miércoles, 30 de junio de 2021

Huevos revueltos. Capítulo 166

 


Claudia abría los ojos, se volteó en la cama para ver al otro lado. El hombre seguía durmiendo. Eran las seis de la mañana. Se levantó con cuidado y fue al baño a ducharse.


Cuando terminó de ducharse, cierra las llaves y abre la puerta, frente a ella estaba Antonio.
–¡Ay chico, me asustaste!
–¿Te ibas a ir sin despedirte? -Antonio con el pene erecto se acerca a ella en la ducha y comienza a orinarla en la entrepierna.
–¿Qué haces?
–Orinando, cuando uno se levanta orina, voltéate. -Claudia se volteó y le orinó las nalgas. Entró a la ducha.
–¿Me vas a coger otra vez?
–¿No te bastó las tres veces de anoche? Si no quedas preñada o yo soy estéril o lo eres tú. -Se besaron y Antonio cogió el jabón y se lo pasó por las nalgas y la vagina, luego enjabonó su pene.
–¿De verdad no quieres ser mi pareja?
–No, primero, no quiero estar atado a ninguna mujer ni un hombre y segundo no quiero criar carajitos. Yo te puedo preñar, pero hasta ahí.
–No me importa si sigues con tu trabajo y haciendo películas porno, yo te dejo hacerlo.
–¿Tú me dejas? Mi reina, no tengo que pedirle permiso a nadie, yo hago lo que me da la gana.
–Podemos trabajar juntos haciendo películas.
–Ve a vestirte que yo tengo que salir.
–Que odioso. Seguro te estas tirando a Diego, te gustan más los hombres.
–Nooooo, que va, a ese guevón no me lo cojo más. A mi me gustan las mujeres y los hombres, princesa, no tengo preferencias por nadie.
–Bueno, me voy a ir, ya veo que contigo no llegaré a ningún lado.
–Te voy a agradecer que ya no me pidas tirar contigo a menos que pagues por la hora de sexo y será con condón.

Claudia se vistió y se fue a despedir de Antonio pero entró al baño.
–¿Puedo entrar?
–Estoy cagando, pero si quieres entrar...
–No, ya me voy.
–Chao pues, ya sabes mis tarifas, cualquier cosa me escribes.
–Qué imbécil. -Claudia salió del apartamento.
Pasó por su casa a cambiarse e irse al bufete.

Llegó saludó a sus compañeros y fue a saludar a Oto que estaba en el despacho de Jaime.
–¿Sabes quién está aquí?
–¿Quién?
–Guillermo, ¿marica, que le hiciste a ese hombre? Nunca viene y ahora se la pasa aqui.
–No te conté pero el carajo se alargó y engrosó el pene. Y ahora tira divino.
–¿Habrás quedado preñada?
–No sé, pero anoche lo hice con Antonio.
–Estás pasada de puta jajajajaja.
–Pendejo. Antonio me botó, que si quería tirar de nuevo con él que pagara su tarifa.
–Un bicho, ojalá no quedes embarazada de ese idiota.
–Voy a ver a Guillermo.
–¿Te lo vas a tirar en la oficina?
–Yo no soy Oto mi amor.
–Aaaay si...

