jueves, 4 de marzo de 2021

Huevos revueltos. Capítulo 53

 


Castro llegaba a la iglesía y David lo esperaba en la puerta.

-¿Eres David?
-Tú...Agustín.
-Si...Tengo mi carro allá, vamos.
-No...-Este tipo es una montaña. Vamos a casa de Ramón.
-¿Quien es Ramón?
-El cura de la iglesia, ven por aquí. -Se fueron por el lateral de la iglesia.
-¿Vamos a hablar con el cura también?
-No, Ramón está en una reunión con tu ex, tu novio, no sé.
-Mi ex, entonces vamos a estar solos.
-Si, más relajados.
-¿Quieres tomar algo? ¿Café, agua, refresco?.
-Agua. ¿Y tú puedes entrar aquí así como si nada?
-Soy como el monaguillo.
-Te tiras al cura ¿Verdad?
-Renato sigue enamorado de ti...el tipo quiere ser cura pero sueña contigo y habla nombrándote, tuvo fiebre y te llamaba.
-¿Y qué quieres que haga con esa información?
-Bueno a lo mejor quieres volver, ¿Sigues enamorado de él?
-No sé para que vine, esto es absurdo.
-Ah entonces no lo estás.
-No, estoy saliendo con alguien.
-Ok, porque yo me tiré a Renato.
-Ah que bien...el monaguillo... -David comenzaba a quitarse la ropa.
-Ahora quiero que tú me cojas.
-¿Qué? Chamo vístete que eso que quieres no va a suceder.
-¿Tú crees? Porque ya te estoy bajando el cierre. Este tipo debe tener la megaverga. Y lo voy a sacar.
David metió la mano, lo que tocó lo dejó helado. Castro terminó de bajarse el pantalón y sacó su enorme pene, David se apartó.
-¿Que es esa cosa? Naguevonada...
-¿Qué pasó? ¿Te dio miedo?
-Esa vaina es falsa, quítate eso. -Castro se sacudió el pene varias veces.
-¿Te parece que es falso?
-Esa cosa no me la vas a meter ni de vaina.
-¿Ah no? Me haces venir hasta acá, porque tus intenciones eran tirar y ahora no quieres.
-No, no me da la gana. -Castro agarró con fuerza a David por el brazo y comenzó a desnudarlo pero él lanzaba patadas y golpes, Castro le lanzó una cachetada y terminó por desnudarlo.
-No me hagas daño por favor, por favor, perdón, perdón. -Castro lo tiró a la cama y se le lanzó encima abriéndole las nalgas.
-No por favor, por favor, AAAAAAAAAY.
Castro oyó el grito y se levantó, miró al muchacho y cayó en cuenta de lo que iba a hacer.
-¿Qué te pasa Castro?. Disculpa chamo, no quería...no era mi intención...-Se restregó las manos en la cara y se acomodó el pantalón. -Vístete.
David, visiblemente asustado no quería ni acercarse a Castro, terminó de vestirse y le pidió al hombre que se fuera.
-¿Me permites llevarte a tu casa?
-No marico, a ver si enloqueces de nuevo y me matas, ¡No te me acerques!
-Yo no soy así, es que me entró una arrechera al saber porque me trajiste acá. Déjame llevarte a casa, no voy a hacerte daño, te lo prometo.

Llegaron al edificio.
-Que casualidad, por aquí está el taller mecánico donde llevo el carro.
-¿Taller David y David?
-Si, está como a 6 cuadras de aquí.
-Es de mi papá.
-¿Tu papá es José David?
-Si
-El coño de su madre, casi me violo al hijo de mi mecánico, que bolas.
-Mi papá debe estar en casa, ¿Quieres subir y lo saludas?
-Me da mucha pena chamín. Además debo decirte algo. Yo no soy Agustín, me llamo Castro, soy el novio de Agustín. No entiendo para que me metí en esto, parezco adolescente. Queríamos averiguar qué coño buscabas.
-Debo admitir que si, me fui de puta, escribí para tirar contigo, bueno con Agustín, viendo a Renato me imaginé que el novio sería igual a él, o por lo menos guapo.
-Te estás tirando al cura ¿verdad? He escuchado historias de ese cura, no lo conozco.
-Si
-Dale, saludo a tu papá y me voy.

