jueves, 11 de marzo de 2021

Huevos revueltos. Capítulo 60

 


José dormía boca arriba. Eran las cinco de la mañana, se dio media vuelta y sintió el roce del pene erecto de Sala'o, que dormía profundamente. Volvió a voltearse, se bajó hasta llegar al nivel del pene y comenzó a mamarlo, lo tomaba con sus manos, le pasaba la lengua al glande y bajaba el prepucio.

-¿Qué haces? -José se asustó y dejó de mamar. -Sigue, me gusta. -El chico intentaba meterse todo el pene en la boca.

Lorenzo, como cada madrugada, le daba una pastilla a Rubén y a la hora se montaba sobre él para tener el peor sexo de su vida. Cada vez que lo hacía trataba de agotarlo para que durmiera más tiempo. Fingía gemir pero lloraba de la rabia, hoy era el día que abriría la caja fuerte y sacaría el dinero.

-Quiero que me lo metas.
-¿Estás seguro?
-Si, desde hace tiempo quiero.
-No quiero peos con tu noviecito
-Anda, cógeme, yo después hablo con él.
-Solo mámalo chamito, ponte de frente, quiero verte.
José se acomodó y volvió a mamarlo, Sala'o encendió la lamparita. El chico lo veía a los ojos mientras tenía el pene en la boca.
Intentaba metérselo todo, Sala'o cerraba los ojos mientras acariciaba la cabeza de José.
Lo sacó de su boca y comenzó a masturbarlo mientras se ponía saliva en el culo. Sala'o tenía los ojos cerrados, José bajaba y lamia el glande, dejó de masturbarlo y se colocó encima del hombre.
-¿Qué vas a hacer?
-Me lo voy a meter, un poquito anda, anda vale.
-Chamito no.
-Anda, un momentico. -José se puso en cuclillas, bajó la cabeza para ver el pene, lo sostenía con su mano, lo puso justo en la entrada y se agachó. -Aaauu, duele.
-Hazlo despacio papi, no te lo metas de coñazo, deja que entre poco a poco, saca tu mano, respira, relájate y puja, como si fueras a cagar, ¿Ves? Suavecito, espeeeera, coño, no te desesperes papi, ya va a entrar.

Lorenzo se movía sobre Rubén con el pene adentro, le apretaba el pene y se sacudía, le pellizcaba las tetillas, brincaba, hasta que sintió que el hombre se venía. Su respiración se agitaba y se ahogaba, el chico se bajó de la obesa humanidad de Rubén.
-Coño....me dejaste cansa'o carajito...cada vez te portas...mejor...carajo...déjame dormir, que nadie me moleste.
-Maldito viejo, claro que te voy a dejar dormir. -Salió del cuarto y fue donde José a decirle que arreglara los bolsos.
Entró al cuarto y vio a José sobre Sala'o, se quedó petrificado y se salió, se pegó a la pared y un par de lágrimas bajaron por sus mejillas.
-Voy acabar, voy acabar, bájate. -Escuchó Lorenzo que le decía a José, esperó unos segundos y entró limpiándose la cara.
-Hola...venía a decirte que arregles el bolso, hoy nos vamos.
-Amor yo...yo estaba.
-Lo ví todo José, estabas tirando con Sala'o, los ví.
Sala'o se puso el interior y salió de la cama.
-Lorenzo escucha, esto se dio sin buscarlo.
-Amor, yo le pedí a Sala'o que lo hiciéramos, el no quería, yo le insistí.
-Yo me salgo para que hablen. Lorenzo no lo jodas, este carajito te ama, eso no lo olvides, lo que acaba de pasar fue queso, ya. Voy a buscar cigarros.