Claudia tocaba la puerta del despacho de Guillermo.
–ADELANTE. -Claudia entra.
–Buenos días Guillermo.
–Buenos días, cuéntame.
–No, bueno, era para saludarte.
–Todo bien Claudia. -Guillermo levantó la mirada. –Siéntate, ¿Vas a estar con pena a estas alturas?
–Disculpa.
–¿Quieres trabajar para mi?
–¿Para ti? Pero si tu no eres abogado, ¿Que voy a hacer?
–Serás mi abogada, mi asistente. ¿Cuánto te paga Jaime?.
–600 dolares
–1.200 dolares y eres mía. Yo resuelvo con Jaime.
–¿Así sin más? Sin saber si yo quiero.
–¿Vas a poner peros con lo que te voy a pagar?
 -Guillermo se levantó de la silla y se fue hacia Claudia que también se puso de pie. Le pasó la mano por la cintura, la acercó hacia él y la besó.
–En realidad lo que quiero es hacerte mi esposa, tener ese hijo o hija que tanto anhelas y vivir juntos.
–Anoche estuve con otro hombre, con el que te dije, a ver si quedo embarazada.
–Yo anoche dormí con una mujer. Pero si aceptas ser mi pareja yo te pago la inseminación, el in vitro, lo que sea sinno logras quedar embarazada de la manera tradicional.
–Pero yo no estoy enamorada de ti Guillermo. -Volvió a besarla.
–Lo sé, pero vas a desaprovechar de estar con un hombre que te va a resolver la vida, si quieres no trabajas y sales con tus amigas, vas de compras, al gym, al club, nos vamos de viaje.
–Una mujer florero, la mujer vitrina para exhibir.
–¿Por qué tienes que ponerle a ese estilo de vida un calificativo tan feo? Si quieres puedes trabajar pero todo lo anterior lo vas atener igual.
–¿Lo puedo pensar?
–Tienes toda la vida para darme una respuesta.
–¿Ah si? Vas a esperarme hasta que yo decida.
–Totalmente, yo hago mi vida, tengo sexo con mis amigas, viajo. Cuando tu me des una respuesta positiva, yo dejo todo eso y me dedico a ti.
–Wao...ok...déjame aterrizar en mi cabeza todo lo que me has dicho.
–Mientras lo piensas mi apartamento esta a tu disposición cuando quieras hacer el amor y amanecer conmigo.
–Voy a trabajar Guillermo y cuando llegue Jaime hablar con él.
–Deja que yo hable con él.

Ignacio buscó su carro. Luego de muchos meses parado, por fin pudo arreglarlo, estaba contento. Tomó autopista para regresar a u local. Recibió una llamada.
–¿Agustín? Que rara esta llamada -Aló, Agustín, cuéntame, te voy a poner en manoslibres estoy manejando-
-Nacho, escucha, hubo una explosión en mi apartamento voy saliendo para allá, nos vemos en el edificio.
–¿QUÉÉÉ? ¿Cómo? Ya voy para allá- Colgó la llamada y dio bruscamente una vuelta en U.
–DIEGO DIEGO DIEGO, está en el apartamento, mierda, mierda. –Llamó al celular de Diego, repicó y no contestó, volvió a llamar y tampoco contestó. Estaba nervioso y manejaba torpemente pero iba a toda velocidad.

Llegó al edificio, había mucha gente alrededor, dis camiones de bomberos, policia nacional y científica.
–Buenas tardes oficial, yo vivo...ahí...que pasó
–¿Es su apartamento?
–No, vivo alquilado.
–Al parecer hubo una fuga de gas. Estan haciendo las pesquisas, hallamos a una persona en el apartamento... -En ese momento unos camilleros empujaban una camilla con una oersona envuelta.
–DIEGOOOOOO, DIEGOOOOO.
–Por favor, no puede estar aqui.
–Es mi amigo, vivo con el. -Ignacio abre el cierre y se echa para atrás.
–Murió por asfixia, demasiado humo en el piso, una persona mayor no aguanta eso.
–IGNACIOOOO, IGNACIOOOO. -El muchacho voltea y ve con una cobija a Diego. Corre hacia él y lo abraza.
–¿Estás bien?
–Milagrosamente bien, no me dejó explicarle, salió corriendo. Su amigo estaba inconsciente en una de las habitaciones que quedó extrañamente intacta.
–¿Inconsciente?
–Me drogaron...es que...
–Los dejo solos. Cuando llegue el dueño del apartamento me avisa -Dijo el policía.
–¿Quién te drogó? -Suena el celular de Ignacio. –¿Y este mamaguevo ahora que quiere? -¿Qué pasa ahora, qué quieres?
–Para que nunca te olvides de mi mira todo lo que provoqué- Ignacio voltea a ver a Diego, una lágrima corre por su mejilla y voltea hacia el otro lado.
–Vuelve a voltear pero más a a la derecha y me verás. -Ve a Juan Pablo que lo saluda pero se monta en un taxi y se va. Vuelve a ver a Diego.
–¿Metiste a Juan Pablo en mi casa?. Lo coge del cuello de la camisa –¿Metiste a ese enfermo en mi casa?
-Diego visiblemente asustado y confundido le contesta. –Me dijo otro nombre, no recuerdo Ignacio, no sé, que nombre me dijo...
–Te debes acordar que el tipo ese es albino, ¿Te acuerdas? ¡Dime Diego! -Lo volvió a agarrar por la camisa.
–Si, si...me drogó, creo, no recuerdo en qué momento...yo...mierda...-Ignacio le lanza un fuerte golpe en la cara  que lo tumba al suelo. La policia sujeta a Ignacio y lo mete en la unidad.
–Se quien hizo esto agente, se quien fue el que provocó esto. Quiero denunciarlo.