Entraron al apartamento.
-Hola, traigo visita.
-Aaaaay Jorge, que bien tenías tiempo que no...
-No mamá, no es Jorge, es Castro, que casualmente conoce a papá, es su mecánico. PAPÁÁÁÁ.
-No vale, no lo molestes.
-Tranquilo debe estar con mis hermanitos.
-Mucho gusto Castro, bienvenido, eres como enorme, grandote, ¿De dónde conoces a David?
-De una confusión que yo cree mamá, le escribí pensando que era otra persona y nos encontramos porque el quería averiguar, era un tema con Renato, el que ayuda al cura Ramón.
-Ya... ¿hijo con este señor también tienes relaciones? -Berta había apartado a David y le preguntó al oído.
-No mamá, ¿que es? Él tiene novio.
-Está muy bien para ti, es grande, protector, te puede cuidar y defender. ¿Castro quieres tomar algo? Café, cerveza, agua, jugo.
-Cerveza está bien.
-Que sean dos Berta, caramba Castro que sorpresa tenerte aquí. No me digas que vienes con una queja del taller.
-No José, para nada, si más bien ando recomendando el taller a todo el mundo.
-Pero esto si es sorpresa, conoces a mi hijo. -Vio a David con cara acusadora. 
-Si, de hecho lo conocí hoy por una confusión que ya aclaramos y hablando llegamos a lo de tu taller.
-¿Y tu esposa?
-Me estoy divorciando...cosas que pasan.
-Pero ya tiene pareja. -Le dijo David para borrarle los pensamientos que tenía su padre de que estaba teniendo sexo con Castro.
-¡Brindemos!
-¿Te quedas a cenar Castro?
-No señora, muy amable por la invitación pero tengo que irme a casa.
-Aquí puedes quedarte a dormir si quieres y compartes con José David.
-Mujer, no insistas que ya dijo que no puede.
-El día que puedas, eres bienvenido. Mi hijo te ofrece su cama.
-Muchas gracias y gracias por la cerveza, José David estamos en contacto, te voy a mandar un cliente nuevo.
-Excelente, si me dice que viene de tu parte le hago descuento.
-Te acompaño abajo. -Dijo David.

-No sé si decir un placer conocerte, hasta nunca, fino pana no nos vemos más.
-Ja ja ja Chamo todo esto ha sido muy loco. Tu mamá es muy particular
-Se sincero, mi mamá está loca, mi mamá es de otro planeta.
-Ya tienes mi número. Estoy a la orden.
-Para sexo no. Eso que ví, solo me lo meto si estoy muerto.
-Ja ja ja. Con paciencia entra.

José David se tomó una de las pastillas. -A ver si esta vez quiere sexo. Berta, ven acá un momento. -Berta regresaba al comedor. -Mira, quieres...
-José David habla con tu hijo para que se quede definitivamente trabajando contigo de lunes a viernes.
-Mujer ya no sé en que idioma decirle.
-Pues en perfecto español le hablas con autoridad y le dices que se ponga a trabajar en el taller o entre a la universidad, solo hay esas dos opciones. -José David vio a Berta arrugando la frente.
-¿Y tú no estabas contenta que el sádico gozón del cura lo tuviera de cachifo ahí en la iglesia?
-Eso no va para ningún lado, es una perdedera de tiempo además el padre Ramón lo puede aconsejar los domingos que vamos y ese día que lo ayude, apenas va a cumplir 19 años y el padre ya pasó los 40.
-Berta ¿Que pistoladas estás hablando?
-¿Vas a hablar con él o también tengo que hacerlo yo?
-Voy a hablar con él, tranquila, ven acompáñame al cuarto.
-¿Para que?
-Coño ven, deja de ponerte arisca, ¿Andas de mal humor? Vamos.
Entraron a la habitación y José David comenzó a besar a Berta que no movía un músculo. -Mira como me tienes, duro, toca. Está pasando hambre. ¿Por qué no le haces cariñitos con la boca?
-Tengo que recoger la cocina José David, luego vienen las cucarachas.
-Es un momentico, una mamadita, te cojo y sigues con tus quehaceres, anda, dame cuquita.
-Es que tengo que ir después dónde el padre.
-Ramón no te va a dar lo que yo te doy. Anda.
-José David comenzó a desvestirla, Berta estaba tensa, él se quitó el pantalón y el interior. -Tócalo, mira que duro está. Métetelo en la boca.
-No José David ahora no, me duele la cabeza. -Comenzó a vestirse. -Y tienes que hablar con David y que se olvide de la iglesia.
-Ahora la obsesionada con la iglesia eres tú vas todos los días. ¿Eres la Begoña del cura?
-Berta le dio un cachetada. A mí me respetas José David, yo no soy ninguna cualquiera que va fornicando con hombres. De ti si puedo decirlo, que te revuelcas con la niña esa que limpia el taller. Ve a hacer tus cochinadas con ella, pero a mí no me vas a meter ese pene que ha estado dentro de otras mujeres. -Salió del cuarto y se fue a la cocina.

José David se quedó petrificado en medio de la habitación. -¿Eso que quiere decir, ya no me la voy a coger más? ¿Y ahora que hago con esta verga tiesa? Me tengo que hacer la paja.










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