-Te dije que si lo hacía quería estar ahí y no me paraste bola.
-Mi amor perdón...perdón no fue por mal, quise hacerlo, me dio morbo verlo desnudo.
-Hoy nos vamos de esta mierda, prepara el bolso porque saco los reales y nos vamos.
-¿Estás arrecho conmigo? -Lorenzo lo vio a los ojos con los ojos húmedos. Lo besó, tocó su mejilla.
-No estoy arrecho contigo, ¿Como me voy a arrechar si te amo? Me duele, pero es que somos unos carajitos experimentando.
-Te prometo que no lo haré más sin que estés conmigo.
-Prepara todo amor.
-¿Le decimos a Sala'o que se venga con nosotros?.
-Luego te digo. Ya vengo.

Cuando regresaba a la habitación de Ruben, Sala'o le interrumpió el paso.
-No te pongas así, fue solo sexo, casi que una clase, José estaba desesperado para que lo penetrara pero le dolía, quería metérselo de una. Él es un buen muchacho y lo sabes.
Él no está enamorado de mi, está quesúo, es la edad, tiene 13 años, tu 14.
-Tranquilo, gracias. Hoy nos vamos de aquí.
-¿Ya?
-Si, no aguanto estar aquí, nos vamos para el centro, ¿Te quieres venir con nosotros?.
-Coño...no sé.
-Nosotros nos vamos, si quieres luego nos alcanzas.
Sala'o vio a Lorenzo y se sonrió, sentía que veía una persona madura que sabía lo que quería.

Lorenzo entró a la habitación, buscó la clave en su billetera y se fue directo al mueble donde estaba la caja fuerte. En su mente estaba José y Sala'o teniendo sexo, borró esa imagen para concentrarse.
Metió la clave y la caja emitió un sonido, Lorenzo volteó a ver a Rubén, seguía durmiendo, abrió la puerta e hizo otro ruido, un chasquido. Sacó todo el dinero y lo metió en una bolsa, el corazón le brincaba en el pecho.
-¿Qué coño estás haciendo maldito carajito? -Lorenzo se levantó con la bolsa.
-Me estoy cobrando por toda la porquería que he tenido que soportar contigo viejo asqueroso.
-VEN ACA NO TE VAS A LLEVAR ESO. -Lorenzo cogió la andadera y se la llevó cerrando la puerta del cuarto mientras Rubén gritaba.

-JOSE VAMONOS, VAMONOS, YA, AGARRA TODO. -Salieron del restaurante corriendo sin mirar atrás. 
-¿Y Sala'o?
-Nos espera en la plaza. -Siguieron corriendo. -Vieron a Sala'o y se detuvieron.
-Vengan para acá, vamos a este local.
Entraron a un pequeño local para hablar, Lorenzo contó las pacas de dinero. Eran 10, le dio cuatro pacas a Sala,'o y las otras eran para ellos.
-Guarda bien ese dinero. ¿Te vienes con nosotros?.
-¿Sabes manejar? -le preguntó a Lorenzo.
-Si, automático.
-Ok, toma, salen y se van por el camino que está pegado a este local y ahí hay un Fiat uno. Se lo llevan, yo los busco después.
-¿Y si nos para la policía?
-En esta ciudad nadie les va a decir nada, vayan tranquilos.
-¿Qué vas a hacer?
-Me voy a casa de un amigo, luego me comunico con ustedes.
Abrazaron a Sala'o y fueron a buscar el carro.
-Avisen cuando lleguen. -El viaje es de 25 minutos.

Se montaron en el carro. -La verdad es que no sé manejar.
-¿Y entonces? ¿Por qué no le dijiste a Sala'o?
-Porque necesitamos el carro, no debe ser tan difícil.
Encendió el carro y acelerando poco a poco, tomó la vía principal y haciendo memoria cuando fueron en moto, entraron a la intercomunal.
-Tengo miedo.
-El miedo paraliza José. Ya lo peor pasó ahora somos los dueños de nuestro futuro. Así lleguemos en dos horas nos vamos. Trabajamos con los turistas, sacamos plata, compramos un peñero con motor y nos vamos a Mochima  a seguir ganando plata. Frenó el carro y le dio un beso a José.
-Estoy demasiado excitado después de esto que hice. Mámame el guevo mientras manejo.



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