sábado, 27 de marzo de 2021

Huevos revueltos. Capítulo 76

 


Ramón logró romper el candado y sacar a  Paula del depósito. Al salir la mujer abrazó al cura y este le acarició el cabello calmándola.

-Tranquila, vamos a mi casa un momento para que se calme está muy nerviosa.
-Necesito llamar a mi casa, mi mamá debe estar nerviosa.

-Si mamá, todo bien, me pasó algo extraño, pero estoy bien , voy en un rato...yo sé que es tarde pero estoy con el padre Ramón, tranquila...ok, ok, besos-
-Tómese este whisky, esto la va a calmar un poco, si necesita el baño, pase al cuarto.
-Gracias.
-Cuénteme que pasó así podré ayudarla.
-¿Me sirve otro? -Paula le contó lo que había pasado, que sucedió muy de prisa, que una voz ronca le habló y luego todo se puso negro y al abrir los ojos se vio encerrada.
-Que extraño.
-La persona me hablaba como amenazante. ¿Puedo usar el baño? ¿Me sirve otro?
-No queremos que se embriague ahora.
-No, no. -Se sonreía. -Ya vengo
Ramón ya tenía el pene erecto pero estaba sentado con la bata ocultando la erección. Paula volvió y se sentó tomándose todo el whisky del vaso corto.
-Supongo que quiere más. La voy a acompañar con un trago.
Bebieron y conversaron. Paula le contó desde cuando era viuda, se puso a llorar y Ramón la abrazó acariciándole la espalda.
-Desahógate Paula, saca todo eso.
-Ay padre, usted en bata, seguro estaba durmiendo cuando me escuchó.
Ramón se levantó. -Así es, me puse esta bata, pues duermo sin piyama. Se le notaba la erección y el pene estaba apunto de salirse entre la bata, Ramón se movió y se asomó el glande, Paula lo vio, se limpió las lágrimas y vio al cura a los ojos.
-Estás deseando tocarlo y llevártelo a la boca. -El cura apartó los extremos de la bata y dejó al descubierto el pene. Paula lo tomó con su mano, Ramón lo movió y una gota de líquido apareció entre el prepucio. La mujer se lo llevó a la boca.

Cinco de la mañana, Berta abre los ojos y se levanta sobresaltada. -Son las cinco, me tengo que ir rápido a la iglesia.
-Se duchó y se puso a preparar el desayuno para sus hijos y esposo. Cuando los tenía listos, levantó a José David y a los niños.
-Despierta que hoy te toca bajar a esperar el autobús, yo me tengo que ir temprano a la iglesia.
-Coño mujer...que peo, déjame dormir, vamos a echar un rapidito.
-Ningún rapidito, levántate. -Berta buscó las prendas que había comprado y se puso la de encaje negro que también era un hilo, se lo puso, buscó un vestido y unos tacones que tenía y no se ponía desde hace años. Se peinó y tomó su cartera. -José David me voy, despierta.

Salió de la habitación y encendió la cafetera eléctrica.
Berta caminaba de prisa para llegar a la iglesia. Cuando estaba en la puerta de la casa de Ramón eran las 6:20 de la mañana, abrió con cuidado y se fue hasta la habitación de Ramón. Al llegar vio a Paula durmiendo en la cama.
-Lo sabía, está perra quería acostarse con mi hombre. Se ocultó al escuchar ruido, era Ramón que entraba al baño. Esperó. Al escuchar la ducha, buscó el pañuelo, los lentes y un enorme cuchillo.
Con la cara tapada con el pañuelo y los lentes recogió la ropa de Paula y la llevó a la sala y se acercó a ella nuevamente. La despertó poniéndole la mano en la boca y el cuchillo en el cuello.
-Gritas y te corto el cuello golfa. -La cogió del cabello y la arrastró por toda la casa hasta la puerta, la puso de pie y le volvió a poner el cuchillo en el cuello. -No te bastó con el encierro maldita perra, te tenías que acostar con él. Recoge tu ropa -Abrió la puerta de la casa y la empujó tumbándola en el piso de tierra.
-Como te vuelva a ver cerca de aqui te clavo en una cruz en la plaza para que todos se enteren lo puta que eres. Al cura de esta iglesia se respeta. Cerró la puerta, acomodó todo y se puso a hacer el desayuno al padre.

Ramón salió en toalla del cuarto buscando a Paula. -¿Paula?
-Paula se fue padre, buenos días, tenía que atender a su hijo, no quiso ni que le preparara café.
-¿Qué haces aquí tan temprano?
-Siempre estoy llegando tarde y hoy me levanté mucho más temprano para no cometer el mismo error y luego usted se ponga bravo.
-¿Dijo algo más Paula?. -Berta dejó lo que estaba haciendo, se limpió las manos, se bajó para tomar el vestido por el ruedo y se lo quitó por la cabeza quedando en ropa interior.
-¿Tenemos que seguir hablando de Paula cuando aquí está la hembra que a usted le gusta?. -Ramón dejó caer la toalla y abrazó a Berta cargándola y llevándola al cuarto.
-No pretenderá que me va a hacer el amor en esas sábanas dónde durmió Paula.
-¿Las cambiamos?
-No, hagámoslo en el piso como los animales.

-¿Papá entonces tú y mamá se reconciliaron? Porque eso de que nos sacara de casa a todos...
-Bueno, yo no sé si es una reconciliación, pero tú mamá dio un cambio de 180 grados. David tú ni te puedes imaginar lo que era tu mamá en la cama.
-Tampoco me lo quiero imaginar. Ahórrate los detalles.
-Espérate aquí para mostrarte las pantaletas y los sostenes que se compró, una vaina del más allá.
-Y ESO QUE TE ARRECHASTE CUANDO VISTE EL PLATAL QUE GASTÓ.
-PUES LOS PAGARÉ CON GUSTO, YA VAS A VER.
-Ay no, ahora mi papá mostrándome la ropa interior de mi mamá. 
-Mira esto, un encaje rojo y con hilo. Esto es de perra y tu mamá estaba endemoniada en esa cama. Coño la verga la tenía dura del queso.
-¡Papáááá!
-No, no chamo, no había gozado tanto en el sexo con tu mamá hasta ese día.
-Pero entonces todo va bien.
-No sé hijo, no quiso repetir y yo quería seguir dándole y hoy se fue de madrugada a la iglesia.
-Bueno pero compró ropa interior nueva, se hizo un corte nuevo y unas mechas.
-Hasta se depiló la cuca, esa vaina rosadita, parecía virgen.
-Ya papá...no necesito tanta información.
José David se rió y en eso sonó su celular pero no tenía el número registrado.
-¿Quién será?
-No contestes números que no tengas en tu directorio.
-¿Coño y si es la policía sobre mi carro? -Atendió.
-Aló...¿Sí?...-Le hizo señas a David que era la policía. -Ah que bien...¿Tiroteado?...coño, ¿pero ya lo puedo retirar?... Ok, ok, ¿puedo ir hoy mismo a buscarlo?...perfecto, muchísimas gracias oficial...si...yo les llevo algo para comer... -¿Viste? Apareció el carro, tiroteado pero apareció, me dijeron que puedo buscarlo pues ya le hicieron todas las experticias.
-Menos mal
-Me vas a acompañar para que lo manejes de vuelta. Coño cuando vea ese carro agujereado me voy a recordar de lo que hiciste y te caeré a coñazos por animal.
-Papá ya no sé cómo pedirte disculpa por eso, ya no me digas más vainas...
-Tienes razón...vamos a buscar ese perol a ver cómo lo dejaron




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