lunes, 1 de marzo de 2021

Huevos revueltos. Capítulo 50


 Ya Ignacio cerraba el negocio por el día de hoy. Tenía que pasar por el supermercado a comprar unas cosas y fue donde trabaja Agustín. Se lo consiguió apenas entrando.

-Epa Agustín. -Fue a abrazarlo pero Agustín le extendió la mano y le dio el apretón.
-¿Cómo estás?
-Bien vale, vine a comprar unas cosas.
-¿Por qué no lo haces por internet y te llega cómodamente a casa y me evitas conseguirme contigo?
-Ooookey. Agustín, lo de Renato y yo fue solo un tire, yo no quiero una relación con él.
-No, ya sería el colmo que te empataras con él estando conmigo...
-Pero ya no estás con él.
-No es el punto Ignacio, mira, tengo que ir a la oficina.
-¿Y cómo está el que sí me montó cachos de frente?
Agustín cerró los ojos se volteó y le lanzó un golpe en la cara a Ignacio.
-TE VAS DE ESTA VAINA Y AQUÍ NO ENTRAS MÁS.
Ignacio salió del supermercado pasándose la mano por la mejilla. -Mamaguevo, de bola como es el amiguito, ahí si está bien que haga lo que hizo.
-Agustín se sacudía la mano del dolor. Imbécil. A este tipo no lo dejen entrar, tiene prohibido comprar aquí.

Ignacio iba a llamar por el celular a Oto. 
-¡Epa, Nacho!, ¿Eres tú?.
-Manueeel, ¿qué más pana? -Se abrazaron. -Chamo que de tiempo sin vernos, ¿Cómo está todo?.
-Bien vale, sigo trabajando en el banco.
-¿Donde trabaja Renato?
-Ja ja ja, si pero no estoy en su departamento, de vaina y nos cruzamos. 
-Si, nos cogió el pana.
-Coño si, desde esa vez no lo ví más.
-Yo estuve con el hace un mes.
-¿Vas a hacer algo ahora?
-Bueno, venía a comprar unas vainas pero...¿Me acompañas a otro supermercado?
-Dale, te iba a decir que si quieres venir a casa y nos echamos los cuentos, aprovecho y compro unas cervezas y algo para comer. 
-Buenísimo, vamos al super y nos vamos.
-Vamos a mi carro, estará ahí.

Luego de ir al supermercado, llegaron al anexo donde vive Manuel.
-¿Y puedes traer gente aquí?
-Si vale, no ves que es independiente. Mira entonces Renato estaba empatado con el mejor amigo de tu ex y te tiraste a Renato, ja ja ja que bolas tienes.
-Coño mi ex es novio del papá de su mejor amigo ¿Que tal? Se tiraba al viejo y estaba conmigo, mejor dicho, estaba empatado con los dos.
-Que fuerte ¿Y ahora estás solo?
-Soltero y no quiero saber de pareja.
-Yo tampoco. Déjame buscar las birras para brindar por eso.

Mientras hablaban comían embutidos y queso y seguían tomando cervezas. -Coño quítate los zapatos y el pantalón, ponte cómodo.
Se reían recordando el sexo con Renato.
-Vamos a darle tú y yo. Somos versátiles ambos, vamos a divertirnos que jode. -Ignacio lo besó en la boca bajándole en interior a Manuel y este hacía lo mismo.
-¿Quieres que te coja primero? Luego me coges tú.
-Ok. -Manuel buscó unos condones y lubricante. Besó a Ignacio y luego comenzó a mamarle el pene. Se lo metía completo en la boca, movía su lengua, jugaba con el glande y estiraba el prepucio con los dientes. -Es la primera vez que me vas a coger.
-Ya era hora, ponte. -Ignacio se puso el condón y se echó lubricante, hizo lo mismo en el culo de Manuel que comenzó a tocarse el culo y meterse los dedos. Ignacio acercó el pene y comenzó a golpear el culo y las nalgas.
-Mételo y dame duro. -Ignacio comenzaba a penetrarlo. -Ay ay ay mételo, mételo, me duele, me duele, mételo. -Seguía empujando. -Dale, sigue ¿Ya lo metiste?.
-Coño me tocan unos carajos que no paran de hablar mientras me los cojo, que peo. -Ignacio lo metió completo y empezó a moverse.
-¿Ya lo metiste todo? -Manuel se tocaba el culo. Dame duro, párteme ese culo, anda, dale, pégame.
-Chamo, ¿Puedes callarte un ratico? Marico me vas a bajar el güevo.
-Pero nalguéame. -Ignacio le dio un par de nalgadas. -AY SI, DALE, CÓGEME COÑO. -Ignacio se levantó un poco para que el pene entrar más recto lo que provocó el grito de Manuel apretándo las sábanas. -AH, AH, AH, DALE, SIGUE, MÉTELO, NO LO SAQUES, AH, AH, AH. -Ignacio lo tomó por los hombros y comenzó a darle con más fuerza y Manuel comenzó a gritar más. Bajó la intensidad y retiró el pene.
-Cógeme tú.
-Dale pero acuéstate boca arriba que quiero verte. -Se puso el condón y lubricante. Ignacio abrió las piernas y se las sujetó con las manos.
Manuel lo penetraba. Lentamente iba metiéndole.
-Por lo menos está callado, que silencio. -Pensaba Ignacio mientras recordaba el enorme pene de Renato, que, aunque Manuel tenía un pene promedio, no era ni remotamente las dimensiones ni la agilidad de Renato.
-Ya lo tienes adentro. -Manuel comenzó a moverse rápido. -¿TE GUSTA PERRA, TE GUSTA? ¿TE DOY MÁS DURO? AH? ¿TE DUELE? AGUANTA PERRITA, ERES MI PERRITA.
-Coño de la madre que ladilla este pana. -Ignacio se estaba impacientando.
-¿TE GUSTA PERRA? AH? -Le dio una cachetada y le escupió.
-Ya marico, ¿sabes qué? Vamos a dejarlo hasta aquí. No mi pana, ya te aguanté los gritos y gemidos, pero que me cachetees y me escupas, no...
-Verga, disculpa es que me emociono cuando tiro. Vamos a pajearnos.
Ambos se masturbaron, Manuel acabó primero y comenzó a mamarle el pene a Ignacio, que lo apartó para venirse en su cara.

