendo la lata mientras la puerta del apartamento se abre. Antonio termina de beber y deja la lata en el mesón, se acerca a la sala.
-¿Antonio?...¿Qué haces tú aquí?
–Trabajando princesa.
–¿En mi casa?
–ANTONIOOOO, TRAETE LA CERVEZA, ¿DÓNDE ESTAA...AS? Claudia...¿Que haces aquí?
–Vivo aquí pendejo ¿Tú qué haces con Antonio?  Se supone que nos íbamos a a ver hoy. -Hablaba en voz baja dirigiéndose a Antonio.
–Claro princesa, me dijiste a las seis no a las ¿Qué hora es? Las tres.
–Ya va, ya va...o sea yo quedo contigo esta tarde y vienes a mi casa antes a tirar con este. Yo pensé...
–¿Vas a tirar ahora con él? 
–Teníamos una cita, estoy saliendo con él.
–Ah coño, sabes lo que siento por ti y te quedas con ella.
–YA VA, YA VA, DEJENSE AMBOS DE MARIQUERA, YO TRABAJO CON SEXO, DE ESTO VIVO. SI USTEDES SE CREARON UNA HISTORIA DE DISNEY EN LA CABEZA ES PEO DE USTEDES.
–Antonio a mí no me estás cobrando, hemos estado viéndonos.
–¿Qué? ¿Estás saliendo con mi esposa?
–Mierda...me siento en bachillerato en una peleíta de novios, yo me visto y me voy. 
–Supongo que me vas a devolver el dinero, te vas antes de terminar.
–No te voy a responder esa estupidez. -Antonio se fue a vestir.

–Así que llevas rato revolcándote con Antonio.
–Si, igual que tú.
–Y no te cobra, ¿Qué coño habrás hecho para que no te cobre, zorra. -Claudia le cruzó la cara con una fuerte cachetada.
–Maricón envidioso, ¿Que creías que te iba parar bolas a ti?
–A ti tampoco...creo que debemos colocar horarios para evitar estos encuentros si tenemos sexo con otras personas.
–Exacto con otras personas no con la misma con la que me acuesto yo. 
–Ambos parecen unos carajitos, les voy a pedir que borren mi número y no me llamen más. Permiso.
-Antonio...¿Nos vamos a ver a las seis?
–Te aviso princesa, te aviso.

–Quiero el divorcio.
–Tenemos que vender este apartamento.
–Te vendo mi parte pero no quiero seguir viviendo contigo.
–No tengo dinero para comprar tu parte.
– Ponte a mamar guevo que se te da muy bien y cobras, verás que te forras de dinero.
–Eres un plasta, dame chance para conseguir el dinero.
–El tiempo que quieras pero me quiero divorciar, aunque me cueste la vergüenza de explicar que eres gay.
–Eres un perra.
–Me tocó un marido gay, tengo que desquitarme.



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