miércoles, 31 de marzo de 2021

Huevos revueltos. Capítulo 80

 


Una semana seguida haciendo recorridos con los turistas había dejado un buen dinero. Ambos chicos sacaron por fuera de los paseos un poco más  con gente que quería tener sexo con ellos. Entre la gente comenzó a regarse que los chicos ofrecían sexo a cambio de dinero y los hombres que se hospedaban en los hoteles cercanos llegaban preguntando. Los chicos se iban a los hoteles más lejanos en bicicleta para atender a sus clientes. -Esta semana nos compramos unas bicicletas para no pedir prestadas. -Le comentó Lorenzo a su chico.


-¿Entonces me lo recomiendas con los ojos cerrados?-
-Si vale, ese hombre arregla de todo-
-Vale dame su número y lo llamo. ¿Le digo así, Sala'o?-
-Si, así lo conocen en todos lados, recuerda que él no vive aquí, así que dale hospedaje y comida y estará agradecido, claro págale su vaina, pero le das las tres comidas y vas bien.-
-Ok, ya lo llamo y cuadro con él.
Leonardo vio a Lorenzo y lo llamó. -Mañana viene una persona a acomodar varias cosas en la posada así que me lo atienden bien. Ahora vayan a limpiar estas habitaciones.
-Ok, las voy a limpiar yo, José se siente mal, tiene diarrea.
-Ah coño, ¿Tomó algo? Le llevaré una medicina.
-No, le preparé una manzanilla hace un par de horas.
-Ok, ve a lo tuyo y voy a ver al carajito.

Leonardo entró a la habitación y le pasó el pestillo a la puerta, se bajó el bermuda y despertó al chico.
-Hey, no me importa si estás enfermo, tienes que mamar y darme culo.
-Tengo diarrea.
-Tómate está pepa. Pero hoy te cojo ya te me has escapado mucho.
José se sentó en la cama y se tomó la pastilla con un vaso de agua que estaba en la mesita. Leonardo estaba frente a él sacudiendo el pene para ponerlo duro. -Mámalo.
El chico se lo metió en la boca y Leonardo lo tomó con sus dos manos por la cabeza empujándola para que se metiera todo el pene en la boca. José se ahogaba, se le escurría la saliva hacia el piso. -Ponte en cuatro para cogerte coño.
-Estoy con diarrea, me voy a cagar encima si me lo metes. -Leonardo lo cogió del cabello echándole la cabeza hacia atrás y comenzó a masturbarse. Se vino en la cara del chico. Cuando terminó le dio una cachetada. -No te salvas de que te coja carajito, no te salvas... -Se regresó y se puso de cuclillas frente a José y le dio un beso en la boca saboreando su propio semen que tenía el chico en los labios.
-Me gustas mucho José...de verdad me gustas y quiero cogerte.
-Leonardo es que yo...
-No me digas un coño, solo quiero penetrarte...no quiero esperar más. Cúrate, tienes a Lorenzo trabajando solo.

Lorenzo terminaba la segunda habitación cuando apareció José.
-Amor ¿Cómo te sientes?
-Ya mejor, Leonardo me dio una pastilla para la diarrea, si voy de nuevo al baño que me tomé otra.
-¿Puedes limpiar una habitación?
-Si amor.
-¿Seguro? Lo puedo hacer yo.
-Tranquilo yo puedo.
-Mira, me dijo Leonardo que mañana viene un tipo para hacer unas reparaciones en la posada y me dijo que lo atendieramos bien.
-¿Hay que tirar con el hombre?
-Ja ja ja no, bueno, no fueron esas las palabras de Leonardo. Me imagino que estemos pendiente si necesita algo, no sé.
Ven acá, entra. -Lorenzo besó a José abrazándolo, le metió la lengua y su mano se deslizó por dentro del pantalón hasta tocar sus nalgas. -Te quiero coger.
-Estoy mal del estómago.
-No me importa, lo hacemos en la ducha. -¿Te cepillaste los dientes? ¿Desayunaste?
-No he desayunado.
-Que raro, tú no te lavas los dientes antes de desayunar...
-Es que...tenía muy mal aliento.
-Mmmm, ve a desayunar y te vienes a acomodar este cuarto.

José desayunó rápido se volvió a cepillar los dientes y se fue a limpiar la habitación que faltaba. Luego junto a Lorenzo limpiaban las caminerias que conducen a la piscina.

Leonardo se acercaba a los chicos.
-¡Chicos, les presento a Sala'o, él se va a encargar de hacer las reparaciones, va estar con...
-¡Sala'o! -José corrió hacia el hombre y se le montó encima, Sala,'o no tuvo más remedio  que cargarlo. Se rió, José le dio un beso en la boca. Lorenzo también estaba contento pero le daba celos tanto entusiasmo de José.
-Vaya, conocen a Sala'o...que sorpresa. -Lorenzo se acercó y lo abrazó. -Que bueno verte Sala'o te extrañábamos.
-Y yo a ustedes, cuando supe que venía a trabajar aquí me alegré.
-Bueno, bueno, ya vieron a su amigo, ahora a trabajar, ya saben lo que les dije pero viendo que son amigos no tengo que decirle más nada. Sala,'o quiero que me acompañes a revisar todas las cosas que estén malas o necesiten un arreglo para hacer una lista y comprar todo el material y tenerlo aquí ¿Ok? Vemos lo que hay en la posada para no comprar lo mismo y nos vamos a la ferretería.
-Seguro Leonardo. Vamos de una vez. Nos vemos luego chicos.

Luego del almuerzo y antes de irse a los recorridos, Leonardo se llevó a José a su oficina. Lo tomó con fuerza del brazo.
-Como yo me enteré que Sala'o te coge, te violo y de la peor manera. A mí no me vas a dejar por fuera. Te podrá gustar Sala'o pero yo te voy a coger. -Lo soltó. -Ya veo cuánto quieres a Lorenzo que no te importó brincarle al tipo y besarlo.
-Eso es problema mío.
-Si, y también será problema tuyo si no me das culo porque a Lorenzo lo desaparezco.

José salió de la oficina y se vio con su chico para irse.
-¿Te gusta Sala'o? ¿Eres capaz de terminar conmigo y quedarte con Sala'o?
-¿Qué coño dices amor?
-Digo lo que veo José, cuando viste a Sala'o se te iluminó la cara, sonreiste y lo besaste cuando te cargó. ¿Y yo como quedo?
-No seas bobo amor, yo te amo a ti.
-No puedes negar que te gusta Sala'o. -Hubo un silencio. -Es un tipo del carajo y si te vas con él es una buena opción pero a mí me dejarías escoñetao.
-No digas esas cosas. Oye, oye, mírame, yo te amo y sí, Sala'o me gusta y es un amigo de puta madre pero yo te amo a ti.
-Si me vas a dejar, que sea por un tipo como Sala'o pero no por un mamarracho que quiera joderte. -Lorenzo se puso a llorar.
-No seas tonto amor, ¿por qué lloras?
-Porque sé que Sala'o te gusta y te gusta que jode, eso no me lo quita nadie de la cabeza. Ya vamos a trabajar que para eso es que nos escapamos de nuestras familias, para ser independientes, amarnos en libertad y ser felices, oye bien José, ser felices. Quiero que seas feliz, quiero que hagas lo que te hace feliz.
José se abrazó a Lorenzo y se pusieron a llorar.

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