Con un fuerte dolor de cabeza, un mareo constante y lagunas en sus recuerdos, Diego se levanta del suelo ayudado por un bombero y Agustín, que inmediatamente lo aborda dos agentes de la policía científica.

–Agustín, ve a hablar con Ignacio, está nervioso y alterado. Cree saber quien hizo esto.
–¿Cómo es la vaina?
–Fue mi culpa...lo siento...mierda...yo metí a un desconocido en el apartamento y resulta que el tipo conoce a Ignacio y es un loco o no sé...
–¿Y tú de dónde lo conoces? Ya...no me digas...coñodelamadre. -Agustín levanta la mirada y ve el apartamento donde nació y vivió hasta hace casi dos años. Comenzó a llorar.
Diego le señala donde está Ignacio y va al carro de la policía.
–Nacho
–Tin, mierda Tin , perdona yo no...coño...mierda...- Salió de la unidad y el policía sacó el arma.
–Tranquilo, yo me hago responsable, es mi amigo. -Ignacio sale del carro y abraza a Agustin y comienza a llorar.
–Yo sé quién fue Tin, yo se quien fue, estuvo aqui, hace unos.minutos para decirme que fue él.
–Ya tranquilo, ese tipo va a pagar por esto con la carcel y va a pagar el arreglo del apartamento.
–Golpee a Diego, le di un carajazo.
–Si, tiene la cara hinchada, mira tu mano.
–Yo le dije que no metiera gente Tin , se lo dije.
–Ya, tranquilo...hay que solucionar este peo, tenemos que hablar con la policía, necesitamos unos abigados aqui.
–No le irás a decir a Oto.
–A Oto y a Jaime.
–¡Que mierda todo! Nada me sale bien, ahora otra vez a buscar donde vivir. Justo hoy que saco mi carro del taller luego de meses, pasa esto. Descubrir los cachos que me puso tu amigo fue mi desgracia.
–Ahora voy a ser yo quien te de un coñazo. Hoy resolvemos, te quedas en mi casa ¿Ok?
–Será para que el mastodonte de tu marido me mate.
–No va a pasar.
–Murió una persona a causa de la explosión, un señor mayor.

–Necesitamos los abogados Nacho, tranquilo, saldremos de esto. Pudo haber muerto Diego...fue un milagro.
–Creo que le debo una disculpa.
–Diego se siente muy mal, fisicamente y moralmente.
–Tampoco tiene donde ir.
–Me supongo que llamará a su ex.

–Gracias Tín.
–¿Gracias por qué?
–Por el abrazo.
–Tonto, ven acá. -Se abrazaro de nuevo. El policía se limpiaba las lágrimas mientras los veía abrazados.


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