Manuel se fue al baño a lavarse la cara. ¿Quieres una cerveza?
-Si por fa.
-¿Y cómo está Renato? Rolo e güevo que tiene.
-Bien supongo, parece que ahora está más cerca de Dios y quiere ayudar al prójimo y mariqueras de esas.
-¡Que loco! Ese que es más tirón. Ese le debe haber montado los cachos a todos los novios que ha tenido.
-Supongo.
-¿No te gustó la tirada?
-De pana, de pana, no chamo. Verga no paras de hablar, esa vaina me baja el queso.
-Que chimbo...con las ganas que tenía de hacerlo contigo, apenas te vi, me acordé cuando estuvimos con Renato.
-Ya, bueno, otro día. ¿Comemos algo?

Se sentaron en la cocina y conversaron.
-¿Te quieres quedar a dormir?
-No Manuel, la verdad que no, la pasé de pinga conversando contigo, de verdad, pero lo otro, no...no creo que repita y disculpa que sea tan sincero.
-Tranquilo, para compensar déjame darte la cola a tu casa.
-No vale, ¿te vas a echar ese viaje?
-No chico, yo te llevo, es lo menos que puedo hacer luego del desastre sexual.
-Bueno tampoco desastre, tienes un culito rico, apretadito.
-Gracias, algo bueno hay.

Manuel dejaba a Ignacio en su edificio.
-Sigues viviendo en el mismo sitio.
-Si vale, me ha ido bien con la arrendadora.
-¿Y un beso me puedes dar? -Ignacio le dio un beso en la mejilla. -Manuel le sostuvo la cabeza. -No me refería ahí. -Le dio un beso en la boca.
Dios! Si tirara como besa sería lo máximo, besa mejor que Oto. Y yo sigo pensando en el idiota de Oto. -Wow, que rico ese beso.
-Rico estás tú Nacho. Ojalá nos volvamos a ver.
-Claro que si. La próxima vienes a mi casa.
-¿No puede ser ahora?
-No, ahora no, estoy cansado.
-No haremos nada, simplemente quiero dormir contigo abrazado, me hace falta. -Ignacio lo vio a los ojos unos segundos.
-Vale, mete el carro, tengo puesto de estacionamiento.

Subieron e Ignacio le ofreció cerveza o ron pero prefirió no mezclar y pidió cerveza. Lo invitó a ponerse cómodo. -Puedes estar en interiores. Buscaron en la cocina maní y cotufas y se lanzaron a la cama a ver alguna serie de Netflix.
Sonó su celular, era Oto. -¿Y ahora este que querrá?
-¿Tu ex?
-Si.
-Aló-
-Hola Nacho ¿cómo estás?-
-Bien, ¿Que pasó?-
-Mira disculpa la hora pero en el closet se me quedó, no lo agarré cuando me fuí, una caja que contiene unos documentos y libros y los necesito.-
-Ok, yo lo busco y lo pasas buscando mañana.
-Te iba a decir si puedo buscarlo ahora, necesito esos papeles y bueno aprovecho para que hablemos.
-Mira, hoy no va a poder ser, estoy ahora con un amigo en el apartamento hablando guevonadas y viendo Netflix-
-Entiendo, ¿Igual puedo pasar para llevarme la caja? Me la bajas y me la llevo.
-¿Por qué me haces esto Dios? ¿Por qué tengo que verlo de nuevo?. Dale, ok, avísame cuando estés cerca.
-Sigues enamorado de él.
-Como un idiota y él enamorado de su Daddy.

-Espérame aquí que le llevo la caja y subo, agarra otra cerveza si quieres.
Llegó a planta baja y salió a la calle a llevarle la caja.
-Bajaste en franela y bóxer, debes estar muy cómodo allá arriba para haber bajado así.
-Toma tu caja. Revisé y no hay más nada tuyo, por cierto, a partir de la semana que viene comienzo a transferirte el dinero de tus cosas que se robaron.
-Tranquilo, no hay prisa con eso.
-Yo si tengo prisa Oto.
-Hey, hey, ¿Por qué estás a la defensiva?
-Oto por favor, vete.
-No quiero estar molesto contigo.
-Yo tengo una razón enorme para estar molesto contigo.
-Las cosas no van como esperaba y no creo...
-¿Qué? ¿Me estás usando de backup por si el viejo termina de darte una patada por el culo?
Oto le dio un beso en la boca que Ignacio respondió. Manuel, desde la ventana veía a ambos besarse.
-Ignacio se separó. -No me hagas esta vaina Oto, no otra vez. Yo te amo coño, sabes que te amo. Vete de aquí. Ya no hay nada tuyo allá arriba y esta caja es cualquier mierda. Vete y no me llames más.
-Nacho, Nacho por favor...espera.
-Ignacio entró al edificio.

Abrió la puerta del apartamento y estaba Manuel parado, le extendió los brazos y se fundieron en un fuerte abrazo que dejó a Ignacio llorando. -Llora, saca todo eso. No dejes que ese carajo te afecte. Lo amas pero tienes que dejarlo ir.
-Fue una buena idea que te quedaras, yo también necesito dormir abrazado a alguien.





1 comentario: