miércoles, 3 de marzo de 2021

Huevos revueltos. Capítulo 52


 Castro comenzó a penetrarlo, estaban de pie y lo tuvo que alzar para que su pene entrara.

-AAAAAAAAAH -Raúl pegó un grito agudo que Castro tuvo que taparle la boca, con el otro brazo lo cargaba. Le quitó la mano de la boca, el Popper y lo puso a inhalarlo de nuevo.
-No grites.
-Es que me duele.
-Aguanta, tú querías metértelo. -Con el chico cargado buscó una silla y se sentó. Al hacerlo su enorme pene entró por completo en el culo de Raúl que volvía a gritar pero Castro le tenía la boca aprisionada con su mano.
-Voltéate pero no lo saques. -Raúl tuvo que acomodarse y que el pene entrara por completo para comenzar a voltearse. Ayudándose con Castro que lo sostenía, levantó las piernas, el hombre lo tomaba por el tronco e iba dándole la vuelta mientras sus piernas estaban rectas, una hacia arriba y la otra paralela al piso. 
-Me duele, dame Popper.-Al chico se le salían las lágrimas. Cuando ya estaba frente a Castro, el hombre lo sujetó por las nalgas, lo alzaba y lo dejaba caer una y otra vez. Raúl gritaba y tuvo que taparle la boca de nuevo. Se puso de pie, el chico estaba con los ojos cerrados gimiendo. Retiró el pene del culo y bajó al chico. 
-Ponte en la silla. -Raúl apenas podía caminar, le temblaban las piernas y el culo le dolía, se apoyó de la silla pero se cayó. Castro lo levantó. Lo montó en la silla y lo penetró. Otro grito.
-Ya por favor, no sigas. -Castro lo ignoró y comenzó a moverse violentamente, el chico se soltó de la silla y cayó al piso.
Castro quedó de pie y se arrancó el condón.
-Párate que voy a acabar. -El chico apenas podía moverse, lo levantó por un brazo y lo sentó. Comenzó a masturbarse, pellizcándose una tetilla, se acercó al chico y acabó sobre él cayendo el semen en su cara, pecho y abdomen.
Raúl como pudo se levantó y caminó sin rumbo, sus piernas se flexionaban e intentaba mantenerse en pie, parecía un zombie. -Ay me duele todo, me duele todo, estoy destruida.
-Ahí está el baño, límpiate. Coño no debí cogerme a este carajito...mi flaco me va a joder, esto no se hace vale, yo amo a mi flaco, coñodelamadre, ahora todo está mal.

Raúl salía del baño algo mareado, Castro lo tomó del brazo y le dijo que se vistiera que tenía que irse. -No me toques, no me toques, no vuelvas a ponerme una mano encima ni a cogerme, tú eres una bestia, un animal salvaje, eres un bruto. Tú no tienes un guevo,  eso es una bazuka.
-Disculpa chamo, esto no debió pasar, yo tengo pareja.
-No debió pasar pero no volverá a pasar, me duele hasta el alma, hablo y me duele, te veo y me duele, veo ese trozo y me palpita la cuca. No quiero verte más.
-No le digas a tu papá que esto ocurrió.
-Me voy...te odio, yo vine a disfrutar del sexo, no a sufrir y tú me has hecho sufrir. -Raúl termino de vestirse y bajó por el ascensor.
-Aaaaay no, que tipejo, eso fue una violación, no me van a poder coger en semanas me dejó destruída, me duele todo. -Se puso a llorar, cuando llegó abajo dejó el casco y se fue de la obra.

Castro se vistió. -¿Llamo al flaco y le cuento? Que mierda todo. ¿Para que carajos te metes con este niño? Que vaina. No te basta con el buen culo de tu marido, tienes que buscar otro. Decidiste cambiar de vida y vas y la cagas. -Se puso el casco, se bajó en el 5to piso y dio unas instrucciones a los obreros, luego pasó por la oficina, dejó unas instrucciones y dijo que no regresaba el dia de hoy.

Castro decidió ir al supermercado para hablar con Agustín, lo iba a invitar a almorzar. Al entrar dos cajeras y un cajero se voltearon a verlo cuando entró y preguntó por Agustín. Había poco movimiento.
-Dios mío este hombre es un toro. Me coge y me destroza.
-Que tipo tan bueno,. ¿Será uno de los dueños?, nunca lo había visto.
-Que hombre tan gigante, que brazos, me abraza y me deja escoñetada.

-Pase por aquí y suba las escaleras. -Le decía la chica de la recepción que luego le hizo señas a la cajera de lo bueno que estaba Castro.
La secretaria lo dejó pasar y una vez dentro,  Agustín cerró la puerta, lo abrazó y le dio un beso, Castro respondió al beso pero no como acostumbra a dárselo.
-¿Que haces aquí amor? ¡Que sorpresa! ¿Pasa algo? ¿Te pasó algo?.
-Si, vine a invitarte a almorzar para contarte.
-Aquí tenemos cocina, puedo pedir que nos preparen algo.
-No flaco prefiero hablar contigo fuera de tu lugar de trabajo.
-Me estás asustando. -Castro le acarició la mejilla y sus ojos se inundaron de lágrimas.
-¿Que fue pues? Coño Castro, ¿Le pasó algo a tu hija, a tu esposa?
-No, no, ellas están bien, mi mujer jodiendo pero normal, soy yo.
-Salgamos de aquí y me cuentas.

Llegaron a una panaderia cercana donde tienen terraza y se puede comer de todo aparte de lo que hay en una panadería.

-Bueno...es que...tu relación anterior terminó porque el tal Renato se tiraba todo lo que se movía y...
-Tampoco así, pero ajá...
-La otra vez hablamos de tener una relación abierta, que si se presentaba la oportunidad de tener sexo con alguien pues era algo permitido, si era algo no planeado sino que pasó y ya.
-¿Te conseguiste con alguien para tirar?
-No, a ver...tuve sexo hoy...en el trabajo. -La cara de Agustín se tensó. -Este era el momento que quería evitar, tu cara lo dice todo y soy una mierda.
-Castro, cuéntame.
-Vino el hijo del otro ingeniero a visitarlo, un niño, no debe tener más de 20 años, un carajito flaquito, blanco, es una niña, delicadita. El padre se fue y él me dijo que le mostrara la torre y lo llevé al piso 18 y...ahí me lo cogí...Yo sé que hice mal, yo debí negarme, lo sé, yo ahora estoy contigo y te dije que solo a ti quería cogerte...pero es que se me puso puta la niña y...
-¿Y que pasó?
-Coño te podrás imaginar cogerse a ese niño que debe pesar 45 kilios, atravesado por lo que ya conoces, esa niña gritó como loca, me decía que parara, sabes cómo me pongo que mientras no termino no paro, bueno ese niño enloqueció, se desmayó, caminaba como borracho y eso que se metió más Popper que tú qué eso es decir bastante.
Luego me insultó, me dijo animal, bruto, salvaje. Yo no le paré bolas porque yo pensaba en ti en como te iba a decir esta vaina, me sentí mal, me siento mal, la cagué y contigo no quiero cagarla, quiero hacer las cosas bien.
-¿Acabaste?
-Sí, eso es todo el cuento, él se fue primero de la obra y luego yo.
-No chico, que si acabaste, le echaste la leche.
-Ah si ¿Y a qué viene eso?
-Me da morbo saber.
-Bueno me pellizqué las tetillas porque si sigo cogiéndomelo me toca llevarlo a la morgue.
-Castro te hubieses visto la cara cuando llegaste a mi oficina y ahora, parecías un carajito de 20 años echando un cuento, estabas temblando. Estás nervioso.
-No quiero que me botes pal carajo ahora que quiero que vivas conmigo.
-¿Por qué tiraste con ese carajito?
-No sé, lo ví, me empezó hablar se puso puta, esa cara que ponen que sabes que lo quieren es que te los cojas, bueno, a mi se me nubló todo y pum le reventé ese culo, debe estar haciendo baños de asiento.
-Ya amor, listo, fue un calentón, tiraste, bueno...pa lante, no es que voy a saltar de alegría por tu hazaña pero no hay rollo ¿Usaste condón?
-Si, eso me lo puse antes que cualquier otra cosa, por cierto pasado mañana nos hacemos los exámenes, todo, completo.
-Me dices cuánto es mi parte.
-No flaco, eso corre por mi cuenta, no te preocupes.
-No, me dices cuánto es lo mío.
-Deja la vaina. Si quieres paga este almuerzo y quedamos en paz.
-Los exámenes son más caros.
-Mi flaco, no te angusties por eso, ¿si?
Terminaron de almorzar, pidieron café, pagaron y fueron al carro.

-Perdóname por esta cagada.
-Nada que perdonar amor.
-No te creas que hoy no te voy a coger, yo todavía tengo energía y ganas para hacerte el amor.
-¿Hoy?
-Si, te busco al trabajo, vamos a mi casa y luego te llevo a la tuya.
-Pero tengo mi carro.
-Lo dejas en el trabajo, yo te busco y te llevo.
-Estás loco.
-Por ti mi flaco. -Le dio un beso ahí en el carro que duró varios segundos. Castro se estaba excitando y se separó. -Vamos a dejarlo hasta aquí porque te voy a coger aquí adentro.
-Por cierto ¿Te vas a ver con el carajito este que te va a hablar de Renato?
-Si, ahora a las tres.
-¿Y si ese también quiere que te lo cojas? ¿Le vas a echar bolas? -Castro miró hacia al frente poniendo las manos en el volante.
-Yo sabía que esto no iba a terminar bien, estás molesto Agustín, dilo, dime qué estás arrecho, saca esa arrechera, pégame.
-Castro, imagínate que yo ya daba por sentado que te ibas a tirar al carajito este que conoce Renato. Hasta lo tomé en joda.
Si pasa pues pasó, mira esta vida es muy corta y complicada para estar enrrollados en un drama. Lo que si te pido es que si dejas de amarme o tienes un romance con otro tipo o una tipa, me lo dices y terminamos pero no hagas lo que hizo mi papá.
-Eso no va a pasar por lo menos en los próximos 20 años.
-No digas bobadas. Con lo otro, pues si se te resbala, déjalo paralítico para que sea serio.
-Ay flaco, me asusta tu apertura, pero a la vez me encanta que seas así. Cada día te amo más.






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